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:Hospital psiquiátrico Vongola: por DionSan_95

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Notas del fanfic:

hola, aqui les vengo con un segundo fic, muy distinto al primero, este se me ocurrio por estar viendo Mentes en Shock... pero es mas dentro del mundo de katekyo hitman rebron. estan todos los personajes de la serie y el manga asi que los que llegaron solo al anime ALERTA DE SPOILER¡¡¡¡


espero que sea del agrado de los lectores, es una divertida, seria, dramatica historia, sobre lo que puede pasar en un hospital donde los pacientes no estan bien de la cabeza y menos los doctores, en donde las enfermeras y recidentes que comiensan a estudiar si eran personas normales... ya no lo seran mas...

lean y disfrutenla por favor 

Notas del capitulo:

comenzamos con el intento de escape de cierto personaje clave... luego la llegada de los recidentes parece ser como la de todos los años, pero esta tendra algo nuevo, que entre ellos estaran el inutil y futuro heredero de la familia vogola, que por degracia no sabe nada de lo que le espera... ya no puedo decirles mas por favor lean

Hospital psiquiátrico Vongola

 

Capitulo 1: el inútil y el Hitman

 

Los gritos se podían escuchar por todo el lugar, la oscuridad no dejaba ver muy bien lo que pasaba, las sombras de una persona siendo torturada hasta que todo se volvió silencio…

 

- escapo de nuevo… - varios pasos fueron rodeándolo sin saberlo, una vez que los escucho salio corriendo. Si lo atrapaban no volvería a la misma sucia celda sin antes un buen castigo que lo dejara marcado, así como el accidente de su ojo…

 

Sus pies descalzos le pedían piedad, pero este no se detenía, tal vez por el efecto de tantas drogas ya casi no sentía dolor… lo único bueno es que sus compañeros ya habían salido del sitio, vio por la ventana como Chikusa volteaba asegurándose de que los siguiera, pero los único que logro ver fue como su mejor amigo era rodeado por esos hombres de blanco…

 

- ¡Mukuro! – grito Ken, el de lentes para evitar que le hicieran caso le tapo la boca y se tiro al suelo.

 

- tenemos que salir… -

 

- pero Mukuro – este entendió lo que quería decir el mayor, debían abandonarlo si querían salir de allí – no, lo torturaran -

 

- el lo sabe – trago saliva seca, dudando de si regresar… pero ya era muy tarde.

 

 

-.-

 

 

Los otros hombre le habían dado un buen sedante, lo que no parecía funcionar como se quería por que el joven seguía estando conciente… fijo sus ojos bicolor en la figura oscura que se habría paso entre los enfermeros que lo tenían apresado con una de esas odiosas camisas de fuerza…

 

- ¿otra vez? Parecieras no cansarte… paciente 65 – la sonrisa que le mostraba el hombre de sombrero jamás le agrado, era arrogante, creyéndose superior a el cuando no lo era.

 

- tengo nombre, y es Rokudo Mukuro… - aseguro mientras dejaba ver su heterocromía, un ojo azul y otro rojo… unos de los pacientes mas misteriosos y peligrosos del hospital psiquiátrico.

 

- mataste a dos guardias, te llamare por tu nombre cuando lo merezcas – apunto bastante serio – sabes que es lo que pasa cuando se trata de escapar de aquí ¿verdad? -

 

- si Reborn… pero escucha bien esto, no bajes tu guardia, por que en cualquier momento puedo acabar con toda Vongola -  no tenia miedo de lo que pudieran hacer, lo que demostraba con una sonrisa siniestra que molestaba al pelinegro.

 

- llévenselo – los hombres le hicieron caso y llevaron al joven que no ponía la mas minima resistencia.

 

Las amenazas no le importaban, el sabia como manejarlas, después de todo jamás bajaba su guardia, ya que para un ex asesino es bastante sencillo defenderse… el problema es que cuando le pidieron atender esa sección de pacientes fuera de control, le prohibieron el lastimarlos. Lo que para su des fortuna es demasiado difícil… no era su naturaleza andar por allí teniendo compasión.

 

 

-.-

 

 

- ¿todo el grupo esta completo? – pregunto una peli azul, bastante estresada con tantos residentes nuevos.

 

Pero no todos estaban allí, de hecho un castaño corría lo más rápido posible para poder llegar a tiempo a sus clases de campo, jamás creyó que lo aceptaran en algún hospital para comenzar su segundo año de medicina. Pero allí estaba, la suerte siempre parecía sonreírle, primero había entrado a la universidad con una misteriosa beca de medicina, aun que sabia que no era lo suyo, no tenía suficientes notas para tomar otro camino…

 

Y allí estaba, su primer día y llegaba tarde. Pero los accidentes no terminan allí, no solo era el comienzo… pues con su carrera no logro ver bien al camino y al parecer había un doctor concentrado demasiado en sus notas que no lo vio, así que la fuerza de peso se izo inminente: los cuerpos se atraen por su gravedad…

 

Papeles salieron volando, pero eso no fue lo único que saldría arruinado. Justo en sima de el estaba el mayor con una bata blanca, y sus ojos azul metálico posados con molestia en el castaño.

 

- lo siento – apunto inocente. Pero eso no valió como disculpa para el cansado y fatigado moreno que había estado trabajando toda la noche anterior, no había dormido nada y lo pero del caso que no tenia muy buen humor cuando estaba descansado… Cuándo estaba amanecido era como tentar al demonio…

 

Sus ojeras eran enormes y sus ojos solo miraban con ganas de matar al que estaba debajo de el. Sujeto el cuello del suéter que llevaba puesto y lo acerco a el.

 

- detesto a los herbívoros entupidos que no se fijan por donde caminar – saco de un bolsillo de su bata lo que parecía una inyectadota, y nuestro castillo se volvió pálido al ver la amenazadora arma.

 

- !!!HIII¡¡¡¡ - lloriqueo el mas bajito

 

- parecieras necesitar algo para tu coordinación, un poco de drogas no te caería mal – en realidad pretendía anestesiarlo y así no tener que preocupar el resto del personal con alguien tan torpe como el. Si era un cínico.

 

Pero antes de que el menor sintiera la puyada, un peso callo muerto sobre su pecho. Abrió los ojos un poco recuperado del susto y lo que vio era al mismo aterrador doctor durmiendo muy placidamente sobre el…

 

- ¡¿pero que?! – Se dijo alarmado – “¿en que clase de lugar me he venido a meter?” – que un doctor te amenace con puyarte como un enfermo y luego se quede dormido…

 

Y es que el mayor se sentía bastante cansado, para suerte de la victima.

 

 

- pobre chico. Se llevo un gran susto – sonrío ante la cámara de seguridad.

 

- si, digamos que no tuvo un buen comienzo – apunto divertido el mayor de los dos. Un viejo de mirada apacible se levanto de su silla y se paro frente al apacible peli negro que se reía de la escena.

 

- temo tener que pedirte otro favor, cuando ya estas tan ocupado con el primero que aceptaste -

- para mi hacerle un favor a usted o a la querida Luce es solo una orden que cumpliré con gusto – dijo con toda sinceridad.

 

- entonces supongo que no tendrás ningún inconveniente de cuidar de mi futuro heredero – el viejo le sonrío tratando de que aceptara su propuesta a pesar de que sabia que era algo mas difícil que ocuparse de la sección de los pacientes de alto riesgo – necesito que entrenes a Tsunayoshi, para que se encargue del hospital -

 

Reborn alzo una ceja y miro de soslayo a la cámara que aparecía un asustado castaño que trataba de quitarse de encima al recién muerto doctor.

 

- no me estarás diciendo que ese debilucho inútil será tu sucesor – el mayor asintió, muy seguro de su decisión.

 

- puede parecer algo descuidado, pero el será lo mejor para este lugar -

 

Reborn suspiro, por que aceptaba ser niñero de estos chicos problemáticos, así ya se acordaba, por que le debía mas de un favor al gran anciano, su maestro, su buen amigo, aun que estaba seguro de que el no se molestaría por negarse. Pero Reborn tenía su orgullo…

 

- es un verdadero inútil, tendré que hacer muchos arreglos – dijo resignado.

 

 

-.-

 

 

Fue bastante difícil, pero llego a tiempo de ver la instrucción… y todo gracias a un tipo con peinado de Yakuza, que arrastro al moreno sin ningún cuidado a quien sabe que lugar… pero ya que importaba eso. Ahora el problema es que su instructora lo regaño por retrazar al grupo y no hubo excusa que valiera.

 

Allí estaba, con mitad de grupo de residentes que lo detestaban por ser tan inútil y la otra mitad riéndose de el por la misma razón. Después de todo el no era alguien que pudiera hacer amigos con facilidad, en realidad el simplemente no podía hacer amigos, nunca tuvo… era un inútil en todo el sentido de la palabra. Si así era Tsunayoshi Sawada.

 

- les mostrare los almacenes donde guardamos los medicamentos y materiales que usamos en los pacientes – Lal Mirch, como se llamaba la ruda instructora, los guiaba a paso rápido por las instalaciones…

Estaba bastante molesta, claro por que era la única que estaba libre por ese día tenían que dejarle a los novatos, se aprovechaban de su tiempo, y lo detestaba… pero lo que odiaba mas que eso, era las caras de bebes con mocos a fuera y saliva en el labio que tenían los residentes, en especial ese tal Sawada.

 

- bien esto es todo por este momento, ya es hora de almorzar para ustedes y los pacientes, así se podrán relacionarse con ellos y que se acostumbren a ellos - todos los ruidosos y emocionados jóvenes estaban hablando, alguno de lo bien preparados que estaban y lo impaciente que estaban por atender a las personas y otros de que detestaban este lugar. Pero eso a Lal Mirch le importaba un pepino y exploto fácilmente – y cállense que no están en un preescolar – todos se callaron al instante y siguieron su camino a la cafetería.

 

Tsuna suspiro, como lo imagino el se sentó solo. Igual no había hecho amigos no había hablado con nadie. No se comparaba con el joven alto a las que las chicas trataban de invitar a su mesa… ¡espera! ese mismo chico se acercaba a su mesa con una sonrisa, miro a los lados, pensando que tal vez se sentaría en otro lugar pero.

 

- ¿puedo comer aquí? – pregunto aun con esa sonrisa en la cara, a lo que el menor asintió algo sorprendido. – sabes eres divertido… ¿podemos ser amigos? Me llamo Yamamoto Takeshi – le extendió la mano en forma de saludo, a lo que este le respondió.

 

- yo soy… -

 

- Sawada Tsunayoshi, lo se, esa instructora casi grito tu nombre… - parecía ser bastante agradable. – Sabes si no fuera por ti también hubieran notado que llegue tarde, te lo agradezco – claro el fue regañado e humillado, peo el mayor se salvo.

 

Estuvieron hablando un buen rato, hasta que un estruendo llamo la atención de los residentes.

 

- eres un creído por que viniste aquí recomendado, pero residentes como tu merecen saber su sitio – los dos chicos se acercaron al tumulto. Donde se podía observar una pelea.

 

Al parecer tres estudiantes de años superiores se metían con un rebelde recién ingresado al igual que ellos.

 

- ustedes parecen ser los locos, deberían ser tratados aquí – el mas bajo de la pelea sonreía con auto suficiencia aun que llevaba bastantes heridas encima. Enfoco sus ojos verdes en los inútiles que lo seguían.

 

- nos las pagaras – y como hombres bárbaros fueron todos tras el único atacante.

 

Aun que el ojiverde podía con todos a la vez, ninguno de los golpes le llego… justo en frente de el un moreno de ojos ámbar había golpeado a los tres idiotas dejándolos en el piso.

 

- no es justo, tres contra uno… pero tal ves yo y mi amigo podamos emparejar esto ¿no es así Tsuna? – el castaño parpadeo sin poder creer lo que veía, no, el no era de estar peleando. Le darían una paliza si solo intentaba acercarse.

 

- yo no -

 

- no necesito ayuda de nadie – se adelanto el peli plateado. Y en menos de un minuto la lucha se volvió de tres contra tres, el chico rebelde le había torcido un brazo a uno de ellos y patio sus partes, no se volvió a levantar después de eso. Yamamoto le había sacado el aire y un codazo en la nuca, dejándolo inconciente, pero el tercero había perseguido al castaño, y este solo lo esquivo…

 

- no te escaparas – el hombre era el doble de tamaño del menor, lo que le era una gran desventaja. Pero él no sabia ni matar una mosca ¿Cómo podía encargarse de alguien como lo era ese monstruo? Para colmo pareció tropezarse con sus propios pies y caer de espalda. Ya lo tenía. Tsuna solo cerró los ojos y extendió la mano a la cara del mayor, en defensa.

 

A lo lejos de la escena un moreno sonrío y con una cerbatana entre sus labios disparo en dirección del cuello del mastodonte.

 

- un poco de ayuda no te vendría mal Tsuna, pero será mejor que no te acostumbres - 

 

Todos exclamaron con sorpresa, el debilucho residente que había llegado tarde, había vencido con la mano abierta a uno de los hombres más grande del lugar. Tsuna abrió los ojos sorprendido al escuchar los aplausos y se encontró con la mirada de todos concentrada en él.

 

- Tsuna, excelente eres de cuidado – le dijo Yamamoto con una sonrisa, mientras lo ayudaba a levantarse.

 

- tengo que admitir que eso fue increíble, solo con una mano es bastante difícil – el que inicio el problema se apareció con brazos cursados a alagar al castaño para luego extenderle la mano – me llamo Gokudera Hayato y será un placer ser amigo de alguien como tu – Tsuna sonrío nervioso, después de todo no parecía contento para nada, le extendió su mano en cortesía y pudo notar sus múltiples anillos, parecía mas bien un mafioso con esa actitud y esa tan extravagante vestimenta.

 

- em, gracias, Tsunayoshi Sawada -

 

Gokudera pareció reaccionar a ese nombre…

 

- eres Sawada, será aun mas un placer estar a su servicios – de repente su mirada se ilumino. Sujeto emocionado ambas manos de Tsuna. Lo que dejo aun mas concertado al castaño.

 

- bueno excelente mientras más amigos somos mejor – apunto Yamamoto con una sonrisa bastante amplia.

 

- ¿quien te metió en este paquete? Nunca dije ser amigo tuyo – le respondió el ojiverde. A la defensiva.

 

- pero yo soy amigo de Tsuna, y si eres amigo de el también eres amigo mío – no quería que el recién llegado lo sacara del grupo. Especialmente cuando el llego primero.

 

Luego eso se convirtió en una pelea infantil. Que Tsuna jamás entendió.

 

- eso es absurdo, celebrar una pelea, eso es solo de monos – escucho decir a una chica – Kyoko no te acerques a ellos – volvió a decir la misma chica.

 

De repente a Tsuna le vino un flechazo, cuando vio salir entre las personas a una linda chica a de cabellos corto y tono naranja, lindos ojos claros y sonrisa tímida.

 

- ¿esto te pertenece? – pregunto muy tranquilamente al castaño, pareció devolverle un anillo…

 

- ah… a gracias – logro decir entre tartamudeos, ese era el anillo de su familia, dios ni siquiera se dio cuanta cuando se le callo.

- de nada… me llamo Kyoko Sasagawa, un gusto Tsuna – la chica era bonita y Tsuna le agrado.

 

Para ser su primer día, no le fue tan mal. Había hecho de manera totalmente inesperada, y sin quererlo en realidad, amigos que parecían ser buenos. Había sobrevivido a una pelea de manera inesperada, y los chicos que lo detestaban le habían aclamado por eso… y lo mejor es que había conocido a una linda chica.

 

- muy bien, Sawada, el primer paso es tener personas que te puedan respaldar… el siguiente paso es el verdaderamente difícil, soportar mis lecciones – Reborn sonrío de nuevo y acaricio a un camaleón que se posaba en su hombro – esto será interesante ¿verdad León? -

 

 

Continuara…                

 

                   

Notas finales:

espero que les ayan gustado este fic, y todo depende de ustedes si quieren ver la continuacion. asi que ya saben lo que tienen que hacer... asi que espero con ancias su respuestas mientras que continuo con mi otro fic de katekyo hitman reborn...

 

chao ^_^


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