Era de mañana y Minho se iba directo a la escuela, un poco más feliz de lo usual, ¿la causa? Al fin, el chico que lo había traído enamorado, acepto sus sentimientos. Solo de recordarlo, se auto dibujaba una sonrisa en su cara y un leve sonrojo aparecía en sus mejillas.
~Flashback~
-Tae…Taemin, quisiera hablar contigo un momento.-Minho no podía estar más nervioso. Taemin era el chico que más llamaba la atención luego de su mejor amigo Kibum, ¿Cómo confesársele? ¿Cómo decirle que desde ya hace varios meses, el muchacho se sentía estúpidamente atraído por aquel chico de cabellos naranjas y sonrisa angelical?
-¿Qué pasa hyung?- esa palabra, la palabra que hace que un escalofrío recorra su cuerpo, Minho no podía estar más nervioso.- ¿necesita algo?-Minho se quedó observándolo detenidamente, perdido en su mundo de Taeminlandia. -¿HYUNG?! ¡HYUNG! ¡MINHO HYUNG RESPONDA!- Taemin le hacía señas con las manos, pero ni eso despertaba a Minho, la preocupación lo llevo a acercarse demasiado a él, haciendo que el alto pudiera sentir la respiración del chico en sus labios. Cuando al fin reacciono, se sorprendió de la poca distancia a la que el pequeño estaba.
-¡ah, aaah!- Minho salió corriendo, dejando a un Taemin algo confundido. Corrió sin rumbo, hasta donde sus piernas se lo permitieron. Cuando se dio cuenta de que había llegado a su lugar especial, el árbol grande el patio de la escuela. A lo lejos se escuchaba como una vocecita iba perdiendo fuerzas gritando su nombre.- ¡MINHO HYUNG!~- Minho volteo y no pudo evitar sonrojarse al ver a un Taemin cubierto en sudor. ¿Acaso lo siguió hasta aquí para confirmar si estaba bien? O sea que, ¡LE IMPORTABA! –Minho hyung, ¿Por qué corrió y me dejo así? –Minho no podía buscar una respuesta coherente “es que me sentía nervioso al estar cerca de ti, porque me gustas” ¿decirle eso? No, aun no.
-ah, es que, bueno… yo…-Minho se quedó callado y se sentó bajo el gran árbol. Taemin lo imito.
-hyung, ¿Qué era eso de lo que tenía que hablarme?-Minho sintió un nudo en su garganta
-bueno, pues eso… es algo difícil de decir.-volteo su cabeza para que el pequeño no viera su sonrojo. Taemin lo noto y sonrió levemente.
-hyung, ¿quizá es… -Minho quedo callado ¿y si ya se había enterado? ¿Cómo reaccionaría?-que quiere que le pase la tarea? –sus pensamientos colapsaron por un momento, es cierto, ¿cómo podía pensar que el chico se haya dado cuenta? –O tal vez, ¿es que yo le gusto?-Minho se quedó paralizado, volteo a ver la cara de Taemin y este solo sonreía para sí mismo. –Es eso ¿verdad?-el muchacho bajo la cabeza avergonzado y solo asintió.
-sí, si no puedes aceptar mis sentimientos, está bien, yo, entiendo que eres muy popular y muchos te desean, entre ellos yo, pero no cambiaría nada. No te sientas mal por mí, solo quiero que lo sepas.
-es que yo no me siento mal por usted- Minho lo miro a los ojos algo confundido.
-¿a qué te refie…?-no pudo terminar la pregunta, puesto que Taemin había posado sus labios en los del muchacho. Minho, estaba extrañado, pero se dejó llevar por el momento; lo atrajo del cuello e intensifico el beso, haciendo paso en la boca del menor, jugando con su lengua, explorando esa cavidad húmeda y caliente que tanto había deseado. Sin pensarlo, fue recostando a Taemin en el pasto y con sus manos recorría su bello y delgado cuerpo, acariciando sus mejillas. Minho necesitaba del calor del otro, así que llevo una de sus manos a su torso, esperando que el chico hiciera lo mismo. Taemin accedió sin despegarse de la boca de Minho, iba recorriendo su torso, dándose cuenta de lo marcado que estaba. Minho metió una de sus rodillas en la entrepierna de Taemin, rozando con esta su miembro, la falta de oxígeno y la sensación en su parte lo hizo separarse de Minho. Este no pudo evitar pensar que lo había arruinado todo. Taemin se sentó y un poco apenado, bajo su cabeza. Ninguno creía lo que acababa de ocurrir.
-per-perdóname Tae, es que yo… bueno- La cara de Minho parecía un tomate bien rojo, por una parte, le encanto haber tenido ese contacto físico con Su Taemin, pero por otra parte, él fue el causante de aquella incómoda situación. Taemin no pudo evitar sonreír y se acercó al mayor acariciándole su roja mejilla
-hyung, no te sientas mal, en realidad, yo… también he soñado con este momento.
-¿Qué?- Minho se quedó perplejo, o sea, ¿él también tiene los mismos sentimientos?- entonces, yo…-se señaló- yo… ¿Te gusto? –dijo con algo de nervios, ¿y si decía que no?
-mph, ¿qué te dice esto? – el pequeño lo vio con una sonrisa algo picara y se le abalanzo besando sus labios con intensidad y mucha ternura, pedía permiso para jugar con su lengua y Minho acepto. Ahora Taemin estaba arriba y solo lo besaba mientras que con sus manos recorría la bella cara del de abajo. Taemin prosiguió besando su cuello y dejando unas leves marcas, con esto solo conseguía sacarle algunos gemidos al de cabello oscuro. Luego de un rato de besos y caricias, Taemin paro y ambos se reincorporaron.
-Hyung, la verdad es que usted también me gusta desde hace ya mucho tiempo, pero créalo o no, soy muy penoso para acercármele. Espero que acepte mis sentimientos.-Minho no pudo evitar la emoción y lo acorralo en el tronco del árbol, rozaba sus labios con el cuello del menor mientras se dirigía a su boca y depositaba un leve beso.
-entonces, ¿quieres salir conmigo?-la cara de Taemin se ilumino y sonrió, luego beso aquellos labios gruesos para susurrarle un “si”.
~end flashback~
-mi…novio-se dijo a sí mismo en un susurro. Una sonrisa se dibujó en su rostro. No podía dejar de pensar que todo eso era un sueño. –Yo, Choi Minho, soy novio del niño más popular y hermoso de este colegio. ¿Qué se siente Choi Minho? Oh, muy bien, soy tan feliz. –Se hablaba a sí mismo- ¿acaso no es Lee Taemin el niño más tierno y bello que sus ojos hayan visto?
-por supuesto que sí, yeobo, ¡ten eso en cuenta siempre!-Taemin lo había estado siguiendo y no pudo evitar interrumpir su momento a solas.
¡Tae!-Minho lo beso tiernamente.
-¿caminamos juntos a la escuela, novio del niño más guapo del colegio? –Minho asintió y sus manos se entrelazaron hasta llegar a la escuela. La pregunta que rondaba en la cabeza del más alto era, “¿Cómo se lo tomaría Onew?”