Capitulo I
Su cara se encontraba completamente desencajada, sabia que no se esperaba un “hola mi amor” pero tampoco encontrarme con mis maletas echas y los documentos del divorcio en las manos. Hoy no era su día.
_Se acabo, Sasuke_ dije con tono neutro, esperando una respuesta que bien sabia no llegaría, antes muerto que venciendo su orgullo, coloque sobre la mesa el fajo de papeles del “divorcio”, camine justo a su lado, no habría una segunda oportunidad, por que el no la pediría, no habría un ultimo beso, por que si se lo daba era seguro que me quedaría. El parecía estar esperando de que la nada apareciera un equipo de “lente oculto” y le gritara “has caído” y todos menos el comenzáramos a reír, pero no esta vez no seria así. Mis manos dudaron un poco antes de abrir la puerta.
_Te…_ capte su atención, la cara del gran Sasuke Uchiha totalmente descompuesta algún día valdría millones_…espero…_ en todo este tiempo había aprendido a leer cada una de tus reacciones_ …mañana en el despacho de Kakashi_ lo ultimo que dije para cerrar la puerta de la que antes fue “mi casa”, no quiero engañar a nadie así que se los diré, una parte de mi esperaba que Sasuke saliera tras de mi en la típica escena de cualquier shojo, me pidiera mas bien me rogara que me quedara y que todo terminara en una buena sesión de sexo como la que no teníamos hace meses, en ocasiones me sorprendía de mi falsa determinación, di tres pasos y supe que esa era una decisión permanente. Baje por el ascensor del último piso a la recepción recordando una de tantas veces que no pudimos esperar a llegar al departamento.
Salude o mas bien me despedí de Lee el “portero” de el edificio.
_¡¿Estarás afuera por un tiempo, Naruto-kun?!_ pregunto con su extraña pose de chico bueno, realmente a veces e llegado a pensar que se vaciaba todo el frasco de multivitaminico por las mañanas, suspire
_S…_ no me dejo terminar era una de sus malas mañas
_¡Yo cuidare del joven Sasuke, no te preocupes Naruto-kun!_ me vi tentado a decirle lo que pasaba, pero me contuve, de solo recordar el día de la fiesta sorpresa de Sasuke, ya que el fue uno de los primeros en saberlo y no precisamente por mi, si no por cierto fanático._¡Ninguna mujerzuela se le acercara en tu ausencia!_ se veía realmente motivado
_Gracias…_ susurre para alejarme mientras el parloteaba cosas sobre la primavera de la juventud, jamás lo entendería.
Solo me bastaba con tener lo básico para vivir, la voz dentro de mí me decía que no necesitaba al egocéntrico y estreñido Uchiha, era una persona interdependiente. Mañana seria como cualquier otro día de los últimos tres meses, me despertaría en una cama vacía, desayunaría ramen, saludaría a alguien, llegaría 5 minutos antes al hospital, atendería a los pacientes con una sonrisa, comería con los chicos de C.E.Y.E., ayudaría a Shizune con el papeleo, tomaría un taxi y llegaría a una casa casi vacía, solo con Pa-kun ¡demonios! Se golpeo mentalmente, no había pensado en Pa-kun.