Lagrimas de acero.
Capítulo 1. Secretos
-¡Despertó!
De la oscuridad a imágenes borrosas para pasar a la luz.
-Vaya, si que tardaste mucho en despertar.
Sonidos perceptibles, pero aun un poco lejanos.
-Hermano me tenías preocupado.
El dolor por fin se había hecho presente, dando grandes punzadas en la cabeza de Ed.
-Vaya chico, tardaste un buen rato, creímos que ya no te unirías con nosotros- le decía Roy a Ed con una tranquilidad muy marcada en su rostro.
“Esa voz” Ed se mostró realmente sorprendido con ese hombre, intento poder hablar con todos los presentes pero por alguna razón su garganta no articulaba palabra.
-Hermano no intentes hablar, el doctor dijo que no podrías-
“¿No podré hablar? ¿Pero que rayos...? ¿En primer lugar que hago aquí?”
-Bueno, parece que nuestro paciente ya ha despertado- un hombre de avanzada edad, con lentes y una bata blanca que revelaba que él era el doctor; había entrado a la habitación.
-¿Dígame doctor cuando podrá salir?-Riza mostraba incertidumbre y un poco de preocupación mientras formulaba la pregunta.
-Pues eso depende del progreso que tenga el joven Edward en su recuperación, pero por los últimos estudios que le hicimos se podría decir que dentro de 3 días.
-¿Oíste hermano?, podrás salir en 3 días.
“¿Hermano?, ¿Recuperación? ¿De que habla este sujeto?”
-Parece que aun no puede hablar, bueno pues tendremos que hacer algo para que se pueda comunicar con nosotros-el doctor le decía al rubio mientras buscaba con la vista algo que le sirviera al chico.
-Ah, vaya aquí estaba-decía mientras tomaba una pequeña libreta con una pluma y se la entregaba a Ed.
-Con esto al menos podremos tener un poco mas de comunicación.
“Maldición parece que no tendré de otra.”
-¿Bueno Ed hay algo que quieras saber?-Roy le preguntaba al chico.
Edward solamente asintió con la cabeza mientras comenzaba a escribir en la libreta.
“¿Quién eres?”, era lo que podía leerse en la libreta que ahora mostraba el chico a los presentes.
¿Que quien era? Tenia que ser una broma, como era posible que Edward no recordaba quien era, llevaban al menos 3 meses juntos no podía habérsele olvidado todo eso de la noche a la mañana.
-Hermano, ¿bromeas cierto?- Al decía con un toque de asombro en su voz.
Ed tan solo negó lentamente mientras volvía a escribir en su libreta.
“¿Quiénes son todos ustedes?”
-Vaya parece que el joven Edward sufre de amnesia- decía el doctor con una increíble tranquilidad mientras que los demás no podían con toda la sorpresa que recibían con cada oración escrita por el chico.
-Y ¿será permanente?- pregunto el pelinegro con algo de miedo.
-¿Qué?, Ah no sabría decirle, normalmente son capaces de recuperar los recuerdos, pero necesitamos saber que lo ha causado.
-¿Qué lo ha causado?
-Si, algunos estados de amnesia son causados por golpes y hay otros que es autodefensa, si ese fuera el caso no abra ningún problema, con solo mencionar o mostrar ciertas cosas que para el cerebro sean claves, el chico podrá recuperar la memoria.
Genial, todo lo que le pasaba era genial, no podía hablar con total libertad y ahora le decía que sufría de amnesia, que acaso se le había olvidado pagar una deuda con alguien, o por que la suerte estaba en su contra.
-Bueno por el momento lo mejor será dejar al paciente solo, para que pueda descansar-
¿Descansar?, ¿Acaso lo odiaba aquel doctor?, si acababa de despertar y ¿ya quería que lo dejaran solo?, ¿Pero que le pasaba a ese viejo?
Ed tan solo cruzo sus brazos en un signo de molestia. Para Roy no paso desapercibido.
-Parece que Ed no se quiere quedar solo.
-¿Como dice? -pero el doctor no pudo hacer nada al ver lo que Ed había escrito en la libreta.
“Déjelos un poco más”.
-Pero chico, debes de tener reposo- Ed negaba, no quería quedarse solo en aquella habitación, no le agradaba mucho el estar en un hospital.
Después de un buen rato de batallar con el rubio, el doctor accedió.
-Cielos, si que es un joven necio, pero déjenme informarles que las horas de visita ya no duraran mucho, bien me retiro- y así salió de la habitación.
-“¿Podrían decirme sus nombres?”
- Hermano ¿en serio no nos recuerdas?-Ed negó.
-Pues al parecer no va a haber de otra, soy Maes.
-Yo soy Riza.
-Soy Al.
-...me llamo Roy.
Para Roy era raro el tener que presentarse con quien para él aun era su pareja.
“Roy”, ese nombre rondaba por su cabeza más solo veía recuerdos vagos, no eran muy claros.
Ed se quedo muy pensativo tras escuchar el nombre del pelinegro, sabia que lo conocía sentía que era alguien importante, más ese sentimiento solo quedo botado al no poder ayudarlo a recordar.
-¿Hermano, el decirte nuestros nombres te causo algo?
Ed simplemente asintió, para que mentir si era verdad que al escuchar el nombre de Roy algo le había pasado a su mente.
-¿Y... que fue exactamente?-Maes pudo ver un ligero cambio en Ed cuando Roy se presento, más no sabia describirlo.
“No lo sé, simplemente fue algo”.
-Señores deben salir, la hora de visita ha terminado y el paciente debe descansar-Una enfermera algo joven había entrado a la habitación del ya mencionado, con tal, de que por fin se fueran los que para ella eran una gran molestia.
-De acuerdo, lo entendemos, bien Ed mañana vendremos a visitarte-Maes decía esto mientras tomaba a Al del brazo para sacarlo de aquella habitación.
-Eh...hermano te veo mañana- Decía apenas el hermano menor ya que Maes insistía en sacarlo de aquel lugar.
-Bueno Ed, nos tenemos que ir, ¿verdad Roy?- Roy se mostraba deprimido mientras lentamente asentía siendo así guiado por Riza hacia la salida del cuarto.
-Nos... Veremos... Ed- el rubio solo asintió observando como se quedaba solo dentro de aquellas cuatro paredes.
“Roy... ¿por qué me suena tanto tu nombre? ¿Por qué siento que te conozco desde hace tiempo?”.
Edward no podía aclarar sus pensamientos, lo cual solo provoco que el dolor de cabeza aumentara, mientras una sola imagen volvía a su mente.
-“¡¡MALDICIÓN!!¿QUÉ QUIERES QUE ENTIENDA?, SI PARA MI TODO ESTA MUY CLARO, TU NO HAS LOGRADO COMPRENDERME REALMENTE, ASI QUE ¡¡NO FINJAS!!”- el dolor, el coraje, la impotencia, todo eso llegaba a la mente de Ed, ¿qué rayos había pasado?, ¿por qué se recordaba tan alterado? y antes que todo ¿con quien peleaba?
Miles de preguntas llegaban a su mente, tan solo se limitaba a tomar su cabeza en sus manos, le dolía y muchos sentimientos lo habían atacado de golpe, al parecer su memoria al fin había colaborado con él, pero ¿qué tuvo que haber sido tan grande como para que lo olvidara todo?
Y más que eso, si esas personas se decían sus amigas y su hermano porque no comentaron al menos algo sobre la razón por la cual se encontraba en el hospital? Definitivamente necesitaba dormir, trataría de calmarse y tal vez podría aclarar sus pensamientos.
Poco a poco fue cerrando los ojos hasta quedar dormido.
2 días al fin habían pasado, uno más era todo lo que tenia que soportar para al fin poder salir de aquel lugar que tanto detestaba.
-Hola Ed- Havoc por fin hacia acto de presencia en aquella habitación. Ed solamente dirigió su mirada al recién llegado con una sola pregunta rondando en su mente. ”¿Quién es?” Pensaba el rubio menor mientras en la libreta que aun usaba para comunicarse buscaba la primera pregunta que había escrito.
-“¿Quién eres?”-Ed al fin había logrado encontrarla mostrándosela al sujeto que para él era un completo desconocido.
-Parece que no bromeaban- decía Havoc rascando su mejilla mientras tenia una risa nerviosa.
-bueno Ed, soy Havoc me conociste junto con Roy, Maes y Riza.
Ed no sabia si había escuchado bien ¡¿los conocía?! Seguramente él si podría darle una buena respuesta.
-“¿Por qué me encuentro aquí?”- Ed le había mostrado a Havoc la pregunta mientras que en su cara tenía una expresión de curiosidad.
-¿Qué?¿Pero que no Maes y Riza ya te lo habían dicho?-Ed negó, Havoc no cabía en su asombro ¿por qué no le dijeron al chico la razón por la que estaba hospitalizado?.
-bueno Ed, yo no puedo decirte exactamente que te sucedió, no estuve presente en tu accidente. “¿Accidente?”, Ed mostro asombro al escuchar esa palabra.
-“Dime lo que sabes”- Ed pedía a Havoc por medio de su libreta.
-Lo único que sé, es que estuviste perdido un mes completo, no sé si fue por que tu quisiste desaparecer o posiblemente un secuestro-
“¿Secuestro? ¿Por qué nadie le había dicho algo al respecto?”
-Es lo único que sé -Havoc miro el reloj el cual marcaba las 6:00 p.m.
-Me tengo que ir aun tengo trabajo que hacer-dijo para acto seguido dirigirse a la puerta.
-Recupérate pronto Edward-fue todo lo que dijo antes de irse.
Perfecto Edward se había enterado de un suceso importante en su vida y no fue de la persona que el exactamente esperaba, sabia que le ocultaban algo pero no creía que fuera tan importante, ¿por qué no le comentaron nada?, No lo entendía pero sabia que no era lo único que guardaban en secreto, había más pero esperaría a que aflojaran un poco la lengua para hablar con aquellas cuatro personas.
Un día más solo eso esperaría un día más y después averiguaría todo lo que había sucedido.