Quiero ser tu Romeo
UchihaNaru
Mil veces recitare tu nombre, mil beses te besare los labios, hare todo lo necesario hasta que entiendas que Te amo.
Lo que siento por ti –Capitulo1-
Ahí estaba de nuevo, tan inocente, tan hermoso, tan tierno y único... Su sonrisa me atrapaba de nuevo y sus ojos me cautivaban sin darme cuenta, estaba bobamente embrujado de aquella figura sensual y bien formada; como todas las mañanas entraba a mi salón y para mi desgracia, solo para verlo a él, la manera en que le sonreía, en la que se sonrojaba solo por hablar con él, todo eso y más, me estaba matando.
La envidia para mí era una estupidez, sin embargo, era el único sentimiento que podía sentir cuando los veía juntos, eran muy buenos amigos, según los rumores se gustaban mutuamente, y todos esperaban a que el día en que se juntaran oficialmente llegara pronto para catalogarlos como la pareja perfecta, odiaba todo esto, era insoportable para mi verlos juntos, y más cuando el idiota que gustaba de ese tierno niño era mi amigo y yo estaba enamorado de la misma persona que él, de: Uzumaki Naruto
Pensar en él todo el día, ya se me había vuelto una costumbre, ¿Para qué negarlo? Estaba locamente enamorado de ese niño, esos hermoso y resplandecientes ojos azules me llamaron la atención desde el primer momento en que se cruzaron con la oscuridad de mi mirada, los cabellos dorados destacaban entre las cabelleras comunes del instituto, su piel bronceada me decía a gritos que la tocara y comprobara su calidez y suavidad, en su rostro, esos bigotitos parecidos a los de un zorro, le daban un toque de ternura e inocencia, Naruto era de estatura promedio, yo, al ser un año más grande, era más alto que él, por lo menos por una cabeza, su forma de ser era simplemente encantadora, si no supiera que ese chico tenía 16 años, podría jurar que no pasaba de los 14, aun era muy inmaduro e hiperactivo, revoltoso, gritón y molesto, sin embargo era tierno, amable, lindo, con una voz que derretía hasta al más frio hielo y para mi desgracia, era vecino de aquella persona que disfrutaba de su compañía.
-¡Shika, Shika! ¡Tienes que ir a casa! ¡Mi abuelo ha cocinado Ramen-ttebayo! –Rayos, escuchar incluso como invitaba a Shikamaru a su casa era demasiado para mi, puesto que literalmente me estaban echando a la cara el hecho de que yo no podía poner ni la punta de mi dedo en la casa de Naruto, eso me molestaba, aun así no pude dejar de escuchar, Shikamaru era uno de los pocos amigos que tenía, era de mi estatura, su color de cabello era café y lo tenía un poco largo, lo amarraba a una cola alta, sus ojos eran negros y su actitud era la de un tipo que veía la vida como un problema, aun no llegó a comprender como es que a Naruto le gusta este sujeto, aunque, mirando la manera tan diferente con la que trata a ese lindo rubio, tal vez si podía entenderlo un poco.
-Iré, solo si alguien más puede acompañarnos, quede con un amigo para hacer un trabajo en equipo y se suponía que se iría conmigo desde la hora de la salida – Cuando el Nara había pronunciado esas palabras, volteo a verme de reojo, yo solo volteé la mirada como lo hacía normalmente, sin embargo después de unos minutos pude procesar la información, ¡El amigo del que hablaba era yo! ¡Se me había olvidado por completo el trabajo en equipo con ese vago! Esperen, esperen… Aun más importante ¡¿Ir a la casa de Naruto?! ¡Si Naruto decía que si, eso significaba que oficialmente podría conocerlo! Y aun más importante ¡Podría entrar a su casa!
-Claro-ttebayo ¡Mientras pueda pasar un rato con Shika no hay problema! – Ahh… Creo que las últimas palabras me deprimieron demasiado, me preguntaba si podría soportar mirar a esos dos juntos más tiempo de lo que mi cerebro ya estaba acostumbrado a sobrellevar. Mire de nuevo a la pareja y Shikamaru acariciaba el brillante cabello de Naruto, suspiré abatido, me preguntaba si realmente podía tener una oportunidad con él, el rubio con trabajo y ponía atención a las personas que estaban a su alrededor, para Naruto su mundo era Shikamaru.
Compañeros de clase comenzaron a llegar, entre la multitud que pasaba por la puerta corrediza del salón, un familiar mío hacía acto de presencia, su piel era pálida, a diferencia de la mía que era un de un blanco normal, su cabello era negro y corto, el mío azulino que fácilmente pasaba como negro y que muchos no llegaban a diferenciar, los dos teníamos los ojos negros, era mi primo y su nombre era Sai Uchiha, su actitud era muy diferente a la mía, yo era demasiado frío y calculador, callado y, según compañeros míos, (Y no niego que lo soy) un egocéntrico, egoísta y sumamente orgulloso, por otro lado Sai se tomaba todo a la ligera, era directo, además de ser demasiado cínico, Sai, siempre tenía una enorme sonrisa en el rostro, sonrisa que muchas veces me encantaría desaparecer a golpes.
-¡Sasuke-baka! ¿Hiciste la tarea de Historia? ¡Obviamente la hiciste! Tienes que dármela primito, ¡Zabusa-sensei dijo que si no le entregaba esta tarea me reportaría! – Si no fuera porque sus problemas me meten en problemas a mí no le estaría dando mis anotaciones, Zabusa era uno de los mejores maestros de la academia, pero también uno de los más injustos y fastidiosos, el sensei piensa que al ser Sai mi primo yo debería preocuparme por él, por favor, si supiera que a Sai puede aplastarlo un carro frente a mí y yo con mucho gusto pasaría sobre él mil veces más, no pensaría eso tan seguro de sí.
Después de que el estorbo se apartara de mi vista, fije mi mirada de nuevo en Shikamaru, él ya estaba sentado en su lugar, el cual era frente a mí, y a juzgar por la posición lo más seguro es que ya estaría dormido, Naruto ya no estaba, maldición, por estar prestando atención al baka de Sai no pude ver a ese lindo Kitzune por mucho tiempo, con desgano, puse mi vista en la ventana esperando que ese día pasara tan rápido como fuera posible; aun no se me había olvidado que Naruto había aceptado que Shikamaru me llevara a su casa, y realmente estaba impaciente por ir.
Sasuke era un joven muy aplicado y si, era el mejor de su clase, el apellido Uchiha abarcaba todo lo que era, el chico era muy popular entre las jóvenes del instituto, a pesar de eso, Sasuke solo tenía ojos para Naruto, tal vez no lo conocía del todo, bueno, siendo sinceros, no conocía nada de él, pero él no había podido evitar enamorarse de aquella actitud infantil y de esos lindos y curiosos ojos azules.
Mientras el Uchiha miraba la ventana, el tiempo transcurría sin importarle en lo más mínimo las clases, dejó que su mente vagara por el mundo de los recuerdos, y entonces no pudo evitar pensar en él y sobre el primer día en que lo vio, era el primer día de clases, habían cursado a segundo y Shikamaru iba hablando con él diciéndole lo problemático que habían sido sus vacaciones, sin prestar mucha atención dirigió su mirada al frente y lo vio, ahí estaba, recargado en la entrada principal del instituto, esos ojos no lo miraron ni siquiera se dieron cuenta de su presencia, pero verlos brillar fue algo mágico, solo eso basto para que su corazón latiera con rapidez, una sonrisa resplandeciente se hizo presente en la cara de aquel chico y solo pudo quedarse en shock, Shikamaru por su parte también sonreía y había ido hasta ese lindo desconocido para saludarlo, fue desde ese momento cuando un irresponsable amor a primera vista, se apodero de él.
Tiempo después, pudo enterarse de que Shikamaru y Naruto eran vecinos, que posiblemente tuvieran sentimientos el uno por el otro y que al parecer no tenía ninguna posibilidad con él, aun así, habían pasado algunas semanas, y él aun buscaba la manera de acercarse a ese rubio, conquistarlo y poder tener, aun cuando fuera mínima, una oportunidad. ¿Y miren? Ese mismo día se presentaría formalmente a Naruto y por si fuera poco, entraría a su casa, estaba pensando seriamente en robarse alguna fotografía del Kitzune, o ya de paso unos calzoncillos del susodicho.
La clase de Zabusa-sensei era aburrida, a mi no me interesaba saber qué rayos había sucedido en el pasado, cuando de todas formas en unos años se me olvidara todo lo que me está diciendo en este momento, faltaban pocos segundos para que el toque del almuerzo se escuchara por el instituto entero, comencé a guardar mis cosas, Shikamaru hacía lo mismo y como era previsto, el timbre sonó, las indicaciones de Zabusa quedaron en el aire, todos habían corrido fuera del aula, menos algunos amigos, Shikamaru y yo, una vez que el profesor salió haciendo sus rabietas por no haber sido escuchado, salimos directo a la cafetería.
-¡Naru-chan! ¡¿Estás bien?! –El estruendoso sonido de algo lanzado hacia los casilleros nos obligo a girar nuestra vista, sorprendidos, o por lo menos así estábamos Shikamaru y yo, vimos como un chico de un grado superior al de nosotros se reía de un rubio al cual había empujado lo suficientemente fuerte contra aquel objeto de acero que se cayó al suelo al instante, al mirar al rubio nos dimos cuenta de algo que no nos agrado en lo absoluto… Ese era Naruto.
-¡Naruto! – Shikamaru salió corriendo, el menor estaba con la cabeza gacha y sin dar indicios de querer levantarse, un miedo devastador me embargo inmediatamente, el shock que sentía no me dejaba actuar, quería ir a su lado y verificar que él estuviera bien, Kimimaro, el chico de 3er grado miro a Shikamaru y se fue de ahí, yo solo pude mirarlo con un odio contenido, tenía ganas de patearlo hasta matarlo, pero ahora lo más importante era ese pequeño rubio -¿Estás bien? – Además de Shikamaru, vimos que varios chicos querían saber si Naruto estaba bien, el grupo de amigos de Naruto estaba conformado por Kiba Inuzuka, Chouji Akimichi, Rock Lee y Gaara Sabaku, el que había gritado hace unos momentos, había sido el cejotas, Lee.
-¡Estoy bien-ttebayo! – La voz de Naruto se escucho diferente ante mis oídos, y no era para menos, el menor estaba reteniendo las ganas de llorar, Shikamaru quiso acariciarle la mejilla pero Naruto solo aparto de un manotazo la mano del Nara y salió corriendo, Gaara fue el primero en salir detrás de él, no sabía si sentirme alegre o no por las reacciones de negación para con Shikamaru de parte del ojiazul, pero de cierta manera me alegre al ver la cara sorprendida y dolida del castaño, al darme cuenta de eso, solo aparte la mirada.
Las cosas en el instituto llegan hacer duras de superar, para Naruto había difícil estar en una escuela sin llegar hacer molestado por los mismos motivos de siempre, para muchos su actitud era molesta, pero no estaba dispuesto a cambiar su manera de ser solo porque muchos no lo aceptaban, antes de vivir en el mismo barrio con Shikamaru, Naruto vivía con sus padres y sus dos hermanos mayores en otro lugar, en una casa enorme y hermosa, sus padres, Minato Namikaze y Kushina Uzumaki siempre estaban al pendiente de él, para su desgracia en la actualidad ya no se encontraban con él, le dolía pero sabía que estaban en un lugar mejor, cuando sus padres murieron, hace ya 10 años, se gano el odio de muchos, su abuelo Jiraiya dijo que lo mejor sería irse y desde ese entonces, sus hermanos y él vivía con su abuelo en un nuevo hogar, en su vida todo había mejorado, pero al parecer el destino siempre le jugaba mal, en su nueva escuela la situación no fue muy diferente, varios compañeros se enteraron de lo sucedido y las reacciones no fueron mejores, sin embargo no quería traerle problemas a su abuelo y mucho menos quería que Deidara fuera a hacer una tontería y mucho que su hermano mayor fuera hacer un estruendoso escándalo, así que no había dicho nada al respecto, cuando curso la secundaria y entro a prepa agradeció que su vecino, Shikamaru Nara estuviera ahí, sentía que su vida mejoraría y que posiblemente no tendría la misma suerte que en sus anteriores institutos.
El Nara siempre había sido bueno con él, conocía su historia de arriba para abajo y de derecha a izquierda, aun así no lo odiaba, ni lo menospreciaba como la mayoría de la gente lo había hecho a lo largo de los años, su actitud con él era diferente, el no trataba al Nara como a los demás, le estaba agradecido por el apoyo incondicional que le había otorgado desde que se conocieron, incluso pensó que realmente le gustaba, pero había desistido de la idea cuando sintió maripositas en el estomago por otra persona.
Sabía que había hecho mal en portarse así con Shikamaru, su mirada triste aun le taladraba el cerebro, pero de alguna manera estaba arto de ser débil ante los demás, quería ser fuerte y llegar a defenderse sin tener que pedirle ayuda a nadie, la situación con Kimimaro de alguna manera había sido su culpa, el muy idiota estaba molestando a Rock Lee y el solo quiso defenderlo, todo se volvió un escándalo por un tonto golpe superficial, no pude hacer nada, porque cuando quiso levantar la mirada, ese peliblanco ya no estaba y la razón era la presencia de Shikamaru.
-Somos de primer grado, el punto es que no busquemos problemas, mucho menos con los de tercero, tenemos suerte de ser protegidos por los de segundo ya que tú te llevas con uno de los más populares, en vez de sentirte indignado, deberías sentirte aliviado de que Kimimaro no te haya masacrado haya dentro – Un pelirrojo muy guapo y de ojos verdes se había acercado a Naruto, quien había decidido salir al patio y sentarse bajo la sombra de un árbol, Gaara se sentó al lado de su amigo y al instante Naruto inclino su cabeza para apoyarla sobre el hombro del mayor-¿Te encuentras bien? ¿Te lastimaste? – El menor negó al instante y Gaara suspiro, Naruto no entendía lo que eran las palabras No te metas en problemas, en vez de hacer lo que le decían hacía todo lo contrario, y aunque no le concernía andarlo cuidando, era su mejor amigo y le preocupaba su bienestar.
-Tengo que ir a las clases de Teatro, se me está haciendo tarde –Naruto se separo de Gaara y se levantó, el pelirrojo hizo lo mismo y se paro frente a él haciendo que la diferencia de estatura se notara un poco, Naruto era más bajo, odiaba eso, todos eran más altos que él.
-¿Clases de Teatro? ¿Ahorita? Hoy es Jueves, la clase de toca a la hora de salida –Naruto se estiro con pereza, no quería perder la clase que seguía al terminar el recreo, pero su deber como miembro del club de teatro le obligaba a no faltar ni un solo día.
-Shikamaru irá a mi casa saliendo de la escuela y no quiero que se quede esperando, además quiero disculparme con él… Y mis hermanos no estarán hasta llegada la noche, mi abuelo me dejo una nota diciendo que había dejado Ramen hecho y que tampoco llegaría hasta tarde– En ese momento Gaara suspiró, ahí el problema de todo, ya se le hacía raro que Naruto invitara a Shikamaru cuando este se invitaba solo y sin preguntarle nada al menor, después de todo eran vecinos, sus casas no quedaban a millones de cuadras de distancia, Shikamaru ya era como parte de la familia, incluso ya era raro no verlo ahí, y eso era ya mucho decir; cuando Jiraiya salía no era un problema para Naruto, su abuelo era un escritor de novelas eróticas y continuamente tenía que ir a la editorial, normalmente siempre estaba Deidara o el hermano más grande de Naruto, si no estaba uno estaba el otro, era raro que dejaran solo al menor tomando en cuenta lo bien cuidado que lo tenían, y más porque a Naruto no le gustaba estar solo.
-Deberías decirle la verdad al Nara, acepta que te gusta y cásate con él – Naruto se sonrojo y en ese momento miró a Gaara molesto y le dio un codazo directo en las costillas -¡Au! ¡Oye, por lo menos así no estarás solo en ningún momento! Estarás ocupado consintiendo a tu querido Shika-chan– Para Naruto era algo molesto tener que lidiar con esos comentarios, Gaara lo sabía porque él era consciente del dueño de los sentimientos de su amigo, aun así le gustaba molestar. El menor suspiro y dejo a Gaara con su sonrisa burlona, era mejor que se apresurara o llegaría tarde a sus clases, Gaara se quedo solo en el patio contemplando la figura de Naruto alejarse y una vez que desapareció se adentro de nuevo al instituto, faltaban segundos para que el timbre sonara y diera por terminado el almuerzo, en el camino se encontró con sus amigos y juntos regresaron al salón de clases.
En ese momento miraba despreocupado como los alumnos regresaban cada quien a su encierro, no prestaba atención a lo que Sai estaba gritoneando, no estaba dispuesto a soportarlo en la escuela cuando ya de por sí era un hastió tenerlo todo el tiempo dentro de la casa detrás de mí, al girar la mirada hacía otro lugar pude ver a lo lejos a los amigos de Naruto, el no estaba con ellos y eso me extraño un poco, mire a todos lados y no pude ver la cabellera brillante del menor y cuando gire para ver a Shikamaru me di cuenta que él también se había percatado de eso, quise pensar que el chico ya había entrado al salón, aunque lo dudaba mucho, Naruto siempre estaba rodeado por una pequeña multitud de amigos, así que era extraño no verlo por ahí.
Sin más que hacer entramos al salón, las clases a partir de ahí se volvieron aburridas y claramente no estaba a disposición de escucharlas, así que siguiendo el ejemplo de Shikamaru me dormí, cuando desperté sorprendentemente ya estamos en la última clase, no pensé que estuviera tan cansado/aburrido como para alargarme a 4 horas, puesto que no faltaba mucho para que las clases de ese día terminaran, Shikamaru me miró de reojo como avisándome que me preparara para irnos, aunque su prisa se me hacía incomprendida, era Jueves y Naruto salía tarde, tal vez estaba enojado después de todo y quería evitar a Naruto, no podía decir nada para que no lo hiciera, se suponía que yo no conocía a ese rubio y que no mostraba interés alguno en él.
Cuando el timbre sonó Shikamaru y yo salimos, nos despedimos de Iruka Umino-sensei, el profesor de Matemáticas, podía ser un excelente y calmado profesor, pero había cierta persona que lo sacaba mucho de sus casillas, el maestro de Ingles, Kakashi Hatake, un irresponsable y tonto maestro y actual pareja del aplicado e inteligente Iruka, me pregunto cómo es que lo aguanta, yo solo tengo dos horas de clase con él los Viernes y eso me basta para querer asesinarlo ante sus estúpidas excusas de por qué llegó tarde.
-¿Qué haces aquí? –Ya estábamos en la salida, Shikamaru repentinamente se había parado y con una voz algo brusca para su persona se dirigió hacía alguien, en ese instante miré hacia delante y Naruto estaba ahí, el menor me miro y rápidamente aparto su mirada para ver a Shikamaru, el susodicho lo miraba con indiferencia, un poco molesto aun por el rechazo de Naruto, el menor titubeo en hablar y quiso bajar la mirada, pero no lo hizo.
-Perdóname-ttebayo-Su voz se había hecho débil a causa de la pena, no sabía si era por mi presencia o si era porque Shikamaru estaba enfrente de él, opte por esta última opción, el chico a mi lado seguía mirando a Naruto como diciéndole que le explicara esa actitud tan negativa que había tenido en la hora del almuerzo, explicación que no tardo en llegar –Yo defendí a Lee de Kimimaro, pensé que podía hacerlo y sentir por lo menos una vez que no dependía de nadie y me enoje porque Kimimaro se fue sin tomarme en cuenta en cuanto tu llegaste, fue infantil enojarme por eso ¡Lo sé! Pero… yo…- Naruto ya no supo que decir y solo bajo su mirada haciendo que su flequillo tapara la vista, Shikamaru sonrió y se acerco a Naruto, yo solo podía mirar como lo abrazaba y en deseo inmenso de ser yo quien lo abrazara se apodero de mi, odiaba tener que experimentar ese deseo de querer matar a mi propio amigo y solo por un chico, pero bueno, el amor te hacía hacer cosas que nunca entenderías.
-Eres demasiado problemático ¿Lo sabías? – En ese momento Naruto se aferro más a Shikamaru –Ya no importa, supongo que tomaste las clases de teatro antes para esto ¿no? –Naruto asintió aun pegado al pecho del más alto, una mueca de enojo apareció en mis facciones y decidí mirar a otro lado, no estaba de humor, definitivamente no lo estaba –Por cierto, te presento a Sasuke –Bueno creo que ya no estoy tan enojado, Shikamaru había apartado a Naruto y lo puse frente a mí, mi orgullo y mi carácter prepotente hicieron que mi cara fuera seria y fría, Naruto en cambio me veía con curiosidad y repentinamente una sonrisa y un sonrojo aparecieron de la nada.
-Soy Naruto Uzumaki-ttebayo – En ese momento le sonreí prepotentemente y pase a su lado como si nada, encaminándome a la salida de la escuela.
-Uchiha Sasuke, enano, no lo olvides –Pude escuchar un tierno bufido de parte de aquella persona que me ponía loco, Shikamaru se rió un poco y siguió mi camino, Naruto con gran desgano nos siguió, mi manera de ser no dejaba que fuera el típico chico agradable al que de seguro el rubio estaría acostumbrado, pero lo importante es que ya había dado el primero paso, formalmente me había presentado a Naruto y ahora, con mi corazón palpitando demasiado rápido, me encaminaba a su casa, con la seguridad de poder ganar una relación un poco más amena con ese hermoso Kitzune.
Continuara…