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final ALTERNATIVO de "Ciel Phanthomhive in a little trouble" por nofynoky

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Notas del capitulo:

AL FIN EL TAN ESPERADO CAPITULOO!!! >.<

gomen por la espera... es que he estado algo ocupada estos días... ya saben... colegio u.u

pero al fin logré terminar este capi y de verdad espero que les guste!!!

la vez pasada sólo había tenido tiempo de subir el capi del otro final xDD

disfrútenlo!!!

PD: la parte en negrita es porque me habia quedado muy corto así que era algo de relleno xDD

finalmente decidí alargarlo más (no las podía dejar con tan poco después de tanto esperar xD )

de todas formas le hice pequeños camios a esa parte... si quieren leerla, adelante... pero no prometo que no se aburran de leerlo de nuevo xDD

De un momento a otro, el rubio apretó los ojos firmemente, había perdido la batalla contra su propia mente y sabía lo que vendría a continuación, simplemente no quería ver lo que sus propias manos irían a hacer.

Sin previo aviso las espadas entrechocaron con un estruendo, ambos chicos se movían con maestría en una lucha sanguinaria… las emociones de ambos hacían de ésta lucha, la más terrible de todas… una lucha contradictoria e indeseada.

Ciel había logrado contener los feroces ataques de Alois sin atacarlo directamente, pero no duraría mucho… sin embargo no estaba dispuesto a perderlo nuevamente.

Pensando de forma calculadora, tenía más que claro que esta batalla no se ganaba hasta deshacerse del contrincante totalmente… pero aunque tuviera que estar hasta la eternidad luchando y siendo torturado por las implícitas súplicas de Alois… jamás lo mataría con sus propias manos.

El rubio lanzó una estocada directamente al torso de Ciel y por poco logró evitarlo, el mayor era realmente bueno, tenía la leve impresión de que aquellos ataques eran errados a propósito… pero ese pensamiento fue desvanecido al instante, el chico estaba completamente controlado por otro y su mirada no veía nada en realidad.

Era una pelea que no parecía tener fin… y además del cansancio que comenzaba a debilitar los brazos de Ciel, había un agotamiento aun más fuerte que cualquier otro… el cansancio mental… la pérdida de voluntad para seguir luchando por su propia vida.

Alois no bajaba el ritmo de sus fuertes golpes ni dejaba de blandir la espada hacia los lugares vitales del, ya de por sí, cansado conde.

¿Podría todo esto terminar bien? Era la pregunta que no dejaba de taladrar en la mente del conde Phanthomhive.

Mientras su mente vagaba en estos pensamientos, Alois blandió nuevamente la espada contra él, pero esta vez no alcanzaría a esquivarla…

Cerró los ojos… de verdad no le importaba tanto ser asesinado por su amigo… realmente lo admitía… ya no era amigo en el sentido estricto de la palabra… sentimientos como los que le provocaba aquél chico… no eran de simples amigos…

Retrocedió inútilmente viéndose atrapado contra un árbol y la espada de Alois que se aproximaba peligrosamente…

Los celestes ojos que siempre le habían gustado no parecían ver nada en realidad, su mirada estaba perdida en algún misterioso lugar… pero a pesar de estarlo mirando directamente, no podía encontrar a su rubio dentro de aquél recipiente que parecía estar vacío.

Sin embargo, el testarudo conde no se resignaba a descansar hasta cerciorarse de que no quedaba nada del conde Trancy dentro de él… estaba seguro que muy en el fondo, se encontraba su rubio perdido en una oscuridad sin fin, mientras que su cuerpo actuaba por cuenta de otro.

El rubio había sido muy valiente… lo había resistido todo solo desde aquél día en que todo había comenzado, definitivamente sería injusto de su parte pedirle que encontrara una salida por su cuenta y huyera del control del otro.

Era demasiado pedir… seguramente él mismo hubiera abandonado toda esperanza, así como también hubiera abandonado las ganas de seguir por ese tortuoso sendero.

Nada podría detener aquello, tal vez fuera su destino, pero seguía creyendo que era mejor morir por Alois que por culpa de alguien más. Apretó fuertemente sus ojos, prefería no ver su propio final.

La mente del conde trabajaba a toda velocidad, en tan sólo esa fracción de segundos donde la espada se dirigía hacia él, había tenido todos esos pensamientos reflexivos… hasta llegar a la conclusión de que realmente no le importaba morir en manos de la única persona a quién amaba con tanto fervor.

 

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Abrió lentamente los ojos, un sonido amortiguado resonaba en aquél lugar… tenía sueño, quería dormir y se encontraba demasiado cansado como para levantarse.

Una presión en la negrura lo aprisionaba, quiso volver a cerrar los ojos y dejarse llevar, pero algo se lo impedía, algo más fuerte que su cansancio y que le impedía dejar de luchar contra esa insistente opacidad opresora.

Ladeó la cabeza con desgano, intentando ver dónde se encontraba… no veía nada.

Los sonidos amortiguados seguían escuchándose a lo lejos, aquél lugar era extraño, nunca se había sentido tan desprovisto de voluntad ni se había sentido tan solo.

Los sonidos provenientes de la lejanía no tenían sentido alguno ni mucho menos importancia… el tiempo ahí no corría y no había nada en absoluto en aquél paraje oscuro y solitario.

La negrura no lo dejaba moverse, pero luchó contra ella para poder sentarse en aquél lugar, una vez que lo logró con mucho esfuerzo, se abrazó las rodillas y hundió la cara en ellas.

Soledad…

Era la púnica palabra que tenía sentido en medio de esa desesperante penumbra, no importaba cuantos años pasasen… no importaba cuanto lo intentara…

La oscuridad seguía aterrándolo.

Era algo vergonzoso de admitir, pero nunca, en esos diecisiete años, había logrado sentirse bien en ella.

Poco a poco los recuerdos comenzaron a pasar frente a sus ojos como una película que danzaba frente a él, escarneciéndose de su debilidad.

Desvió la mirada, a pesar de ser la primera cosa que comenzaba a tener sentido en todo aquello, eran imágenes dolorosas y que lo aterrorizaban aun más.

Sus compañeros nunca volvían después de salir por esa puerta, tenía sospechas de qué les sucedía cuando la cruzaban… pero prefería no pensar en ello, le ponía enfermo.

Poco a poco habían comenzado a irse y de esa forma se fue quedando solo en medio de ese putrefacto cuarto.

Al fin era el último que quedaba… espasmos de terror lo envolvieron al ver a ese hombre entrar a buscarlo. Sabía perfectamente a lo que iba.

Todos sus compañeros habían pasado por lo mismo y seguramente se habían deshecho de “la evidencia” o sea que era su turno y la única salida posible, le erizaba la piel.

Al fin se encontraba frente a la puerta en donde comenzaría esa pesadilla interminable, tomó valor de algún lugar que no tenía idea que existía… y entró en la habitación repleta de perfume pasoso.

Su actuación ya había comenzado, lo hacía parecer tan seguro de sí mismo, pero por dentro no podía ni siquiera pensar con claridad… estaba seduciendo a un hombre gordo y asqueroso como un cerdo.

No… un cerdo habría sido mejor compañía que aquél hombre con arrugas por todas partes, las manchas en su piel no eran lo peor… prefería desviar la atención de esas cosas.

O de lo contrario perdería la razón ahí mismo, el hombre que se hacía llamar conde Trancy lo miraba con ojos codiciosos y que no provocaban nada más que repugnancia… pero si quería preservar su vida, tendría que hacerlo mejor que cualquier otro de sus compañeros… si lograba que el hombre quisiera conservarlo, podría salvarse de una u otra forma…

La película de recuerdos seguía corriendo, pero a esas alturas Alois ya no quería seguir viendo… los sentimientos que había sentido en ese momento… los recordó uno a uno.

Y sólo lograron que quisiera desaparecer ahí mismo, se hundió aun más entre sus rodillas, algo seguía molestándolo… no recordaba o más bien no podía recordar qué era… pero sabía que era importante y debía encontrarlo de inmediato.

Dejó todo su terror y toda esa angustia de lado, se levantó decidido y comenzó a caminar siguiendo el extraño sonido que antes no tenía sentido.

Se sentía como si acabara de despertar de un sueño muy pesado, los sonidos se intensificaban a medida que se acercaba…

Pronto llegó a un lugar en el que no se había fijado antes, una enorme pantalla mostraba todo lo que sucedía fuera, de ahí provenía el rechinar del metal y los otros sonidos que no identificaba.

Sin embargo no se fijó en la pantalla… sino que su atención estaba puesta en alguien más, un personaje con una postura extraña, casi antinatural estaba frente a la enorme pantalla y se movía como un títere.

Por primera vez, Alois hubiera preferido encontrarse solo en medio de esa penumbra, cada movimiento efectuado por esa criatura inducía al miedo.

Tomó coraje y se acercó más a esa cosa, era repugnante en olor y en aspecto, no era más que un satánico y monstruoso adefesio, estaba compuesto por partes cocidas entre sí… Alois se llevó una mano a la boca y a la nariz para evitar vomitar…

Parecía simplemente irreal, esa cosa no era ni siquiera un intento de humano, era repugnante y atemorizador.   

Prefirió fijarse en lo que observaba fijamente esa cosa y su mirada llegó hasta lo que sucedía dentro de la pantalla, no tardó en darse cuenta de lo que realmente era y los recuerdos cayeron pesadamente sobre él…

Quien estaba en la pantalla era ese “algo” importante que había olvidado… Ciel estaba de frente a la pantalla… no, no lo era… eran sus propios ojos que los observaban.

No tardó en darse cuenta de lo que estaba sucediendo, su cuerpo era controlado por esa terrorífica criatura con un propósito, matar a Ciel.

Se quedó de piedra unos momentos, su Ciel se movía con maestría evitando sus propios ataques, pero algo le inquietaba… cada vez sus movimientos se volvían más lentos y tampoco es como si intentara atacarlo.

De pronto, como si le hubieran lanzado un balde de agua fría, reaccionó… su propia espada iba dirigida con fuerza hacia el conde y éste no tenía escapatoria.

En aquél momento no pudo pensar en nada más que en salvar a Ciel y se lanzó con fuerza contra la cosa que lo controlaba… No pudo derribarlo, sin embargo sujetaba su brazo, evitando que así el suyo propio se siguiera moviendo,  unos gusanos grandes y gordos salieron de entre sus uniones mal unidas y comenzaron a caminar sobre las manos del rubio.

Poco le importó todo eso, lo único que tenía claro es que debía desviar la trayectoria de su espada… como si el tiempo se diera tiempo, todo era más lento… la espada iba a toda velocidad y sin embargo podía verla moverse centímetro tras centímetro mientras luchaba con la fuerza de esa cosa.

De pronto la negrura comenzó a hacerse viscosa y a subir por sus piernas, Alois intentó quitársela, pero era demasiado fuerte… se comenzó a apoderar de sus piernas y poco a poco sus muñecas también estaban apresadas por esa cosa.

No podía moverse demasiado y la cosa se había liberado y continuaba blandiendo la espada…

-          ¡¡¡NOOO…!!! – Alois no pudo reprimir ese grito y en medio de esa desesperación logró zafarse del agarre de la viscosa negrura y de un saltó tomó el brazo de la criatura y lo desvió como pudo.   

 

 

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Un sonido amortiguado se escuchó en medio de la oscura noche… era el sonido que provocaba la espada atravesando la carne.

Ciel no sintió ningún dolor, a cambio unas gotitas tibias salpicaron su rostro… ¿su propia sangre…? abrió los ojos lentamente… esperaba ver su sangre tibia, cayendo a borbotones hasta el suelo.

Se sorprendió al no ver nada, levantó la mirada y se encontró con la de Alois… una forzosa sonrisa apareció en los labios del rubio.

Notas finales:

ok... espero no me haya quedado taaan mal... ESPERO SUS REVIEWS PARA SABER SI SIGO LA CONTINUACIÓN!!! 

matta ne!!

las quiere y adora NofyNoky :D


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