Iban de camino a la casa de Blaze que quedaba a unas cuantas cuadras de ahí y Luka no podía evitar sonreír shotamente mientras caminaba detrás de Blaze.
Sin darse cuenta ya habían llegado a la casa, al entrar se encontraron con la hermana gemela de Blaze, Irina estaba sentada viendo televisión en el living, tan concentrada que ni notó la presencia de los dos chicos que entraban no muy sigilosos.
- ¿quieres algo de tomar? – le preguntó Blaze.
- …ya – Luka nunca respondía cosas muy largas… a veces llegaba a sorprender lo corta que podían llegar a ser sus respuestas, él era ruso sin embargo se había criado ahí… era imposible que se tratara de un problema de vocabulario… el chico simplemente no se gastaba con las palabras.
Blaze va hacia la cocina y saca un jarro con jugo de manzana del refrigerador, junto con un par de vasos. Al entrar al comedor nuevamente, Irina ya no estaba en la televisión, definitivamente había volado a conversarle a su amigo. Ninguno de los dos se percató cuando llegó el rubio y puso los vasos de forma más ruidosa que de costumbre… eso lo cabreó un poco.
- Oye… y dónde está Andrey? – le estaba preguntando Luka a Irina sin notar el aura asesina que se encontraba justo a su lado… además de torpe, era idiota para ese tipo de cosas. Blaze odiaba cuano le ignoraban y sobre todo si la persona que lo hacía era Luka, había llegado justo a tiempo para escuchar la conversación… la verdad ni se había percatado de la ausencia de su hermano menor Andrey.
- Está en el hospital… dijo Irina muy calmada y con demasiada naturalidad.
- Oh! Y ¿porqué? – le preguntó con una cara que denotaba lo sorprendido que estaba, ella lo decía como si fuera algo de todos los días… sin mayor importancia.
- Se rompió el pie… - le dijo sin mucha importancia, la verdad es que su inquieto hermanito siempre tenía accidentes de ese tipo y ya no eran novedad.
Irina intentaba coquetearle a Luka de forma casi descarada, a pesar de ello el más alto ni se percataba de ello. Sin pensarlo, Irina le quitó el vaso de las manos a su hermano que los miraba serio y con ganas de romper algo… comenzó a tomárselo de manera sugerente frente a Luka y eso le terminó por sacar de quicio.
- Qué pena! …oye Luka, tienes suerte de no dormir en el suelo hoy… - exclamó Blaze exigiendo su atención y con un tono molesto que no pasaba demasiado desapercibido.
- Mmm… ya – Blaze lo miró incrédulo mientras movía la cabeza como negando algo… definitivamente era increíble lo “expresivo” que llegaba a ser su amigo…
- ¿qué? – le preguntó Luka sin comprender porqué hacía eso.
Las horas avanzaban rápido, entre risas y unas cuantas reacciones algo celosas por parte del rubio… claro que Luka jamás se percataría de ello.
Al cabo de un rato, Blaze se había cansado de intentar apartar a su linda hermana de donde ellos estaban, por lo que tomó una decisión que jamás en la vida hubiera hecho de no ser porque las ideas se le acababan… se puso a hacer la tarea de matemática…
Se encerraron en su pieza y se pusieron a trabajar, de verdad que ni Irina ni Luka se podían creer lo que el de ojos azules le estaba obligando a hacer. Después de un rato se agotó de tanto protestar, pero su amigo estaba empeñado en ir a hacer la tarea con él…
- Tienes la respuesta de la número quince? – le preguntó Blaze inclinándose sobre el cuaderno que estaba usando Luka, intentaba ver si su respuesta estaba correcta o no.
Habían quedado muy cerca y Luka no pudo evitar sonrojarse un poco ante aquella cercanía, podía sentir el aroma de su cabello dorado… Blaze levantó la cara para volver a su lugar, sus miradas se encontraron y Luka se alejó raudamente, de modo que casi se cae de la silla… Blaze lo mira con una ceja levantada, su amigo tenía impulsos bastante raros de vez en cuando… siguen trabajando.
- Blaze… ¿cómo hiciste ésta? – le dice apuntando un problema matemático y desordenándose el cabello con la otra mano.
- Déjame ver… - se acerca y revisa todo lo que el azabache había hecho… una gotita al puro estilo anime apareció en su nuca… le dirigió una mirada de no poder creerlo y luego le dijo – te equivocaste en la multiplicación…
- Aah… - le contestó el otro algo avergonzado por su error.
Al fin terminan su tarea y salen de la habitación cansados de tantos números… se sientan un rato en el patio admirando quién sabe qué cosa…
- Oye Blaze… creo que tú… me gustas… - le dijo el azabache sin pensarlo.
- Ay! Gatito grr… - le responde el rubio riendo al tiempo en que le guiñaba un ojo, un gesto que era simplemente sexy.
- No, Blaze! Es en serio… - le dijo el otro intentando hacerle entender que no estaba jugando a lo de siempre.
- Ya bueno… y hacemos como que te creo… - le dijo el de ojos azules aun riendo, no sabía si era porque de verdad no le creía o porque simplemente no quería creerle. – mejor vamos a dormir…
- Pero, Blaze… es verdad…
- Si… si… y yo soy negro. – le contestó con sarcasmo mientras se levantaba de su asiento, Luka no tuvo más remedio que seguirle adentro.
Entraron a la habitación de Blaze y éste le pasó un pijama, o más bien se lo lanzó. Luka no dudó ni un segundo en quitarse la caisa que llevaba, quedando semidesnudo frente a un atónito Blaze.
Sus músculos eran bien definidos y su piel tenía un color blanco muy liso… definitivamente estaba mejor de lo que Blaze se esperaba… ¡¿pero qué demonios estaba pensando?! Sacudió la cabeza intentando sacarse esas extrañas ideas de encima e hizo lo mismo que el otro.
Luka tampoco se había abstenido de echar un pequeño vistazo a su rubio amigo, también estaba bien formado y para qué decir lo sexy que se veía con la musculosa que se estaba colocando.
La cama de Blaze era un camarote que compartía con Andrey, sin embargo esta vez Luka dormiría en la cama de su hermano menor… después de todo el más pequeño pasaría la noche en el hospital.
El rubio sube a la parte de arriba y se acomoda en seguida.
- Oye, Luka… que no se te ocurra meterte en mi cama durante la noche… - le dice Blaze asomándose por la orilla de la cama de arriba, con una sonrisa pícara en los labios y aprovechando de guiñarle un ojo. El chico nunca se cansaba de hacerle burla a su amigo.
- Si… estoy que lo hago… - le contestó el azabache con sarcasmo y rodando los ojos.
- Pero Luka! Si tú dijiste que me tenías ganas… - le responde ya riendo, definitivamente le encantaba molestar a Luka… claro, si al descarado chico no le producía ningún remordimiento hacerlo.
- Si… - le dice Luka enviándole una mirada asesina al divertido rubio que lo observaba desde arriba.
Luka ya había comenzado a tener un aura asesina y Blaze dedujo que era momento de detenerse y es que el rubio valoraba su vida…
Apagaron las luces y Luka se había dormido poco después que Blaze, los dos tenían un sueño muy pesado y lucían completamente adorables, nada en comparación a cuando estaban despiertos…
El que dormía arriba se revolvió inquieto en sus sueños y de pronto se levantó, abrió la puerta de la habitación con los ojos aún entrecerrados. Bajó las escaleras casi como un sonámbulo, estaba adormilado en muchos sentidos.
Entró perezosamente al baño, tal vez había bebido mucha agua, pero al poco rato se estaba lavando las manos. Volvió sobre sus pasos sin dignarse a abrir los ojos siquiera, era un perezoso sin remedio.
Al llegar a la habitación apoyó las manos sobre la escalerilla para subir a su cama, pero la flojera se lo impedía.
- Ooh! Qué flojedad tener que subir… - resopló medio dormido, sin siquiera pararse a pensarlo dos veces se agachó y comenzó a empujar a la pesada figura que dormía en la cama inferior. Como no se movía, lo corrió con su pie sin ningún cuidado.
- Andrey… hazme un espacio! – le reclamó adormilado.
Luka balbuceó unas cuantas cosas sin sentido y se corrió hacia un lado, dándole la espalda al rubio que inmediatamente aprovechó para escabullirse dentro de las sábanas, ambos tenían un sueño demasiado profundo y ninguno se percató de nada… incluso Blaze, que caminaba y actuaba como un sonámbulo.
El frío lo tenía molesto y apenas estuvo dentro de la cama sintió a “su hermano” demasiado tibio y cómodo a diferencia de otras veces que tenía los pies fríos… y curiosamente esta vez no lo había sacado a patadas de su cama.
- Andrew… estás muy calentito… - dijo en un susurro casi inaudible y difícilmente podría haber sido entendido por alguien más.
Sin pensarlo demasiado, el rubio abrazó al otro, pasando cuidadosamente una mano por encima… había algo que era inusualmente cómodo en todo eso y Blaze no tardó en quedarse dormido.
Luka por su parte se encontraba completamente inconsciente cuando algo molesto y frío lo importunó de su sueño, una brisa helada entró por debajo de las sábanas cosa que le puso la piel de gallina, por lo que se dio media vuelta para intentar apegarse más al otro lado de la estrecha cama.
De pronto algo tibio se acomodó cerca de él, su contacto te le erizaba la piel más incluso que el frío que se había colado en su cama… pero en ese estado de aturdimiento en el que se encontraba, laboriosamente algo tenía sentido… y nada era lo suficientemente fuerte como para sacarlo de su tranquilo y placentero sueño.
Excepto una cosa… la extraña y calentita “cosa” se había movido y estaba pegada a él por la espalda, algo no calzaba en su cabecita adormecida por el sueño…
Todo tuvo sentido cuando de repente sintió que una mano se colaba y lo apresaba aun más hacia sí desde la cintura… ¡una persona se había metido en su cama!
Como por acto reflejo se levantó de un salto al sentir aquello, su sueño se había ido al carajo y encima no recordó que se encontraba en la parte de un camarote… su frente dio de lleno contra la cama de arriba y no pudo evitar reprimir un pequeño gritito de dolor.
Tomándose la frente con ambas manos intentó apaciguar el fuerte dolor y enterró la cabeza en el colchón a un costado mientras se quejaba con uno que otro improperio a voz baja.
Blaze se despertó igual de sobresaltado que el otro… vale, no tanto… pero se despertó de inmediato con el “saltito” que Andrew había dado y con su estrepitoso grito de dolor.
Miró alrededor intentando buscar la razón por la que su hermano se había sobresaltado de esa manera y mirando en todas direcciones enfocó la mirada en medio de la absoluta oscuridad.
Al poco tiempo, se dio cuenta de que los quejidos e insultos no provenían de su hermano precisamente… Luka estaba todo acurrucado agarrándose la frente a su lado.
Una sonrisa típica de él se formó en sus labios, el chico lucía tan vulnerable y ¿por qué no adorable? Volvió a recostarse de guata en el mismo lugar y lo observó con detenimiento, su cabello azabache lucía tan sedoso como siempre y combinaba con la oscuridad de la habitación a la perfección.
Por un fugaz momento recordó que alguna que otra vez el chico le recordaba a un ángel caído, con su piel lustrosamente marmórea, como pulida en mármol… su pelo tan oscuro como nunca había visto en nadie más… y su cuerpo esculpido con total maestría y… se detuvo en seco.
No podía pensar así de ése chico… primero porque era su amigo, su mejor amigo… y segundo, porque era un chico.
Sin embargo no pudo evitar estirar una mano hacia su cabello y pasar entre sus dedos uno de esos rebeldes mechones que caían desordenados a cada lado de su cabeza.
- Ya duérmete Luka… - balbuceó contra la almohada el rubio.
Luka se giró ligeramente y lo miró boquiabierto a través de esa cascada de negros cabellos que le caían en cascada frente a los ojos.
- Bla…Blaze… creí que eras… - dijo sorprendido el chico al darse cuenta de que su amigo era el que se había “metido” en su cama.
- ¿quién creíste que era…? ¿un violador que venía a por ti a altas horas de la noche…? – le preguntó con sarcasmo el otro, con la cara media enterrada en la almohada y los ojos cerrados. – no te creas tanto… - volvió a decir de forma casi ininteligible
El azabache sólo lo miró incrédulo y sacudiendo la cabeza en gesto de resignación se acomodó boca a bajo al igual que el rubio.
Lo miró apoyado contra la almohada y el otro al sentir su penetrante mirada abrió los ojos lentamente hasta encontrarse con la de él.
Se miraron largo rato y de pronto Blaze comenzó a acercarse lentamente, impulsado por una fuerza mayor a cualquier otra, una que lograba confundir sus sentidos y nublar su mente.
Luka lo miró impactado, no podía moverse para nada… su corazón se desbocó al instante, Blaze ya estaba demasiado cerca.
Sus caras estaban a la misma altura la una de la otra y Luka ya podía sentir su respiración tan cerca que el nerviosismo comenzó a apoderarse de él.
Blaze estaba embobado y en lo único que lograba pensar era en qué se sentiría poder besar esos labios. Una atracción que nunca antes había sentido antes por nadie más lo envolvía completamente, no permitiéndole pensar correctamente… todo tenía una leve sensación de ensueño, por lo que no le importó nada más… después de todo un sueño era un sueño y nada más.
La cabeza le daba vueltas, no sabía si era por estar tan adormilado o por sentir su respiración golpeando su piel y entremezclándose con la suya… lo encontraba hermosamente frágil y vulnerable en aquellos momentos, podía notar como su labio inferior temblaba con cada centímetro que acortaba su distancia y sus labios entreabiertos dejaban ver lo atónito que estaba…
A Luka se le apretó el estómago y una sensación de nerviosismo mayor a ninguna otra se asomaba a su interior, tal vez había esperado por algo como eso por mucho tiempo… tal vez era lo que más había deseado…
Pero el miedo se instaló en él… las dudas habían llegado a molestarlo para no dejarlo más y ahí se encontraba él… a segundos de ello.
¿Qué tal si lo hacía mal… y si no le gustaba? O peor aun… ¿Qué tal si sólo estaba demasiado adormilado y no sabía lo que estaba haciendo?
Ante tantas inseguridades no pudo evitar darse la vuelta en último momento y apretando los ojos con fuerza intentó no pensar en la estupidez que acababa de cometer.
Blaze se sorprendió por el brusco movimiento de Luka, pero en seguida sonrió y cerrando los ojos nuevamente, volvió a pasar una mano por la cintura del azabache, sorprendiéndolo incluso más, pero esta vez no se quitó aquél contacto de encima.
Luka sonrió al sentir la mano del otro sobre su cintura y se dejó llevar por el sueño…
Nada podría arruinarles la noche… excepto un pequeño detalle…