Aquel era el momento en que marcaria su regreso, de aquel pasado desastroso que tanto odiaba, aquel pasado que simplemente le llenaba de ira su corazón, su forma de ser ahora nada tenía que ver con ese chiquillo molesto que fue alguna vez en su vida pasada, jamás había perdido la sonrisa, si con eso salía adelante y siempre que le abriera las puertas a donde quiera que fuera todos los verían como lo que era, Shuichi Shindou diseñador de ropa, canta-autor reconocido de Bad Luck y una persona fría y serena, que jamás mostraría de nuevo su forma de ser “tan cálida” como la denominaba en su fuero interno, en aquel momento en que perdió toda esperanza fue por causa de él, pero nunca más, se lo prometió hace 6 años cuando salió de ese departamento, llorando, dejando una parte de su alma en ese lugar oscuro y tétrico para él, cuando ya no pudo seguir fingiendo que podría amar por los dos, negó con la cabeza, pensar en el, lo único que le recordaba era porque se había ido.
Aquellos días eran un infierno, no sabía cuántas veces había intentado suicidarse, no sabía cuántas veces había deseado morir, pero simplemente se levanto después de darse cuenta de su aspecto demacrado que llorar no lo iba a llevar a nada, en aquel momento deseo con todas sus fuerzas borrar ese amor que tanto lo lastimaba, la terapia había resultado mejor de lo que todos esperaban.
Seis años habían pasado, casi después de un año cuando salió de ese lugar se la paso estudiando en el yaza, la mejor escuela de diseño, pagada por cortesía de Tohma-san, ese hombre al principio dudo de sus intenciones, pero ahora lo veía como su amigo y su salvación en esos momentos, no habían intentado nada, puesto que primero el tenía que salir a la luz de nuevo junto con Bad Luck.
Salió de bañarse, y al secarse se miro en el espejo, sus rasgos ya no eran tan afeminados, simplemente eran andróginos, y sin vello facial, su cabello rosa largo que tenía que amarrarlo en una coleta alta, su cuerpo esbelto, simplemente ya no era igual que antes, ya podía comparar ese cuerpo de niño con el que ahora poseía, y a pesar de de desarrollarse quedo un cuerpo de músculos ligeramente marcados firmes por las horas del gimnasio impuestas, ya no usaba esos colores estridentes, usaba ropa negra, a veces colores morados, y muy raras veces algún color diferente de los habituales oscuros, busco un bóxer negro ajustado, unos pantalones negros y su playera blanca, su abrigo de corte largo color purpura, se cepillo el cabello y se lo amarro con una liga, busco sus lentes oscuros, la cartera y las llaves del auto, tenía todo para afrontar ese día.
Todos estaban en la oficina, la noticia de que su mejor amigo regresaría no era cualquier cosa, lo habían visto a lo largo de los años pero en ese momento era para volver a integrar Bad Luck, volverían a estar juntos, tantos años anunciando su separación para luego volver a cantar como antes. Pero para Yuki Eiri aquel día no significaba eso, significaba que volvería a ver a su ex-amante aquel que amaba con locura insana pero que jamás se lo dijo es mas lo humillo de formas variadas, no sabía porque Tohma lo quería en esa sala, si seguro cuando Shuichi apareciera por esa puerta lo vería con dolor, si el todavía lo amaba entonces el baka también.
Pasos acelerados en los pasillos, se le había hecho tarde, no podía creerlo, el tráfico cada día era más horrible, bueno ya estaba en NG records ya podría relajarse un poco, se saco los lentes oscuros, dirigiéndose a la oficina en la cual fue citado, en esos seis años la había pisado de incognito miles de veces, pero ahora su corazón latía con fuerza volvería a su mundo que el mismo había abandonado por razones equivocadas, tenia canciones por montón seguramente podrían encontrar una canción que seguramente los lanzaría de nuevo, con fuerza y seguramente tendría lo que no pudo disfrutar, pero que disfrutaba como diseñador.
La puerta se abrió lentamente, sigilosamente ese susurro de unos pasos, y todos voltearon a ver a la puerta, ahí estaba el Shuichi, con su aspecto cambiado y renovado, el estilo le quedaba.
-hola Shuichi, veo que el tráfico como siempre hace que llegues tarde-
-ah si así es Tohma-san, pero he llegado, hola a todos-
Todos tenían una cara de porque ellos se llevan asi, una interrogante demasiado grande, pero bueno que después responderían.
Yuki no podía pensar, no podía hablar, la furia lo invadía, ¿Tohma-san?, aquello era molesto, aquello le disgustaba en si, pero no podía reclamar nada verdad, bueno por lo menos no todavía.
-Bueno, bajemos a la sala de audio, creo que me dijiste que habías trabajado en una canción-
Todos bajaron a la sala de audio, Shuichi puso el demo, aquella canción la escribió para darse fuerzas, para volver a respirar en esos momentos de desaliento, en aquellos días en los que no podía mirar atrás, de aquellos días que no sabía que decir, o como actuar.
Soy un robot
Un fugitivo de la humanidad
Antisocial que nunca sabe de que tema hablar
Y percepción entre lo que esta bien y lo que no
Que confusión si alguien impide tu satisfacción
Porque no entiendes que sin ti este amor es mortal
Porque tan solo eres capaz de darle reventar
Y es que este amor es el que me rompió mi corazón
Corazón de metal
Y ahora soy lo que quedo
Soy un robot
Soy un robot
Porque no estas no ves que así no puedo funcionar
Regresa ya con ese juego de salud mental
Preguntaras si esta en peligro tu seguridad
Déjame entrar no desperdicies mi existencia ya
Porque no entiendes que sin ti este amor es mortal
Porque tan solo eres capaz de darle reventar
Y es que este amor es el que me rompió mi corazón
Corazón de metal
Y ahora soy lo que quedo
Soy un robot
Dime en tu asiento
con tus tormentos
mis sentimientos
no existen mas
Soy un robot
Porque no entiendes que sin ti este amor es mortal
Porque tan solo eres capaz de darle reventar
Y es que este amor es el que me rompió mi corazón
Corazón de metal
Y ahora soy lo que quedo
Soy un robot
Soy un robot
Un fugitivo de la humanidad
Porque no estas no ves que así no me se comportar
Cuando termino, todos estaban aturdidos su voz, no solo había sonado exquisita, simplemente su talento nato para cantar, para demostrar esas emociones en su música fluyeron de manera que captaron el mensaje esa canción tenia significado para Shuichi, aplaudiendo.
-La verdad Shuichi ahora si te luciste- dijo Hiro sonriendo, sabia los momentos a lo largo de esos seis años que lo habían aturdido a su pobre amigo, esos momentos de que el caia, y no podía hacer nada.
-Sigues sin talento…-
La voz de Yuki se escucho en toda la sala, la verdad esperaba algo así, vio su ropa que traía, pantalones de pinza, camisa blanca y saco negro, atractivo, simplemente pero su corazón ya no latía desbocado cuando lo veía o cuando lo olía, era en ese momento que se dio cuenta que su amor infantil (que casi lo mata en el proceso) lo había superado.
-Si, supongo que para un escritor de su clase, no es mas que una canción mediocre, que seguramente usted puede escribir mejor, pero asi me gusta a mi, dice lo suficiente Eiri-san, además su opinión es lo que menos importa en este momento-dijo sin mas girándose, a Tohma- ¿Qué opinas?-
-Me gusta la letra, debemos hacer unos arreglos, pero es todo, seria nuestro hit de lanzamiento-
Yuki estaba en shock ese mocoso, lo había tratado indiferente, notando como se quitaba el abrigo y veía su playera pegada, esos pantalones negros, le daban ese aire de sensualidad. Estaba en los hilos de sus pensamientos cuando un celular empezó a sonar, era una canción que rezaba “Soy la mejor” en coreano, Shuichi inmediatamente sonrio, y se llevo el celular al oído apra salir de la sala de audio. Obviamente el lo seguiría.
-Si no importa… ya tengo varios días igual… si no te preocupes, en cuanto vuelva a casa me comunico contigo, ok nos vemos- colgó y suspiro- espiar no es correcto, Eiri-san, su madre no le enseño modales, bueno no importa, con permiso.
Yuki estaba furico, aquella llamada, el tono, la sonrisa insolente que adornaba su rostro el ya no era el Shuichi que conoció, lo tomo del brazo y lo azoto contra la pared, seguía siendo mas fuerte, lo beso apasionadamente notando como se queda fijo sin ninguna emoción, ¿Qué pasaba?
-bueno si ya terminaste de besarme, y quedar en ridículo, le pediré que deje de hacer estupideces, no quiero que haga eso de nuevo, asi que con su permiso-
El había cambiado, el era frio, el era controlado, el ya no iba a aferrarse a el, ahora el tenia que perseguirlo, aquello le descontrolo en sobremanera, el no rogaba, pero sin embargo seis años estar separados eran mas que suficientes para querer obligarlo a verlo de nuevo. Y el buscaría que hizo Shuichi en 6 años, si quieres ganar una guerra debes conocer a tu rival ¿no?, bueno el lo haría para demostrarle que tan lejos o que tanto se resista el siempre será suyo.