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Aparición. por FcircusHye

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Notas del fanfic:

Éste es una historia que también estaba subiendo en mi anterior cuenta como Nithiel, la cuál perdí porque no recuerdo ni la contraseña ni el mail, ahahaha.

Allí nunca la terminé, así que creo que ahora que está terminada puedo subirla entera para que puedan saber lo que sucede.

Cuenta con pocos capítulos y de vez puede ser un poco enredada.

I

 

Entonces observe sus ojos redondos, en medio del gentío caminaba con rapidez y la multitud entorpecía mi vista, sentada ella estaba mirando la nada con sus redondos ojos celestes claro, brillantes como fuego vivo. Mi cuerpo se quedo en aquel lugar como si la fuerza de La Tierra sobre mis pies fuera mayor que en otros instantes, pero es que sus ojos celestes me capturaron cual trampa mortal y es que tenerles una simple descripción sería para mi el más tonto de los pecados, pues pareciese que sus ojos cambiaban de tonalidad con distintos pensamientos, divague. Un golpe hizo mi cuerpo temblar y despegar mi vista de aquella hermosa joven, y sólo había sido la multitud efervescente que caminaba apresurada cuan diablo le persiguiera pero de inmediato sin perder tiempo y con el sentimiento extraño de quizás perderla volví mi vista hacía donde estaba aquella joven. El bus comenzó a moverse y mi cuerpo instantáneamente se movió con el, desechando la idea de perderle. Note su cabello suelto y de un color llamativo, un rojizo vivaz, brillante y sedoso, ondulado caía por sus mejillas y largo hasta perderse de mi vista, llevaba flequillo por sobre su frente y memoricé cada parte de su rostro, sus labios delgados y de un color carmesí, su rostro de armonía perfecto y sus pómulos levemente marcados terminaban en un mentón delineado y delicado. Derepente me di cuenta que corría y sus cejas delgadas se fruncieron, cuando me di cuenta ella observaba directamente hacía mi con expresión confundida, pero un auto se cruzo en mi camino dándome un pequeño empujón en el costado de mis piernas, algo que casi me hacer perder el equilibrio, mi mirada se desvió sólo un segundo, en ese instante cuando apoyaba mi mano para volver a enderezarme, justo en ese instante perdí de vista su hermoso rostro. Mi vista fue a parar al piso como en estado de shock, mi reacción era algo extraña, me sentía impotente como si una revelación hubiera ocurrido frente a mi y yo sólo hubiera cerrado los ojos, comencé a analizar mi propia mente, tratando de encontrar algún indicio de porqué actué así pero me fue imposible, un estremecimiento me recorrió el cuerpo y me di cuenta que alguien sujetaba mi hombro con fuerza, sacudí el rostro tratando de disipar la niebla de confusión que tenía en frente y nuevamente mi cuerpo se volvió a sacudir entonces volví mi rostro hacía aquella persona... 

-¿Elyse? - Decía una voz extrañamente familiar - ¿Estás bien? - me pregunto mientras mis ojos se posaron sobre los de aquella persona y pude observar mi reflejo, un rostro angustiado, el cabello negro desordenado y los ojos marrones llenos de desesperación, tenía una herida en su mejilla derecha y llevaba alrededor de 5 puntos, también un pequeño parche con rastros de sangre sobre mi ceja izquierda.

-Dimitri - enfoqué mis ojos en su rostro, un rostro preocupado y sus ojos negros me observaban suplicantes esperando una respuesta, su piel tersa y blanca hacía resaltar su cabello chocolate y sus ojos negros. Era precisamente mi querido primo y yo apenas reaccionaba. Mi voz sonó como un susurro y bastante ronco

-Elyse, ¿Qué pasa? - exigía con el ceño fruncido

-¿Por qué lo preguntas? - imite su acción frunciendo también el ceño

-Bah, y es que estar corriendo en medio de plena avenida central es muy normal que digamos - su voz se lleno de ironía y preocupación y al fin pude dejar que mis sentidos absorbieran información, las luces de un carro chocaban con nuestros rostros y el ruido molesto de las bocinas se hacía cada vez más fuerte y repetitivo. Me jalo del brazo observando a su alrededor y llevándome hasta la vereda - ¿Cómo estás? - insistió

-Bien, Dimitri - dije tratando de parecer convincente pero él no pareció convencido y suspiro

-Bueno, vamos... te llevaré a casa - dijo arrastrándome con él

Decidí no objetar, de todos modos siempre perdía contra él, además ¿Por qué hacerlo? Si él era el hermano que jamás tuve, él siempre ha sido mi propia salvación.

Caminamos un buen rato hasta llegar hasta su carro que estaba aparcado al lado de una clínica, frunció el ceño y me metió dentro del carro, parecía enojado y claro que lo estaba, le había vuelto a desobedecer.

-Debiste esperarme dentro de la clínica - dijo controlando su voz una vez que estábamos dentro del carro, encendió el motor

-Estaba aburrida - me coloqué el cinturón de seguridad para después acurrucarme en mi rincón

-Pero dije que no demoraría tanto, ¿Por qué tienes que ser tan imprudente? - su voz se lleno de amargura, más de lo que hubiera imaginado, lo observé con sorpresa él jamás se comportaba así, era extraño

-¿Paso algo? - pregunté, él sabía a qué me refería, pero sólo frunció el ceño y su mirada se lleno de dolor

El resto del camino anduvimos en silencio había olvidado lo molesto que se había vuelto el trabestillo en mi mano izquierda, tenía una fractura como le escuché al doctor y tenía suerte de estar viva ya que un pedazo de fierro se había alojado en mis costillas, estuvo a punto de perforarme un pulmón. Debajo de mi delgada blusa estaba llena de rasguños y la herida del fierro, tenía la mayoría del cuerpo cubierto en vendas y por lo que recordaba había pasado alrededor de mes y medio en la clínica aunque según Dimitri me dijo que fueron 3 meses, ya que pase lo restante en coma. Mi realidad era un tanto extraña, sentía que me faltaban muchas cosas y nadie quiso hablarme del accidente que había tenido, ni yo recordaba que había pasado, y peor me sentía vacía y tenía una sensación extraña y fuerte de recordar y de que estaba olvidando algo sumamente importante ¿qué era?... ¿Qué era? Mi cabeza comenzó a doler, presionada por mi obsesión...

-Ya, llegamos - dijo Dimitri sacándome de mis pensamientos, pero aun así estos me absorbían. Abrí la puerta del auto mientras observaba, la casa era grande, de color ladrillo y parecía bastante acogedora

-¿Hablas enserio? ¿Esta es mi casa? - hable con sarcasmo

-Yo claro que si, pero pensé que el doctor no cuando dijo que tu perdida de memoria era bastante grave - por su voz destilaba la amargura - ten - me observó lanzándome las llaves de la casa

-No, estás bromeando - suspire y me hizo un gesto hacía la casa. Camine de forma lenta hacía aquella desconocida casa y de pronto sentía como si los recuerdos los tuviera al alcance de mi mano.

 

II 

 

Abrí la puerta de la casa y observé en silencio, de techo amplio y espacio abierto, a mi costado derecho había un mueble a lo largo de la pared, encima habían varias cosas como objetos pequeños, mariposas hechas de alambre y había un caballo bastante grande hecho en madera me dio la impresión de que faltaban cosas, me sentí confundida. Frente a este mueble había un sillón de color negro grande y alargado frente a una televisión plana, a los costados habían pequeños sofás, arriba del mueble había un cuadro de un lugar nevado y dos personas borrosas de la mano caminaban hacía una cabaña de madera, se distinguían los tonos azules degradados mientras se confundían con unos tonos anaranjados y rojos del atardecer que se observaba detrás de unas grandes montañas, la tristeza me invadió incoherentemente observando el cuadro, mis ojos se llenaron de lágrimas punzando el dolor en mi mejilla y la opresión en el corazón. Las lágrimas corrían libremente mientras mi mirada se dirigía hacía mi costado izquierdo, allí había una mesa de madera color marrón oscuro de unos tres metros y con sillas realmente delicadas de una textura rica, colocada frente a una cocina tipo americana, con aquella pequeña barra y todo lo que trae una cocina y estaba absolutamente segura de que yo apenas había tocado aquel lugar, donde terminaba la cocina había una pequeña puerta donde imaginé que estaba la secadora y la lavadora. Al costado de la cocina y siguiendo la pared había un ventanal gigante que se podía observar desde la entrada, yo caminé hacía aquel ventanal y me di cuenta que las lágrimas que habían cesado hace un momento volvieron angustiantes a mi mientras observaba que cerca del ventanal había un pequeño mueble en el cual estaba el teléfono y un florero que tenía unas lilas, eso no era de allí, no acertaba con mis gustos con aquel color amarillo, fruncí el ceño, molesta y observé el ventanal, y allí había un hermoso jardín con enredaderas por todas partes y había una de esos tipo sillones en los que uno se puede balancear cómodamente y frente a esto algo que parecía una especie de cascada, una pileta hermosa, sin muchas formas y de un color azul oscuro, caía en un estanque del que nacían plantas y formas extrañas, deje el ventanal para volverme hacía mi derecha donde había una escalera de caracol y a la derecha de esta una puerta de la que estaba segura que daba al baño, camine hacía la escalera de caracol...

-Elyse - escuché la voz que Dimitri asustándome y haciendo que mi mano se aferrara al mango de la escalera hecha de metal, suspire

-¿Si? - dije suspirando y volteando hacía él

-Tu maleta está en la entrada, volveré más tarde y me quedaré contigo durante un mes ¿ya? - estaba preocupado observándome y yo sólo asentí

Volteo en dirección hacía la puerta y me quede mirando en aquella dirección hasta que escuché el ruido de la puerta cerrándose. Un suspiro se escapo de entre mis labios y me volví hacía la escalera, comencé a subirla con lentitud, al terminar y llegar al segundo piso, el lugar era amplio, se observaba una cama de dos plazas al centro, atrás de esta había un ventanal y al costado derecho pegado a la pared un escritorio con un notebook encima, siguiendo el camino allí había otro baño, al costado izquierdo había un enorme closet, no parecía hecho para una sola persona. La luz inundaba el lugar y me traía una paz enorme, pero vacía y extraña me sentía en aquel lugar, algo me faltaba, pero qué.

Entonces me recosté sobre aquella enorme cama, me quede inerte y observe el techo blanco notando por primera vez que habían mariposas azules pintadas en el, era un diseño bastante lindo, parecían hechas a mano ¿Quién las habrá hecho? Me pregunte y entonces presa de la confusión me dormí. Creí despertar, pero estaba sentada en una banca de una plaza, y todo me parecía borroso, cayendo en cuenta de que estaba soñando, suspire y observe el extraño cielo, entonces alguien se sentó a mi lado, me gire hacía aquella persona... ¡Oh! Era ella, con su nítido color rojizo y sus hermosos ojos celestes, era lo único claro en mi entero sueño, una de sus manos fue directo hacía mi mejilla y me observaba sonriente como si me conociera de hace años, la tristeza y confusión me inundaron, tenía ganas de llorar y la desesperación se hizo parte de mi alma, aquella hermosa joven me observo preocupada y acarició mi rostro, sentía sus manos suaves y cálidas hasta podía sentir su aroma dulce rodeándome, alimentándome y con prontitud las lágrimas abandonaron mis ojos y cayeron, suaves y desesperadas. La observe acercarse a mi y sentí sus labios sobre los míos, pero fue sólo un instante, algo rápido pero fue tan cálido, tan necesario ¿Por qué? ¿Por qué me sentía así? Entonces se acerco a mi oído...

-Tienes que dejarme ir...

Susurro con dulce voz y sentía que se marchaba, abrí los ojos y la observe caminar, tranquila. Y allí fue cuando desespere, me levante con desesperación y corrí hacía ella.

-¿Quién eres? - pregunte con tristeza y dolor. No me había dado cuenta pero sentía que la pregunta no valía nada, tenía la extraña sensación de que no debía preguntar

-Tú, ya lo sabes - dijo volteando sólo un poco su cuerpo hacía mi

Ahí desperté, confusa y llorando amargamente ¿Por qué lloraba? ¿Quién era ella? Me producía tanto dolor y aún sentía y escuchaba su voz dulce hablándome, por una desconocida sufría y comenzaba a dudar si realmente le conocía ¡Claro! Tenía que conocerla, la había visto aquella misma tarde luego de salir de la clínica y ella me observo, con confusión lo hizo... pero me observo.

 

III

 

-¿Te desperté? - escuche la voz de Dimitri, quien me observaba con una toalla en la cabeza, seguramente se había dado un baño

-No... tuve un sueño - hable en voz baja y parecía que sonaba confusa

-¿Un sueño? El doctor dijo que a veces los recuerdos perdidos podían revelarse en sueños - dijo él y se sentó a los pies de la cama observándome con sus ojos marrones

-No lo creo, si conociera a la persona con la que soñé creo que podría reconocerla y acordarme de ella en cualquier instancia - sonreí con tristeza, sintiéndome extrañamente desgraciada

-¿Cómo era? - pregunto Demian curioso y un tanto ansioso

-Ella... Oh, creo que jamás habrá alguien como ella, hermosa, su cabello rojizo y ondulado - mi mirada se perdió en su recuerdo - de rostro suave y serio, ojos color celeste, hermosa ella y única... - mi voz se quebró e incoherentemente tenía ganas de llorar

 

-Oh... - parecía sorprendido, confuso, no lo sé, en su rostro había una mezcla de emociones y se levanto con rapidez de la cama dirigiéndose hacía el primer piso

Su acción me confundió bastante, no entendí nada de aquella mezcla de emociones que cruzaron su rostro en unos instantes. Todo me parecía tan confuso... ¿Por qué me sentía de esta manera? Porqué el vacío persistía en estar dentro de mí y hacerme confundir de esta manera ¿Por qué?

Así me voltee hacía el ventanal, la luna y las estrellas se habían adueñado del cielo celeste y ahora todo estaba azul oscuro, casi negro, se había vuelto una noche bastante oscura y me recordaba vagamente a mi mente en estos instantes, así persistían estas en brillar, en dar un poco de luz al desconsolado cielo negro. Ellas querían que alguien encontrara su camino a casa, ellas querían brillar y ser recordadas, ellas persistían en brillar y dar esperanza, ellas siempre quisieron estar allí.

 

Explícame doncella de cabellos rojos ¿Por qué persistes tú, luna llena, en atormentar mis extraños días? Explícame cómo es que estoy confundida por tu casi inexistente existencia, cómo es que ahora estoy a los pies de la luna preguntándome por ti. Explícame luna llena, cómo es que siento que muero por ella, suave y a veces tan triste, simplemente por ella.

Notas finales:

Espero que les haya gustado ésta historia, estaré subiendo seguido también ~


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