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Encuentros y despedidas por Higary

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Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita!! Lo prometido es deuda y aquí les traigo una nueva historia corta, por cierto, no serán cuatro partes, sino cinco XD (Kyuu: Y regresa su vena dramática. Creo que con el puro título supondrán que esto tendrá varios momentos tristes ¬¬0). La idea surgió después de ver el final del dorama La encantadora Choon-Hyang, para escribir la historia escuché muchas veces uno de los temas ahí presentados, “I love my friend” (Kyuu: Fue traumático. Perdí la cuenta del número de veces que puso esa canción X_X). Por cierto, hoy también publiqué mi oneshot itasai De ahora en adelante, por si gustan pasar a checarlo, jeje. Sin más que añadir de momento: ¡¡a leer!!

 

Disclaimer: Los personajes de Naruto así como las frases pertenecen a sus respectivos autores. Claro que si me los quieren regalar, los aceptaré con gusto XD

I

 

“La vida se compone de encuentros y despedidas”

 

Uzumaki Naruto, de veintisiete años, se encontraba solo en una habitación. De pie frente al espejo contemplaba el impecable traje blanco que estaba vistiendo. Aquella ropa le incomodaba bastante, pero tenía que usarla: ese era el día de su boda. Suspiró delante del espejo al tiempo que cerraba los ojos. Habían sucedido tantas cosas hasta ese momento.

 

Era el primer día de clases en la Primaria Konoha. El pequeño Uzumaki Naruto, de siete años, cabello rubio y ojos azules, contemplaba todo a su alrededor. Se sentía algo nervioso, pero también ansioso por esta ahí; quería hacer muchos amigos. Llegó a su salón y tomó asiento en el único lugar vacío, el cual se encontraba junto a un serio niño de cabello azabache y ojos negros que miraba por la ventana.

-¡Hola! –sonrió el rubio- ¡Soy Uzumaki Naruto! ¡Mucho gusto!

-Uchiha Sasuke –se presentó sin voltear a verlo

-Voy a sentarme junto a ti, así que espero nos llevemos bien.

-Hum…

-¡Oye! –lo sujetó de la cara- ¡Debes ver a las personas cuando te están hablando!

El pequeño azabache lo observó con sorpresa, ya que nadie antes se había atrevido a hablarle así. Debido a su personalidad, generalmente los otros niños le temían.

-Azul…

-¿Eh? –Naruto ladeó la cabeza, confundido

-N-No, nada –desvió la mirada-. Suéltame, usuratonkachi.

-Está bien… ¡No me llames así, teme!

-¡Te digo como me da la gana!

Se observaron con molestia y de pronto soltaron carcajadas, Sasuke más discretamente que el otro niño. Contempló la radiante sonrisa de Naruto, era como si resplandeciera. Había dicho azul porque notó el color de los ojos que tenía ese niño, le pareció un color muy bonito y se sintió avergonzado de sus propios pensamientos. Definitivamente aquél había sido un raro primer encuentro.

 

Llegó la hora del almuerzo y Naruto se colocó junto a Sasuke, quien lo miró de manera interrogante.

-¿Qué? –le preguntó

-¡Almorcemos juntos! –sugirió el rubio

-¿Por qué?

-No seas amargado, Sasuke. Será aburrido si estás solo –lo sujetó del brazo-. Anda, vamos.

-Eres un dobe bastante insistente –señaló, dejándose jalar

-Jejeje… ¡Hey! ¿A quién le dijiste dobe?

-No veo a otro dobe por aquí –se burló

Los demás niños observaban con curiosidad cómo esos dos iban discutiendo, sin embargo ninguno se apartaba del otro. Incluso parecía como si fuesen amigos de toda la vida.

 

Los días comenzaron a pasar entre discusiones, bromas, burlas y apuestas. Tanto Sasuke como Naruto eran bastante competitivos y orgullosos, de modo que no desaprovechaban la oportunidad de demostrar quién era el mejor.

-Definitivamente el estudiar no es lo tuyo –le dijo Sasuke

Ahora ambos tenían nueve años y estaban en su tercer año de escuela. A pesar de sus constantes diferencias se habían vuelto excelentes amigos, se conocían perfectamente y estaban juntos la mayor parte del tiempo.

-No te burles, Sasuke –protestó el de ojos azules-. Es sólo que las Matemáticas no me quieren –declaró, viendo su examen

-Claro, usuratonkachi.

-Tou-chan y kaa-chan van a decepcionarse –murmuró con tristeza

Sasuke arrugó el ceño con un deje de molestia. Odiaba ver a su amigo de aquella manera; Naruto siempre era alegre y enérgico, por eso se enfurecía cuando algo o alguien lograba deprimirlo. Varios niños ya le tenían miedo luego de que los amenazó por burlarse del rubio.

-Quita esa cara –lo golpeó en la cabeza-. A partir de hoy irás a mi casa después de clases para repasar Matemáticas. Vas a aprobar el próximo examen o dejo de llamarme Sasuke.

-¿De verdad? –sonrió y se abalanzó sobre él- ¡Gracias, teme!

-Sí, sí. No exageres –intentaba zafarse de su agarre

 

Las tardes de estudio en casa de Sasuke se volvieron parte de la rutina. A Naruto le simpatizaban mucho los padres de su amigo y su hermano mayor, Itachi, quien era bastante inteligente y confiable. El rubio reía porque Itachi siempre comentaba que ojalá su hermanito fuera más gracioso y parlanchín como él, cosa que todo el tiempo molestaba a Sasuke y provocaba que quisiera correr a patadas al mayor.

-Itachi es genial –comentó un día el ojiazul-. Yo también quisiera un hermano mayor como él.

-Hum…

-No te enojes, teme. No voy a robártelo.

-¡No estoy enojado por eso! Yo…

El pequeño azabache se quedó callado, ya que la verdad lo que le molestaba era esa admiración que Naruto sentía por Itachi. Sasuke sabía que no era tan increíble como su hermano mayor, pero le molestaba que el rubio le prestara tanta atención. No sabía por qué, pero no le gustaba cuando el rubio se fijaba en alguien que no era él.

-Niños, les traje galletas –dijo Mikoto, la mamá del moreno

-Gracias, Mikoto-san –le sonrió Naruto

-Está bien que estudien, pero traten de no presionarse demasiado o enfermarán.

-Tratándose de Naruto no me extrañaría.

-¿Qué insinúas, Sasuke? –lo miró con enojo

A Uchiha Mikoto le llamaba la atención el modo en que esos dos infantes se trataban. En ocasionas como esas actuaban como los niños que eran, pero había otras en que se notaba una extraña cercanía entre ellos. No sabría explicarlo bien, pero le daba mala espina.

 

Llegaron a los diez años y ya para nadie era extraño verlos juntos, al contrario, si miraban a alguno de los dos solo, de inmediato suponían que se habían peleado. En aquellos meses la relación entre los niños era un poco distinta. Se daban cuenta de que no les molestaban ciertas acciones como abrazarse o tomarse de las manos. Además comenzaron a notar la forma en que algunas niñas los observaban, especialmente al de ojos negros.

 

Aquél día se encontraban en casa del Uchiha luego de que las clases terminaron. Se suponía que debían estudiar, aunque en realidad estaban perdiendo el tiempo.

-Oye, Sasuke.

-¿Qué?

-He escuchado a varias niñas decir que eres guapo.

-Hum.

-Y creo que tienen razón.

-¿Eh? –se sonrojó levemente

-Sí, es que viéndote bien creo que tienes una cara bonita.

-Soy un chico, así que no me agrada mucho eso de que me digas bonito. Ahh…

-¿Qué pasa?

-Ahora que lo mencionaste –se rascó una mejilla con vergüenza-, siempre he pensado que tienes ojos bonitos.

-¿Uh? –ahora fue su turno de sonrojarse- E-Eso deberías decírselo a alguna niña, ¿no?

-… No me gustan los ojos de esas niñas molestas.

Se observaron con timidez y un ligero carmín en sus rostros. De pronto Naruto se inclinó y depositó un suave beso en la mejilla de su amigo, el cual abrió los ojos de sobremanera y lo observó con sorpresa.

-¿P-Por qué hiciste… eso?

-Leí en una revista de mi kaa-chan que se le dan besos a la persona que uno quiere. Y yo… a ti…

Sasuke hizo un ligero puchero, desvió la cara y, con la vergüenza aún marcada en su rostro, entrelazó una mano con la del rubio. Naruto se impresionó por tal gesto y sonrió con alegría, presentando también un sonrojo bastante notable.

 

Ninguno de los dos se dio cuenta, pero toda la escena fue presenciada por Uchiha Fugaku, el padre de Sasuke. Tiempo atrás había conocido a los padres del pequeño con quien su hijo pasaba la mayor parte del tiempo y le simpatizaron bastante. Sin embargo ahora tendría que hablar seriamente con ellos sobre lo que estaba ocurriendo con los niños. Lo mejor sería ponerle un alto antes de que esos chicos crecieran y complicaran su situación.

 

Pasó un mes de aquello. Naruto notaba bastante raro a su amigo, estaba más serio de lo usual. A veces cuando creía que nadie lo observaba, su mirada se tornaba triste.

-Sasuke –llamó Naruto al final de las clases. Ambos iban rumbo a sus casas

-¿Qué?

-Dime qué te sucede –agachó la cabeza-. No me gusta verte así.

El Uchiha lo miró y soltó un hondo suspiro. Ya no podía darle más vueltas a ese asunto.

-Naruto… voy a irme al extranjero.

-¿Eh?

-Sí… Mis padres quieren que vaya a estudiar a Estados Unidos, no sé por qué.

-P-Pero… ¡No puedes irte! –lo sujetó de la camiseta

-No quiero hacerlo… Pero ellos dicen que es necesario y que es lo mejor para mí.

-Si te vas lejos… ¿qué pasará con nosotros? Eres mi mejor amigo… No quiero perderte.

En ese momento Sasuke se odió a sí mismo por ser la causa del rostro tan triste del rubio. No había querido decirle nada porque ya intuía que reaccionaría de esa manera, sin embargo sería peor si se marchaba sin decir una sola palabra.

-Esto es algo que no puedo evitar, usuratonkachi, no importa cuánto me queje o proteste. Aunque no significa que jamás volveremos a vernos, ¿cierto? –le sonrió levemente, aunque se notaba la tristeza

-Supongo… que tienes razón.

 

Llegó el día de la partida de Sasuke. Dado que había clases, Naruto fue a escondidas a casa del moreno antes de que se marchara al aeropuerto. Lanzó una piedra a la ventana de su amigo, quien se asomó y al verlo bajó de inmediato.

-¿Qué haces aquí, dobe? Creí que estarías en la escuela.

-Tenía que venir –hizo un puchero-, ya que no sé cuándo vuelva a verte, idiota. ¿Vas a extrañarme?

-Al contrario, descansaré de tu escandalosa presencia.

-¡Teme!

-Es una broma, cálmate. Sí… te extrañaré. Sobre todo me preocupa por cómo le harás en las clases de Matemáticas sin mí.

-Sólo piensas en eso, tonto.

Los ojos azules de Naruto se llenaron de lágrimas. Él quería despedirse con una gran sonrisa, pero era más difícil de lo que creyó. El moreno le sujetó de las mejillas y se acercó a su rostro hasta depositarle un suave beso en los labios. El rostro del rubio se puso totalmente rojo, mientras que el del ojinegro tenía un ligero carmín.

-Sa-Sasuke…

-Mi hermano me dijo que un beso así sólo se le da a la persona que más quieras.

-P-Pero creí que… los novios eran los que… bueno…

-Itachi también me dijo que el primer beso era muy importante, por eso pensé que la única persona con la que quería compartirlo eres tú.

Todavía rojo, Naruto rió ante su explicación; asintió y luego se abrazó a su amigo con fuerza, tratando de contener el llanto, pero fue en vano.

-No llores, dobe –le acarició la cabeza

-Tengo una basura en el ojo –mintió, sollozando

-Ahh, claro. No hagas ninguna tontería.

-Y tú… trata de no ser tan gruñón.

-¡Sasuke! –llamó su madre desde dentro de la casa- ¿Dónde estás?

-Creo que es hora –susurró el aludido

-Sí y yo debo volver a la escuela antes de que descubran que me escapé.

Se soltaron para contemplarse con tristeza. Naruto se talló los ojos con el brazo y le sonrió de una manera que parecía doler.

-Cuídate mucho, teme. ¡Esfuérzate en tus estudios!

-Tú igual, dobe.

El rubio apretó los puños y esta vez fue él quien le plantó un ligero beso en los labios. Se separaron de golpe y le dio la espalda al tiempo que alzaba el pulgar derecho.

-¡Nos vemos, Sasuke!

-N-Naruto…

 

No le dio tiempo de decir nada más, se fue corriendo lo más rápido que sus piernas se lo permitieron. Al doblar en la esquina, se recargó en una pared y dejó que sus lágrimas fluyeran libremente. Trató de mantenerse fuerte delante de su amigo, pero aquello realmente dolía.

-Nos vemos –sollozó-… teme…

 

Aún de pie afuera de su casa, Sasuke tenía la vista fija sobre el camino por el que el rubio se marchó. Apretó los puños y agachó la cabeza.

-Nos vemos… Naruto.

 

“Mientras cada uno tenga fuertes sentimientos por el otro, un día esos sentimientos los conectarán”

Notas finales:

HIGARY-NOTAS:

Y esto es apenas el primer capítulo chicos, todavía falta mucho más, jeje. Mmm… ¿Debería darles algún avance del siguiente? ¡Sasu-gruñón y Narutito se reencontrarán! XD (Kyuu: Eso es obvio, de lo contrario este fic tendría otro título ¬¬) La frase del final fue dicha por Kyoko en el anime de Skip Beat n.n Espero que esta historia les guste, como dije, es corta, pero la escribí con todo mi esfuerzo ^o^ Como siempre saben que esperaré sus comentarios con dudas, aclaraciones, felicitaciones, golpes, pedradas, jitomatazos, saludos, cebollazos, amenazas, bombas, flores y demás. La próxima semana les traigo el cuarto capítulo de Cómo librarte de un ex novio y en dos semanas la segunda parte de este fic. Se me cuidan mucho y nos leemos pronto, bye byeee!!


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