Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Il est à moi por Yuna Lawliet

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Los personajes de Hatalia no son mios le pertenecen a Hidekazu Himaruya.

Dedicado a mi amiga Yuneko (que ama a Inglaterra) y a mí (que amo a Francia)

¡¡Disfrutenlo!!

Hoy como todos los días me encuentro aburrido en casa, sin nada más por hacer que esperar la llegada del pervertido Francis. En realidad es una buena compañía… hasta que intenta besarme. Anteriormente esperaba con ansias la visita de América pero hace pocos meses me enteré de su relación amorosa con Japón. En fin, al parecer ese wine bastard no vendrá ya es tarde y no he sabido nada de él desde aquel día…                                                                                                                                                                                                                                                                      

Flash back

- bonjour mon chéri te he traído un regalo- dijo sonriente mientras yo tomaba una taza de té.

- ¿Está relacionado con el alcohol?- le pregunté.

- bueno… un poco frère pero sé que te gustará- sacó de una bolsa la botella de vino y la puso frente a mí.

Sólo me limité a suspirar y tomé el último sorbo de té.

- ¿y que te hace pensar que tomaré vino contigo en la misma habitación y solos?- le pregunté para mirar su reacción.

- mmm sé que desconfías de mí así que te daré mi palabra de hombre… no intentaré aprovecharme de la situación ¿te parece mon amour?- tomó la botella y la puso frente a mi nariz.

- no confió en tu palabra y no voy a tomar contigo- me levanté y caminé hacia la ventana para abrirla.

- vamos Angleterre… te prometo que será divertido…- me insistía el rubio con cierta picardía en su cara.

- ¡he dicho que no! Demonios… ¿no tienes nada mejor que hacer? Deberías atender los asuntos de tu país y no molestar a los demás…- le contesté con el ceño fruncido.

- Tienes mucha razón… me voy…- dicho esto Francis salió del lugar rápidamente sin que pudiera ver su rostro y no supe más sobre él.

Fin de Flash Back

Han pasado ya tres meses, me pregunto si lo ofendí… ¡No, no, no! Debo ser fuerte, no puedo rebajarme a pedirle una disculpa a ese idiota-pervertido. A pesar de mi soledad debo resistir…

Repentinamente alguien toca la puerta y una sonrisa se dibuja en mi rostro automáticamente. Francis es la primer palabra cruza mi mente, no puedo evitar sentirme feliz.

Mi corazón late con rapidez y mis mejillas se sonrojan un poco mientras me dirijo a abrir la puerta. Sin embargo, encuentro a una persona totalmente distinta a la esperada. El chico no es rubio sino castaño, viste una chamarra con varios símbolos que representan la “Libertad”, utiliza anteojos y unos jeans; la única frase que pienso es: “ésta no es la apariencia de un francés.” Lamentablemente no es quien esperaba con tantas ansias, con tanta emoción y (aunque parezca vergonzoso) con tanto deseo. Al pensar en esa última palabra mis mejillas se sonrosan levemente mientras evado la mirada curiosa de aquel joven…

- ¿Uh? ¿Qué pasa Arthur?- me pregunta con cierta preocupación.

¿Cómo es esto posible? Tan sólo dejé de esperarlo y me olvidé de lo bien que me sentía al estar entre sus brazos. Volví a mirarlo cuando sentí que podía controlar mis emociones al pensar en Francis. Sin embargo América se acerca y me abraza fuertemente. No articulo palabra alguna y correspondo su abrazo casi con la misma fuerza que él lo hace.

- ¿Qué sucede?- le pregunto con cariño mientras comienzo a acariciar su espalda. Me pregunto si las siente, esa maldita chamarra nunca me permitió demostrarle con caricias lo mucho le quiero.

- Tan solo te extrañé- me dice al oído con un volumen de voz sólo audible para nosotros.

Me sonrojo nuevamente y mi mano deja de acariciarlo, me encuentro en shock y creo que él lo ha notado. Se aleja un poco de mí y toma con su mano derecha mi barbilla para acercar sus labios con los míos. Siento como rodea mi cintura con su brazo izquierdo y me levanta para igualar nuestra estatura.

Cierro mis ojos para no mirarlo y cuando está a punto de besarme escucho pasos acercándose hacia nosotros, repentinamente alguien me aleja de América y me recarga sobre su pecho. Es él, es a quien he esperado tan ansiosamente por tres largos meses, él está aquí.

- No te atrevas…- alcanzo a escuchar con su demandante voz. – Él es mío y no permitiré que lo toques.-

Intento ver el rostro de Alfred pero Francis lo impide y con un sólo movimiento me toma de la cintura para empujarme dentro de la casa. Al cerrar la puerta corro hacia ésta y lucho contra el oji-azul para girar la perilla. Lo miro con enojo y comienzo a repetir la palabra fuck en mi mente millones de veces. Sé que no me había visto durante meses pero me parece una grosería cerrarle la puerta en la cara a América.

- Francis por favor hazte a un lado- le digo con una voz tranquila. No pude evitar sonrojarme y evadir su mirada.

- Si…- contesto con cierta inseguridad en mi voz, 

- ¿Estas seguro?- al decirme esto último al oído entiendo que no quiero salir. Probablemente América ya se ha marchado y no quiero dejar a Francis solo después de su larga ausencia.

- Déjame verlo solo un momen…- no puedo terminar mi petición, él me besa con lujuria y mi cuerpo empieza a corresponderle.

Antes de seguir mi mente recuerda el rostro de Alfred, abro mis ojos y empujo al amante del vino para llegar hasta la puerta. Recorro preocupado los alrededores de mi casa y a pocos metros distingo a alguien sentado al borde de la banqueta. Llego y me siento al lado del hombre que robó mi corazón cuando lo conocí. Él me mira sorprendido y soy yo quien lo abraza esta vez.

- Pensé que eras propiedad de Francia- me dijo con cierto sarcasmo en su voz.

- Aun no soy propiedad de ese pervertido y es más importante tu bienestar- le digo cariñosamente mientras acaricio su nuca.

Volteo hacia mi casa y puedo ver a Francis sonriendo desde la entrada de mi casa. Es extraño, a pesar de la oscuridad puedo notar gotitas brillantes caer de su rostro ¿A caso está llorando? Pero… ¿Por qué? Quizá se siente rechazado. Pero él sabe lo importante que es América para mí, es como un hijo, es como… La palabra amante invade mis pensamientos y logro entenderlo todo. El día que llegó con la botella de vino era 4 de julio y rechacé su oferta. Noté tristeza en sus ojos por que lo decepcioné, él sabia que esa fecha me provoca una inmensa depresión, él quiere que olvide mi pasado, que me aleje de aquello que me ha lastimado por años, que me aleje de América y ahora aquí me encuentro… con su peor enemigo, eligiéndolo antes que a él.

Todo esto pasa por mi mente y segundos después lo único que alcanzo a mirar es la mano de ese idiota-pervertido diciéndome adiós…

……………………………………………

Ya ha pasado casi un año desde lo sucedido con América y Francis. Pocos días pasaron y Japón buscó a Alfred para arreglar sus problemas y ahora viven juntos felizmente. Este día es muy importante, tendremos una reunión en mi casa para debatir sobre el calentamiento global y sus posibles soluciones.

Me dirijo a la sala de reuniones y tomo asiento para comenzar. Todos se encuentran ahí excepto Francia, es probable que no se presente, debe odiarme y no lo culpo. Una sonrisa melancólica provoca que Japón pregunte sobre mi estado de ánimo. Intento contestar cuando veo a Francis entrar a la sala sonriente con un chico, ambos se toman de la mano y se sientan juntos frente a mí. Si mi memoria no falla ese joven es Canadá ¡¿Cómo es posible?! Ese país insignificante no puede quitármelo, Francis lo dijo aquella vez: yo soy suyo y él (obviamente) es mío pero… ¿Por qué está con él? Al final resultó ser un idiota-pervertido, un maldito wine bastard  ¡¡Fuck, fuck, fuck!! ¡¡He’s a fucking idiot!!

Siento cómo ligeras gotas de agua caen de mi rostro, con mis manos aprieto el pantalón de ese elegante traje que elegí en la mañana para sorprenderlo y pedirle una disculpa, todos me miran mientras cierro mis ojos y aprieto los dientes para no maldecirlo en público. América me toma del brazo y salimos rápidamente del lugar (acompañados de Japón por supuesto). Entro a mi habitación y comienzo a golpear todo a mi paso, maldigo su nombre y deseo su muerte…

……………………………

Después de haber desahogado mi furia me encuentro en mi cama, recostado y con los ojos rojos e hinchados por tanto llanto. La reunión fue suspendida, todos se han ido excepto América quien cuida la entrada de mi habitación.

Escucho tres pequeños golpes en la puerta y me levanto con pesadez para atender el llamado. América entra a la habitación y me abraza con ternura, correspondo inmediatamente su gesto de preocupación y entierro mi rostro en su pecho para seguir llorando. Nos quedamos así durante cinco minutos y me alejo de él, lo miro directamente a los ojos y le pido que se vaya.

Me quedo solo en la oscuridad, vuelvo a la cama y cierro los ojos para descansar esa noche, mañana será otro día…

……………………………

Despierto un poco deprimido pero bastante enérgico, no quiero que sientan lástima por mí así que intento sonreír ante las circunstancias. Tomo un relajante baño y me dirijo a la cocina para desayunar, después intento tejer una bufanda que termino hasta las cinco de la tarde, perfecta para la hora del té. Me sirvo una deliciosa taza de té amargo y me relajo de nuevo.

Ya son las 7 de la noche y lamento que mi día no fuese más interesante, subo las escaleras y al abrir la puerta de mi habitación alguien toca el timbre. supongo que es América, seguramente está preocupado por mi estado de ánimo. Suspiro y bajo las escaleras rápidamente, alboroto mi cabello para inventarle que ya dormía y evitar una larga conversación acerca de Francis.

Abro la puerta y la sonrisa que había practicado toda la mañana se desvanece al mirar esa persona especial, a la que maldije la noche anterior, a quien odiaba con todo mi ser…

- ¿Qué demonios haces aquí? – pregunte con la misma frialdad que un pirata traicionado.

- Vine a verte frère- me dice con una sonrisa estúpida que borro al intentar cerrar la puerta.

- Largo de aquí…-le indico con el mismo tono de voz.

Ambos forcejeamos; él por entrar y yo por impedirlo. Comienzo a sentirme cansado y me rindo soltando la puerta para dejarlo entrar. Sin embargo, subo a mi cuarto y cierro la puerta con seguro para impedir su entrada.

- Ábreme- me dice a través de la puerta después de intentar abrirla.

- ¿Qué te hace pensar que abriré la puerta?- le pregunto burlonamente mientras espero se rinda y se marche.

- Lo mismo que pensé cuando te ofrecí tomar aquella botella de vino en la sala a solas-

No sé qué decir, mis dedos actúan contra mi voluntad (al menos eso creo) y de inmediato giran el seguro para dejarlo entrar. Sé perfectamente lo que sucederá.

Al mirar su figura en mi habitación mis ojos vuelven a derramar lágrimas, intento reprimirlas pero no puedo. Francis se acerca lentamente y yo retrocedo pero la maldita pared me indica que estoy acorralado. Coloca sus manos sobre el cimiento detrás de mí y acerca sus labios a mis mejillas. Mi cuerpo se exalta, él al notarlo roza con su lengua mi piel para secarla; intento escapar pero sus manos comienzan a acariciar mi cuerpo, no resisto y rodeo con mis brazos su cuello para atraerlo hacia mí y besarlo con lujuria.

Sorprendido corresponde mi beso con gran maestría y me toma de la cintura para empujarme hasta llegar a la cama y recostarme quedando él sobre mí. Ahí nos separamos para respirar y mirarnos a los ojos momentáneamente mientras acaricia mi rostro y yo enredo mis dedos en su cabello.

- Hoy serás oficialmente mío chéri- me dice triunfante.

- Más te vale ser cuidadoso conmigo o te juro que morirás mañana mismo- le contesté sonrojado y furioso a la vez.

- Lo sé… te prometo que lo disfrutarás- me dice antes de apresar mis labios nuevamente.

Las caricias que mi cuerpo recibe provocan que el calor incremente, ambos suspiramos constantemente y nuestras respiraciones entrecortadas comienzan a excitarme. Francis se separa de mis labios y baja hasta mi camisa para desabotonarla con su boca.

Observa mi pecho desnudo un momento y baja su cabeza hasta mi vientre; su lengua marca con saliva una línea desde mi ombligo hasta mi cuello provocando que arquee levemente mi espalda y pronuncie su nombre. Al parecer le agradó escucharme, pues con sus dedos masajeó mis muslos internos sobre el pantalón. Esta vez gemí, mi miembro comienza a despertar rápidamente y no puedo evitar que Francis lo note. Intento levantarme pero ese maldito wine bastard me empuja y caigo sobre la cama de nuevo.

- Estás muy excitado Angleterre- me dice al apretar con sus dedos la punta de mi miembro.

- De… detente… - alcanzo a decir con voz entrecortada.

Sin tomar en cuenta lo que digo desabrocha mi cinturón y retira mis pantalones junto con mi ropa interior. Levanto mis brazos y comienzo a quitarle la ropa con desesperación, él me sonríe y se quita los pantalones. Nos encontramos desnudos y sin perder tiempo comenzamos a explorar nuestros cuerpos. Comienzo a marcarlo succionando su piel con mi boca y dejo pequeños círculos rojos a lo largo de su cuello, mientras Francis masajea mi miembro.

Estoy a punto de estallar, le pido que se detenga pero ignora mis gritos. Mueve su mano cada vez más rápido de arriba abajo y siento un leve escalofrío que recorre mi columna vertebral y grito su nombre. Miro la mano de mi amante apenado y éste me mira por un momento…

- Ya es hora…- me dice con una sonrisa lujuriosa.

 No puedo resistirme, inmoviliza mis brazos con una de sus manos y la otra comienza a invadir mi entrada. Doy un grito de dolor y algunos suspiros de placer (ahora entiendo por que necesitaba que terminara en su mano). Su miembro se levanta y aun no permite que me mueva.

- Tranquilo… seré muy cuidadoso…- me dice al oído mientras acerca su miembro.

Un suspiro sale de mi pecho y él aprovecha para entra en mí con un sólo movimiento. Muerdo mi labio inferior para no gritar y lágrimas comienzan a salir de mis ojos. Francis suelta mis brazos y toma mis caderas empezando a moverlas lentamente para que mi cuerpo se acostumbre a la intromisión.

Comienzo a mover mis caderas instintivamente, aun no cesa el dolor pero el placer comienza a opacarlo con cada estocada. Al notar mi anhelo por sentir más, apresura sus embestidas, estas son cada vez más fuertes y rápidas. Nuestros labios se unen nuevamente y estas vez ambos recorremos con nuestras lenguas la boca del otro. Ambos sentimos llegar el clímax y Francis entierra sus uñas en mi cadera para avisarme de ello…

………………………………

Ayer fue la noche más espectacular, observo a mi amante dormir junto a mí en la misma cama. Él despierta y me abraza fuertemente, mira al techo y lo único que dice es “Il est à moi” que quiere decir “él es mío”.

FIN

Notas finales:

Espero lo disfrutaran y sino para eso hay reviews.

¡¡Gracias por leer!!

Hasta pronto


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).