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Una Voz que Enamora por LycanZero

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, para mi desgracia U.U

Notas del capitulo:

Espero sea de su agrado, este fic solo consistirá en dos caps. nwn

“Bip, bip, bip”

“Splash, splash”

 

 

 

Eran los únicos sonidos que podía captar, puras onomatopeyas de objetos que le mantenían en este mundo, no sabía cuánto tiempo había estado así, no sabía si habían sido tan solo unos días, semanas, meses o hasta años, lo único que comprendía es que estaba en un lugar donde un ángel siempre le hablaba, le contaba sus penas, sus alegrías y pequeñas cosas rutinarias. Muchos podrían decir que un ser en estado de coma no escucha que es un muerto atado a la vida por aparatos eléctricos, pero él sabía que no era verdad, él tal vez no podía hablar ni podía moverse, pero si escuchaba, oía cada palabra de las enfermeras, el cómo le coqueteaban a su ángel, el cómo se quejaban de tanto trabajo.

 

Pero eso a él no le importaba, lo único que le agradaba era oír la voz suave y aterciopelada de su ángel, que no puede ver pero que siempre le cuida, todos los días viene a verlo; su hermano, sí, tiene un hermano, viene a verlo también casi todos los días, aunque desde hace un tiempo que se ausenta, tal vez no con frecuencia pero ya no viene todos los días como antes, la razón es porque estaba enamorado, si mal no recordaba era un tal Kaname el que había conquistado el frio corazón de su gemelo, sí, sorpresa, su hermano es su gemelo. No le culpaba por dejarle, al contrario, se alegraba de que Zero saliera de esta prisión donde él se hallaba, muchas veces ha intentado despertar pero sin lograr nada, estaba empezando a resignarse a que así se quedaría hasta su muerte, pero al oír la voz de su ángel sus esperanzas regresaban.

 

-¿Cómo está mi paciente favorito?—había llegado, su ángel por fin había llegado a saludarle como era su costumbre, sintió como su mano cálida tocaba la suya, la cual estaba completamente fría, como si estuviese más muerto que vivo. Sin embargo no se sentía mal por ello, al contrario, le alegraba que la cálida piel de aquel ser contrastara lo frio de su cuerpo, eso le garantizaba que aún estaba vivo y que había esperanza de regresar al mundo “real” al cual permanecía.

 

-Tranquilo como siempre, no ha habido ninguna reacción anormal—anuncio una enfermera, si mal no recordaba se llama Rima, ella junto con un tal Shiki le atendían cuando no estaba su ángel, los dos chicos le agradaban al menos por el sonido de su voz, aunque Shiki sonaba como más automático o a veces contestaba con monosílabos, Ichiru incluso cree que podría ser un robot creado para fines médicos.

 

-Entiendo, déjame a solas con él—dijo con su voz cantarina, la chica solo dijo un “con permiso” y abandono la habitación, dejándolo completamente a solas con su ángel, si pudiera moverse o ruborizarse estaría más rojo que un jitomate. —No sabes cuánto desearía que despertaras, muchas personas desean que lo hagas… tu hermano, más que nadie, tus padres, tu hermana… y también yo. Te he cuidado por tanto tiempo, que temo que alguien tan hermoso como tú se quede atado a esta camilla.

 

Ichiru intento moverse, algo le decía que su ángel le quería decir algo, algo doloroso, y debía evitarlo no quería oír aquello, es como si fuese una despedida. Eso no podría soportarlo, él deseaba conocer a ese ángel, deseaba decirle que, puede ser vergonzoso pero, se había enamorado de él, le quería, no le importaba si era feo físicamente, su voz le había cautivado.

 

-Hoy es el día de los enamorados ¿Sabías?... es 14 de febrero, y en este día… me acaban de anunciar que tengo que casarme… por conveniencia para mi familia—Ichiru sintió su corazón romperse, su ángel, su amado ángel el abandonaría para casarse, irse y formar una familia. —Yo no quiero, a la chica ni siquiera la conozco, es creída y petulante… yo no deseo estar con alguien como ella, por eso voy a huir, sé que eso no es lo que realmente debería hacer, pero no puedo ganarle a mi familia… de una u otra manera me han de obligar y yo no deseo destruir mi vida, así que acepte un empleo en un hospital de Estados Unidos—se iba, su ángel se iba, le dejaría solo en este frio lugar.

 

No lo deseaba, no lo quería, no lo aceptaba; sí, puede que suene caprichoso pero es lo que menos le importa a él, no quería perder a la única persona que le trataba como un “ser” en esta cosa llamada hospital y no como un objeto atado a miles de aparatos. Intento moverse, estaba obligando y ordenando a su cerebro que diera una señal, que le dijera a su ángel que le oía y que no deseaba que se fuera de su lado.

 

Seguía oyendo los planes de su ángel, se iría mañana en la mañana, anunciando que lo dejaba en buenas manos, que su amigo Kain era un excelente doctor y que posiblemente con él si lograría mejores resultados. No, ¿Es que no comprendía?, él no quiere a otro médico, lo quiere a él. Una vez más ordeno a su cerebro que hiciera algo, que moviese aunque fuese un maldito dedo, no deseaba que aquel ser se fuera, le quiere para él, y si era posible se iría con él. Y, de alguna manera, logro que su mano se moviera, muy sutilmente, pero logro tocar la cálida mano de su ángel que estaba cerca de la suya.

 

-¿Ichiru?—aquella hermosa voz volvió a repiquetear en su cerebro, por las enfermeras sabía que tenía cabellos rubios y ojos verdes como esmeraldas, que su nombre es Ichijou Takuma, que es un joven prodigio que estudio en E.U. la carrera de medicina, es un doctor joven pero no por ello inexperto; además de tener a todas las enfermeras a sus pies, de tan solo recordar ello su estómago se revolvía, es como si un ácido burbujeara fuertemente en su interior, quemándole las entrañas. Ante aquella sensación volvió a mover su mano, esta vez con un movimiento más notable.  — ¡Por Dios!... ¡Rima!

 

Una reacción se había dado, sus ojos deseaban abrirse y, como si sus parpados fuesen de acero, intento abrir lentamente aquellas cortinas de carne, quería mostrar sus bellos ojos de tono amatista, sus negras pestañas tenían un sutil temblor, como si estuviesen emocionadas por el despertar. Las voces se oían más alarmadas, podía sentir la emoción y la angustia de muchos de los ahí presentes; con más esfuerzo obligo a sus parpados a moverse, dejando entrever sus irises de tono morado… hasta que por fin pudo abrir completamente sus ojos, por fin pudo notar la luz atravesando su sentido visual, el resplandor de las blancas lámparas le obligó a cerrar nueva y fuertemente sus ojos, para después parpadear varias veces y acostumbrarse a la luz.

 

Fue ahí cuando lo vio, un hermoso ser de piel nívea, ojos tan intensos como las esmeraldas y cabellos rubios como los campos de trigo, una hermosa sonrisa abarcaba el rostro del rubio, se alegraba que aquel hermoso ser plateado por fin haya despertado; sus ojos se aguaron por la inmensa alegría, deseaba llorar por la emoción. Desde que había conocido a Zero tenía curiosidad por el tipo de mirada que tendría Ichiru, puesto que el gemelo del menor es cabezota, muy orgulloso y frio, su mirada era sumamente afilada aunque perdía ese característico “filo” cuando Kaname se acercaba. Por alguna razón su corazón le decía que Ichiru era diferente, que era la “contraparte” de aquel chico gruñón.

 

-Bienvenido—le dijo alegremente, no se había equivocado, Ichiru tenía una mirada diferente, más cálida, más inocente, más pura; ¡Dios! No sabría cómo describirlo, pero por mas gemelos y por más parecidos que fuesen Zero e Ichiru, él veía grandes diferencias; SU paciente le veía con una ternura desmedida que no podría describir, pero es que el doctor ignoraba que ese ser que estaba frente de él conocía todo de su persona, sus tristezas, sus alegrías, sus decepciones, sus fracasos, sus triunfos, sus metas, todo, Ichiru conocía todo de él.

 

-Ta… ku… ma—su voz, débil pero tierna, provoco un fuerte vibrar en todo el cuerpo de mencionado, aquel hermoso ser conocía su nombre y además de eso le dedicaba una hermosa sonrisa—No… no te vayas…— por un momento aquellas entrecortadas palabras no fueron de su comprensión, pero al recordar que hace tan solo unos minutos le estaba contando de su viaje a E.U. hizo que sus mejillas se tornaran de color rosado. Si estaba en lo cierto, ese chico había escuchado muchas cosas.

 

-No lo hare—le dijo con voz suave, ignorando que las enfermeras se movían de un lado a otro, como si hubiese un huracán en la habitación. —No lo hare, pero quédate tu conmigo.

 

 

Dicen que no,

Que en la vida no se busca el amor,

Dicen también que es mejor que llegue solo.

Cierto es, porque yo te busque

Antes y fracase.

Confundido hasta me enamore,

Solo me lastime

Del amor desconfié

Y dude

Y hasta un juego lo pensé

 

 

Ichiru asintió levemente, su cuerpo se sentía muy pesado y el esfuerzo por tener los ojos abiertos era demasiado, sabía que pronto los volvería a cerrar pero no tenía miedo, porque sabía muy bien que después estos volverían abrirse  y de ahora en adelante comenzaría una nueva vida para él, lucharía para poder estar con su ángel, con aquel chico que le pedía quedarse a su lado. Con una hermosa sonrisa surcando su rostro volvió adentrarse en un profundo sueño, uno donde las imágenes donde estaba al lado de Takuma se volvían más coloridas, más reales.

 

-Señor Kaien, buenas noches, disculpe que marque a esta hora, pero le tengo noticias importantes—Ichiru podía oír la voz emocionada de Takuma, estaba notificando a su “papá” adoptivo de su despertar.

 

-…— no podía oír la voz de Kaien pero, conociéndolo, podía imaginarse la emoción de este.

 

-Sí, paso algo Kaien-san…— por alguna razón sentía que el rubio intentaba reprimir la ganas de gritar y saltar de alegría por el despertar de su persona, eso lo hacía aún más feliz, eso significaba que era muy importante para su ángel, así que con más razón se recuperaría más rápido. — ¡Ha despertado! ¡Ichiru por fin ha despertado!... Ha reaccionado hace poco, ya le he revisado y no tiene secuelas, solo tiene débil el cuerpo por falta de movimiento, pero eso fácilmente se arreglara con una buena alimentación y ejercicio— había escuchado suficiente, ahora solo quería descansar, descansar de verdad y no estar en un mundo oscuro, por fin, después de tanto tiempo, podría soñar.

 

No sabía cuánto tiempo había dormido, pero se sentía realmente bien, deseaba pararse de aquella cama y poder caminar un rato, aunque sus pies los sentía entumecidos, no le importaba, se arrastraría si fuera necesario pero lo único que pedía era salir de ahí y poder aspirar de nueva cuenta el aire fresco. Sus ojos nuevamente se abrieron, pero esta vez sus parpados los sentía ligeros, podía parpadear varias veces sin esfuerzo alguno, y sus oídos aun captaban el sonar de aquellos molestos aparatos que indicaban el latir de su corazón y el suave gotear del suero, no obstante nada de eso le importaba ya, al contrario él buscaba con su mirada a su doctor, a  su ángel de voz sensual. Aunque ahora que lo pensaba bien, no sabría cómo reaccionar ante su presencia, de repente un gran nerviosismo abarco todo su ser, estaba tan emocionado de volver a ver a su ángel que no se le ocurría nada para decirle.

 

-Veo que has despertado muy temprano—y, como si hubiese invocado a Takuma, el rubio apareció en la habitación con una sonrisa de oreja a oreja que, de seguro, nadie sería capaz de quietársela— ¿Cómo te sientes?—el rubio se acercó con cautela, observando detenidamente al chico.

 

-Bien, bueno… siento mis pies algo… entumecidos—contesto Ichiru, sus manos le sudaban a causa de sus nervios, por mucho tiempo había deseado poder hablar con el rubio y ahora que lo estaba haciendo simplemente no se lo podía creer.

 

-Es normal, estuviste mucho tiempo en coma, tu cuerpo no ha hecho ejercicio, pero tranquilo que pronto podrás hasta correr—el rubio se acerco a Ichiru y su mano, algo temblorosa por la emoción, acaricio las hebras plateadas, eran sedosas y tenían un ligero aroma a flores de cerezo, dulce pero al mismo tiempo fresco. —Me alegro  de que hayas despertado—confeso Takuma mientras se sentaba al borde de la cama para poder observar a su paciente. Ichiru al oír esto no pudo evitar bajar la mirada al mismo tiempo que sus mejillas tomaban un tierno color rosado, lamentablemente para él, al tener la piel pálida, aquel rubor se notaba con creces, además de que su cuerpo tembló al sentir aquellos largos dedos entre sus cabellos.

 

-¿En…en verdad… estas…fe… feliz?—no entendía porque tartamudeaba, sabía que estaba nervioso pero no era para tanto, ¿o sí?

 

-Claro que sí, siempre tuve la esperanza de que despertarías algún día—confeso un ruborizado Ichijou.

 

-Es… es que yo… yo no… no quería que… te fueras… yo no que… quería a otro… medico… —aquel tierno tono rosado que tenia Ichiru en las mejillas se torno de un color más intenso, se volvieron de matiz rojizo; mientras que sus ojos se aguaban por la inmensa tristeza que le invadió, el tan solo pensar que no hubiese despertado para detener a Takuma le llenaba de un infinito miedo.

 

-Ichiru—el mencionado levanto su cabeza solo para sentir los labios del rubio sobre los suyos, fue un toque suave y delicado, lleno de una gran ternura. Al principio el peli plateado no supo cómo responder, sus ojos se abrieron a causa de la gran sorpresa, pero después de unos momentos se dejo hacer. Respondió al beso de manera inocente, ya que en su vida había besado a alguien, solo a Zero pero había sido en la mejilla. Sintió como la lengua del rubio delineaba sus labios, como chocaba con sus dientes para poder ingresar al interior de su boca, sin embargo Ichiru no le otorgaba el paso, no porque no quisiera, sino porque no entendía que es lo que deseaba hacer Ichijou.

 

-Ta… Takuma… yo…— ¿Cómo decir que es su primera vez besando? ¿Cómo decirle que no sabía qué hacer?, Takuma sonrió tiernamente al ver como Kiryuu bajaba de nueva cuenta su rostro pero sus manos se aferraban a las solapas de la bata; Takuma debía confesar que había temido el haber metido la pata, es decir, como Ichiru no le respondía el beso creyó que no había sido del agrado del pequeño. Pero al ver aquella tierna reacción, borro esa idea de su mente.

 

-Ichiru, pequeño… mírame—suplico el rubio, cuando Ichiru levanto de nuevo su cabeza, pudo observar a Takuma muy cerca de sus labios, otra vez—no quiero hacerte daño y tampoco quiero presionarte. Si tienes miedo solo dímelo, que yo jamás te forzare a nada. —era lógico que Ichiru tuviera miedo, si el que lo besaba era el doctor que le había cuidado desde que ingreso al hospital.

 

-¡No!... no es miedo es que… es que yo no… no se…— ¡No podía confesar que no sabía besar!, eso sería muy vergonzoso. Su cara se torno completamente roja, se soltó del rubio, agarro la sábana blanca y la jalo hacia él de tal manera que se cubrió hasta la cabeza. Takuma se sorprendió ante la reacción del pequeño, sin embargo eso no evito que se riera por la vergüenza del menor, al fin había comprendido porque Ichiru no le había correspondido aquel beso.

 

-Pequeño, por favor baja la sabana, quiero verte… por favor Ichiru—sus manos estaba puestas sobre las del menor, quien se negaba rotundamente a quitarse la sábana. El rubio suspiro pesadamente y, aprovechando que el peli plateado solo había agarrado la orilla superior de la tela, tomo la parte final, se introdujo bajo la sábana y gateo hasta quedar frente a Ichiru—solo abre la boca—susurro sensualmente Takuma mientras lamia los labios del menor, quien obedeció permitiendo que el rubio metiera su lengua y jugueteara con la propia—eso es pequeño, mueve tu lengua con la mía—pedía Ichijou mientras sus manos acariciaban lentamente las piernas de su paciente.

 

-Hmnm… ahn—Ichiru no podía creerlo, sus labios se movían al ritmo de los de su doctor, sus lenguas se acariciaban descaradamente y sentía su piel arder bajo el tacto del rubio. Sentía que todo a su alrededor daba vueltas y que la temperatura aumentaba a cada segundo— Ta… Takuma—una vez les falto el aire se separaron, ambos estaban sonrojados, jadeantes y llenos de lujuria.

 

-Te amo Ichiru, te amo desde hace mucho—confeso el rubio, provocando un respingo en el peli plateado que, a causa de la emoción, envolvió el cuello de Takuma con sus brazos, dejando caer la sábana al piso.

 

-¡Yo también! ¡Yo también te amo!—Ichijou no podía estar más feliz, aquel pequeño le correspondía, no necesitaba más que eso por lo que tomo una decisión muy seria, pelearía contra su familia, rompería el compromiso importándole muy poco que lo desheredaran, total, él tenía un trabajo a causa de su esfuerzo y sus meritos, no necesitaba del dinero de su familia.

 

-Ichiru, mi pequeño—volvió a besar al peli plateado, un beso muy intenso desde el inicio, sus caderas se mecían sobre las de Ichiru, el cual no podía evitar gemir entre ambas gargantas—te hare un chequeo completo… MUY completo—susurro un rubio con voz ronca, mientras mecía aun con más intensidad sus caderas sobre las de su paciente.

 

-¡Ahnm!—Kiryuu no pudo evitar arquear su espalda, esa sensación se sentía tan bien que…

 

-Takuma-san, le solicitan en el quirófano—la voz de una enfermera rompió todo el ambiente, mientras que sus nudillos tocaban insistentemente la puerta. El rubio chasqueo la lengua en son de fastidio, se bajo de la cama, acomodo sus ropas y cubrió a Ichiru de nuevo con la sabana.

 

-Voy inmediatamente—anuncio para que la enfermera se fuera—regreso al rato mi niño—advirtió Takuma mientras le daba un beso rápido a Ichiru y después salió de la habitación.

 

Ichiru se sentía abochornado, se dejo llevar por el momento y por poco les descubrían, algo que no sería bueno puesto que Takuma podría correr el riesgo de perder su empleo y estropear su carrera. Pero es que la situación se dio, y fue algo tan maravilloso y olvidaron completamente que estaban en un hospital, en un lugar lleno de gente que podría haber entrado si tocar y haberlo visto con su doctor encima, de tan solo imaginarlo se moría de la vergüenza. Aunque ni eso le quitaba la infinita felicidad que sentía y aquella sonrisa de oreja a oreja, sus sentimientos eran correspondidos, su despertar le había traído cosas buenas. Bueno, lo único que faltaba era ver a su familia, a su querido hermano gemelo, su padre dramático y su padre celoso, y claro, también su tierna y traviesa hermana pequeña.

 

 

Pero al fin te encontré

O me encontraste tú,

Quizá fue el amor que al final se apiado

Pero al fin te encontré,

Que de ti no dude.

Y sé que me equivocado y

Fue en vano jurar amor en el pasado.

Porque solo a ti te amado.

 

 

 

*******

 

 

Después de dos horas de estar solo en aquella habitación, alguien irrumpió en ella abruptamente, ni siquiera pudo reparar de quien era ya que así como aquella persona entro así se arrojo a abrazarle. Ichiru por unos momentos se quedo quieto, todo sucedió muy rápido, pero reparo en el abrazo cuando noto una cabellera plateada igual que la suya, solo que al contrario de él estas hebras platinadas estaban más cortas. El menor de los Kiryuu rodeo la espalda de su hermano e infringió más fuerza en el abrazo, sus ojos dejaron soltar libremente sus lágrimas mientras hundía su rostro en el cuello de Zero, este a su vez también se soltó a llorar, su hermano pequeño por fin había despertado, su felicidad estaba completa.

 

-Ichiru, Ichiru, Ichiru—le llamo varias veces, esto era tan maravilloso que creía era un sueño. —Gracias a Dios, estoy tan feliz—Zero ejercía más presión en el abrazo.

 

-Ni… Nii-san… no respiro—Ichiru golpeo suavemente la espalda de su hermano mayor, la emoción en ese momento le estaba quitando el aire.

 

-¡Ah! Perdón, ¿Te lastime?—cuestiono preocupado el mayor.

 

-No, estoy bien. Te extrañe Nii-san, estoy de vuelta—sonrió tiernamente, su hermano aun tenia residuos de las anteriores lagrimas que expresaban su alegría.

 

-Bienvenido—susurro Zero pues, sabía muy bien que, si intentaba decir algo volvería a llorar.

 

-¡¡¡HIJO MÍOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!—Kaien apareció de repente y, desde el umbral de la puerta, dio un gran salto para caer encima de Ichiru. Zero, gracias a sus impresionantes reflejos, tomo la cama de su hermano y la giro rápidamente, agradecía que esta tuviera llantas, ya que así logro evitar que su hermano sufriera un gran daño mayor, aunque ese movimiento solo logro que Cross se estampara fuertemente con el piso— ¡¿POR QUÉ HICISTE ESO, KIRYUU-KUN?!—se quejo infantilmente Kaien, el deseaba darle a su querido hijo un fuerte abrazo de bienvenida, y el otro gemelo le impedía tal acto. No sabía qué motivos había tenido Zero, pero no se los perdonaría, había roto un perfecto momento familiar donde padre e hijo se encontraban después de tanto tiempo.

 

-¡Mi hermano apenas se está recuperando del coma y usted quiere matarlo completamente!—siseo el mayor de los gemelos, mientras mantenía la distancia de Kaien hacia su hermanito.

 

-¡Yo solo quiero darle un abrazo de bienvenida!—se defendió Cross.

 

-¡Quería matarlo!—afirmo Zero.

 

-¡Cross, compórtate!—afortunadamente Yagari llego para controlar a su esposo, quien estaba a punto de hacer el más grandes de sus berrinches. Después de que Touga entrara, le siguieron Yuki y Kaname, quien no pudo evitar seguir sorprendiéndose del gran parecido que tenia Ichiru con su Zero.

 

-Mira Ichiru, él es Kaname, mi… mi prometido—expreso un azorado Kiryuu, mientras que Kaname se acercaba a estrechar la mano de su sorprendido cuñado. Ichiru había oído de su hermano que tenía un novio, pero nunca espero enterarse que pronto seria parte de su familia, que sería su cuñado, algo aturdido por la noticia estrecho la mano del castaño. Debía admitir que su hermano mayor no tenía malos gustos, en sí Kaname es apuesto, y en la forma en la que le mira se nota que adora a su hermano Zero.

 

-Mucho gusto, Ichiru-kun—Kuran estrecho la mano del menor.

 

-El placer es mío—contesta serenamente, se tomaría el tiempo necesario para enterarse poco a poco de las cosas que han sucedido en su ausencia.

 

-Que alegría que hayas despertado, Ichiru— Yuki se acerco al peli plata y le abrazo dulcemente, mientras comenzaba a hipar a causa del llanto que estaba tomando posesión de ella. —Que bueno, que bueno—de la emoción no podía decir otra palabra, tenía tantas cosas que decirle, que contarle y ahora no sabía cómo comenzar, simplemente todo se le borro de la cabeza.

 

-También te extrañe Yuki—comenta Ichiru, enternecido por la actitud de su pequeña hermana. Yagari no dijo mucho, solo un corto “Bienvenido”, todos en aquella habitación sabían que él no era de muchas expresiones y menos cuando se trataba de algo tan sentimental como esto, ¿Por qué?, simple, él más que todos se estaba aguantando las ganas de llorar a moco tendido por el regreso de su hijo.

 

-¿Dónde está Takuma?—cuestiono Kaname con algo de curiosidad, ya que su amigo era el que más apegado a Ichiru, siempre velaba por él y para que no le faltara nada. Si no fuera porque sabía que Ichiru había estado en coma en el momento en el que Takuma fue asignado para cuidarle, juraría que el rubio estaba enamorado de su cuñado, cosa que es imposible, ya que nadie se enamora solo por estar al lado de una persona ¿o sí?

 

-Fue a una cirugía, estaba aquí cuando vino una enfermera a darle el aviso—contesto con tranquilidad Ichiru mientras acariciaba la cabeza castaña de Yuki, quien se había acurrucado en su pecho como niña pequeña. Y no era para menos, la chica estaba rebosante de alegría al ver a su familia unida y con indicios de expandirse.

 

-Vaya, esos procedimientos son algo largos—comento Kaname tranquilamente mientras tomaba la mano de su Zero, el cual al sentir el contacto no pudo evitar sonrojarse.

 

-Bueno, ahora si querido cuñado—empezó a hablar Ichiru, llamando la atención de todos—quiero, con lujo de detalle, saber cómo es que te le propusiste a mi hermano—ante esto Zero se puso totalmente rojo.

 

-¿En verdad quieres los detalles?—sonrió con picardía el castaño, mientras que Zero intentaba no desmayarse.

 

 

 

*******

 

 

Takuma por fin había terminado la cirugía, todo había salido muy bien como era de esperarse, a pesar de estar alegre por su logro también estaba cansado, ocho horas en sala de operaciones le producía un gran agotamiento tanto físico como mental. En fin, antes de irse a su casa pasaría a visitar a su niño, aquel paciente que fue tomando su corazón de una forma muy peculiar; ni el mismo se creía que estuviera enamorado y que fuera correspondido, pero no dudaría de aquel amor, al contrario, haría que creciera más a cada día. Lo más duro será enfrentar a su familia, ya que esta se negara a aceptar a su Ichiru y más si es hombre, porque eso significaría el fin del linaje Ichijou.

 

-Takuma—aquella voz le hizo salir de sus pensamientos, conocía muy bien esa voz agraciada. Levanto su mirada esmeralda para encontrarse con unos bellos ojos azules, sus ojos no pudieron abrirse a causa de la sorpresa, no esperaba verla aquí.

 

-Sara-san, buenas tardes—saludo el rubio cortésmente. Shirabuki Sara, hija única de una adinerada familia del mismo apellido, dirigentes de grandes empresas comerciales, una chica de gran belleza, cabellos rubios y ondulados, tan largos que le llegan hasta los tobillos, sus ojos son hermosas piezas del cielo, un vivaz azul, piel blanca y trae puesto un hermoso vestido acampanado europeo de color lila, que se apega perfectamente a su esbelta figura.

 

-Buenas tardes—contesto la chica con una sonrisa falsa. —Perdona que haya venido sin avisar, pero deseo que hablemos nuestro compromiso. Mis padres quieren que este fin de semana demos el anuncio oficial a toda la prensa. —comento calmadamente.

 

-¿Eh?—aquel comentario le tomo por sorpresa, al parecer su familia estaba tomando, nuevamente, decisiones sin su consentimiento. —Sobre eso, lo siento Sara-san, pero no me comprometeré contigo—había pensado decir esto con más delicadeza, pero el enfado a causa de la decisión de su familia hizo que perdiera el tacto. Logrando que la rubia se quedara asombrada por el comentario.

 

-¿Qué…qué quieres decir?—negó lentamente la cabeza, intentando despejar su mente. Pues cree que ha oído mal, Takuma no puede estarla rechazando, no a ella.

 

-Perdóname Sara-san, pero no me casare contigo, no se realizara ningún compromiso… estaba pensando decírselo a mis padres esta misma noche, pero no contaba con que tu vinieras sin embargo… agradezco eso, ya que puedo así puedo decir…— Takuma no pudo seguir hablando, ya que Sara se había movido realmente rápido y le había propinado una fuerte cachetada, su mejilla roja manifestaba la fuerza del golpe.

 

-¿Perdonarte?... ¿Sabes que esto me hará el hazme reír de la sociedad?... ¡No puedes rechazarme!—le ordeno tajante, su mirada azulina había perdido su brillo, ahora eran opacados por la ira.

 

-Siento mucho la ofensa—contesto el rubio mientras se sobaba la mejilla— sin embargo si puedo rechazarte, yo estoy enamorado de otra persona—en esta ocasión Ichijou asevero la mirada—y no voy a permitir que ni tu ni mi familia me impidan estar con esa persona especial, así como tampoco me importa quedarme sin la fortuna de los Ichijou.

 

-¡Esto no se quedara así!—sentencio la rubia antes de darse media vuelta y salir del lugar. Takuma suspiro con pesadez, las cosas habían salido más o menos como lo imaginaba, en fin, mientras estuviera con su pequeño no le importaba nada, él es lo suficientemente independiente de su familia como para necesitarles monetariamente, y con lo que gana en su trabajo es suficiente para tener una vida tranquila y con las comodidades necesarias, quizás no con muchas riquezas pero al menos seria con la persona que ama.

 

 

 

*******

 

 

Kaname había sido interrumpido incontables veces por su prometido, él deseaba contarle a su cuñado con detalle cómo le había pedido matrimonio a su Zero, sin embargo la mirada asesina de su amado le hizo reflexionar acerca de “ciertos detalles”, por lo que solo dio un panorama general de las cosas. De cómo le había dado de regalo una cabaña solo para ellos dos, de cómo a la mañana siguiente, después de haber pasado la noche juntos, se armo de valor suficiente para pedirle al Kiryuu mayor que se casase con él, de cómo este se quedo completamente perplejo por unos segundos para después arrojarse sobre Kaname aceptando felizmente la proposición.

 

-Y así es como me convertiré en tu cuñado—comento Kaname con una sonrisa de oreja a oreja. Ichiru y Yuki tenían una cara de borreguito a medio morir, aquella historia, lamentablemente sin muchos detalles, les había encantad, se sentían como dos niños pequeños a los que su padre les contaba un cuento de hadas.

 

-Será un honor tenerte como miembro de la familia—por fin comento Ichiru, se la pasaba muy bien con todos sus familiares a su alrededor. Kaien y Touga les miraba a distancia, con una tierna sonrisa, su hermano, sonrojado, pero le miraba con cariño, Yuki no dejaba de abrazarle y Kaname platicaba con el amenamente. Todo estaba empezando perfectamente, hasta parecía salido de un sueño.

 

-Bien, es hora de irnos—comento Touga—Ichiru debe descansar—comento antes de que todos comenzaran a protestar. Sin embargo nadie lo hizo, al contrario, todos comenzaron a despedirse de Ichiru, prometiendo venir al día siguiente y todos los que venían hasta que saliera del hospital.

 

 

 

*******

 

 

Ya era de noche e Ichiru seguía durmiendo plácidamente, siendo observado por Takuma, lamentablemente cuando había llegado su pequeño estaba adentrado en el mundo de los sueños y él no era quien para sacarlo ahí. Se adentro a la habitación, cerrando tras de sí la puerta y jalando una silla para poder sentarse a lado de Ichiru y observar como respiraba lenta y suavemente, como sus largas y gruesas pestañas acariciaban su piel a causa de sus parpados cerrados, de cómo su linda y apetecible boca se entre abría un poco, para dejar salir sutiles suspiros. Jamás pensó que podría enamorarse de un paciente y menos de un hombre, pero nadie manda al corazón, el simplemente se flecha y no hay fuerza alguna que le haga negar su amor.

 

 

Gracias por ser…

Mi alegría, mi poesía y mi placer,

No importa el ayer,

Tú presente y tu futuro quiero ser.

Porque yo te busque

Antes y fracase.

Confundido hasta me enamore,

Solo me lastime

Del amor desconfié

Y dude

Y hasta un juego lo pensé

 

 

-Buenas noches mi ángel—susurra el rubio antes de darle un beso suave en su frente, tenía algo que hacer y no iba a ser fácil, pero a causa de la aparición de cierta rubia sus planes se vieron adelantados, no importa, entre más rápido mejor. Después de aquel beso salió de la habitación, fue a su consultorio donde se cambio y luego salió del hospital, subió a su auto para dirigirse a la casa principal de su familia. La batalla seria larga y, de ser posible, difícil.

 

 

 

*******A la mañana siguiente*******

 

 

Takuma seguía sobándose una amoratada mejilla, nunca había pensado que el desafiar a su familia le traería grandes consecuencias como esta, su abuelo en un arranque de ira le había propinado tremendo golpe que lo hizo caerse sobre la mesita de centro que estaba en la sala y después caer al suelo. Su madre solo empezaba a llorar y a preguntarse en que se había equivocado, mientras que su padre intentaba detener al abuelo para que no siguiera golpeándolo. Lo único que su papá logro decirle fue: “Lárgate y no vuelvas jamás”.

 

-Salió mejor de lo que pensaba—susurro para sí, ahora tenía un pequeño problema: como ocultar tremendo golpe en su trabajo, lamentablemente él era hombre por lo que practica en el maquillaje no tenia, la única opción que estaba considerando era la de ir donde Rima para que le hiciera el favor de cubrirle tremendo hematoma, ya que no deseaba ir a ver a su Ichiru en esas condiciones, ya que lo único que provocaría seria una enorme e innecesaria preocupación.

 

-¿Noche difícil?—pregunto sarcástico su amigo, Kuran Kaname, quien le observaba asombrado por su mejilla amoratada, puesto que su amigo no era de los que gozaran pelear.

 

-Como no tienes idea—admitió el rubio soltando un largo y cansado suspiro.

 

-¿Qué sucedió?—cuestiono el castaño, Takuma se sentía en confianza con él así que comenzó a relatarle lo que había pasado desde que Ichiru había despertado y el cómo se dio cuenta de que estaba enamorado de él.

 

-¿Estás seguro de amarle?... Takuma jamás interactuaste con él, solo le cuidabas mientras estaba en coma, no es posible que te enamoraras así de fácil—comento Kaname algo exaltado.

 

-Me lo dice quien se enamoro a primera vista de Zero-kun—contesta burlón el rubio. —al contrario de ti Kaname, yo si se que persona es Ichiru, Zero-kun me contaba acerca de él, lo que le gusta y lo que no, sus metas y sus sueños… a pesar de que no me los dijo Ichiru, lo conozco a través de su hermano, además… el despertó para mí—lo ultimo lo comento con anhelo.

 

-Perdona que no entienda eso—Kuran debía confesar de que estaba celoso, el tardo mucho tiempo para que Zero le tomara confianza y ahora salía que a Takuma si le comentaba cosas, acerca de Ichiru, pero al menos le hacía platica, al contrario de él, que sufrió casi un mes por contestaciones monistas.

 

-Yo le estaba comentando a Ichiru acerca de un compromiso que hizo mi familia con la Shirabuki, el porqué no me agradaba la idea y mis planes para aceptar ir a trabajar a E.U… cuando estaba despidiéndome de él, su mano se movió… primero sutilmente y después con más fuerza… cuando abrió los ojos y me vio… Kaname, me llamo por mi nombre y suplico que no me fuera… despertó solo para detenerme—comentaba Ichijou emocionado. El castaño no pudo refutar en contra de eso; si su cuñado había despertado para Takuma entonces tenía que creer en aquel amor a primera vista pues, como dijo el rubio, él se había enamorado de Zero desde el primer momento en el que le vio.

 

Después de aquella platica, Kaname solo le comento que podía contar con él para lo que quisiera y que no se preocupara, el utilizaría las influencias de su familia para que las puertas laborales no se le cerraran, a causa de la ira de su padres y abuelo. El rubio agradeció sinceramente y fue donde estaba su amiga Rima, necesitaba una buena maquillada antes de ir donde su pequeño.

 

 

 

*******

 

 

-¿Puedo pasar?—Takuma se asomo en la puerta entreabierta, Ichiru estaba leyendo pero le dejo inmediatamente oyó la voz de su rubio.

 

-Claro, pasa—le contesto con una tierna sonrisa mientras un rubor poblaba sus mejillas. Takuma se dio un golpe mental, pues las ganas de echársele encima se estaban haciendo cada vez más fuertes.

 

-¿Cómo amaneciste?—el rubio se sentó al borde de la cama mientras que su mano acariciaba la sedosa cabellera plateada con cariño.

 

-Bien, ayer después de que te fuiste toda mi familia vino a visitarme—comento emocionado. Ichijou se contagio de aquella alegría y escucho atentamente a su ángel, quien le relataba todo lo que había platicado con su hermano y cuñado. Vaya sorpresa se llevo el rubio al enterarse de que su amigo ya estaba comprometido y el muy bastardo no se lo había comentado cuando se vieron, ya se las cobraría después.

 

-No serán muchos los días que te visiten en el hospital, posiblemente en dos días más ya estés fuera—le comento un sonriente rubio—afortunadamente tus fuerzas están regresando y solo necesitaras ejercitarte para tonificar tus músculos, además de que de momento te cansaras rápidamente… pero tranquilo, poco a poco empezaras a tener más resistencia—le decía mientras acercaba sus labios a los de Ichiru, el cual se sonrojo al instante a causa de la cercanía de su doctor, pero no le repelió, sino todo lo contrario, él fue quien acorto la pequeña brecha que había entre sus labios. Iniciando así un exquisito y tierno beso.

 

-Te amo, te amo Takuma—acepto Ichiru aun abochornado.

 

-Yo también mi ángel, mi lindo y pequeño Ichiru—correspondió el rubio con ilusión, no importa lo que le digan y no importa los problemas que atraiga él a verse enamorado del peli plata, él seguiría afrontando a todo el mundo hasta que aceptaran su amor hacia su Ichiru. Desde hace mucho que había perdido la ilusión del amor, estaba empezando a creer que era algo que simplemente no existía , que solo era un juego e las personas para no sentirse solas, sin embargo aquella idea ahora estaba completamente borrada de su mente, gracias a la llegada… o más bien, por el despertar de su amor, su pareja.

 

Ambos volvieron a besarse al mismo tiempo de que se abrazaban, enfrascándose en un mundo donde solo existían ellos, excluyendo hasta los sonidos cotidianos del hospital. Se enfrascaron tanto en su mundo que no se dieron cuenta de que Sara le estaba observando, veía detenidamente como aquella pareja se profesaba un amor infinito, sin ganas de ver más aquella “cursi” escena se volteo y se retiro, ya tendría tiempo para hablar seriamente con aquel chico peli plata, un joven que se entrometió en su camino.

 

 

 

*******

 

 

Los dos días habían pasado rápido, ahora Ichiru ya tenía la fuerza suficiente para poder caminar, así que Takuma, muy a su pesar, le tuvo que dar de alta. El menor de los Kiryuu se estaba riendo de los pucheros que estaba haciendo su pareja, pues sabía que por su profesión estaría muy ocupado y que rara vez podría verle, y eso entre comillas, ya que Ichiru había solicitado que Takuma fuese el encargado de inspeccionar su evolución y tratamiento fisioterapéutico.

 

-Volveré en un rato, tengo que ir por unos papeles y después te acompaño a la salida, donde de seguro te están esperando tus familiares—comento Ichijou mientras abrazaba a Ichiru de la cintura y le apegaba a su cuerpo al mismo tiempo que depositaba un rápido beso en aquellos delgados labios.

 

-Te esperare aquí—afirmo el menor sonriendo sinceramente. Cuando Takuma salió él se sentó al borde de la cama, pero antes de poderse adentrar en sus pensamientos en la habitación entro una rubia con hermosos ojos azules, además de una sonrisa burlona desperfeccionando su rostro.

 

-Buenas tardes—saludo con cortesía, a Ichiru no le dio buena espina la presencia de aquella mujer, algo en ella le provocaba escalofríos.

 

-Buenas tardes—contesto para no ser descortés. —Disculpe, ¿Quién es usted?

 

-Perdona, me presento… soy Shirabuki Sara, antigua prometida de Ichijou Takuma—al presentarse asevero la mirada, observando fríamente al tenso cuerpo de Ichiru— tenia curiosidad de ver a la persona por la cual fui suplantada, pensé que era una mujer bella e incluso de una familia más poderosa que la mía, pero me vengo encontrando que fui cambiada por un pobretón que incluso a penas a escasos días salió del coma—escupió la chica aumentando a cada rato el volumen de su voz.

 

-¡No permitiré que me insulte!—Ichiru se levanto de la cama enfadado—si Takuma te cambio debió ser por tu horrible carácter—siseo el chico—y perdona que te lo diga, pero yo pertenezco a la familia Kiryuu, una de las que está incrementando su poder en la mercadotecnia, además de que las empresas de la familia Cross, que también es la mía, tiene un poder similar a la del clan Kuran, así que pobretón no soy—el peli plata encaro a Sara, nadie, y mucho menos una chica mimada como la rubia, le iba a humillar. Pobre señorita, se atrevió a ofender a uno de los seres más orgullosos de la tierra; en los genes de los Kiryuu corre sangre de antiguos nobles, en su sangre corría la herencia de muchos personajes de soberbia inimaginable, de valentía y astucia. Herencia que presumían cada que se les daba la oportunidad.

 

-No tan poderosa como la mía—afirmo la rubia que había retrocedido unos pasos al ver acercarse al peli plata —no sé como Takuma pudo enamorarse de ti, sino te conoce—estas palabras hirieron a Ichiru. —Estuviste sujeto a esa cama por años—siseo la mujer mientras señalaba el mueble— ¿Qué pudo ver en un muerto en vida? ¿No te parece extraño?... dice que te ama cuando no conoce nada de ti, dice quererte cuando nunca han salido, eres solo un juguete que después desechara—las palabras de Sara eran tan firmes que el menor de los Kiryuu comenzaba a tener sus propias dudas. Muchas de las cosas dichas por la rubia eran ciertas, el nunca tuvo verdadera interacción son su rubio. Él si conocía a Takuma, y muy bien debería decir. Sin embargo Ichijou no debe saber nada de su persona, no conoce lo que le gusta y lo que le disgusta, sus sueños, sus metas, nada, Takuma no conoce nada de él.

 

-Eso es…— a Ichiru se le empezaba a secar la garganta, las palabras dichas por aquella mujer le zumbaban como molestas abejas, impidiéndole pensar correctamente.

 

-¡Tú no eres el amor de su vida!—afirmo la rubia— ¡solo un juguete que después desechara!—dicho esto último salió tranquilamente de la habitación, su veneno ya había sido incrustado en la mente del peli plata, ahora solo debía esperar a que hiciese efecto.

 

Ichiru medito aquellas verdades por unos segundos para llegar a una conclusión dolorosa, la rubia tenía razón, el amor que Takuma le profesaba no tenía base en cual sustentarse, todo era una simple ilusión, un juego que pronto llegaría a su final. Con ganas de llorar, tomo sus cosas y salió rápidamente de la habitación, deseaba irse antes de encontrarse con el rubio nuevamente, no quería verlo, ya no quería saber nada de él. Cuando salió del hospital sus familiares le recibieron con una cálida bienvenida y, al no poderse contener mas, se arrojo a los brazos de su hermano mayor y comenzó a llorar, suplicando para que le sacaran de ahí lo antes posible. Todos se quedaron sorprendidos por el actuar de Ichiru, pero no le presionaron para que les contara el porqué de su tristeza, prefirieron consentirlo y sacarlo del lugar, ya habría tiempo para contar sus tristezas. Sin embargo Touga se quedo para firmar los papeles en lo que se afirmaba que Kiryuu Ichiru había salido del hospital con todo en regla.

 

 

Pero al fin te encontré

O me encontraste tú,

Quizá fue el amor que al final se apiado

Pero al fin te encontré,

Que de ti no dude.

Y sé que me equivocado y

Fue en vano jurar amor en el pasado.

Porque solo a ti te amado.

 

 

Takuma entro a la habitación de su niño con los papeles en mano, se sorprendió al no verlo y tampoco a sus cosas, extrañado por ello decidió salir del hospital, posiblemente no había aguantado las ganas de salir; a medio camino se encontró con Yagari, quien firmo los papeles y le conto la extraña actitud de Ichiru, preocupado, Takuma suplico ir a la casa de la familia para poder platicar con Ichiru y saber acerca de lo sucedido. Sin embargo no pudo ser, ya que al salir del hospital una enfermera le dio alcance y le dijo que uno de los pacientes se había puesto mal, a regañadientes volvió a entrar al edificio, disculpándose, obviamente con Yagari, quien no sabía el porqué de la preocupación del rubio hacia su hijo.

 

 

 

******

 

 

Pasaron los días e Ichiru seguía igual de deprimido, no deseaba contarle a nadie acerca de lo que había pasado y, extrañamente, no deseaba ver a Takuma, quien muchas veces fue a la casa de la familia para poder platicar con su pequeño, pero este se encerraba en su cuarto y no abría para nada. Por mas golpes y suplicas que le decía Takuma este no cedía. Ichijou día a día se cuestionaba, intentaba recordar si había hecho algo para ofender a Ichiru, pero nada le llegaba a su cabeza, que él recordara siempre le trato con cariño e intentaba llevar una relación amena, así que no entendía el porqué del desprecio de su ángel. Ya todos se habían enterado de la relación que habían comenzado Ichiru con Takuma, afortunadamente ni Touga se enfureció, ya que consideraba al rubio una buena persona y alguien digno de su hijo. Cosa que no le pareció a Kaname puesto que con él era otra situación, pero Yagari siempre le decía que era a causa de la rivalidad que existía con su padre.

 

-No entiendo que hice mal—comento el rubio una vez más, estaba en la sala con Yuki y Zero consolándole. Al principio al mayor de los Kiryuu se le hizo raro que Takuma declarara su amor por su hermano pero en estos días que ha venido y ha insistido para hablar con su querido hermano, le demostraban que iba enserio, aunque lamentablemente Ichiru era tan cabezota como el mismo.

 

-Perdona que no podamos ayudarte, pero Ichiru no quiere decirnos nada—decía Zero mientras se frotaba la cabeza en son de frustración.

 

-¿Por qué no quiere hablar conmigo?—Ichijou simplemente no comprendía, su amado Ichiru se fue del hospital sin siquiera despedirse, ahora no quiere verle y no le explica el porqué. Una tenue esperanza apareció para él rubio cuando recordó que Ichiru tenía que tomar sus terapias, en el momento en el que lo viera le obligaría a decirle él porque  no quería estar con él, merecía una explicación. Sin embargo todo se fue a pique cuando se entero de que el menor decidió contratar a un terapeuta particular, por lo que los ejercicios y demás los hacia Ichiru en casa. Después de ello siguió insistiendo para verle, pero este ni siquiera le contestaba, solo se dedicaba a encerrarse en su cuarto e ignorarle.

 

 

Pero al fin te encontré

Porque solo a ti te he amado…

Porque al fin te encontré

Porque al fin te encontré

 

 

Notas finales:

Bueno, espero sus lindos comentarios nwn

Aquí esta el link de la canción, para quienes la deseen

http://www.4shared.com/mp3/cOAzRelZ/Al_Fin_Te_Encontre.html

Y la del one-shot 14 de Febrero nwn

http://www.4shared.com/mp3/DXFhGMwq/The_Reason__Espaol_.html


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