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One night por Higary

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Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita!! Luego de varios problemillas personales la semana pasada, el día de hoy puedo traerles este nuevo fic de cuatro capítulos XD (Kyuu: El cual tiene escrito desde hace varias semanas ¬¬0). Luego del drama de Encuentros y Despedidas regresaré a mi especialidad, la comedia romántica, así que espero le den una oportunidad a este fumado fic y ojalá que les guste, jeje. Bueno, de momento le corto y sigo en las notas finales, por ahora: ¡¡a leer!!

 

Disclaimer: Los personajes pertenecen al aclamado Kishi-sensei. La idea para este pequeño fanfic me surgió en una de esas noches de insomnio XD

CAPÍTULO 1

 

Uzumaki Naruto, doncel de veinticuatro años, rubio y con ojos azules, era un joven y prometedor arquitecto. No tenía una vida llena de lujos, pero estaba cumpliendo con cada una de sus metas: había logrado terminar su carrera, trabajaba en su casa dibujando planos para distintas compañías que le pagaban bien, sus padres vivían en otra ciudad pero siempre estaban al pendiente de él, tenía varios amigos excelentes y contaba además con una buena pareja.

 

Todo su mundo se encontraba en perfecta armonía hasta que Inuzuka Kiba, su novio desde hacía dos años atrás, pronunció las palabras que el rubio menos esperaba.

-¿Podrías repetirlo? –pidió él

-Dije que deberíamos darnos un tiempo –habló Kiba

-Pero si nuestra relación va muy bien.

-Pues… siento que últimamente las cosas entre ambos ya no son iguales, como que hay algo que está fallando.

-¿Y lo mejor que se te ocurrió es que rompamos sin siquiera tratar de arreglarlo?

-Vamos, Naruto, ya no somos ningunos niños. Cada uno tiene su trabajo y sabe lo que quiere para el futuro. Como mencioné, tomémonos un tiempo para pensar en lo que esperamos de esta relación –observó su reloj-. Debo irme, hasta luego.

Kiba se marchó, dejando a Naruto procesando la información. Él creía que su noviazgo marchaba de maravilla, tenían las típicas peleas de pareja, pero nada grave. Por eso la decisión del Inuzuka lo había tomado por sorpresa.

-¡Estúpido Kiba! –gritó, apretando los puños

 

Tres semanas pasaron de aquello, tiempo en el que Naruto siguió despotricando en contra de su ex novio. Sabaku no Gaara, su mejor amigo quien era médico, estaba preocupado por él, ya que no deseaba que perdiera el tiempo pensando en el sujeto que lo dejó.

-Dicen que un clavo saca a otro clavo –comentó el pelirrojo-. Si quieres te acompaño a ahogar tus penas en alcohol, pero sólo una vez.

-No te preocupes –contestó el ojiazul-. No le daré el gusto a ese idiota de emborracharme por su casusa.

-Como prefieras. Hoy me toca la ronda nocturna en el hospital, pero llámame si cambias de opinión.

-Gracias, Gaara –le sonrió-. Estás muy ocupado, así que te dejo. Yo también tengo trabajo por terminar. Nos vemos.

-Claro.

 

Cayó la noche y Naruto se encontraba en su estudio terminando unos planos. Suspiró con fastidio al tiempo que se sobaba la sien. En realidad sí seguía molesto por lo ocurrido con Kiba; tal vez sería buena idea eso de ir y tomar alcohol para olvidarse de ello, al menos una noche. No quería que Gaara lo viera así, por eso rechazó su propuesta.

-Quizá ir yo solo sea lo mejor –murmuró

Se arregló y fue a un bar llamado Akatsuki. Era un lugar bastante popular, tenía una pequeña pista para que la gente bailara, pero la gran mayoría iba por las exóticas bebidas que ofrecían y la música.

 

Naruto tomó asiento frente a la barra y de inmediato pidió algo de beber. No tenía intención de bailar o buscar alguien con quien entablar conversación, sólo quería deshacerse de todo el estrés que llevaba acumulado.

-Sírvame otra –pidió al cantinero

-Chico, deberías tomártelos con más calma –aconsejó un sujeto con aspecto de tiburón

-Jajaja, aunque no lo parezca soy bueno con el alcohol.

 

Unas mesas más allá, Naruto era observado por un hombre de cabello azabache en punta y ojos negros. No perdía de vista ningún movimiento del rubio, le llamó la atención desde que lo vio entrar al bar.

-Sasuke –llamó un joven parecido a él, sólo que con cabello más corto y oscuro-, ¿qué sucede?

-Nada.

-¿Eh? Pues ese nada luce bastante atractivo –sonrió con malicia al descubrir lo que su amigo miraba-. Tal vez deba ir e invitarle un trago.

-Olvídalo, estúpido Sai –amenazó el otro-. Yo lo vi primero.

Dicho eso se levantó para encaminarse hacia la barra sin perder de vista a su objetivo. Naruto estaba terminando su cuarta bebida cuando un moreno tomó asiento a su lado. No le prestó atención hasta que su vaso estuvo vacío y llamó al cantinero.

-Deja que te invite el siguiente –ofreció el desconocido

El rubio intento enfocarlo, pero el alcohol ya lo tenía algo mareado, de modo que sonrió bobamente.

-Jejeje, gracias.

-Sírveme lo mismo que a él –pidió al cantinero

 

Una vez ambos tuvieron sus bebidas, el de ojos negros sonrió de medio lado intentando lucir seductor. De cerca aquél hombre le parecía a Naruto aún más atractivo.

-Soy Sasuke –se presentó él-. ¿Y tú?

-Naruto –contestó sin borrar su sonrisa

-Creo que ya estás un poco borracho, Naruto.

-¡Por supuesto que no! La joven es noche, jajaja.

-Claro, aunque no se dice así –comentó con gracia-. ¿Y por qué alguien como tú está aquí solo?

-Fácil –intentó levantarse, pero se tambaleó y mejor volvió a tomar asiento-: para olvidarme de un idiota que no vale la pena.

-Ah, vaya.

Ciertamente esas palabras no le hicieron mucha gracia a Sasuke, pero al menos ya sabía que Naruto era soltero.

-¿Por qué rompiste con tu pareja? No entiendo cómo alguien podría dejarte ir.

-Eres todo un galán –le dio un ligero golpe en el hombro-. Pues yo creía que la relación estaba perfecta, pero el idiota me dijo que las cosas ya no eran iguales y que deberíamos darnos un tiempo –golpeó la barra-. ¿Qué se supone que significa eso? –se bebió de un trago lo que quedaba en su vaso

-Sí, ese tipo parece ser realmente un idiota –hizo un gesto con la mano para que les sirvieran más alcohol-. ¿Tienes planeado intentar volver con él?

-¡Ni loco! Al contrario –hizo un puchero y su mirada se volvió triste-, quisiera olvidarlo por completo.

-Ya veo –se le acercó de manera insinuante-. Oye, Naruto, ¿me dejarías ayudarte a eso?

-¿Eh?

-Sí, quiero hacer que ya no pienses en ese sujeto –lo sujetó del mentón y le sonrió de forma seductora

-… Claro –contestó bajo la influencia del alcohol-, no estaría mal, jejeje.

 

Un nuevo día llegó y los rayos de sol se colaban a través de la ventana. Poco a poco Naruto abrió sus ojos; se incorporó despacio y se llevó las manos a la cabeza, sentía como si le fuera a estallar. Parpadeó confundido observando todo a su alrededor: no tenía idea de dónde estaba, parecía la habitación de un hotel. Encontró su ropa tirada en el piso y fue entonces que reparó en su desnudez.

-No puede ser –murmuró, aterrado-, ¿qué rayos hice?

Torturó a su cerebro intentando recordar lo que había ocurrido la noche anterior. Había ido al bar y estuvo bebiendo en compañía de un moreno… Sasuke… Creía recordar vagamente que ese era su nombre. Fue entonces que escuchó el agua correr dentro del baño, alguien parecía estarse dando una ducha.

-Maldita sea –masculló el rubio

Se levantó de inmediato e hizo un gesto de dolor tanto por la borrachera como por el ardor que sentía provenir desde su trasero. Ni siquiera quiso ahondar más en eso. Recogió su ropa y comenzó a vestirse lo más rápido que pudo. Estaba terminando de abrocharse el pantalón cuando Sasuke, con una toalla amarrada a la cintura y usando otra para secarse el cabello, salió del baño y lo miró, sonriendo con burla.

-Ah, por fin despertaste. Anoche sí que terminaste cansado. ¿Cómo te sientes?

El rubio lo observó con horror y tomó las cosas que le faltaban, sin decir nada. El moreno arrugó el ceño al haber sido ignorado, sin embargo no quería que empezaran mal el día.

-Oye…

-¡Lo siento mucho! –gritó y salió corriendo de la habitación como si la vida se le fuera en ello

Sasuke se quedó ahí de pie impactado por su actitud. Observó la desarreglada cama y apretó los puños con molestia.

-Ese usuratonkachi –gruñó

 

Naruto no volteó en ningún momento, debía alejarse de ese hotel lo más pronto posible. Quería golpearse por lo que evidentemente había hecho con Sasuke. ¡Ya casi podía oír los regaños de su amigo Gaara! Lo mejor sería no contarle, seguro le daría un largo sermón y lo peor es que sentía que se lo merecía.

-Soy un idiota –suspiró y de pronto cayó en cuenta de algo-. Un momento… ¿anoche él usó protección? –se jaló el cabello- ¡Arg! ¡Maldición, no lo recuerdo! Mmm… tal vez sí… o tal vez sólo me limpió después de… -ni siquiera pudo terminar de decirlo, se puso completamente rojo

 

El de ojos azules caminaba buscando alguna farmacia, más valía tomar precauciones. De pronto su mirada captó por la otra calle a un hombre de cabello castaño que él conocía muy bien. Pero lo peor era que iba sujetado del brazo por una preciosa chica de largo cabello azul y buena figura.

-Ese estúpido Kiba –insultó con ira-… Con razón dijo que necesitábamos darnos tiempo. Soy un imbécil… No, corrección, ¡él es el imbécil!

Todavía maldiciéndolo buscó cualquier medio de transporte para ir a su casa, necesitaba estar en privado para poder gritar todas las groserías que tenía atoradas en la garganta. Sin embargo, por haber visto a su ex novio en compañía de una mujer, se olvidó totalmente de por qué buscaba una farmacia con tanta urgencia. Sería muy tarde cuando pudiera recordarlo.

 

Pasó poco más de un mes desde aquella noche. Naruto decidió olvidarse de todo y continuar con su vida, se dedicaría a trabajar y juntar dinero para irse de viaje por el mundo. O comprar una dotación anual de ramen, todo dependía de su estado de ánimo. Estaba desayunando cuando de pronto sintió revuelto el estómago y corrió al baño a vomitar. Desde unos días atrás que se sentía un poco mal, lo mejor sería pedirle a Gaara que lo examinara.

-Será peor si resulto enfermo y yo ni en cuenta.

 

Al mediodía fue al hospital donde el pelirrojo ya lo esperaba en su consultorio. El rubio le relató las molestias que sentía y Gaara le ordenó hacerse algunos análisis.

-Mañana tendremos los resultados –informó-. De todos modos cuídate mucho porque últimamente pareces muy estresado por tanto trabajo. Y a mí no me engañas –lo observó con severidad-, has estado trabajando como loco para distraerte.

-Hum… Está bien, prometo tomarme las cosas con más calma –se encogió de hombros-. Tal vez sólo tengo anemia.

-Naruto, te conozco prácticamente desde que usábamos pañales. Si personificaras a uno de los pecados capitales, serías la gula. A veces me pregunto cómo es que no engordas con todo lo que comes.

-Jejeje, heredé el buen metabolismo de kaa-chan.

 

Durante el día siguiente Naruto estuvo trabajando con total tranquilidad hasta que Gaara le llamó diciéndole que debía ir de inmediato al hospital. El rubio se preocupó, ya que si su amigo lo había mandado citar de esa manera, significaba que algo malo ocurría con sus análisis.

 

Una vez estuvo en el consultorio del pelirrojo éste lo observó de manera seria, más de lo usual, comenzando a poner nervioso al arquitecto.

-¡Deja de torturarme psicológicamente, Gaara! –gritó- ¡Ya dime de una vez si voy a morir o no!

-Naruto, cálmate –pidió-. Quiero que me escuches con atención porque esto es muy importante: tienes seis semanas de embarazo.

-… ¿Eh?

-Tienes seis semanas de embarazo –repitió

-… ¡¿Qué?! –gritó, levantándose de la silla- ¿P-Pero cómo…?

-No creo que necesite explicarte cómo se hacen los bebés –lo observó fijamente-. Hice cuentas, pero según recuerdo, tú y Kiba terminaron hace más de dos meses. Dime la verdad, ¿él es el padre?

-Me parece que ya te diste cuenta de que no, jejeje –rió con nerviosismo, pero borró su sonrisa al ver la expresión del médico

-¿Entonces? Todo indica que hay algo de lo que no me has platicado, así que más te vale escupirlo de una vez.

 

No quedándole más remedio, el rubio procedió a contarle sobre la noche en Akatsuki donde conoció a cierto moreno con el que, ahora era más que obvio, pasó la noche; de cómo huyó a la mañana siguiente y se olvidó por completo de tomar algún anticonceptivo luego de que vio a Kiba paseando de manera muy cariñosa con una mujer.

-Entonces no sabes nada más del tal Sasuke.

-No –contestó, afligido

-Si no fuera por tu actual condición, aunque seas mi amigo créeme que te golpearía –suspiró-. Naruto, ¿qué piensas hacer con el bebé?

-Por supuesto que lo voy a tener –afirmó, convencido-. Él no tiene la culpa de mis descuidos, además –sonrió mientras se acariciaba el vientre- jamás me atrevería a abortar a mi hijo o darlo en adopción.

-Sabía que dirías eso –sonrió también el pelirrojo-. Pero, ¿y el otro padre?

-Mmm… Voy a buscarlo. Sólo estuvimos juntos una noche, pero él tiene derecho a saberlo, aunque no espero nada de su parte. Yo cumpliré con mi deber de informarle sobre el bebé, ya será decisión de él si quiere conocerlo o no.

 

Otras dos semanas transcurrieron después de ello. Sasuke se encontraba en su oficina revisando unos documentos. Desde aquella noche en el bar estaba muy molesto, ya que a él realmente le había gustado ese rubio. Luego de compartir la cama, pensaba esperar a que despertara y, estando totalmente sobrio, iba a pedirle que saliera con él. Se sorprendió cuando Naruto huyó de él sin siquiera dejarlo hablar; por los siguientes diez días fue cada noche al bar con la esperanza de volver a verlo, pero como esto no ocurrió, su decepción se convirtió en furia. Desde entonces no había querido salir a ninguna parte. Escuchó su teléfono sonar y de mala gana contestó.

-¿Qué quieres, Sai?

-Oye, esa no es forma de hablarle al amigo que más te soporta –replicó el otro a través de la línea

-Habla de una vez o cuelgo.

-Bueno, vamos esta noche a Akatsuki. No has querido ir desde tu encuentro con aquél atractivo rubio.

-No me interesa.

-No te estoy preguntando, te estoy avisando. A las ocho pasaré por ti y te llevaré a rastras de ser necesario, así que no intentes escapar. Nos vemos.

Sai colgó la llamada y Sasuke observo su teléfono con enfado. Si lo pensaba detenidamente, Sai tenía razón. No valía la pena que siguiera de mal humor por culpa de un chico con el que sólo se encontró una vez. Definitivamente esa noche conocería a alguien nuevo y se sacaría a aquél rubio de la cabeza.

 

Eran pasadas de las nueve de la noche cuando Naruto llegó al bar de sus pesadillas. Desde que se enteró del embarazo, había estado yendo cada noche con la esperanza de encontrar a Sasuke, sólo iba un rato, no quería que el humo de los cigarros le hiciera daño a su bebé. Hasta ahora no había tenido éxito en su búsqueda, sin embargo esa noche observó a cierto moreno bailando con una joven de cabello oscuro.

-Así que ahí está –comentó, sentándose frente a la barra

-¿Qué te sirvo, chico? –preguntó el cantinero

-Sólo agua –sonrió-, ya dejé el alcohol.

-Lástima, varios hombres y mujeres ya estaban pensando en invitarte alguna bebida.

 

Todavía bailando, Sasuke sintió que alguien lo observaba y giró la cabeza, encontrándose con el rubio que no le apartaba la mirada. El moreno frunció el ceño y se alejó de su acompañante para ir con el causante de su enojo.

-Vaya, así que el dobe cobarde regresó –dijo con crueldad

-¿Dobe? –repitió el otro- No me llames así, teme.

-¿Entonces cómo debería referirme a un sujeto que se largó sin decir una sola palaba?

Naruto iba a replicar, pero recordó que estaba ahí por un asunto mucho más importante. Suspiró y rogó por un poco de paciencia, al menos la suficiente para tratar con Sasuke ese tema tan delicado.

-Vayamos a un lugar más tranquilo y privado. Necesito hablar contigo.

Notas finales:

Bueno, ¿qué les pareció? (Sasu: Pésimo ¬¬) A ti no te pregunté ¬:¬ (Naru: A mí me pareció extrañamente divertido n.n) Este es sólo el inicio, ya leerán lo que viene. Sé que hay más fanfics con una trama similar, pero he visto que suelen estar llenos de drama, por eso decidí escribir esta historia con un aire más ligero y cómico XD (Kyuu: Disfruten este tiempo en que la vena dramática de Higa-chan se tomará un descanso -_-0). Como siempre saben que esperaré sus comentarios con saludos, pedradas, felicitaciones, golpes, amenazas, cebollazos, jitomatazos, flores, bombas y demás. La próxima semana les traigo el penúltimo capítulo de Cómo librarte de un ex novio y en dos semanas les traigo la continuación de este fic, jeje. Se me cuidan mucho y nos leemos luego, bye byeee!!


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