capitulo 1
Esa mañana, Kagome habia tomado la resolucion de volver a su hogar puesto que necesitaba estudiar ya que los examenes para ingresar al secundario estaban proximos y con lo aburrido que ultimamente estaba el paranorama(no habia detectado la presencia de ningun fragmento de la perla de Shikon) lo unico que hacian eran eliminar demonios debiles de los caminos y caminar en busca de alguna pista que los condujera a Naraku. Pero los resultados habian sido pobres y Kagome decidio regresar.
- Kagome, ¿porque tienes que regresar? - Inuyasha parecia absolutamente descontento.
- No hubo nada de importancia estos ultimos dias, Inuyasha. Aparte estan proximas las fechas de mis examenes y necesito estudiar.
- Feh.
No parecia dispuesto a convercerse pero ella sabia que le permitiria irse.
- Nos vemos, volvere en 3 dias - se despidio Kagome a la mañana de todos.
El resto del grupo tambien parecia necesitar una jornada de descanso.
- Bueno, si la señorita Kagome no esta, no podemos hacer nada, asi que me retiro a visitar a mi maestro por algunos dias - anuncio Miroku.
- Entonces, yo volvere a la aldea de los exterminadores - siguio Sango.
- ¿Quiere decir Sango que si yo no me fuera te quedarias? - el monje acercaba peligrosamente la mano hacia el trasero de Sango.
- Bueno , Su Excellencia, yo... - dijo ruborizada, pero al sentir el contacto indeseado de la manode Miroku, enfadada le golpeo en la cabeza con la punta de su hiraikotsu a la vez que decia - Es usted un pervertido.
- Son estas manos, las que estan malditas - se lamentaba el.
- Nunca cambiara - comento Shippo.
La anciana Kaede y Kirara asintieron lentamente.
Mientras tanto, Inuyasha seguia molesto por la vuelta de Kagome a su mundo. Cada vez que se iba, el se irritaba y algunas veces se alejaba del grupo, perdiendose en el bosque, meditando muchas cosas a la par que seguia masticando su enojo. Esta era una de esas veces, estaba cerca de un rio, y pensaba mientras veia el agua fluir tan clara como el dia. Sentado sobre la rama de un arbol meditaba mucho sobre Kagome y Kikyou, sobre todo, cual seria la persona en la que deberia escoger cuando el destino exigiera una decision acerca del tema.
Sin embargo, mucho tiempo no tuvo de meditar sobre este tema, ya que un rato despues de su llegada, sintio su olor a traves de la distancia. Sabia quien se acercaba pero no tenia intenciones de irse, a lo mejor un enfrentamiento con su medio hermano mejoraria su humor y le evitaria tener que pensar sobre cosas complicadas.
- Sesshomaru.
El demonio alzo la vista al arbol, habia sentido su presencia mucho antes de llegar.
- Inuyasha.
- Maldito Sesshomaru ¿Que es lo que haces aqui?
- Nada en especial, ¿acaso hay algun motivo en particular por lo que deba estar aqui? - pregunto con serenidad habitual en el.
- Eso es lo te estoy preguntando - a Inuyasha le molestaba la frialdad de su maldito medio hermano.
- Pues no y la verdad es que tampoco te buscaba ni te esperaba aqui - murmuro Sesshomaru calmadamente - pero si quieres morir en este instante, no pondre ningun inconveniente en ello.
- La verdad es que no deseo morirme, sabes no tengo ganas de enfrentarme a ti hoy, no es un gran dia pero si quieres pelear, yo no me opondre - Inuyasha bajo del arbol y desenvaino a colmillo de acero.
- En ningun momento te pregunte si tu dia fue bueno o no pero la verdad es que no puedo perder tiempo contigo, seria un desperdicio, ya no me parece divertido porque cada dia se me hace mas facil poder matarte.
- Maldito... - Inuyasha estaba furioso y era realmente evidente que su impulsividad lo llevaria a atacar.
- No te molestes, me ire, ya te dije que no perdere tiempo contigo.
- No huyas, cobarde.
Furioso, Inuyasha arremetio contra su hermano, que se habia volteado con la real intencion de irse. Su ataque fue esquivado y devuelto de una manera tan improvista que Sesshomaru envio a su hermano al suelo sin problemas.
Antes de que pudiese levantarse y poder atacar su hermano ya estaba agachado tan cerca de el. Antes de poder decir nada, y para asombro de Inuyasha, le acaricio con suavidad una mejilla.
Pero eso duro solo unos instantes, ya que de ahi lo tomo del cuello y con perturbadora delicadeza mezclada de brutalidad, lo acerco hasta su rostro.
- ¿Que demonios haces?
- ¿Me detestas verdad?
- Yo... - el medio demonio no comprendia la situacion y no sabia que contestarle realmente, se le habia olvidado todo.
-Contesta - la agresividad tranquila del demonio lo irrito.
- Yo no te detesto, tu eres el que me detesta, si no estuvieras intentando robar mi herencia y desterrarme del mundo de los vivos, pudiera ser que sintiera otra cosa por ti. Pero como las cosas son tal como las describi quiero que desaparezcas de mi vista. Tu simple cercania me repugna...
Sesshomaru parecio descontento porque se paro sobre sus piernas y coloco una mano sobre su espalda para levantarlo y tenerlo al mismo nivel que antes. Y para desconcierto de su medio hermano, lo beso de manera agresiva. Temiendo ser sometido de una manera indeseada, Inuyasha lo rechazo.
- Pues no me importa si me aborreces, porque seras mio aunque te pese - Sesshomaru parecia poseido por una indignacion ciega.
Empujado por detras, Inuyasha solo pudo dejarse caer, mientras su hermano descendia al mismo ritmo sobre el. El medio demonio estaba confundido pero ya no se resistia a los besos. Inmediatamente un ruido los alerto, y Sesshomaru se levanto dejando a su hermano en el piso. Desde su posicion, Inuyasha admiro y admitio por primera vez la belleza de su hermano mayor pero se sintio avergonzado por sus pensamientos por muy inocentes que fueran. Se quedaron unos instantes asi. Callados e inmoviles. El ruido delato que alguien se acercaba a ellos.
- Inuyasha - el sonido de la voz de Sesshomaru lo sustrajo de sus extraños pensamientos - cuando quieras buscame.
Su hermano menor lo miro asombrado desde el suelo, mientras el mayor clavaba su mirada en el. Una vez que Inuyasha asintio, el desaparecio, dejando una nube de confusion y rareza absoluta en medio demonio. A continuacion, se levanto para ver quien era el personaje que habia interrumpido.
- Inuyasha - la voz de Shippo se oyo - Kaede quiere verte .. - miro hacia ambos lados - ¿con quien estabas hace un momento? Senti la voz de alguien mas hace unos minutos.
Inuyasha se puso nervioso ante esa ingenua pregunta.
- Feh, Shippo estas imaginando cosas. Vayamos a ver que es lo que la anciana Kaede necesita.
- Si - Shippo siguio observando el lugar, pero al ver alejarse al hanyou se dispuso a seguirlo aunque no muy seguro de que hubiera sido su imaginacion.
Mientras tanto, Inuyasha estuvo tan callado todo el camino de regreso de que se percato de que estaba en lo cierto. Pero si habia alguien con el ¿Quien habia podido ser? ¿Con que motivo?
Seguramente, no era algo que se pudiera contar ya que Inuyasha se lo habia negado y estaba bastante nervioso con respecto a su persona.
Paso la tarde y las dudas del pequeño kitsune no desaparecieron.