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Me desespero por Hikaru_yuna

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Notas del fanfic:

Los personajes pertenecen a Rumiko Takahashi y tienen una historia original (que amo)

Notas del capitulo:

Prometo otro one-shot antes de que continue con mi fansfic de "No me pidas".

-Yo no puedo hacer eso. Lo siento.

 

Mi respuesta no parecio conformarle. Hasta podria atreverme a decir que le habia irritado un poco. Extendio una mano y acaricio con extrema suavidad mi brazo. El contacto me hizo suspirar lentamente, casi como si se lo agradeciera.

 

-¿Estas seguro de eso? - volvio a preguntarme acercando sus labios hacia una de mis orejas. Su aliento calido soplando en ella me hizo estremecer. Intente disimularlo pero sin éxito.

 

Le encanto verme reaccionar de esa manera. La verdad yo no tenia ni la mas minima intencion de ceder aunque algo me decia que era inutil resistirse; una gran perdida de tiempo. Terminaria cayendo en sus brazos lo quisiera o no, cualquier palabra emitida que intentara contrariar a este hecho futuro era algo que quedaria en el aire, como las palabras de fidelidad que pronuncia un marido a su mujer antes de reunirse con su amante.

 

El agua era el unico testigo de esto. Sentia como la corriente se deslizaba entre mis piernas como procurando convecerme de retirar mi vana resolucion. Estaba en una encrucijada bastante complicada. El rio que nos rodeaba susurraba una sola respuesta ante el tema.

 

Estaba tan absorto procurando interpretar las señales de la palpitante naturaleza, que no presenti cuando mi hermano mayor avanzo hacia mi. El calor de su cuerpo humedo junto al mio me hizo reaccionar nerviosamente y retrocedi unos cuantos pasos de el nuevamente.

 

-Respondeme – cuando pidio una respuesta desee de todo corazon que me pudiera desdibujar a mi mismo bajo su mirada.

 

-Yo.... - vacile por un momento ante su reclamo y pense en finalmente aceptar su propuesta. Pronto, rechaze la idea negando con la cabeza – No, no lo hare.

 

-Inuyasha – pronuncio mi nombre lentamente. Su tono parecia delatar como estaba a punto de perder la paciencia para conmigo. No me extrañaba pues estabamos discutiendo desde hace bastante tiempo, practicamente desde que nos habiamos encontrado unas horas antes. La verdad es que jamas maldije de manera tan venenosa mi mala suerte. Estaba desnudo y estaba siendo acosado por mi hermano mayor quien me impedia con sus perversiones continuar tranquilamente mi baño. Lo que mas queria en el mundo es que se diera la vuelta; que se vistiera y se largara, asi podria volver tranquilamente con mis amigos.

 

-¿Que quieres? Ya...tienes mi respuesta. Largate – le ordene. Intentaba parecer imponente y autoritario aunque eso no se me diera demasiado bien. Lo unico importante era convencerlo de que sus avanzes eran perfectamente inutiles conmigo.

 

Sesshomaru sonrio y volvio a acercarse a mi. Realmente era un ser hermoso. Tenia que admitirlo tarde o temprano. Su piel, humeda por el agua, era extremadamente palida y los rayos del sol reflejada sobre ella le hacian ver preciosa, casi brillante. Su largo cabello blanco, como el nacar, parecia flotar sobre su estola y su cuello. Si bien su cuerpo no era demasiado musculoso si era bastante marcado. Su delgadez era absolutamente magnifica. No me atrevi a mirar mas abajo.

 

Sin duda alguna era una vision realmente sensual que podria tentar a cualquiera que lo viera pero yo no era ese caso. Me fascinaba, no lo niego pero no estaba dispuesto a caer en ello por nada del mundo.

 

En cierto modo, para safar de la situacion me distraia constantemente intentado ignorar la presencia del demonio de sangre pura pero cuando mi vista se desvio hacia su cuerpo nuevamente estuve dispuesto a retractarme pero me mantuve firme.

 

De pronto me di cuenta que la solucion a ese problema era muy sencillo, si el no se iba me iria yo. Me pregunte porque habia estado esperando tanto tiempo a que Sesshomaru me dejara en paz cuando yo mismo podia haberme retirado de alli. Me habria ahorrado muchas horas de humillacion y de observaciones que me hacian creer que estaba mal de la cabeza.

 

Me voltee, dandole automaticamente la espalda. No queria ver su expresion ni mucho menos queria seguir observando su tentadora figura. Camine unos cuantos pasos por delante y luego me gire hasta la orilla. Cuando estaba a punto de pisarla, unos brazos me tomaron de la cintura y con fuerza volvieron a introducirme en el rio.

 

Por unos instantes no mencione ni una sola palabra. Creo que es inutil decir el nombre de mi captor. Me quede paralizado practicamente porque tampoco me movi de donde estaba. Creo que reaccione unicamente cuando senti que la presion de su brazo alrededor de mi cintura disminuia hasta finalmente soltarme. Me volvi para verle a la cara e insultarle. Ya le habia dicho que no. ¿Acaso no queria escucharme?

 

No llegue a pronunciar nada porque pronto sus finos labios se acercaron hacia los mios rompiendo con la tension del momento. No supe luego el porque de lo que hice. Coloque mis manos en su cuello, profundizando el beso y aceptando su lengua dentro de mi boca. Mi hermano volvio a tomarme por la cintura con un solo brazo y con el otro comenzo a delinear con los dedos mi columna vertebral hasta llegar a la parte baja de mi espalda. Nuestras intimidades se rozaban descaradamente, haciendo que el ambiente exhudara el doble de erotismo.

 

Cuando senti que el aire escaseaba en mis pulmones aparte mis labios de los suyos pero sin apartar mis manos de su cuello. Recoste con suavidad mi cabeza en su pecho. Solo deseaba un poco de aire para continuar, no precisaba nada mas.

 

-¿Todavia te niegas? - me pregunto de manera divertida aunque se notaba con claridad que estaba bastante desesperado porque le permitiera tocar mi cuerpo.

 

Opte por no responderle. Solo estaba concentrado en la ventilacion de aire en mi cuerpo y cuando me repuse de la bestial pasion del beso. Mis labios volvieron a buscar a los suyos. Esta vez no duro demasiado tiempo. Me separo con suavidad de su cuerpo acompañado de unos leves gruñidos de disgusto de mi parte.

 

Me empujo nuevamente hasta la orilla del rio y me descepcione al pensar que despues de tanto regateo durante horas finalmente habia decidido que no me deseaba. Ese pensamiento invadia mi mente y comenze a preguntarme que era aquello que habia salido mal entre nosotros aunque no tuve demasiado tiempo para razonarlo ya que me acorralo rapidamente contra la misma orilla.

 

Sus manos se deslizaron sobre mis muslos hasta tomar con fuerza su comienzo. Me alzo con suavidad y me sente, sentia como la hierba humedecida por el rocio era presionada contra la zona muscular de mi coccix.

 

Sus labios rozaron contra mi pecho y deje escapar un leve gemido. Ya no me importaba nada pues sabia lo que en realidad pasaria.

 

Nuevamente me arrastro hasta colocarse entre mis piernas. Me di cuenta de que era lo que me haria en esa posicion. De pronto, me asuste. Temia el dolor que me asolaria, no pensaba en el placer que podria proporcionarme. Pero me habia colocado de una manera en que era dificil safarse. Lo unico que podia hacer era soltarme aun con el riesgo de rasparme la espalda y mantener alejado su miembro de mi punto negro.

 

Cuando intente hacerlo, inmediatamente me solto para mi inmenso alivio. Me aferre a la orilla, ensuciandome las manos al undirlas en la tierra humeda y blanda. Consegui salir facilmente, al fin y al cabo no parecia estar impidiendomelo.

 

Se ofendio profundamente con mi huida. Lo supe cuando me aleje unos metros hacia el bosque y sin precauciòn alguna me acoste en el piso, cerrando los ojos. No tengo idea de que se me habia pasado por la cabeza, ni en ese momento ni en el que le acepte el beso. Escuche sus pasos dirigiendose hasta donde me encontraba pero no me importo. En tierra firme y a algunos metros de colmillo de acero me sentia mas seguro que en el agua.

 

Consegui abrir los ojos justo en el momento en que, colocandose sobre mi y sujetando mis manos a los lados de mi cuerpo con ayuda de su cola. Me aterre y lo unico que pude hacer fue retorcerme violentamente pero lo que logre fue excitarlo mas.

 

-Creias que podias tentarme y huir. Que idiota eres hermanito – su voz era serena como su rostro pero habia cierta alteracion furiosa en su voz. Seguramente se habia enfadado bastante cuando me vio salir del rio.

 

Se inclino sobre mi y comenzo a besar mi cuello. Los besos fueron reemplazados por lascivas mordidas. Francamente me sentia encantado con lo que estaba haciendo, sentia leves vibraciones sacudiendo mi cuerpo.

 

-Se que quieres hacer esto. ¿Cual es el objetivo de ocultarlo? Me desespero porque quiero que pierdas el control.

 

-Sessho...maru – intente pronunciar su nombre en medio de los suaves gemidos y jadeos pero no pude. Necesitaba apartarlo de mi de lo contrario dejaria que me hiciera lo que quisiese y como habia mencionado previamente no pensaba dejarme devorar por el demonio.

 

Lo empuje pero mi fuerza no le movio demasiado el mismo, y volvi a intentarlo. Esta vez no se movio un solo centimetro de su sitio. Habia varias señales de alarma en mi cuerpo que me alertaban que no tardariamos en ser uno solo.

 

Intente safarme del mokomoko que mantenia mis manos quietas sobre mi cabeza pero esa desagradable cosa peluda aumento su agarre sobre mis muñecas. No parecia dispuesto a soltarlas.

 

No me habia equivocado en lo mas minimo. Retrocedio sobre mi cuerpo y calculando cada unos de sus movimientos se dejo caer pesadamente en mis piernas quienes para quitar el peso doloroso sobre ellas se vieron obligadas a separarse, dejandome totalmente expuesto.

 

Quiza deseara esto realmente pero ser forzado a ello realmente me angustiaba y en ese momento estaba tan excitado como aterrorizado.

 

No se coloco sobre mi entrada como pense sino que hizo un movimiento extraño con las caderas, similar a una envestida que golpeo sobre el perimetro de la entrada de mi dulce agujero negro. Me convulsione violentamente, dejando escapar un ronco sonido que podria identificarse con un gemido.

 

Siguio con el mismo movimiento una y otra vez. La excitación me impedia pensar en como deshacerme de el y sospechaba que los golpes se dirigian cada vez mas cerca del centro de la entrada.

 

Tampoco me equivoque al pensar esto ya que en una estocada senti como la punta se enterraba suavemente en mi interior. Mi espalda se arqueo bruscamente y crei por algunos minutos que el dolor que se acumulo en mi entrada haria que me salieran las lagrimas de los ojos. Pero mi hermano mayor no perdio el tiempo y comenzo a empujar el resto de su ser dentro mio. Ahora las sensaciones comenzaban a estar confusas, y si me las imaginaba podria imaginarme al dolor y al placer como dos hilos enredandose en el mismo tejido. Tarde o temprano se separarian y de eso si tenia conocimiento.

 

Cerre los ojos y me calme. Ya era tarde para hacer algo y opte por dejar que tomara mi cuerpo de una vez. Senti como sus dientes lamian y mordian la carne alrededor de mi cuello, procurando dejar sus colmillos bien marcados por donde pasaran. Eso me provocaba un dolor punzante aunque no se comparaba al dolor central que sentia.

 

-¡Inuyasha! - su voz atraveso la niebla de mi inconciencia y se clavo como una flecha, impidiendome llegar a cualquier otro lugar que no fuera la realidad.

 

Sesshomaru tambien reacciono ya que no solo habia dejado de introducirse en mi cuerpo sino que tambien habia comenzado a retroceder hasta salir completamente de mi. Su cola solto mis manos rapidamente.

 

Sin tener el mas minimo tiempo, con una velocidad sobrenatural tomo sus ropas y se largo, sin ni siquiera decirme nada.

 

Mi respiracion se relajo hasta que de pronto entre en la razon de las condiciones en las que me hallaba. Me dolia el cuerpo por el esfuerzo a resistirme al placer pero logre arrastrarme hasta el agua y sumergirme aparentando tranquilidad.

 

-¡Inuyasha! - la figura de Kagome se dibujo en el extremo del rio repentinamente. Me estaba empezando a sentir mal. Cuando me vio desnudo, dejo escapar un grito ahogado y se volteo. Pronto el pudor fue reemplazado por el enojo.

 

-Inuyasha ¿que demonios haces aqui? Hace horas que te fuiste, jamas regresaste. Tu la mayoria del tiempo te quejas de que perdemos tiempo en buscar a Naraku y la perla y sin embargo, cuando hace bastante que debiamos haber salido, no lo hicimos por esperarte. Asi que te agradeceria intensamente que dejaras de reprocharme cuando me voy a rendir mis examenes a casa.

 

Su reproche se habia convertido en un murmullo de fondo. Para callarla, simplemente me deje undir totalmente bajo el agua, ahogando su voz. Cuando volvi a salir me miro asustada, temia que me hubiera pasado algo. Antes de que volviera a molestarme con sus quejas, le replique lastimosamente.

 

-No me siento demasiado bien.

 

En un abrir y cerrar los ojos, ya tenia al resto de mis amigos alrededor de un calido fuego intentando adivinar cual era la dolencia que me aquejaba. Los ignore y me eche a descansar aparte. El unico dolor que en ese momento torturaba mi alma era mi hermano.


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