Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

QUIERO HUIR DE TI por Evel Mestra

[Reviews - 727]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

ADVERTENCIAS
Lemon, violación, chan, muerte de un personaje
AU (Universo Alterno)
Rated MA
OoC

*
DISCLAIMER
Naruto y sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto
*
Visita el video del fic
Click aquí

Notas del capitulo:

Ok, una historia más de vampiros, pero siempre quise escribir algo así. No me gusta Crepúsculo ni ninguna de esas cursilerías, pero me fascinan los vampiros ¿a alguien no?.. y un Sasuke con colmillos es tan sexy... en fin. 


La clasificación de este fic es para Mayores de 18 años. Pero no puedo entrar al fic cuando la coloco, así que lo dejé para mayores de 16. Aún así cumplo con informarles.


¡Espero les guste!

 

QUIERO HUIR DE TI

KAPITEL I

*

 

 

 

 

Era una habitación lujosa, decorada al estilo clásico. Enormes ventanales adornaban las paredes, pero no se podía distinguir el exterior pues estaban cubiertos por pesadas cortinas. Unos cuantos muebles de roble ataviaban las esquinas y el resto de espacio estaba ocupado por ornamentos refinados, con cuadros de marcos labrados que sugerían el buen gusto del poseedor. Una araña de cristal colgaba al centro de la estancia, la iluminación era tenue, pero suficiente para distinguir dos cuerpos que se retorcían en el centro de la fina cama, cuyo dosel se mecía al compás de los movimientos del vampiro.

 

 

 

Un chico rubio gemía descontrolado aferrándose a las sábanas de seda, recibiendo una tras otra las embestidas insaciables de su acompañante.

 

 

 

—Abre más las piernas —exigió el mayor jadeando. El otro obediente recostó la espalda en el suave colchón exponiendo aún más su entrada, la cual fue rápidamente penetrada por el vampiro, quien subió las piernas del chico a sus hombros y continuó con las embestidas cada vez más rápidas.

 

 

 

—Ahhhh ¡más fuerte! Ahhh... —gemía el más joven disfrutando aquello que para él era un acto de entrega total, sabiendo que para el otro solo era un desfogue sobre ese cuerpo que le pertenecía desde siempre. El vampiro sabía dónde y cómo tocar para que el menor llegara al cielo; una, dos, tres veces y más su miembro golpeaba el punto de mayor placer del rubio que gemía debajo suyo contorneándose sin tener idea el torrente de sensaciones que provocaban sobre el otro su voz, sus movimientos, sus suspiros, incluso sus arrebatos.

 

 

 

Naruto disfrutaba como siempre el acto de unión con el hombre por el cual estuvo dispuesto a darlo todo, porque sería la última vez que lo vería arriba suyo poseyéndolo y reclamándolo. Quería grabarse todos los gestos de Sasuke, imaginándose que ese amor era correspondido y que no eran amo y siervo, dueño y dominado. El vampiro se dio cuenta que estaba distraído por lo que tomó su miembro y comenzó a masturbarlo a la par de las embestidas, provocando en el menor la imposibilidad de pensar en algo más que no fuera en él y en ese momento.

 

 

 

—Ahhh ¡más rápido! 

 

 

 

—Ahmm… que exquisito... eres rubio. —Las penetraciones se volvieron más rápidas y Sasuke sintió llegar el clímax. En ese momento sus ojos se tornaron color carmesí y ante la mirada nublada de placer del otro clavó sus colmillos sobre el moreno cuello, sin preparación ni aviso. Las estocadas superficiales se alternaban con las succiones ansiosas del mayor, quien saciaba su sed de manera casi desesperada, como un animal alimentándose de su presa después de días de escasez. La sangre de Naruto fluía desde su cuello hasta la boca de Sasuke, pecibiendo el olor metálico que antes odiaba y aprendió a aceptar por la fuerza de la costumbre. Sintió la conexión entre su cuerpo y el del vampiro, ahora unidos de forma completa por carne y sangre, sintió pertenecerle hasta lo más profundo de su alma y se lamentó por ello, por ese amor que lo quemaba por dentro y que le obligaba a permanecer a su lado, aún cuando todo fuera un sueño unilateral. Se odió por ser tan masoquista de querer estar así siempre sintiéndolo dentro, sintiéndolo saciarse de él, extrayéndole la vida y la fuerza que le quedaban, robándole sus mejores años, sus suspiros y deseos. Cerró los ojos y se permitió disfrutar de ello por última vez, porque no caería de nuevo.

 

 

 

Pronto llegó al orgasmo, sus ojos se velaron de placer y soltó su esencia sobre el mayor, quien gimió profundamente ante la presión de la entrada del rubio sobre su miembro. Se escuchó un jadeo ronco dentro de la habitación y Sasuke se corrió al tiempo que sacaba sus colmillos y pasaba su lengua por la zona herida deteniendo el fluir de la sangre.

 

 

 

Arrojó su peso sobre la cama, tapando a ambos con la sábana, después de unos momentos solo se escuchaban dos respiraciones cada vez más acompasadas. Entonces Sasuke movió su mano despacio hacia el rostro de Naruto en una caricia muda y suave, pasando sus dedos por esas marcas características que lo hacían parecer un zorro. Sintió un fuego en su pecho pero se permitió ignorarlo, luego dio la espalda al chico para hundirse en el sueño.

 

 

 

Y Naruto lo odió con todo su corazón. Porque sus ojos estaban cerrados pero seguía despierto. Tuvo miedo, miedo de que esa caricia minara su determinación, lo odió por darle migajas de esperanza cada vez que lo creía todo perdido, se odió a sí mismo por alimentar ilusiones de un acto tan simple como una caricia, odió las lágrimas que amenazaban con salir, y odió las noches de llanto pensando en el otro. Entonces supo que no podía perder más tiempo, tenía que irse de allí pronto, antes de que su debilidad le ganara a su decisión.

 

 

 

Esperó que Sasuke estuviera profundamente dormido y salió de la habitación como lo había hecho tantas veces, pensando que al otro le daba igual si estaba en su cama al despertar. Fue directo a su habitación donde la maleta estaba preparada. Luego tomó sus pertenencias y salió de aquella mansión; afuera había un sol resplandeciente, señal de que todos los vampiros de la mansión estaban descansando. Él era libre para salir en el día, pero no podía alejarse por muchas horas de ese lugar, sonrió con tristeza al saber que esta vez se alejaría para siempre.

 

 

 

 

 

* * *

 

 

 

 

 

Ya hace algunas horas había abandonado Düsseldorf. No sabía dónde viviría pero no le importaba, a pesar de que tenía el pecho apretado se sentía a la vez increíblemente liberado.

 

 

 

Desde temprana edad supo que su destino era ser sklave* de los Uchiha. No sabía nada de sus verdaderos padres ni de su historia y nadie se había molestado en explicarle nada, en su infancia vivió en una de las residencias cercanas a la familia y tuvo la crianza de cualquier humano normal, fue al colegio, tuvo amigos  y una mujer que lo crió como un hijo. No tenía muchos recuerdos de sus primeros años de vida pero ¿quién los tiene? Aún así, una vez al mes tenía que visitar la mansión principal y cenar con el clan Uchiha. Solo a algunos humanos se les daba ese privilegio, aunque él se sentía el más desafortunado de todos por estar en ese oscuro lugar. Una vez al mes lo vestían con su mejor traje y tenía que comportarse de manera refinada, sabiendo que esos momentos se repetirían a diario en el futuro.

 

 

 

Entonces ocurrió, cuando solo tenía doce años fue reclamado por el joven mimado y engreído del clan Uchiha como su sklave, así que con resignación comenzó su nueva vida en la mansión principal bajo la tutela del clan vampírico más importante y antiguo del mundo.

 

 

 

Pasó el tiempo con total normalidad hasta que sucedió lo que el rubio más temía: se había enamorado de él. Se enamoró de Sasuke Uchiha, el vampiro más despiadado y cruel de todos, y con ello comenzó su tormento de ver como el otro se saciaba con los cuerpos de incontables hombres y mujeres, como asesinaba a sangre fría a quien lo desafiara. Sintió celos de ver cómo consumía otra sangre que no fuera la suya, de pensar que llegaba al orgasmo con otro que no fuera él, se odió por tener esa clase de pensamientos y por ser solo un objeto para el vampiro. Ninguna palabra de afecto, solo obsesión por su sangre única.

 

 

 

Y ahora huía lejos de todo eso y de los sentimientos que lo atormentaban. Quería empezar de nuevo. Tenía diecisiete años y toda una vida por delante, lo olvidaría a toda costa.

 

 

 

 

 

* * *

 

 

 

 

 

—¿Dónde está? —preguntó el Uchiha con voz amenazante. Estaba en el salón, y frente a él había una fila con unos doce empleados. Junto a él se podía ver a su hermano Itachi, quien lucía una mueca burlona.

 

 

 

—No me digas que se te escapó el rubito —dijo con gracia. Sasuke se giró mirándolo con un destello carmesí en los ojos—. Hermanito, guarda esos colmillos, sabes que Naru es despistado, quizás se quedó dormido…

 

 

 

—¡Y una mierda!, nunca había llegado después de medianoche —dijo con gesto furioso, sin pasar por alto la forma cariñosa en la que su hermano se refería al rubio.

 

 

 

—¿Quieres que mande a alguien a buscarlo?

 

 

 

—Ya mandé a Taka.

 

 

 

—¿Entonces qué hacen todos aquí? —dijo señalando a la servidumbre, todos lucían extremadamente nerviosos.

 

 

 

—Nadie se mueve de aquí hasta que aparezca —dijo Sasuke, quien estaba apoyado a un pilar y miraba el reloj de la pared con insistencia. Itachi se sentó en uno de los sillones de la sala divertido por aquella situación. Pasaron los minutos, que se transformaron en horas. Sasuke se paseaba de un lado a otro de la estancia y los empleados se movían incómodos, pero nadie se atrevía a decir nada ni moverse de su sitio. Itachi seguía con la vista a su hermano.

 

 

 

—Son las cuatro de la madrugada y no hay noticias de Naruto —habló Itachi, rompiendo el silencio y sacando un respingo de más de uno—. Las señales son claras: te abandonó. —Finalizó con una sonrisa de burla.

 

 

 

En una fracción de segundo Sasuke apareció frente a Itachi y lo agarró de la solapa de la camisa, sus ojos tenían un brillo escarlata y su aura se tornó tan amenazante que los que veían la escena se congelaron en su lugar

 

 

 

 

—El no me abandonaría, no puede…

 

 

 

—Si puede, sabes que nunca lo pudiste someter…

 

 

 

—¡Cállate! —dijo respirando con furia, luego soltó a su hermano y dándole la espalda ordenó—, llama a los Akatsuki, vamos a barrer la ciudad…

 

 

 

—Pero... —Iba a replicar pero la mirada de su hermano frenó sus intenciones—; está bien, pero solo podemos contar con algunos, ya sabes que el resto no vendrá si no se trata de algo realmente importante…

 

 

 

—No me interesa, convoca a los que puedas. Y ustedes —Apuntó a la servidumbre—, si regresa enciérrenlo en la mazmorra. —Itachi se subió un poco la camisa mostrando su antebrazo, el cual tenía un pequeño tatuaje de una nube roja con forma de pájaro y lo presionó con fuerza. El tatuaje se tornó negro y unos minutos después entraron en la sala un chico rubio con el pelo amarrado en una coleta, un pelirrojo con piercings en su rostro y un chico de pelo plateado peinado hacia atrás. Todos lucían capas negras con nubes rojas, iguales al tatuaje de Itachi.

 

 

 

—Me imagino que ocurrió algo realmente importante para que nos molestes a esta hora Itachi —dijo el rubio, pasando la lengua por sus labios, de los cuales se podían distinguir rastros de sangre fresca. En un pestañeo Itachi colocó su rostro frente al rubio, con una sonrisa lasciva.

 

 

 

—Pregúntale a mi hermanito los detalles... por mientras —Acercó sus labios a la altura de Deidara—, déjame que te ayude con eso. —Agarró al chico de la nuca y comenzó a lamerle los labios de manera lenta, sacándole un suspiro.

 

 

—Dejen eso para después, par de asquerosos —dijo Hidan con una mueca—. Sasuke, cuéntanos de una vez que diablos pasa.

 

 

 

—Vamos a buscar a Naruto —Su voz no daba espacio a réplicas. El pelirrojo dió un bufido de molestia pero nadie se atrevió a decir nada, después de todo, era un Uchiha y le debían obediencia—: Hidan, tú ve hacia el norte. Deidara, tú barrerás el sur, Pain irás a registrar los alrededores, no se te olvide toda el área cercana al rio Rin, yo me encontraré con Taka en la zona oeste. Itachi, tú te quedarás por si regresa a la mansión.

 

 

 

El vampiro salió de la sala con una velocidad inhumana seguido por el resto de los acompañantes

 

 

 

 

—Sasuke —intervino por primera vez Pain—, ¿puedo preguntarte porqué tanto interés por el chico?

 

 

 

—Porque es mío. —Los rojos ojos del Uchiha refulgieron en la noche, luego cada vampiro tomó su camino, internándose en la oscuridad.

 

 

 

 

 

 ________________________

 

*Sklave en alemán significa siervo o esclavo. Como muchos de ustedes dedujeron, es de quien se alimenta un vampiro. Es el humano favorito de un vampiro, sin embargo no puede alimentarse solamente de éste pues lo mataría (lógicamente). A pesar de que un vampiro se alimenta de otros humanos, ninguno tiene el sabor ni provoca las sensaciones que provoca el sklave

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).