Aun no se como puedo estar escribiendo esto... Mi dolor esta creciendo con cada palabra... Pero no creo que eso importe ahora... Acabo de tomarme alrededor de 56 pastillas y espero que estas hagan efecto... En otras palabras, me estoy muriendo. Cada palabra aquí es como un poco más cerca de mi muerte... Se preguntaran por qué estoy tratando de acabar con mi vida ¿no? Pues es simple... Toda mi vida a sido una mentira... Y cuando encontré a alguien que pudiera comprenderme, quererme y hacerme sentir una persona y no una basura... Me la quitaron... Como quitarle un dulce a un bebe, pero yo no soy un bebe y EL no es un dulce. Pero era lo más parecido a mi felicidad terrenal. Esta es mi manera de despedirme. Espero que esto lo encuentre alguien (si es que a alguien me llega a buscar) y que sepa que tuve razones verdaderas para hacer esto... No seguiré alargando esto, en cualquier momento las pastillas entraran en efecto y quiero acabar todo mi historia.
No voy a relatar todo...No hay tiempo para eso... Empezare cuando comenzaron mis mayores dolores...
Iba en 3º de secundaria, como cualquier chico tenia un par de amigos y un colegio normal. Siendo franco, el colegio era el único lugar en donde podía estar tranquilo... creo que era el hecho de que podía estar solo sin tener el miedo de que alguien me viera llorando.
En fin... Una vida, que se aparentaba a los demás como normal y que nadie se daba cuenta de cómo estaba sufriendo, pero en cambio todos veían lo perfecta que era, y que cualquier niño de 17 años deseaba: Era hijo del empresario mas poderoso de Japón y parte del medio oriente, contaba con una pequeña fortuna para gastos “diarios”, asistía al instituto mas prestigioso de Japón, era codiciado por todas las chicas y chicos de todo el mundo, vivía en una casa de 300 metros², contaba con un auto propio y con su respectiva licencia y por ser el único hijo de mi padre cuando este muriera heredaría todo lo que este posee.
Ustedes se preguntaran: Si tengo todo esto ¿Por qué estaba sufriendo tanto?
Por que les acabo de narrar como veían a mi “familia” (si es que se le puede llamar asi) desde afuera. Pero... la realidad era otra...
Debo ser sincero y decir que no toda mi vida fue cruel, si no fue después de que se murió mi hermana pequeña... Y fue cuando yo tenía 10 años y mi hermanita Hazuki tenía apenas 5 años. Yo volvía del colegio cuando me encuentro a mi madre llorando...
-Tu hermana...-Me decía entre sollozos mientras se abrazaba a una prenda de mi hermana- Tu hermana desapareció...No está por ninguna parte, en la guardería me dijeron que un joven había ido a buscarla fingiendo ser su tío... Engaño a todos y se la llevó...Y no se ha sabido nada de ella. ..
Mientras narraba mi madre sobre como mi hermana no estaba, mis lagrimas estaban esparcidas por toda mi cara, esperaba que alguien me dijera que era una broma y que Hazuki se abalanzara contra mí y se riera de lo tonto que había sido...
Pero nada de eso llegó... Mi padre llegó rojo y con cara de furia, me miró llorando y me dijo con su tono tan fuerte y claramente sin signo de pena.
-Takanori los hombres no lloran...
Me dieron ganas de golpearlo y gritarle que era estupido pensar de que si lloraba o no.
-No me molestes- Le respondí- Mi hermana desapareció y
¿Me pides que no llore? Mejor ocúpate de esto.
Me sorprendo yo mismo de que a pesar de mi corta edad en ese entonces le dijera algo con tanta potencia. El solo me miró y se dió vuelta a hablar con un policía.
Nos esperábamos que mandaran cartas pidiendo rescates, amenazas o algo a cambio por mi hermana. Pero nada de eso llegó y nos hacia temer lo peor. Nuestra angustia duró 2 semanas... Obviamente no fui al instituto, en contra de lo que deseaban mis padres, y un día un detective llega a la casa con un sobre... Me miro desconfiado.
-¿Quiere que el niño escuche lo que tengo que decirles?
-¡Da lo mismo él! Yo quiero saber por mi hija.
Meditó unos instantes sus palabras y su noticia fue clara y precisa...
-Encontramos el cuerpo de su hija en un sitio abierto. Estaba con signos de golpes, tortura y... violación.
Se me fue el aire y volvía llorar como nunca, mi madre abrazó a mi padre y este estaba fulminándolo con la mirada.
-¡¿Cómo que esta muerta?! ¡Está loco! ¡Mi hija no puede estar muerta! ¡Lléveme a ese lugar! ¡¡Ahora!!
Salió corriendo mi padre y mi madre tras él, a mi me dejaron en la casa, quizás por que se olvidaron de mí...
Desde ese suceso mi vida se volvió un infierno... Perder a mi hermanita...Fue el comienzo de mis mayores dolores.
Después del funeral y posterior entierro mis padres se volvieron muy distantes conmigo. Si yo cometía un error... ellos desquitaban toda su furia conmigo. Y errores tan simples como: Hacer mucho ruido al cerrar una puerta, comer mucho, comer poco, ir al baño a mitad de la noche y cosas por el estilo.
Y sus “castigos” no eran precisamente quedarme un día sin salir o una semana sin televisión... Sus castigos eran las humillaciones, golpes, maltratos (quemaduras, tirones de pelo, etc)...Y acoso, mi padre tenia un cierto odio hacia los homosexuales, y no encontraba algo mejor que dar su ejemplo de como ser un verdadero “marica” conmigo (ocurrió esto sin siquiera dar indicios sobre ese tema...aun). Pero nunca llego a violarme, pero me hizo todo lo demás que se puede llegar a hacer sin que se llegue a la violación.
Pues les acabo de contar de cómo era mi familia...Pero aquí va lo otra parte de la historia...