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¿QUIEN TE DIO PERMISO? por Yuzuki Eiri

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Notas del fanfic:

Los personajes no son míos le pertenecen a Maki Murakami aunque si me regalan a Yuki no me enojo, esta historia esta escrita solo con fines de entretenimiento sin lucro alguno.

Notas del capitulo:

¿Cómo comenzar? ¡¡¡¡REGRESE!!!!, si después de una larga ausencia nuevamente me reporto y mi forma de disculparme es trayéndoles esta nueva historia que estaba planeada para el 23 de febrero por ser día de mi cumpleaños pues era mi regalo pero no me fue posible terminarla aunque lo intente, en verdad lo intente … suspiros salen de mi ser al recordar aquella marcha forzada aunque al darme cuenta que no lo alcanzaría a terminar a tiempo decidí darme mi tiempo para poder escribir y lo que van a leer a continuación es lo que quedo, espero les guste pues fue escrita con mucha alegría y terminado aun con más alegría pues en verdad fue mi regreso después de un bloqueo fatal (duro aproximadamente 3 meses), no era capaz de plasmar una idea, pero ahora ya me restablecí y todo vuelve a la normalidad.


Va dedicado  a ustedes mis lectoras que a pesar del tiempo siempre me recuerdan en pequeña o gran escala, gracias por su paciencia.


No me resta más que dejarles leer y ¡¡¡COMENZAMOS!!!!.

Capitulo 1.- Así lo conocí.

 

22 de Febrero -5:32 am-

 

¿Por qué estoy aquí?- me llego el pensamiento al ver ese sombrío lugar, de pronto escuche una voz tras de mi que me hizo estremecer.

-Eiri…

-Esa voz… - pensé al escucharla retumbar en mi cabeza.

Lo vi acercarse a mí con paso firme, me tomo entre sus brazos arrancándome la camisa que llevaba puesta, vi los botones saltar de un solo impulso.

-suéltame… sensei…- le suplicaba temeroso, no podía creer lo que estaba pasando en esos instantes, él me volteo hacia si.

-deja de llamarme así Eiri-kun- sentí su penetrante mirada recorrerme- muy bien- me dijo cuando baje los brazos- siempre has sido un niño muy obediente –me susurraba al oído mientras acariciaba mi vientre-¿acaso no es esto lo que querías?, ¿Qué te hiciera mío?.

-sensei…- estaba atónito escuchando cada una de sus palabras.

-¿acaso no sabes que siento tu mirada fija en mí a cada momento?- lo dijo tan cerca que pude sentir su aliento a excesivo alcohol.

-eso era porque yo…

-esto es lo que tú deseabas, lastima que no será el primero- sonrió con malicia de lado, en ese instante escuche el picaporte girar dándole paso a un par de hombres uno de color y otro blanco, ahora se dirigían a nuestra dirección.

-¿este es él chico?- me señalo uno de ellos.

-por supuesto.

-muévete Yuki- le ordenaron y uno de ellos saco un billete entregándoselo a mi profesor.

-todo suyo caballeros…

-¡¡¡¡sensei!!!, ¡¡sensei!!, nooooooo…

Un sonido ensordecedor irrumpe en la habitación y me hace despertar de golpe.

 

-Otra vez ese maldito sueño…

Casi cada noche sucede lo mismo, recordar esa escena que quisiera olvidar, volver a vivir ese miedo inmenso que me invadió tanto tiempo atrás, en mi adolescencia, ¿Por qué?, ¿Por qué yo?, siempre he tenido esa pregunta, solo quisiera  olvidar aquello que me marco y me hizo convertirme en un asesino.

Pareciera que mi respiración ya esta controlada, después sentí mi frente empapada y con la mano quito aquellas gotas de sudor causadas por la exaltación, al mirar el reloj me doy cuenta que como tantos otros días no dormiré más, ya no podre hacerlo…

-Tal vez el trabajo me aleje un poco de esta situación- y así es comienza un nuevo día.

-9:22 am-

 

-Eiri, ¿donde estas?

¡oh no!, ¿a que habrá venido la bruja Mika?, hoy siendo honesto no tenia ganas de ver a nadie, quería quedarme encerrado en estas cuatro paredes sin escuchar nada más que a mi soledad aunque según parece eso será imposible.

-Eiri, ¡al fin te encontré!, ¿Por qué no respondes?

-tenia la esperanza que tal vez si no hacia ruido te irías rápido.

-eres un grosero, en verdad no valoras las atenciones que te tengo- me recrimino no solo con su boca si no con sus gestos y esa forma de mirarme tan particular.

-no tengo porque agradecer algo que no he pedido- tomo un cigarrillo pues esto se ve que ira para largo.

-¿Quién era la chica que vi salir hace tres días?- trato de cambiar un poco el tema, aunque fue mala idea.

-no lo se – me alce de hombros y la razón es simple no voy a recordar el nombre de todas las mujeres con las que me acuesto.

-Eiri la vio salir nuestro padre de aquí.

-¿y te pidió el numero para que después le llamara?

-no blasfemes- creo que si estuviera lo suficientemente cerca me hubiera dado una cachetada.

-¡Eres imposible!, ¿Qué va a pensar nuestro padre de ello?.

-me tiene sin cuidado lo que piense él viejo.

-entiendo, amaneciste de un humor insoportable y no tengo ganas de aguantar tus berrinches, a si que me iré a arreglar algunos asuntos y te veré en la noche.

-si es para tu sermón maternal ahórratelo.

-no es para un regaño, todo lo contrario.

Paso seguido ella estaba fuera de mi estudio y solo espere a escuchar el sonido de la puerta cerrarse, una vez escuchado agradecí a los dioses que todo regresara a la normalidad.

-4:30 pm-

 

Un aroma delicioso inundo mi estancia con un dulce toque a limón, en ese instante recordé que no había ingerido absolutamente nada en todo el día y cual abejas a la miel salí de mi estudio para toparme con Tatsuha saliendo de la cocina.

-¿quieres pay?- me pregunto, en ciertos momentos me agrada ese monje descarriado, digamos que sabe como llegar sin que me exalte o este a la defensiva, así que no respondí solo corte un pedazo para poder devorar esa delicia.

-¿desde a que hora estas aquí?-pregunte sin mucho afán.

-no recuerdo, tal vez desde hace 4 horas, he estado algo ocupado…

-con ese viejo…

-no es un viejo, Ryuichi solo es un poco mayor que yo …

-claro, como 20 años más…

Me miro por primera vez desde que llegue- no es tanto, además para el amor no hay edad.

-jajaja permíteme reírme gracias a tu estúpido comentario, el amor no existe.

-el que tu no lo quieras sentir no significa que no exista.

Me serví otro pedazo del pay en conclusión ese mocoso no iba a enseñarme algo que se por experiencia.

-¿o acaso lo has intentado?- me pregunto retador.

-no es algo que quiera sentir, es más no se si en algún momento haya llegado a tal grado y por cierto lo que tu llamas amor es simple lujuria, solo eso Tatsuha.

-a mi gusto van de la mano, no creo que pudiera existir uno sin el otro.

-con cada palabra que sueltas me doy cuenta que sigues siendo un mocoso.

-lo bueno es la vida misma se encargara de hacerte cambiar de opinión.

- y según tú ¿Cuándo?.

-no lo se, ojala sea pronto, supongo que una buena opción para ti es ampliar tus horizontes.

Le voltee a ver algo extrañado.

-no se, tal vez lo que tu necesitas no se precisamente una mujer.

-jeje ahora si puedo decir que enloqueciste.

-¿porque no lo intentas?, realmente no pierdes nada y puedes ganar mucho, -supongo que al ver mi cara quiso cambiar la platica para otro rumbo por el siguiente comentario- por cierto ¿Qué se siente hacerse más viejo?

Le avente el cojín que tenia mas cerca ¿Cómo se atreve a decirme viejo?- no lo se, pregúntale a tú amante.-seamos honestos y su comentario estaba fuera de lugar un minuto después camine a la nevera para tomar una cerveza, tanta platica ya me había secado la garganta.

-no has dormido –me dijo de tajo y bien fundado el argumento pues las marcadas ojeras no era para ignorarse.

-lo de siempre, ya creo que es mi estado normal.

-¿y tus medicinas?.

-por hoy no quiero fármacos.

-y regresando al tema de tu cumpleaños ¿Qué piensas hacer?-no supe que contestar solo me quede callado.

-no lo se…

-piensa rápido porque es mañana.

Me sorprendí un poco al recordar la fecha estaba a un día de celebrarlo y en realidad no contaba con ánimos de hacerlo, en todo este tiempo no me había detenido a pensar en ello.

-deberías acostarte un rato- me sugirió.

Incluso antes que lo dijera ya estaba caminando a mi cuarto, tal vez no pudiera dormir pero no perdía nada con intentarlo y a si lo deje en la sala.

-8:44 pm-

 

Increíblemente logre conciliar el sueño por algunas horas un rato después fui al baño para ducharme en el camino pude ver a Tatsuha sentado en la sala mirando el televisor, Mika en un extremo con el teléfono en mano, hablaba demasiado así que no me detuve a preguntar pues tal vez estaría regañando a Tohma.

Al pasar el tiempo necesario para una ducha decente me encontraba arreglándome en la comodidad de mi habitación hasta que esa pelirroja irrumpió en ese lugar sagrado inclusive si tocar.

-Eiri ¿Qué color te agrada más azul o verde?

-¿para que?

-la mantelería que se usara en tu fiesta de mañana estoy en los últimos preparativos.

-¿y cuando fue que dije que quería una fiesta?

-de eso venia a hablarte en la mañana hasta que comenzaste con tus acostumbradas groserías- me dijo tapando la bocina del inalámbrico- me esta ayudando a organizar tu editora.

Estaba cansado que Mika quisiera hacerme parecer un individuo normal el cual no soy, por ello no quise saber más de ese asunto y en ese instante tome mi saco para salir a divertirme un poco pues ya sabía que no podría evitar nada pero tampoco seria su títere.

-¡Eiri!

Seguí caminando

-¡Eiri!- insistió en llamarme y trato de alcanzarme.

-necesito que estés aquí para tu festejo en la tarde- me ordeno.

Al cerrar la puerta escuche a Tatsuha decirle un “te dije que no aceptaría”

 

Ya en el auto revise el día que marcaba el calendario un miércoles cualquiera un tanto patético, en realidad no creía poder divertirme pues la gran mayoría de lugares están cerrados, mucho tiempo pase manejando sin rumbo fijo hasta que cansado me estacione en un bar casi en las afueras de la ciudad tenia un toque particular pues reflejaba perfectamente la noche pero a su vez incitaba a entrar, una vez pasada la fabulosa prueba del detector de metales inicie mi recorrido al fondo estaba mi lugar favorito. La barra de bebidas. Como era de esperarse había mesas por todo el lugar colocadas en un orden aleatorio, una vez que encontré una mesa libre me acomode en el  sillón tipo media luna, pedí una cerveza para comenzar a disfrutar, al revirar mi reloj marcaba las 11 de la noche un tanto tarde pensé pero no tanto como para darme por vencido para encontrar con quien pasarla bien y en mi búsqueda recorrí cada una de las mesas sin poder hallar algo que atrapase mi atención.

-quiero algo dulce-voltee para ver a quien pertenecía esa voz- ¿podrías decirme alguna bebida de ese tipo? – logre escuchar una melodiosa voz preguntar al joven que atendía la barra.

-lo siento señor pero soy nuevo y aun no regresa mi compañero para ayudar.

Estaba con los hombros recargado en la barra con aire de indecisión, se veía muy joven a mi gusto no pasaría de los veinte años, vestía un pantalón pegado de cuero con una gabardina color amarillo o tal vez mostaza la verdad soy malo para diferenciar un color de otro.

-¡que fastidio!- lo vi enfrentarse nuevamente a la extensa carta del lugar tal vez tratando de descifrar con el nombre algún ingrediente en particular, pensé en varias opciones para poder llamar su atención una de ellas era invitarle una bebida pero tal vez no seria lo adecuado pues era un hombre y …. En ese instante me di cuenta que estaba queriendo llamar la atención de un hombre y eso ya era lo suficientemente extraño pues nunca había sucedido, y menos aun en los términos que estaba planeando, trate de buscar nuevamente alguna mujer hermosa que pudiera servir para quitar mi atención de ese chiquillo. Lamentablemente no la encontré. Tome una gran bocanada de aire al darme cuenta que estaba vilmente encasillado, por primera vez en mi vida de seductor no sabia como acercarme a esa persona, con tanto pensamiento me di cuenta que mi cerveza se había vaciado por completo y no supe ni en que momento fue, busque al mesero que atendía pero no estaba por ningún lado y con la sed que me embargaba tuve que ir a la barra a pedir mi nueva bebida.

-un whisky en las rocas - dije al chico que estaba atendiendo.

-lo siento señor, soy nuevo en este lugar y no se como prepararlo.

-¿sabes seguir instrucciones?

-cla… claro señor.

-es sencillo toma ese vaso, ponle 3 cubos de hielo y después el whisky – vi como hacia rápidamente cada una de mis instrucciones.

-ahora mueve un poco y eso es todo.

Sentí que alguien me tocaba en un costado del brazo y ya con mi trago en mano voltee para saber que pasaba llegue a pensar que como estaba en la barra tal vez alguien quería pasar a pedir algo.

-hola –me dijo tímidamente.

Contuve la respiración por un instante.

-¿sabes preparar bebidas?- me pregunto con una voz de ángel, y solo asistí con la cabeza para indicarle el acierto.

-¿entonces me podrías ayudar a elegir algo?, no se que tomar de todo lo que ofrecen.

-¿y que es lo que buscas?

-solo que sea dulce.

-tal vez una piña colada dije sin pensar mucho.

-y eto… podrías decirle como se prepara porque pues…

Lo mire fijamente y no se si fue por mucho tiempo porque le note un ligero sonrojo en las mejillas, por esta acción nuevamente me dirigí al mesero para darle nuevas indicaciones.

-trae tu coctelera, necesitaras leche de coco, zumo de piña,  hielo y ron.

Una vez que vi todo en la barra no le pedí que lo hiciera pues tenia que tener el toque exacto y eso no se deja en manos de un principiante, coloque todo en las porciones necesarias y una vez lista la serví en la copa destinada posteriormente la coloque en sus manos.

-pruébala.

Se la llevo a la comisura de la nariz disfrutando de la fragancia y posteriormente dio un ligero trago- ¡esta deliciosa!- me dijo con una sonrisa en su rostro complacido por mi trabajo y con ese mísero detalle ya estaba hablando con él.

Parecía un niño con juguete nuevo ese chiquillo, sus cabellos rosados le enmarcaban la cara dejándole ver de cerca aquella nariz pequeña, una boca apetecible y unos resplandecientes ojos color amatista.

-gracias.

No se vino a mi mente algo que pudiera decirle.

-entonces salud- choque su trago contra el mío, busque un banco libre pero no lo pude hallar a si que no tenía ninguna excusa para quedarme y sin mas le di la espalda para sentarme de nuevo en mi mesa.

-11:35 pm-

 

-hacia casi 20 minutos que había cruzado un par de palabras con el mocoso y seguía ahí sentado con su celular en las manos escribiendo supongo un texto, también le vi declinado un par de tragos que le habían enviado, confieso que me sentí feliz pues entonces tal vez hubiera algún tipo de encuentro posterior, la música que sonaba inundaba todo el lugar, algunos bailaban disfrutando de la noche, al menos ellos podían hacerlo.

En el pasillo a lo lejos se acercaba un hombre delgado, sin chiste, con una mirada que supe seria seductora o al menos para él lo era, cuando leí sus negras intenciones apreté mi trago esperando tuviera el mismo destinos de los otros.

-dile no…- dije en un susurro.

Le sonrió un par de veces y al final lo vi negarse.

Cerré los ojos recargándome en el respaldo del sillón y ya decidido tome una servilleta donde anote lo siguiente:

“Ten cuidado con los lobos caperucita”

Al pasar un mesero le di la consigna, espere a que lo recibiera y estudie cada uno de sus gestos al leer y más aun enterarse quien lo enviaba, se mordió el labio inferior y abrió los ojos con expresión de sorpresa, supongo que llegaron dudas a su mente pero al final tomo la decisión de ir a mi mesa.

-¿me puedo sentar?- traía su copa en la mano, al verle solo me hice a un lado para hacerle espacio. Hubo un silencio pero sorprendentemente no era incomodo, supongo estábamos en alguna fase de reconocimiento, buscando algo especial yo encontré su inocencia desbordante y un cuerpo apetecible, él tal vez a la persona equivocada, por un instante sentí compasión y esperaba no se hiciera muchas ilusiones o la pasaría mal, pues el amor de una noche debe olvidarse con el café de la mañana.

-¿quieres otro?- le señale la copa.

-tal vez después, ahora solo vine a protegerme de los lobos que me persiguen.

-¿y si yo fuera otro lobo?

-tal vez lo seas- me dijo en un susurro nerviosamente tomo otro trago.

-¿y tienes miedo?- alce mi dedo índice hasta su boca para quitarle una gota que se había quedado intacta.

- no…

Probé la gota que le había robado a sus encantadores labios- quedo muy dulce, el toque justo.

Supe en ese instante que tal vez iba demasiado rápido a si que desvié la platica a una llena de banalidades para su comodidad y satisfacer mi curiosidad.

-¿desde a que hora estas aquí?

-llegue a las 10 y media después de una presentación, no me fue fácil pues tuve que huir de un francotirador.-un punto a su favor tiene buen humor.

-yo también hui de un lugar donde no quería estar.

-¡entonces somos un par de fugitivos!- dijo triunfante.

Paso seguido entramos en una ligera platica sobre la familia, me indico tenia una hermana menor que él y sus padres a los cuales no veía tan seguido como quisiera por motivos de su trabajo, algo parecido me sucedía a mí pero le indique que lo mio era por decisión propia, lo cual no me creyó pues dijo algo como “todos amamos a nuestra familia”, no quise contradecirle pero en mi caso tenia motivos fundados para tomar esa decisión.

-¡mi canción favorita!- dijo y al instante ya me tenia agarrado de la mano guiándome a la concurrida pista, no tuve mas remedio que bailar algo que no hacia tiempo atrás, se veía tan animado y con sus movimientos llego a hipnotizarme, y como un cazador a su presa quise atraparlo en ese instante, lo atraje hacia a mi lentamente tomándole de la barbilla,  atrape sus labios lentamente esperando como siempre el juego siguiera su curso.

-Yuki- me dijo al finalizar ese beso que me inundo con un inusual calor mi ser, aun no entiendo el porque me llamo Yuki solamente pues entre la platica al preguntar por el nombre le di mi seudónimo como escrito Yuki Eiri, en algún momento sentía estacas afiladas penetrarme al escuchar a las personas llamarme solo Yuki, pero esta vez fue distinto, no hubo dolor, solo sorpresa. Todo aquello pensé al estar caminando guiado por su mano hasta llegar a nuestra mesa.

-¿entonces ya eres mi novio?- me lo dijo rojo como un tomate lo cual me causo mucha gracia, aunque al reaccionar y repasar su comentario si hubiera tenido algo en la boca juro lo hubiera sacado por la impresión ¿novios?, creo que ni soñarlo siquiera.

-bueno,  creo que para eso debemos amarnos ¿no?

-yo te amo.

-Creo que es hora de tomar otro trago –y fue lo único que se me ocurrió para poder salir, esperaba se tardaran en atenderme en la barra de algún modo tenia que ingeniármelas para poder salir bien librado de esa situación, al buscar la billetera me di cuenta que no tenia mi celular en el pantalón entonces sabia que estaba en la mesa junto a Shuichi , me lleve la mano a la frente pues si en algún momento la dulce idea de largarme se había hecho presente se fue al recordar que toda mi información estaba guardada en ese aparato y por ende me podría volver a localizar.

-23 de Febrero -

-¡Huy que problema!- con la carta en mano buscaba lo más fuerte que tuviera o lo más tardado de preparar,  mi reloj de pulso marcaba las 12:02 am ya había iniciado mi cumpleaños tal vez las cosas llegaran a mejorar pensé vagamente hasta que me sacaron de ese letargo.

-¡Yuki vámonos de aquí!

-es aun temprano- respondí sin mirarle.

Las música y luces se apagaron al mismo tiempo hubo algunos gritos y él se aferro a mi cuerpo abrazándome un sonido ensordecedor me hizo ponerme alerta pues lo conocía bien era un disparo, forme mi memoria para recordar  en donde había visto el letrero de solo personal autoriazado, normalmente esos sitios son bodegas y la entrada para empleados por ende tenia que haber una salida, tan rápido como me fue posible lo lleve hasta ese sitio era una bodega caminamos por el corredor libre y en ambos lados estaban cajas con víveres y cosas por el estilo.

-¿Qué es ese sonido?.

-disparos.

-debe ser otra arma aparte de la magnum porque no lo reconocí.

Fuimos alumbrados por la luz que bridaba el celular que tenia en las manos en ese sendero pude divisar una puerta de madera que esperaba fuera la salida, gire el picaporte.

-¡Mierda!, esta cerrado – tal vez estuviera atorado o cerrado cualquiera de las opciones no era buena.

-Aléjate – le ordene, tome impuso para poder abrir esa puerta por la fuerza 2 empujones fueron necesarios para ello, la tención me estaba carcomiendo pues escuche alboroto en el salón gritos de alarma, al poder abrir esa puerta corrimos hasta el estacionamiento donde estaba mi auto acto seguido yo manejaba a toda velocidad camino a la civilización.

Unos minutos después que estaba mas tranquilo pudo pensar mejor las cosas y me llegaron las dudas a la cabeza ¿Qué clase de problemas tiene ese mocoso?, ¿Por qué lo persiguen? Y sin remedio tuve que preguntar.

-¿Qué fue todo eso?

-mi manager.

Lo voltee a mirar con ironía ¿en verdad piensa que voy a tragarme ese cuento?

-claro, y en tus tiempos libres que haces ¿vendes droga?,¿ te prostituyes?, dime la verdad y salgamos de esto pronto.

-¡estoy diciendo la verdad!, él es mi manager solo que tiene métodos inusuales.

Lo vi buscar en su celular algo, acto seguido me lo dio para revisar algo.

-él es K, y el arma que tiene a un lado es la magnum que siempre porta.

-¿y porque te persigue?

-tal vez porque no eh escrito la nueva canción y no se sobre que hacerla.

De antemano sabia que me estaba mintiendo pero como solo iba a ser mi entretenimiento de esa noche no quise contradecirle en mi saco busque mi cajetilla de cigarrillos tanta tención pasada me había alterado un poco y la mejor forma para relajarme era esa.

-busca en ese compartimiento si hay cigarrillos.

-no están aquí.

-en fin supongo se quedaron en ese bar de vicio y perdición, que remedio.

Por suerte hay tiendas de autoservicio que tienen servicio nocturno encontré una 2 calles después baje cual era mi costumbre solo, sentí su mirada fija en mí y al subirme al auto nuevamente me detuvo de poner en marcha el auto.

-dame un minuto- con esa sonrisa encantadora no pude negarme y asentí, posteriormente entro esa tienda y salio feliz tal vez si había encontrado lo que buscaba, espere a que se colocara en el asiento del copiloto.

-¡Feliz cumpleaños Yuki! – en la mano tenia un pastelillo pequeño con pinta de chocolate y grecas adornándolo.

-¿Qué?

-es tu cumpleaños no, has recibido 3 mensajes hasta ahora y todos tienen ese mismo encabezado.

-¿mensajes?

-dejaste el teléfono en la mesa cuando regresamos de bailar y con todo lo que sucedió lo guarde, toma.

Me entrego mi móvil y él seguía con pastelillo en mano- bueno ahora muerde el pastel y disfruta tu cumpleaños.

Dude en hacerlo, y clavar mi mirada en su rostro no tuve dudas y lo mordí.

-¿esta rico?- pregunto ingenuamente.

-sabe a chocolate- con mi dedo índice saque un poco del relleno y lo coloque en sus labios.

-tienes razón.

No me resistí a tocarlo nuevamente – te quedo chocolate en el rostro.

-¡¿Dónde?!

-aquí – y lo volví a besar, ya me estaba haciendo adicto a besarle por sorpresa, sus expresiones eran tan motivantes que me incitaban a hacerlo.

Nos pusimos en marcha nuevamente sin rumbo fijo, buscaba en mi recorrido un buen hotel donde llevarlo.

-¿puedes detenerte en el parque?-me saco de mi concentración.

-son casi la 1 de la mañana, puede ser un tanto peligroso.

-lo se, pero es poco el tiempo que tengo para mi y quisiera caminar un poco por ese lugar ¡hace tanto que no lo hago!.

No dije nada y busque un lugar donde poderme estacionar. Confieso que la idea me pareció un tanto descabellada aunque tenia razón, inclusive yo en ocasiones no puedo salir tantas veces como quisiera.

Una vez que estuvimos en un lugar cercano a la puerta por si había que correr bajamos del auto y seguimos en sendero guiados por la luz artificial.

-¡mira la luna Yuki!

Debía aceptar que la luna estaba en todo su esplendor puedo jurar que en pocas ocasiones tengo ese privilegio a pesar de mi insomnio. Nuestra caminata nos llevo a un pequeño puente para pasar una laguna ubicada en medio del parque los patos blancos dormían en una esquina, los grillos cantaban su eterna canción una que solo puede escucharse en un silencio sepulcral

-Yuki …- pregunto vacilante.

Le respondí solo volteando al lado en donde se encontraba.

-¿me amas?

-¿es importante para ti?

-¡pues claro!, porque … nadie besa a otra persona si no es por amor.

Me causo tanta gracia esa pequeña frase que tan solo procure no ser contenerla un poco- pues … te he besado y no te amo.

-¡claro que si!, lo veo en tus ojos cuando me miras, en cada instante.

-y si te dijera que es solo para pasar un rato.

-no lo creo, no estarías conmigo aquí… sin nadie más …

-creo que te equivocaste de sujeto. – le respondí sin mirarle.

-¿y si te ayudo a darte cuenta que no es así?

-¿estas consiente que el único perjudicado serás tú?, ¿lo has pensado siquiera? – le acaricie el rostro y una pequeña lagrima salía haciéndole brillar aun más esas gemas que tiene por ojos.

-Yuki…-  se colgó a mi cuello y me beso tan tierna he intensamente que me dolió algo en el interior.

-esta bien,  acepto el trato estaré contigo por todo un día en la condición que quieras y después de eso me iré.

 

 

CONTINUARA…

Notas finales:

¿Qué tal el primer capitulo?, espero sea de su agrado, se que tal ve es un poco corto pero la historia se ira desarrollando, no será muy larga tal vez 3 o 4 capítulos y como siempre acepto sugerencias, algo que quieran ver todo será bienvenido.

 

Sobre la actualización espero tenerla en 2 semanas, estén pendientes y ya saben que una de las mejores formas para presionar a un escritor son los comentarios que hacen sobre su trabajo, pues es la única forma de darnos cuenta si va bien la historia o lago esta fallando.

Les mando un gran abrazo, cuídense  mucho y si quieren estar mas en contacto conmigo pueden hacerlo vía mi correo electrónico Yuzuki_Eiri@hotmail.com y mi en Facebook me encuentran como Yuzuki Eiri siendo honesta normalmente me conecto mas al Facebook y estoy al pendiente de las notificaciones, me despido y estamos en contacto.

BYE ¨

p. d: dejen sus cometarios y también se aceptan felicitaciones atrasadas.


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