-Me estoy volviendo loco- decía Naruto Usumaki mientras entraba al auto y cerraba de un portazo- ¿Por qué deje que me convencieras? Detesto los cócteles. No, no los detesto, los odio.
-¿Quieres o no quieres tener un niño?- Suspiro Sai Uchiha, arrancando a toda velocidad.
-Claro que sí, desesperadamente, noto que envejezco a cada segundo, a este ritmo ya no seré capaz de tener un hijo- dijo el rubio con desesperación.
-No exageres Naruto, solo tienes veinticinco años
- Tú te ríes porque ya tienes una hija, pero de todos los donceles que estudiamos juntos yo soy el único sin hijos. Aun así casarme con un extraño me parece un poco excesivo. Como el año pasado cuando me convenciste para…
- ¡Yo no sabía que Kiba trabajaba en el circo! Además eso fue el año pasado- sonrió Sai – Pero mi hermano es perfecto. Mi padre insiste en que debe casarse si quiere ser socio del bufete y Sasuke ha querido ser socio desde que estaba estudiando.
- ¿Y por eso va a casarse conmigo?
- Pues claro. Aun que Sasuke no quiere casarse.
- ¿Entonces?
- Tú quieres tener un hijo, pero sabes que para la dirección del colegio del cual eres profesor, es inaceptable tener trabajando a un doncel embarazado que no esté casado. Y después de soportar al idiota de tu ex prometido, no tienes el más mínimo interés en iniciar otra relación. Mi hermano tampoco está interesado en un esposo de verdad, así que solo sería un matrimonio de conveniencia. Los dos conseguirían lo que quieren y todos contentos. Soy genial ¿no?
Naruto sabía que era un doncel un tanto excesivo. Podía comerse toda una caja de chocolates o no los tocaba. Lo había intentado varias veces, pero la moderación no iba con él. Casarse con el hermano de Sai era una locura, pero desde su punto de vista se estaba quedando sin tiempo.
-¿El soltero más deseado de Japón no tiene pareja? Además, por lo que he oído no es mi tipo.
-Es un poco estirado. Un tanto conservador. La verdad, aun que lo quiero mucho, reconozco que es un poco pesado. Pero tiene dinero, no eructa en público, eso es algo muy importante ¿no lo crees?- los dos donceles sonrieron ante este comentario-y por supuesto sale con un doncel: Neji Hyuga. Ese trepador quiere casarse con él. Si hasta puedo ver el signo de Yenes en sus ojos cada vez que lo mira.
- Yo no estoy interesado en su dinero- sonrió Naruto – Con mi sueldo de profesor y el fideicomiso que me dejaron mis abuelos, vivo muy cómodamente. Y por supuesto podría cuidar yo solo a mi hijo.
- Eso es mi independiente amigo. Me alegra que estés de acuerdo.
- No estoy de acuerdo…
- Y el hecho de que sean tan diferentes… eso es lo bueno. No corres peligro de perder la cabeza porque Sasuke no es tu tipo. Aunque… ¿Cómo sabes cuál es tu tipo, si no has tenido ni una relación desde lo que paso con Sasori?
Naruto dejo escapar un enorme suspiro.
-Cuando Sasori me abandono estuve a punto de morirme.
- Tu ex prometido debería ganarse el premio al imbécil del siglo. Pero con Sasuke no vas a tener una relación. Es un simple acuerdo, les ira de maravilla, ya lo veras.
- Habrá que firmar algún tipo de contrato ante un notario. Y no podrá pedir la custodia del niño.
- No se… mi hermano nunca ha querido casarse, supongo que tampoco debe querer hijos. Pero es estupendo con Akane, estoy seguro que sería un buen padre.
- No pienso meterme en una batalla por la custodia de mi hijo- dijo Naruto – Tenía nueve años cuando mis padres se divorciaron. A partir de ahí, Deidara y yo tuvimos que ir de una casa a otra con varias madrastra que solo querían libarse de nosotros.
- Que Deidara redacte el acuerdo, para eso es abogado. Y que lo redacte con las condiciones que tú quieras.
- Eso lo tengo muy claro- murmuro mientras trataba de arreglarse su sedoso aun que indomable cabello rubio- La verdad, el tan solo pensar en las reuniones sociales a las que me obligaría un matrimonio con tu hermano, me pone enfermo.
- ¿Eh?
Sai detuvo el auto en el estacionamiento de bufete Uchiha.
- Ya sabes a que me refiero. Los dos hemos crecido en una familia de abogados. Y yo detesto estas reuniones en las que tienes que ser amable con todo el mundo para medrar*. De hecho, no puedo creer que me hayas convencido para venir, llevo cinco hermosos años evitando todo esto, desde que Sasori se fue.
- Es una gran oportunidad para observar a Sasuke. Lo sé. Las reuniones sociales son una lata, pero ¿tanto para abandonar la idea de tener un hijo? Porque cariño, ya has agotado todas las posibilidades.
Naruto recordó todas las opciones que había considerado desde que decidió que quería tener un hijo:
1.- El banco de esperma. Pero no confiaba en las pruebas médicas que le hacían a los candidatos y tenía miedo de perder su trabajo.
2.- La adopción. La gran lista de espera.
3.- Un encuentro casual. Demasiados riesgos de salud.
4.- Encontrar a hombre de su vida. Poco probable.
¿De verdad quería dejar pasar la única oportunidad segura que se le presentaba de al fin poder tener un hijo?
Un matrimonio temporal con un hombre atractivo y si ataduras… Sai tenía razón. Tenía dos años dándole vueltas a la idea y no había conseguido nada. Estaba desesperado.
Llegarían a un acuerdo amistoso, se dijo. Firmarían un acuerdo de separación de bienes; Sasuke aceptaría renunciar a la patria potestad y el no tocaría su dinero.
-En fin esperemos que no sea otro desastre. He comprado unos videos sobre modificación del comportamiento para personas como yo, con tendencia a todo o nada.
- ¿En serio?-sonreía Sai mientras subían en el elevador.
- Es evidente que las necesito. Son como un seguro.
- Hoy puedes ver a Sasuke con tus propios ojos. Además tienes una semana de vacaciones, así que es el momento ideal.
- No se… - decía Naruto indeciso mientras el elevador se detenía.
- Todo saldrá bien. Confía en mí- con una sonrisa Sai abría la puerta de la sala de juntas la cual había sido arreglada para la ocasión.
- ¿Donde está Akane?
- Ha ido con Gaa-chan a tomar un helado, pero vendrá enseguida.
- Los esperare aquí- decía Naru.
- Tonterías. Has venido a conocer a mi hermano, tu futuro marido, el futuro padre de tu hijo- dejo Sai señalando con el dedo.
Naruto observo a un hombre muy alto, de piel blanca, cabello negro, vestido con un elegante traje. En definitiva un verdadero sueño.
-¿Quieres que me case con él? ¿Con ese hombre?, estas completamente loco.
- Vamos Naru, él no tiene la culpa de ser como es. Quieres tener un hijo guapo, ¿no?
- Solo quiero tener un hijo sano- replicó.
Pero debía admitir que unos buenos genes nunca estaban de más. ¿Siendo honesto qué doncel en su sano juicio no querría tener un hijo con semejante hombre?
-Tiene facha de ser muy estirado. Pero supongo que esas facciones y ese color de pelo… en un bebé regordete quedarían de maravilla.
- No lo dudes.
Naruto miro entonces al doncel que estaba a su lado.
- Nefy, supongo.
- En realidad se llama Neji: el trepador.
Naruto observo al doncel: Alto, un largo pelo café, sofisticado, frio, guapo. Razones suficientes para odiarlo. Pero no tanto para quitarle al novio.
¿Debía hacerle caso a su amigo o era mejor esperar a conocer al hombre de su vida?, se pregunto confundido. Ojala recibiera una señal divina…
En ese momento un hombre se acerco a Sasuke, el cual después de pedir una disculpa a su acompañante, lo siguió a un despacho.
- Vamos quiero que presentes a mi rival.
- Buena idea.
Estaban a punto cruzar una pared de plantas que los separaba del peli café cuando vieron a la hija de Sai, que había entrado corriendo por otra puerta y se acercaba a Neji.
- Hola señorito Uga. Mi papá y yo acabamos de llegar- dijo la niña- ¿Dónde está mi tío Sasuke?
- Mi apellido es Hyuga, mocosa tonta- dijo molesto- Y deja en paz a tu tío, está muy ocupado para estar perdiendo el tiempo contigo.
- Eres malo –decía la niña haciendo un puchero- y se lo voy a decir a mi tío.
- Eres una niña estúpida, si tuvieras una pizca de inteligencia, tendrías mucho cuidado con lo que dices, porque yo voy a ser tu tío dentro de poco.
Sai gimió molesto ante las insultantes palabras dirigidas a su hija.
-Perdona un momento, voy a defender a mi hija.
Naruto miro a cielo. La pobre niña podía despedirse de su tío Sasuke si se casaba con aquel monstruo. Y él no entendería nada. Los varones a veces pueden ser muy tontos…
Había pedido una señal. Pues ya la tenía.
Salvaría a Akane y a toda la familia Uchiha del diabólico Nefy.
Se casaría con Sasuke Uchiha.
Y entonces por fin, tendría un hijo.
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*Medrar: Mejorar una persona en su posición social y económica