Las semanas habían pasado sin demasiadas novedades, ambos se habían vuelto indiscutiblemente muy buenos amigos, Blaze tenía todo un séquito de chicas de diversos cursos que querían estar con él y claro que no se hacía mucho de rogar… al fin y al cabo era un mujeriego sin remedio. En cambio Luka pasaba de esas cosas, no era como si no tuviera chicas detrás de él, pero simplemente las ignoraba. De hecho una de las que más insistía de manera “disimulada” era la hermana gemela de Blaze, estaba en segundo curso, por alguna razón los habían separado.
Los primeros meses de clase eran muy calurosos, el sol pegaba de lleno sobre las agotadas cabecitas de los alumnos… los árboles del colegio no alcanzaban ni para catalogarse de árbol, apenas si habían sombras donde sentarse y estaban todas ocupadas.
Blaze sacudía su botella de agua de un lado a otro, miró hacia su lado y su amigo también jugueteaba con su propia botella. Una idea se le pasó y se levantó de un salto. Luka lo miró con curiosidad, tenía una sonrisa que denotaba que algo estaba planeando.
Luka le levantó una ceja en forma de pregunta por su actitud y en ese momento, Blaze ya había abierto la botella y se la había derramado encima. Se carcajeó doblándose de la risa por la expresión que había puesto su amigo. Estaba en eso cuando sintió que a él también le volteaban agua, podía sentir la fría sustancia recorriendo desde su nuca, por el cuello y hasta la parte baja de la espalda.
Blaze le dedicó una mirada de odio y Luka sólo lo miraba desafiante, sin previo aviso ambos rieron y salieron corriendo a buscar más agua, la guerra de ellos dos se extendió entre todos los alumnos que les observaban divertidos y el patio se volvió una batalla campal de agua que iba y venía.
Corretearon por los pasillos empapando a medio mundo que se les cruzaba por delante, sin poder tener más mala suerte ambos chicos se lanzaron agua de un extremo a otro de la entrada de uno de los pasillos justo en el momento que el inspector general iba entrando.
El malhumorado y estricto inspector dio un grito que era peor que las niñas de primaria con un gesto que se asemejaba más a un animal histérico que a una persona. Sin poder evitarlo estallaron en risas y salieron corriendo con el inspector pisándoles los talones.
Lograron perderlo en uno de los pasillos, habían entrado a una sala sin que fueran vistos por él, si los encontraban se llevarían un reto que pagarían por lo menos por el mes completo, los dos tenían la respiración agitada y una vez que el anticuado hombre pasó de largo, se miraron el uno al otro y se dejaron caer aliviados para poder descansar.
Al cabo de un rato se encontraban nuevamente los dos sentados en las graderías de colegio, escuchando música en el ipod de Blaze, el rubio tamborileaba con los dedos al ritmo de la música y Luka cabeceaba levemente con los ojos cerrados. Aún estaban empapados, pero habían logrado escapar del insoportable calor. De pronto Luka abrió los ojos al sentir que la música se había detenido y miró al de ojos azules. Éste lo estaba mirando absorto como si no le importara que Luka lo hubiera descubierto observándole.
- Blaze…? – le preguntó el moreno un tanto nervioso ante la insistente mirada del otro que no le quitaba los ojos de encima.
- Mmm? – fue la única respuesta que obtuvo por parte del chico. – eeh… ¿me acompañas al baño? Cambió el tema enseguida, al caer en la cuenta de lo que estaba haciendo.
- Ya… - fue la corta respuesta de Luka, nunca contestaba nada que tuviera más de tres palabras y eso era algo a lo que Blaze ya se había acostumbrado, no sabía si era porque le daba flojera o porque simplemente el chico era cortante y ya.
Se dirigieron al baño a paso relajado, el recreo era bastante largo a esa hora.
- Oye Luka… - le preguntó el rubio lavándose las manos.
- ¿Qué? – preguntó el chico mientras se miraba en el espejo y se alborotaba más el cabello desordenado, haciendo que pequeñas gotitas de agua resbalaran por éstos, realmente le hacía lucir bien. – has estado algo raro últimamente… - volvió a decir Luka al ver que su compañero estaba lejos de contestar.
- ¿quieres un beso? – le preguntó seguro y con una voz muy insinuante.
Ya habían jugado esos juegos otras veces, Blaze le decía algo provocativo y Luka le seguía lla corriente hasta que ambos rompían en carcajadas.
- Bueno… - Blaze se le acerca lentamente sin detenerse hasta que sus rostros estaban a sólo unos cuantos centímetros, se miraron por un corto lapsus y Blaze le besó la mejilla. Ambos se miraron intensamente un poco más hasta que una pequeña sonrisa se asomó por los labios del rubio. Se alejó nuevamente y cuando se disponía a irse, Luka le volvió a hablar.
- Blaze… ¿me das otro? – le preguntó Luka con una sonrisa de medio lado.
El otro se sonríe y luego vuelve a acercarse con una sonrisa seductora, sin pensarlo lo arrincona con un brazo, bloqueándole cualquier vía de escape. Se acerca aún más que antes entreabriendo un poco la comisura de sus labios, podían sentir el aliento del otro entremezclándose entre sí hasta volverse uno.
En un último momento Blaze explota de risa con una carcajada y se retira de donde estaba, dejando a un atónito y más que nervioso Luka… lo ve desaparecer por la puerta del baño aún riendo.
*esto es sólo un juego… ¿verdad?* pensó Luka aún sonrojado por la pequeña escenita.
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Pasan meses de la misma forma… coquetean el uno con el otro y de inmediato estallaban en risas y todo quedaba como un simple y estúpido juego…
Luka se encontraba recostado sobre su cama con las manos sobre la frente, observaba el techo sumido en sus pensamientos… rememorando cada momento que pasaba con Blaze en el colegio…
*no puede ser… no puede ser…!!! Es decir… Blaze es mi amigo, pero… ¡me gusta!* se dijo mentalmente al darse cuenta por primera vez de sus sentimientos… pero Blaze definitivamente le gustaban las chicas, estaba absolutamente seguro de ello… además de que no acababa de hacerse con la idea de que un chico le gustara, nunca le había sucedido algo así.
Escuchó el teléfono sonar y dejó que alguien más lo contestara.
- ¡Luka, tienes teléfono! – le gritó su mamá desde el living.
Se levantó de su posición y contestó el teléfono inalámbrico que se encontraba sobre su mesa de noche.
- ¡ya lo contesté!... aló?
- Hola Luka! Soy Blaze. – le contestó una voz entusiasmada.
- Ah… hola – le contestó sonrojándose un poco al recordar sus recientes pensamientos. - ¿Qué quieres? – dijo un poco más cortante de lo que quería, es que estaba algo nervioso e intentaba con muchas fuerzas que no se le notase.
- Nada… es que mañana no tengo nada que hacer y… ¿quieres ir a la plaza un rato?
- ¡¿Los dos?! – le preguntó algo alarmado ante la idea de pasar un rato a solas con Blaze.
- Puta… obvio que no, nunca tan gay jajajaja… - le dijo riendo ante el innegable tono de pánico de su amigo. – pero vamos con otras personas también ¿quieres o no?
- Sí… claro…
- Entonces mañana a las tres, te parece?
- Sí, nos vemos ahí… chao.
- Chao!
*definitivamente él me ve como a su amigo… si llegara a decirle probablemente nunca me volvería a hablar…* pensó Luka mientras cortaba el teléfono. Mañana se verían de nuevo… pero ¿porqué estaba tan nervioso?
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Luka se había vuelto a dormir después de hablar con Blaze y ya había amanecido.
- Luka… tengo que irme, pero volveré a las doce de la noche… - le dice la mamá mientras se apresuraba a salir por la entrada principal.
- Sí… - le contestó Luka sin siquiera escuchar lo que le decía, estaba viendo televisión…
- Si sales, no olvides tus llaves… cuídate.
- Ahá… - su mamá salió y al cerrar la puerta de golpe, Luka se despabiló y atinó a mirar la hora en su reloj de mano… eran las tres y cuarto.
- ¡Mierda! Tenía que ver a Blaze a las tres en punto! – como siempre… iba atrasado. Apagó la tele casi que de una patada y apenas si tuvo para apretar el botón que abría la puerta de calle y luego salió corriendo afuera. Había dejado las llaves sobre la mesa y ni siquiera se había percatado.
Llegó corriendo a la plaza donde habían quedado, echó una mirada y no vio a nadie más… Blaze se encontraba dormitando a la sombra de un árbol.
- Realmente se durmió?? – se dijo a sí mismo. Se acercó a él sin hacer el menor ruido, no había nadie más en la plaza… *su rostro… cuando duerme es tan lindo ^^algunas veces me dan ganas de…*pensaba eclipsado por la imagen que tenía ante sus ojos, se acercó a él inconscientemente… su mirada estaba totalmente concentrada en sus labios y no se percató cuando Blaze abrió un ojo discretamente al sentir la compañía de alguien.
- ¿porqué estás tan cerca de mí? – le preguntó antes de que se siguiera acercando.
- P.. perdón! – respondió retrocediendo un poco, pero sin levantarse aún.
Blaze le sonrió de medio lado y luego volvió a hablar.
- Luka… ¿qué pasa si me acerco un poquito? – le preguntó en tono provocativo.
- B… Blaze!! – de los nervios, intentó apartarse rápidamente pero al ser tan torpe se enredó consigo mismo y se resbaló hacia adelante juntando sus labios en un beso accidental.
- Shit!... sale de encima!! Maldito fleto!! – le gritó casi desesperado y apartándolo de encima de un empujón mientras que el moreno se sonroja inevitablemente, de verdad no esperaba que eso sucediera.
- Lo… lo siento Blaze… me… resbalé… fue sin querer… - decía tartamudeando en cada frase.
- Puta Luka idiota…! Ya filo… no tiene caso… - le dijo resignado y más calmado – tengo sed, ¿acompáñame a comprar algo? – le preguntó cambiando el tema.
- Sí… - le responde sumiso por lo que acababa de ocurrir.
Fueron a comprar una botella de agua y luego volvieron a sentarse en una banca de la plaza.
- Blaze… ¿porqué nadie más vino?
- Hmm… porque finalmente tenían cosas que hacer y me avisaron en último momento… - le dijo distraídamente mientras veía pájaros volando en el cielo.
Pasaron toda la tarde conversando de cosas banales y reían de vez en cuando como siempre lo hacían, Blaze estaba recostado sobre la banca a sus anchas y Luka lo observaba sentado sobre el pasto y apoyado en el tronco de un árbol. Cuando los pensamientos de Luka comenzaron a darle paso a la imaginación (al ver a Blaze recostado en una pose tan sexy) decidió que era el momento de marcharse, antes de que sucediera algo más esa tarde… porque en ese caso, Blaze lo dejaría plantado y difícilmente le volvería a dirigir la palabra.
- Creo que es hora de irme – anunció mientras se levantaba de su cómoda posición.
- Está bien, nos vemos… - le contestó mientras admiraba su botella de agua.
Luka comenzó a caminar con ese paso tranquilo y confiado que siempre lo caracterizaba, era realmente alto y estaba en muy buena forma. Justo antes de cruzar la calle se detiene abruptamente y se devuelve mientras maldecía en voz baja.
- Se me quedaron las llaves… - explicó avergonzado por su descuido.
- No importa… - le entrega su celular – puedes llamar a tu casa para que te abran… no tengo problema. – Luka lo miró con cara de no saber qué hacer con ese aparato y luego volvió a hablar mientras se lo devolvía.
- No… lo que pasa es que no hay nadie en mi casa y no vuelven hasta las doce de la noche…
- Uy! Que eres idiota! – le dijo incrédulo por la idiotez de Luka.
- Si… lo sé… lo siento! – dijo pateando unas piedritas que estaban en el suelo, no le hacía ninguna gracia esperar tantas horas solo y sin nada que hacer.
- Ya bueno… qué más remedio… te quedas en mi casa a dormir.
Le miró incrédulo… ¿de verdad le estaba haciendo ese ofrecimiento? Simplemente no podía creer lo que sus oídos habían escuchado…