El bello final, de una hermosa obsesión…
Estaba en total oscuridad, nada se oía, nada se veía. Se encontraba tan solo el en aquella oscuridad tan inmensa, no importa si caminase a la izquierda o la derecha, era lo mismo: oscuridad, nada más que oscuridad.
Cayo de rodillas, comenzó a sollozar, tenía miedo, mucho miedo de aquel lugar. Quería irse de allí… quería ver la luz de nuevo.
Luz…
Es cierto…
Siempre que estaba en aquel lugar, una luz aparecía y lo guiaba para salir de allí.
Pero…
Aquella luz…
No estaba más…
Aquella luz se había apagado hace mucho, ya no lo guiaba más en la oscuridad, lo había dejado solo. Su llanto se intensifico, entre sollozos pedía que aquella luz volviese, para que lo sacase de allí.
Más ella no regreso…
Pero si una voz se escuchó…
Yami…
Levanta su cabeza, ese era su nombre, limpio las lágrimas de su rostro, se levanto y presto atención si esa voz regresaba…
¡Yami!...
Esa voz se escuchaba cercana y lejana a la vez, más no podía ver a quien le pertenecía, pero aunque no podía ver nada, quiso seguir esa voz, aunque no pudiese ver nada. Sus piernas lo llevaron hasta lo desconocido, solo siguiendo esa voz…
¡Abre tus ojos, Yami!
¿Qué abriera los ojos?...
No entendía, ¿Por qué debía de abrir los ojos?, si lo tenia abiertos ahora, o tal vez no, pues ese lugar era tan oscuro, que no sabía si tenía los ojos abiertos, pero eso no hizo que sus piernas se detuvieran, siguió caminando. Guiado solo con esa voz tan suave pero tan clara.
¡Por favor, Yami, abre tus ojos!
Aquella voz era más cercana…
Tanto que ya podía reconocer de quien era esa voz…
¡¡YAMI!!
Yugi…-murmura casi sin voz.
…..
….
….
Abre sus ojos de sorpresa, respirando agitado, sudado y llorando, se sentó sobre su cama, temblaba, aun recordaba aquel lugar tan oscuro
Yami….
Esa voz otra vez, levanto la mirada, ahí frente de el, estaba un niño de 5 años, pelos tricolores, que caían sueltos sobre sus hombros, aquel niño tenía un par de ojos color amatista muy hermosos
Yami… -murmura aquel niño- has tenido una pesadilla, comenzaste a llorar…
Yugi…-murmuró incrédulo
Todo esta bien yami…-el niño lo abrazo, el como pudo le corresponde el abrazo
Yami, era un niño de 6 años apenas, de pelo tricolor suelto, piel tostada y ojos color carmesí, el se encontraba en la habitación que compartía con yugi, un niño huérfano como el.
Ambos habían crecido casi toda su vida en aquel orfanato.
Hoy dormiré a tu lado y no quiero excusas….dijo el pequeño yugi mientras tomaba las sabanas y se arropaba con ellas
Yami solo guardo silencio y se arropó, ambo se pusieron de tal modo que pudieran mirarse a los ojos
Si tienes otra pesadilla…-murmura el pequeño mientras cierra los ojos- Puedes abrazarme… no te preocupes….ya…mi…-el pequeño se queda dormido
Aun… -murmura el moreno- después de tanto… sigues siendo el mismo niño inocente….
Sonríe tristemente, mientras lágrimas caen de sus ojos
Hemos… recibido una segunda oportunidad gracias a ti….-susurra- te enfrentaste al mismo Ra solo por mi… para que yo tuviera otra oportunidad en este mundo…
Nunca me dejaste de amar…-el moreno acaricia su mejilla- ni yo te deje de amar….
Mi aibou…-se acerca al rostro del pequeño- te amo… no cometeré más errores… solo…. Me quedaré a tu lado…-va cerrando sus ojos- yugi… yo….te…amo…
El moreno cierra sus ojos carmesí…. Sonriendo tiernamente, por que sabia que a la mañana siguiente, yugi estaría ahí…
Como siempre lo ha estado…
Fin….