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Pastel de Fresa por moonharuka7

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del fanfic:

Bueno, si no les gusta, no me lancen con tomates, las cebollas son mas duras y duelen mas :D Soy algo nueva en esto, nah, es mentira, pero si será mi primer fanfic aquí, recibanme bien xD

Notas del capitulo:

Bueno, ahí está, el tan apreciado capítulo que acabo de terminar de escribir, si quieren algo, como una segunda parte, con un review me convencen :D

Pastel de Fresas (Oneshot)

 

Disclaimer… Los personajes de Kyo Kara Maoh, no me pertenecen. Todo pertenece a sus respectivos autores, personas a las que amo por traernos esta maravillosa historia aunque no tenga lo que me gustaría.

Yuuram

 

Personajes: Yuuri Shibuya y Wolfram von Bielefeld.



Un pastel de fresa 

 

Era el aniversario no. 5 del compromiso entre el 27th Maoh de Shin Makoku y el príncipe von Bielefeld. El último estaba feliz y su majestad se encontraba frustrado porque seguramente querían que se efectúe una boda en ese momento, no comprendía porque no comprendían que aun cuando tuviera 21 años aun era muy pronto para casarse, incluso cuando sabía que tenía ese tipo de sentimientos por su muy apuesto prometido.

El rubio conservada su mirada de inocencia y su cuerpo adolescente porque al ser mazoku completo sus años tardaban mas en reflejarse, en el caso del maoh, sus años estaban marcados en su cara y esos ojos de inocencia no eran los mismos.- Yuuri…- Susurro el prometido real.- ¿Qué debería regalarle?- Le pregunto a su hermano mayor, Gwendal von Voltaire que hasta hace pocos días había revelado su relación y compromiso con la inventora loca.

-Tú lo conoces mejor que nadie, Wolfram. Tú deberías saber que le gustaría.- Dijo su hermano mayor algo preocupado porque el maoh aun no quería hacerse cargo de la relación que tenía con su hermano. Había sucedido algo entre ellos el año anterior pero nada que haya concretado la relación inconclusa que tenían. Así que no quería hacerle ilusiones a su hermano con la relación que podría existir ahí, si era que había algo aun entre ellos.

-Lo sé, Gwen… Pero estuve pensando un poco… Y… ¿Qué hago si Yuuri rompe el compromiso conmigo?- Estaba realmente preocupado, era algo que no se le podía escapar al mayor de los hermanos, no quería ver preocupado a su hermanito por nada del mundo y mucho menos por un hombre que no podía corresponder sus puros sentimientos.

-Entonces te protegeré. No tengas miedo Wolfram… Tu nii-chan te protegerá.- Dijo mientras se acercaba a él para abrazarlo con fuerza, con una fuerza que aunque era poderosa no era dolorosa. Solo había dos personas que lograban sacar su lado tierno a la luz y Wolfram era una de ellas.

-Gracias, Gwen-nii-chan.- Y solo cuando estaban realmente solos, el menor correspondía esa ternura. El menor salio del estudio para dirigirse a la cocina, era sabido que el maoh amaba los pasteles con fresas y una de las pocas cosas que el rubio podía hacer solo era eso; un pastel. Cuando Susanna Julia aun vivía, el rubio y ella pasaba muchos tiempos juntos porque a ambos les fue prohibido ir al campo de batalla, a ella por la importancia de su vida y a él porque sus hermanos no querían verlo involucrado en algo así tan joven. Ellos pasaban demasiados tiempos juntos. Cocinando pasteles de fresas, los favoritos de ella y entrenando, curación y el arte de la magia. Sin duda eran tiempos grandiosos aunque no pudo participar en la batalla, esos recuerdos junto a Julia eran cosas que jamás olvidaría.

Estuvo toda la tarde buscando la perfección en su pastel, quería que los sentimientos que tenía por el maoh quedaran perfectamente plasmados en lo que estaba cocinando con mucho empeño y con todo su corazón.

 

No se había visto al rubio en toda la tarde y mucho menos cuando la cena comenzó, todo el mundo pensaba que estaba llorando en su habitación y cuando su preocupado hermano mayor iba a corroborar que estuviera bien, entro alegremente al comedor, sus ropas estaban cubiertas por harina y otras sustancias difíciles de identificar y sobre sus manos se encontraba el pequeño pastel que tanto tiempo le había llevado hacer. Miro a los presentes encontrando su mirada con la de su hermano y sonriéndole al instante, él sabía bien que los pasteles del rubio eran una de las cosas más codiciadas dentro del Castillo Pacto de Sangre.

Se acerco a su prometido e ignorando las miradas de los demás hacía lo que llevaba en sus brazos se lo entrego. – Espero te guste, Yuuri.- Sonrió nuevamente dejándolos deslumbrados con su sonrisa de inocencia.

El maoh lo tomó ignorando también las miradas de los presentes que al parecer querían tomar el regalo del prometido.

-Este es el mejor pastel que he comido, Wolfram.- dijo sin parar de comerlo. Ahora comprendía porque las personas en la habitación lo miraban con celos. – Gracias, Wolfram.

-No fue nada Yuuri. Solo una forma de demostrarte lo que siento por ti.- Dijo provocando un sonrojo en el rostro del japonés.

El menor se acerco y con un dulce roce beso la mejilla del maoh, un toque eléctrico inundo el cuerpo de los adolescentes. Provocando un sonrojo intimo entre ambos. Y el príncipe salió corriendo, ese momento fue realmente difícil para él. Porque había decidido dejar libre a su prometido, solo quería besarlo pero no tuvo suficiente valor como para hacerlo en los labios, dejándolo como un pobre tonto sin valor.

 

-¡Wolf! – Lo alcanzo el rey.- Te fuiste tan rápido que no me dejaste responder a tu regalo.- Sonrió, el rubio desvió la mirada, sabía lo que diría y no quería oírlo.

 

Los latidos de sus corazones se encontraron sincronizados, ninguno de los dos decía nada, el rubio yacía de espalda frente al maoh y este con la mirada fija en los rebeldes cabellos que caían en la frente del rubio. –Dímelo rápido, Yuuri, tengo cosas importantes que hacer.

-No es algo tan sencillo de decir.- El rubio  se tensó y se dificultaba al hablar, estaba sudando frío.- Creo que es más fácil hacerlo que decírtelo.- Dijo algo sonrojado. El rubio le iba a contestar que el podía hacerlo cuando sintió unos labios impactándose contra los suyos. Era un beso torpe pero lindo. El rubio correspondió al beso cruzando sus brazos en el cuello del pelinegro y acariciando con pasión los cabellos de el que sujetaba con fuerza su cintura mientras se orillaban a la pared para continuar ese intenso beso.

 

-Ese tipo de cosas deberían hacerse en privado.- Una voz los saco de su asunto separándose y dejando a dos adolescentes muy sonrojados.- Von Voltaire podría verlos y eso sería problemático para ambos.

-¡Murata!- Exclamo el maoh nervioso al ver que su amigo había presenciado la escena.

-Recuerda Shibuya, utiliza condón para proteger a tu lindo prometido.- Sonrió antes de alejarse. El rubio se quedo sonrojado viendo a la distancia al sabio que más bien parecía haberse alejado corriendo de ellos.

-Pobre Ken. No hubiera querido estar en su lugar, en primera porque no lo soportaría y en segunda porque si pasará mataría a la persona con quien me engañaras.

-¿Ken?- Pregunto el maoh extrañado. Ni siquiera la escena de celos de su prometido lo saco de su sorpresa al oír al rubio llamar por su nombre al sabio.- ¿Desde cuando lo llamas por su nombre? ¿Dónde quedo el respeto?- Dijo algo celoso el japonés que en su vida creyó ponerse celoso de su mejor amigo.

-Pues desde que somos amigos. – Sonrió el rubio.- No dejare de llamarle así aunque te pongas celoso, Yuuri.- Sonrió nuevamente.- Por cierto… ¿Qué fue eso?- Pregunto bajando la sonrisa de su rostro.

-¿Qué cosa?- Yuuri seguramente ganaría un concurso de sonrojos porque en ese momento podía dejar pálidos a los tomates.

-Pues… El be-beso…-Dijo apenado el chico rubio porque no podía procesar que su prometido lo hubiera besado, era demasiado shockeante.

-¿No te lo dije antes? Era mi respuesta.- Sonrió.- Mis sentimientos por ti, Wolfram.- dijo más tranquilo, lo peor ya había pasado.

-Entonces… ¿Tú me quieres?- Dijo el rubio, incluso si ya sabía la respuesta necesitaba oírlo de los labios de su prometido.

-Sí.

 

Volvieron a besarse pero esta vez que una forma más intensa, esta vez era un beso necesitado, era su forma de matar los cinco años en los que no afrontaron sus sentimientos, era casi como si quisieran tragarse el uno al otro. Pero eso no les duraría demasiado porque había una persona observándolos que ciertamente estaba por perder la paciencia.

 

-Heika…- Susurro lentamente la persona. Y ambos lo miraron con miedo pues el general von Voltaire no se veía muy contento.

-Gwendal/Aniue- Dijieron al unísono respectivamente.- No es lo que parece…

-Heika tiene papeles muy importantes que firmar.- dijo tranquilamente, tanto que daba miedo.- Y tu Wolfram, acompáñame. El hermano mayor sabia que su hermanito le odiaría por eso, pero no podía permitirles tales escenas en un lugar público.

 

Notas finales:

Gracias, gracias xD


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