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Encanto Carmesí por tekubi-kashu16

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Notas del fanfic:

personajes de masashi kishimoto.

Encanto Carmesí

1. ROJO

La mañana había llegado, los rayos de luz se colaban por mi ventana amenazando con querer levantarme ¿acaso no podía dormir sin que esos odiosos rayos me molestaran? Me levante sin mucho entusiasmo, como siempre, enfurruñado por mi falta de sueño las pasadas noches. Moví mis pies con pesadez y me dirigí al baño para mi rutina diaria, baño, desayuno, escuela y lo que tuviera que venir después de eso, que seguramente no seria nada bueno para mi, suspire profundamente discutiendo conmigo mismo como todos los días.

–vamos naruto se responsable y llega temprano a la escuela por lo menos una vez en tu vida.

Baje las escaleras rápidamente al recordarme del desayuno, esa era la mejor parte del día y era el segundo motivo por el cual me levantaba a tan horas de la madrugada este día, sonreí internamente al verme devorando el pan y el ramen que en unos pocos segundos estarían en mi estomago, llegue a la cocina cual flecha y lo devore en tan solo unos instantes y Salí corriendo a máxima velocidad de casa.

El sol se burlaba de mi a lo alto del cielo, lo mire con desprecio encogiendo mis ojos, se suponía que no tendría que verlo si no hasta que fuera un poco mas tarde, levante mi puño en su contra amenazándolo.

–No me caes muy bien – dije mirándolo y sobre todo al motivo principal que me tenía en esa situación.

Una venita se formo en mi rostro y me sacudí las ideas.

–vamos no puedes llegar tarde – me recordé

Me dirigía a la escuela sin mucho ánimo, no me gustaba y tenia varias razones que explicaran mi disgusto por ella. Primero odiaba y realmente odiaba, no solo por decir, era algo que no podía evitar y lo cual formaba parte de mi ser… el tener que levantarme temprano, yo mas bien era del tipo de personas que se levantaban tarde sin importar la importante razón que tuvieran de no hacerlo, ya era mas que conocidos mis reportes por tardanza en la escuela y era algo que como había mencionado antes no podía evitar, parte de mi ser.

Pero… se asomo de nueva cuenta una venita.

Estaba a unas cuantas calles de mi objetivo, la escuela privada konoha para niños ricos. Escupí el último pensamiento.

–Maldita gente rica– dije en voz alta

Todos los alumnos que asistían a esa escuela no eran mas presumidos por que no podían, si no hablaban de sus viajes, casas, yates, aviones, autos, joyas, dinero y todas las pertenencias que, para alguien común como yo, seria imposible de tener incluso de ver, solo hablaban de lo bien que se veían y del poder de sus familias.

Entre resignado a la escuela sabiendo a que atenerme, a mi alrededor solo puros chavos que resplandecían, a mi derecha las típicas chavas ricas fresas presumiendo lo bien que les quedaba el uniforme, a mi izquierda los ricos hablando de lo que habían visitado en el fin de semana que habíamos tenido y por ultimo yo, el único que no encajaba en aquel lugar.

Me dirigí al ostentoso edificio que se asomaba enfrente de mi con sus paredes blancas y perfecta forma, pase ignorando a todos esos que nunca me simpatizarían y los cuales me miraban por arriba del hombro. Entrando se podía sentir la atmosfera que cubría toda la escuela y me estremecí un poco. Al entrar en esas paredes podía sentirme tan indefenso como un cachorro que apenas podía levantarse del suelo.

A veces me preguntaba si seria el único que sentía la necesidad de querer salir corriendo de ese lugar o si alguien más podría sentirlo, tal vez si era el único ya que todos ellos encajaban perfectamente en este lugar y no podía confiar en ninguno de ellos.

Me dirigí al patio atravesando el edificio principal para encontrarme con el hermoso verde que era el único que me daba paz, camine hasta la única jardinera que estaba sola y me senté.

–Que no venga hoy, que no venga hoy – había comenzado a rezar

– ¿Quién no quieres que venga hoy, naruto? – escuche una voz muy cerca de mi oído

Salte rápidamente encarando a la voz que me había susurrado.

–Túu – dije señalándolo con mi dedo acusador – ¿acaso no puedes saludarme como el resto de la gente normal? – dije enojado

– ¿Por qué debería? – me dijo con su típica voz de yo soy el mejor

–mínimo podrías no llegarme por atrás no ¿teme? Me has dado un buen susto.

–Ohh – lo vi sonreír y eso hizo que me estremeciera – así tendrás la conciencia.

–d… de… ¿que demonios dices teme? – grite furico

–vamos no ha sido para tanto.

–no claro por que a ti no se te pude parar el corazón pero ¿Que hay de la demás gente a la que si se le para? ¿¡He!

Me lleve la mano al pecho tratando de calmar los latidos de mi corazón que estaban acelerados por el susto.

–Yo no podría querer semejante cosa – dijo con una sonrisa traviesa

Troné la lengua –claro no querrías que se me parara el corazón por que si no te quedarías sin fuente de alimento… si, me queda muy claro – estaba enojado ahora, simplemente lo veía y mi mal humor se hacia presente me molestaba que me tratara de esa forma si yo, detuve mis pensamientos.

–Yo no dije eso, usurantonkachi – dijo algo serio

–Bueno eso ya no importa – me resigne – ¿para que diablos me querías tan temprano? Las clases no comienzan hasta dentro de una hora ¿sabes? Ahora podría estar durmiendo en lugar de estar aquí peleando contigo.

–la verdad es que… – se me acerco como un cazador cazando a su presa

Sentí que mis piernas comenzaban a temblar, ese sujeto… el simple hecho de tenerlo cerca debilitaba mis defensas y me dejaba claramente expuesto, no me dejaría, lucharía, me mantuve firme en mi lugar ordenándole a mis piernas que se tranquilizaran, no le daría el placer a este sujeto de verme temblar.

– ¿entonces? – mi voz sonó molesta

Su sonrisa había cambiado a una que conocía muy bien, ya sabía lo que quería y aun así yo había obedecido como un idiota ante su petición el día de ayer de encontrarnos a esta hora en este lugar, como un pollito siguiendo a mamá gallina. Traje en seco.

– solo quería verte es que… ¿Acaso no puedo? – dijo en forma seductora

– "no puede ser" – pensé

Mis ojos no se despegaron de su figura, el uniforme le quedaba endemoniadamente bien, la playera blanca que relucía entre el saco negro que se acomodaba perfectamente a su pecho musculoso resaltando el escudo de la escuela, rojo a un lado, la corbata color vino amarrada perfectamente en su cuello deslizándose gloriosa por el pecho, perdiéndose atrás del saco y si subía solo un poco la mirada, su belleza atacaba directamente a mis ojos dejándome mas vulnerable que antes.

– "maldición" – este sujeto

Sonrió satisfactoriamente al darse cuenta del sonrojo de mis mejillas.

Su cabello negro se movía con el viento mientras se dirigía tan lentamente hacia mi como si lo hiciera apropósito. La piel blanca que poseía parecía volverse mas blanca bajo la luz del sol y las perfectas facciones de su rostro no se distorsionaban con la petulante sonrisa que siempre se posaba en su labios.

Y de repente sin darme cuenta mientas me perdía en lo atractivo que era se encontraba ya enfrente de mi.

– Naruto – lo escuche decir mientras trataba de ocultar esa sonrisa suya que me molestaba tanto

– ¿No puede ser en otro momento? – dije suplicante – sabes es malo para mi salud si…– me callo

Puso sus manos en mis hombros y lentamente comenzó a jalarme hacia él.

– No enfrente de todos – susurre avergonzado

– Solo quédate quieto – me ordeno y así lo hice

– así me gusta.

Sus labios se separaron y podía ver perfectamente en la sonrisa que se formaba los blancos dientes asomándose afilados y puntiagudos dirigiéndose a mi cuello cuando…

– ¡sasuke kun! – grito alguien fuertemente

Dios salvaba mi vida.

Escuche a sasuke tronar la lengua con enfado y se separo de mi en un solo movimiento.

– ¿Qué es lo que quieres sakura? – dijo molesto

La chica hizo una mueca y me miro desafiante.

– Nada importante – sonrió satisfecha

Esta chica claramente quería separarnos, era notablemente claro, la mire levantando un poco el rostro en forma de que supiera que no me intimidaba.

Haruno sakura pertenecía a una de las tantas familias ricas que pagaban una enorme cantidad de dinero solo para que uno de sus integrantes estudiara en este colegio, una cantidad que para mi gusto era increíblemente innecesaria, podría decirse que ella pertenecía al mundo al cual yo nunca seria parte, solo bastaba con verla para saberlo, su piel era blanca claro no tanto a comparación con la de sasuke algo así en un tono rosado, sus ojos eran de color verde y su cabello largo hasta la cintura de color rosa al igual que las flores de la que procedía su nombre, era una chica que se consideraría bonita.

– Nee sasuke kun ¿Por qué no vamos a dar una vuelta? – dijo con melosa voz apegándose a él

– ¿no ves que estoy ocupado? – sasuke sonaba molesto

– ¿enserio? No lo había notado – dijo sakura entre risitas

– bueno ahora lo sabes ¿por que no desapareces de mi vista? –le dijo fríamente a sakura

– vamos sasuke no seas tan duro solo es una vuelta, además no creo que te pierdas de nada.

No se iba a dar por vencida.

Me molesto el hecho de que le hablara como si yo no me encontrara en ese lugar, como si solo estuvieran ellos dos, pero tendría que agradecerle por su oportuna aparición.

– ve por mi no te detengas – le dije a sasuke tratando de ocultar mi voz de alivio

El pareció notarlo, me miro de una manera la cual no pude descifrar y comenzó a alejarse con ella.

– no te escaparas – susurro

Eso me dio un poco de miedo, sabia a que atenerme después pero por ahora, sonreí tome mis cosas y comencé a caminar al sentido contrario del lugar por el que se había ido sasuke.

– huiré.

Era realmente difícil ser un alumno de esta escuela no solo por que no encajaba ya que mi condición humilde era más que obvia, si no por la relación que mantenía con sasuke que cabe destacar no era amorosa, parecía que no les caía bien al sexo femenino en toda la escuela, y bueno no era para menos sabiendo que sasuke era el chico mas popular de ella. Todas las chicas tenían razones de sobra para odiarme incluyendo a sakura que moría por tener el lugar que yo ocupaba en la vida de sasuke.

– Ahí.

Suspire pesadamente mientras me dirigía al salón de música para esconderme allí mientras comenzaran las clases.

Mire mi reloj. Todavía faltaba media hora para el comienzo de mi día en el colegio y yo ya me encontraba ahí, eso no estaba bien mi fama de impuntual estaba en total peligro y todo por culpa del teme.

Al entrar al enorme salón de música lo primero que divisaron mis ojos fue el piano que estaba cerca de las ventanas que estaban cubiertas por una cortina color crema, al voltear mi rostro a la derecha pude ver los asientos ordenados por hileras y ala izquierda el enorme pizarrón blanco que cubría la mayoría de la pared, me adentre y cerré la puerta por dentro para evitarme cualquier tipo de visita inesperada que pudiera acercarse.

Ese era mi lugar de toda la escuela, ya que nadie visitaba el salón de música si no era estrictamente necesario, parecía que anadee de ellos les interesara la música, y no es que a mi particularmente me gustara, pero me defendía con el piano. Nadie podría decir que no sabia como tocarlo.

Deje mi mochila al lado del piano y me recosté en el piso, si no había logrado dormir mi hora mas de sueño por culpa del sasuke teme por lo menos recuperaría media, acomode la mochila para usarla de almohada y recosté mi cabeza en ella.

Veía el techo tan blanco como las paredes ¿Por qué diablos toda la escuela era blanca? ¿Acaso no pudieron escoger un color? Y cerré los ojos, si que eran raros.

Al cerrar mis ojos no pude evitar que cierto recuerdo viniera a mi mente azotándola con un látigo, incluso podía decir que escuchaba el flash que el látigo hacia en el viento. El día de ayer sasuke me había pedido, no debo corregir, me había EXIGIDO que llegara hoy temprano ¿Por qué? No me lo había dicho, solo me había dicho con voz amenazadora…

– "si no llegas temprano créeme que te ira muy mal"

– "pero" – había discutido –"mañana podemos llegar una hora mas tarde"

Atrapo mi mirada y dijo con voz muy seria.

–"hazlo, créeme querrás llegar temprano"

Era lo ultimo que me había dicho antes de dejarme solo. Cuando el me amenazaba así lo único que podía hacer era simplemente hacerle caso, y por eso que por primera vez en toda mi vida llegaría temprano al colegio y ¿para que? Yo ya lo sospechaba no había otro motivo que no fuera "ese" y al verlo lo había confirmado.

Suspire por quinta o sexta vez en el día ya no sabia cuantas veces lo habría hecho ya, y un sonrojo cubrió mis mejillas.

– Creo que no me lo perdonara – una risita tonta salió de mi boca

– Me matara.

Si era más claro que el agua que sasuke no perdonaría que dejara que se fuera con sakura sabiendo yo cuanto la detestaba, y más cuando a la pobre –si pobre– de la chica se le había ocurrido interrumpir el momento que él tanto ansiaba –eso suponía yo–

Tal vez en este momento sasuke planeaba como deshacerse de sakura sin que nadie se enterara. Conociéndolo como lo conocía, lo mas seguro era que intentara desangrarla cruelmente y sonreír malvadamente mientras la veía morir lentamente, una gotita resbalo de mi sien, si, seria lo mas probable que estuviera pensando, ya llevaba planeando la muerte de la chica desde hace ya algún tiempo y seguramente yo moriría con ella –kami sama hai te voy–

– Vamos, vamos – me dije tratando de darme ánimos

– Si me escondo de él probablemente escape de su furia – a sasuke no le gustaba que le interrumpieran y menos cuando planea… me sonroje de nuevo y lleve una de mis manos a mi cuello.

La sangre brotando de mi cuello a su garganta, sus labios pegados a mi piel y sus col… col… diablos costaba el tan siquiera pensarlo, y sus blancos dientes aparecieron en mi mente.

– ¿Qué estas pensando?– escuche una voz realmente familiar

Me estremecí al acto.

–si no abro mis ojos, no esta aquí– me dije

– Oh ¿De verdad?– la voz sonaba divertida

No quería abrir mis ojos. Lo sentía, ya no estaba solo en el salón de música y el pánico comenzaba a apoderarse de mi cuerpo.

– cerré bien la puerta, a si que no.

Oí una risita y en menos de medio segundo tenia algo apresándome el cuerpo.

– si no abres los ojos es mejor para ti– susurro en mi oído

– ¿en verdad creíste que podrías escaparte de mi? Eres ralamente ingenuo.

Abrí los ojos sorprendido al sentir su lengua en mi cuello.

– No, yo no – trataba de excusarme

Nunca le diría que paso por mi mente que tal vez lograría escapar de él, si lo decía lo único que ocasionaría seria un indiscutible, y tal vez bien merecido, castigo.

Se me quedo mirando por un breve instante, pero el suficiente para que notara sus relucientes ojos negros que me acuchillaban.

– me gusta lo ingenuo que pues llegar a ser naruto ¿acaso no sabes ya que eres de mi pertenencia? Creo que será mejor que lo vayas comprendiendo, nunca podrás estar lo suficientemente alejado como para que yo no note tu presencia.

Su voz había sonado posesiva y eso me había gustado, mi sangre me traicionaba cruelmente teniendo mis mejillas de rojo y él al notarlo sonrió con malicia.

– Esta vez nadie nos interrumpirá – dijo con voz seductora, se inclino mas cerca de mi mientras exhibía sus relucientes dientes con una breve pero amenazadora sonrisa.

Se me olvido respirar y no pude decir ni una sola palabra, estaba bajo su poder y ninguno de mis músculos me respondía, ni me respondería mientras esos ojos así lo desearan.

– Extiende el cuello.

Obedecí.

Sentí su lengua recorrer mi cuello. Si pudiera ver mi rostro con seguridad vería que se había vuelto carmesí, podía sentir cada uno de sus movimientos, su cuerpo posicionado perfectamente sobre el mío sin poner claro todo su peso para evitar aplastarme, el aroma que invadía todo su cuerpo abandonándolo para llegar hasta mi nariz, una dulce escancia que parecía adormecerme.

– El olor del otoño – dije en un susurro para mí

Solo pude escuchar muy débilmente el sonido de una pequeña risa pues su lengua seguía recorriendo mi cuello con gula, saboreando el sabor con detenimiento, así era él, siempre sucedía igual.

Con mucho esfuerzo conseguí mover una de mis manos y la lleve a la espalda de sasuke y me aferre a su blusa con mucha fuerza, y fue cuando sentí que algo se clavaba en mi cuello, era un dolor punzante que solo se concentraba en una parte del cuello.

Un débil gemido escapo de mis labios al sentir los colmillos de sasuke hundirse más a mi piel acanelada, era una sensación que difícilmente podría describirse con palabras, sentí una de las manos de sasuke que se dirigía a mi cintura y que me acercaba mas a él apegándome a su cuerpo con vehemencia. Su otra mano que se encontraba en mi cuello hizo lo mismo haciendo que mi cabeza se fuera para atrás dejándole a su merced, tomo mi cuello descubierto.

Mi respiración se había vuelto dificultosa causando estragos en mi ritmo cardiaco, las pulsaciones de mi corazón se habían acelerado y la sangre había comenzado a correr rápidamente dirigiéndose a mi cuello.

Los gemidos querían escapar de mi boca. Lo único que mi cuerpo podía sentir era placer del dolor que se había vuelto embriagante y el deseo había comenzado a crecer dentro de mi cuerpo que luchaba para derribar mi autocontrol que se perdía con cada segundo que pasaba.

No quería que sasuke se diera cuenta, podría notarlo en el sabor de mi sangre, luchaba por contenerme pero nunca había sido bueno en eso del autocontrol ¿él sentiría el peligroso deseo que recorría mi cuerpo tanto como yo en este instante? Trataba de luchar para ignorar ese estúpido deseo que comenzaba a desquiciarme.

– sa…su…ke – intente decir su nombre pero no podía articular palabra alguna correctamente

Mi mano que yacía en su ropa se movió soltando el agarre y se paseo por su fuerte espalda para aferrase de nueva cuenta en otra parte.

– Aaah – gemí fuertemente al sentir como sasuke succionaba mi sangre con fuerza

Parecía desesperado bebía rápidamente y mi mundo comenzaba a darme veletas.

–no… tan…fuerte – trate decir

Pero era inútil, podía sentir bajo mi piel como mi sangre abandonaba mi cuerpo y ahora comenzaba a deslizarse por mi cuello, sasuke mordía con fuerza y yo lo disfrutaba, pero no por mucho, sentí como sus colmillos abandonaban mi cuello, trate de mirarle pero mi vista ya estaba muy borrosa, había bebido demasiado y yo se lo había permitido, quito su cuerpo de encima del mío y con todas las fuerzas que me quedaban, que por cierto eran casi nulas, logre sentarme para observarlo.

Abrí y cerré mis ojos varias veces para aclarar la imagen enfrente de mi, y al lograrlo lo que vi me dejo anonadado, sin palabras, mi sangre que ahora resbalaba por la comisura de los labios de sasuke, sus colmillo asomándose entre sus labios, sus ojos negros se habían vuelto rojos, era una imagen bellísima nunca me cansaría de verla, eso valía la pena para utilizar mis ultimas fuerzas.

Le sonreí.

– ¿Estas satisfecho?– le dije con la voz más dulce que pude utilizar en ese momento

Me miro como si no entendiera mi pregunta.

– ¿Por qué no me detuviste? – dijo algo molesto

– ¿Qué? – No entendía – ¿acaso no lo necesitabas? Para eso me citaste ¿no?– dije algo confundido

– No es eso, naruto.

Estaba molesto por algo, pero yo ya no podía razonar bien, me invadía una irresistible necesidad de sueño que apenas podía permanecer sentado y con los ojos abiertos, me desmayaría en cualquier momento.

Lo mire relamerse los labios para limpiarse todo rastro de sangre.

– bebí demasiado de ti, debiste detenerme.

Me miraba como si se sintiera culpable y eso no me gustaba.

– ese es mi trabajo, darte toda la sangre que quieras aun si me cuesta la vida ¿no es así?– sonreí de nuevo

– Si, lo es– dijo fríamente

– entonces no te preocupes por eso.

– naruto debiste detenerme ese también es tú deber.

– Si, lo es– ahora dije yo, una risita tonta escapo de mis labios

Quería cambiar el tema no me gustaba esa mirada.

– ¿y como me encontraste? – dije de repente sorprendiéndolo

El sonrió, parecía que ya no estaba enojado o eso me parecía a mi.

– te lo dije ¿no? Nunca podrás escapar.

Un escalofrió recorrió mi cuerpo.

–oh si lo olvidaba tengo un rastreador ¿verdad? – sonreí de forma tonta

–no lo necesito, pero no es mala idea.

El corazón me salto al ver su sonrisa traviesa.

– ¿y como entraste? Estoy seguro que cerré la puerta – pregunte

– Por la ventana – dijo señalándola

– ¡AH! – Grite –no deberías hacer eso ¿Qué pasa si la directora se entera? Sabes estamos en un tercer piso pudieron verte – me levante rápidamente del piso

– Y eso que importa – sonó indiferente

– Es romper las reglas, teme – dije molesto – y al que le van a gritar es a mi.

– Tal vez por eso no me molesta – comenzó a reírse divertido

– claro, como no es tu pellejo el que esta en juego ¿verdad señor inmortal?

– Antes que nada – dijo serio

– ¿Que?

– Tu cuello – me señalo

– ¿Qué tiene?

– Serás tan dobe – suspiro

– ¿Que dijiste sasuke teme?

Que se estaba creyendo todavía que le daba de mi sangre y me trataba así, la furia comenzaba a rondarme cuando fue repentinamente sustituida por un nuevo sonrojo.

– Te voy a quitar los rastros de sangre – sonrió malvadamente

Mire mi cuello para apartar la mirada de sus ojos color rubí.

– ¡Oh! – me sorprendí

Al parecer me había mordido más profundo de lo que creía y la sangre no dejaba de brotar manchando mi uniforme.

– sasuke teme ¿pudiste haberme mordido menos fuerte no? La sangre es difícil de quitar– hice un moin

Sonrió de nuevo. –Pero te gusta más cuando es duro ¿no?– susurro cerca de mi oído – yo se que te gusta, lo se por el sabor de tu sangre– dirigió sus dedos a los labios

– HAAAH ¡TEME!– Grite fuertemente tratando de alejarlo de mi envino

– ¡no digas tonterías! – mi rostro se había vuelto totalmente rojo como tomate

– lo se, no puedes mentirme tú sangre me lo dice.

–Cállate, no oigo, no oigo, tengo orejas de pescado– tapaba mis oídos en un intento vano de no escuchar su ahora molesta voz.

No pude decir mas sasuke aparto mis manos de mis oídos mientras se encontraba lamiendo la herida que él había causado limpiando todo rastro de sangre mientras mi temperatura había aumentado considerablemente. Lo que temía, él se dio cuenta y ahora lo usaría en mi contra.

– Maldito sasuke – dije sonrojado mientras hacia su trabajo

Comenzó a empujarme hasta quedar contra la pared, coloque ambas manos enfrente de mí para protegerme y mantenerlo lo más lejos posible de mi cuerpo. Su presencia era tan imponente y su cercanía electrizaba el ambiente que mis manos involuntariamente se aferraron a su saco, mi respiración de nueva cuenta se aceleraba, la cabeza comenzaba a darme vueltas y cuando sentí su lengua tocando las heridas que sus colmillos habían causado, mi mundo se volvió negro.

Notas finales:

¡Hola mina-san!

Este es mi primer fic de vampiros que hago y me encanta. Anteriormente había escrito uno, mucho antes que este, pero simplemente la idea me abandono y no pude ni siquiera publicarlo. Me divierto mucho escribiendo este fic.

Lo realmente difícil fue nombrar este fic. Generalmente es lo primero que surge ¿no?

Bueno espero sus comentarios con ansias y nos leeremos en el Cap. 2 CASTIGO. y como siempre perdonen las faltas de ortografía


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