Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Breathing without Air por Saga

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Esta historia no es mia, me la contaron ^^, pero yo tomando como referencia muchos videos que he visto, experiencias que he recabado, entre otras cosas, plazmo en este escrito  mi punto de vista ante una situación particular, algo que a mi me gusto mucho y por ello les dejo a uds para que lean.

Los personajes que introduje no son de mi propiedad, le pertenecen a Masami Kurumada y yo aquí solo los uso como referencia y NADA tienen que ver con la historia original que él publico.

Notas del capitulo:

Espero les guste ^_^

No tenía ganas de levantarme temprano, bueno, de hecho es una obligación ir a la universidad, allá nos exigen asistencia casi completa.

Mi madre siempre me critica de lo flojo que soy y debo decir que en muchas ocasiones he llegado a creer que es cierto, generalmente tiendo a no poner atencion a las clases, e incluso a irme más temprano de las mismas o aveces simplemente ir y no asistir, pero por suerte entiendo todo muy bien, es por esto que me doy esos lujos,  mis notas estan bien.

Me llamo Sorrento, estudio pedagogía avanzada en música, por el simple hecho de que me encanta, asisto a la universidad “Templo de Poseidón”, una de las más reconocidas en este país y me atrevería a decir que también del mundo, aquí soy uno de los mejores, aunque Julián es el mejor de todos. Este es mi primer año, ya estamos cursando el segundo semestre.

Soy alto, de tez blanca, de cabello morado, o eso dicen mi madre,  ante cualquier amigo este  parece azul, pues debo decir que es una mezcla de ambos, además lo uso corto, muchas chicas se han enamorado de mi por mis hermosos ojos purpuras y por mi forma de dirigirme al resto,  según otros soy bastante intransigente, pero en realidad soy una persona completamente diferente a eso.

Lo que sí, Aunque en algunas clases me aburra, para mi ir a la universidad es importante, aunque no por los conocimientos, sino más bien por el hecho de que allí está Julián, el chico que me gusta, sí, soy gay y estoy enamorado de él, de su hermoso cabello azul marino, de su rostro tan bien definido que podría decir que es perfecto, de su manera de caminar, de como le sonríe a la gente, de todo.

Siempre que estoy en clases me pierdo en mi mundo de fantasías, mundo donde él me ama, lugar donde podemos vivir como cualquier persona desearía, totalmente feliz.

Es divertido, yo me siento dos pupitres más atrás  que él, y en muchas ocasiones me quedo como menso mirándolo, siempre he creído que nadie lo nota,  aunque cuando él se da cuenta, (no sé por qué, debe ser simple percepción extrasensorial) yo miro hacia otro lado y simplemente me hago el tonto.

Él y yo no nos conocemos muy bien, de hecho, de vez en cuando nos dirigimos la palabra, generalmente cuando hacemos algun trabajo, por cosas como esa me entristesco, pero bueno, tengo pruebas suficientes como para confiar en un futuro mejor.

Ese día fue diferente, cuando salimos de la clase de Instrumentos americanos precolombinos camine por el pasillo con dirección al baño de chicos, mientras caminaba tenía un extraño presentimiento, el cual lo confirme poco después, resulta que Julián me iba siguiendo, cuando me di cuenta me puse nervioso como ni se imaginan, entre al baño y desee en mi interior que él me siguiera.

Mientras estaba preparándome para orinar en uno de los mingitorios del baño la puerta del mismo se abrió y por ella entro alguien, que para mi gusto se puso a mi lado, se trataba de Julián.

Me miro como extrañado, creo que él me estaba analizando, a causa de eso no podía orinar.

 

-Estás nervioso-. Fue lo que me dijo al ver que no orinaba.

-No me puedo concentrar cuando hay gente a mí alrededor-. Le dije sin mirarlo.

 

El termino de orinar y se fue a lavar las manos, yo seguía sin poder soltar una sola gota.

 

-Algo tímido para el que siempre trata de sobresalir en clase-.

-Me encanta tu cabello, es diferente-. Sí, eso fue lo que me dijo, que felicidad.

No me dijo otra palabra, solo pude notar que él iba a salir del baño, de hecho ya estaba abriendo la puerta.

-Julián,..... ¿Qué vas a hacer esta noche?, pensé que tal vez podríamos..... ir a comer algo-. Esta era mi oportunidad, así que no la desperdiciaría, como dicen tire toda la carne a la parrilla.

-Depende, ¿me estas invitando?-. Fue su respuesta.

-Sí-. Dije con tranquilidad.

-¿Te parece a las siete en el restaurant “El Santuario”?

-Está bien-.  Le respondí.

-Bien, nos vemos entonces-. Dijo mientras salía del baño y me dejaba solo.

En ese instante me sentí completamente tranquilo, relajado, gracias a ello por fin pude orinar, se sentía tan bien. La felicidad recorria mi cuerpo, jamas pense que él aceptaría una cita, y mucho menos mia, ojala tuviera algun amigo con quien poder hablar.

Ese mismo día en la tarde, después de llegar a casa ordene toda mi ropa, todas mis cosas, sabía que llegaría tarde, y bueno, como soy precavido, pero mientras terminaba eso recorde que necesitaba dinero para poder invitar al chico..... no sabía si tenía,  revise mi alcancía, quería ver cuánto dinero tenia para la cita, y grande fue mi decepción al ver que con suerte me alcanzaba para mí. Me sentí fatal, no podría salir con él, me recosté en la cama como tratando de buscar una solución para esta encrucijada, pero para mi desgracia no llegaba.

Fue en ese instante cuando por la puerta entro mi madre, sin tocar, es típico que ella haga eso, estaba más feliz de lo habitual, se dio varias vueltas por la pieza antes de pronunciar alguna palabra.

 

-¿Qué piensas?-. Me dijo.

-Iré a ver a unos amigos esta noche, seguro veo a Camus,  creo que siente algo por mí, capas hoy sea mi día-.

-Mamá!!-. Quería que se callara, tenía mi mente en otras cosas.

-¿Qué? ¿No crees que él se fije en mí?-. Me decía mientras se miraba al espejo.

-Así que dime, ¿como me veo?-. Eso dijo cuando me mostro la chaqueta negra que traía  y me mostraba el hermoso vestido que traía puesto bajo la otra prenda.

Me levanté para mirarla mucho mejor –Te ves muy hermosa-

-Oh, sí-. Dijo complacida.

-Por cierto, ¿no habrán algunos billetitos para mí esta noche?-. Pregunte como desinteresado.

Mi madre quedo pensativa durante unos minutos, seguramente me estaba analizando, buscando el proposito para ese dinero, entonces.

-¿La conozco?-. Me pregunto, y como entenderán, ella no sabe que me gustan los chicos.

 

Debo aclarar que solo vivo con mi madre, el bastardo de mi papá nos abandonó cuando era pequeño, fue ella quien lucho por mí, solo la tengo a ella, por eso tengo tanto miedo de contarle sobre lo que realmente ciento, lo malo que es muero de pena al mentirle.

 

No le respondí, aunque con la mirada y la sonrisa que le entregue le di una respuesta implícita, para mi suerte ella abrió su cartera y me dio el dinero que necesitaba para poder salir con Julián.

Como es costumbre de ella, cuando me dio el billete no quiso soltarlo, por un  momento dude, pero la conozco muy bien, sé que me está molestando, luego soltó el dinero y me sonrío alegremente.

Se acerco a mí, poso su mano izquierda en mi rostro y me hizo un lindo gesto maternal, eso me puso muy feliz, luego se alejo, se despidió y salió de mi cuarto rumbo a su “reunión”.

 

Antes de irme, me puse mi mejor teñida, me eche bastante perfume, crema y con eso basta, me fui directo, sin perder ningún minuto, debía llegar a la hora.

 

Cuando llegue, pedí una bebida para poder pasar el tiempo, la camarera se demoro unos cinco minutos en traérmela.

El tiempo pasaba, ya me había acabado la bebida, mire el reloj y eran las siete y media, por un momento creí que él no vendría, el solo hecho de pensar en ello congelo mi corazón, pero aun no perdía las esperanzas, lo iba a seguir esperando.

Durante ese rato muchas personas entraron o salieron del local, cada vez que sentía la puerta miraba esperando que fuera Julián el que pasara por allí, pero nada.

Fue cerca de cuarenta y cinco minutos después de que llegue cuando alguien abrió la puerta del local, yo estaba mirando la mesa, por lo que al sentir eso levante mi rostro (muy desanimado) para ver quién era, era él, por fin había llegado. Se acerco a la mesa y se sentó en la silla que estaba al frente de mí.

 

-Hola-. Fue lo que me dijo, fue bastante frio, pero en ese momento estaba en otro mundo.

-Hola-. Fue mi respuesta, el que me mirara hubiera notado esa risita estúpida que uno pone cuando está extremadamente feliz, seguro Julián debió reírse de mí.

En ese instante la misma camarera se acerco a pedir la orden.

-Una hamburguesa doble con papas fritas-. Fue lo que pidió.

-Para mí también-. Fue lo que dije casi al unísono.

Comenzamos a hablar de estupideces, primero de cosas que hacíamos, luego de otros temas, hasta que llegamos a “el tema”, sexo.

Me comentaba sobre una experiencia que había tenido con una chica, algo que me dejo conmocionado.

 

-Se demoro quince minutos para ponerme el condón-. Me decía sobre su experiencia.

-¿Y ahora que hago?-. Era lo que le decía esta chica a él.

-Solo tienes que rodarlo hacia abajo,..... perra!-.

-Jejejejeje, es una puta-.  Fue lo que me dijo, mientras yo fingía que reía, en realidad me sentía mal y muy triste.

-¿Y qué hay de ti? ¿Tienes novia?-. Fueron sus preguntas, la verdad me quede callado por varios segundos, pensando muy bien mi respuesta.

Le exprese con un gesto de negativa, ya que como estaba comiendo no podía decir palabra alguna.

-¿Pero ya tuviste sexo, no?¡-. Dios, por qué me hace esas preguntas.

Con el mismo gesto hecho anteriormente, le dije que era virgen.

-Jjejejejejejejeje, ¿Qué pasa contigo?, no eres tan feo-. “¿fue un cumplido, un piropo¡?”, quede impresionado ante sus dichos, era necesario aclarar.

-¿Qué quieres decir?-. Le pregunte, intrigado ante sus posibles respuestas.

-No sé, no eres tan feo-. Me dijo mientras me miraba pícaramente.

 –A menos que seas gay-. Lo descubrió………….

Me siguió mirando de una forma que no puedo describir, me daban ganas de tirarme a él y besarlo por completo.

-Me lo puedes mamar si quieres-. ¿Qué, escuche bien?.... eso fue lo que dijo…. Sí, escuche bien..  Lo mire bastante exaltado ante su pregunta.

-jakajakajakaa, Cálmate!! Solo estoy bromeando-. Me dijo mientras reía.

 

Al rato salimos del local y nos pusimos a caminar por las calles (ya oscuras) de la ciudad, la verdad no me interesaba llegar a casa, mi único interés era pasar más tiempo junto a Julián.

 

-Y ahora que hacemos-. Pregunté.

-Yo ahora me iré a casa-. Me respondió, mientras tiraba al suelo el cigarrillo ya consumido por completo.

Caminamos un rato más, diría que fueron bastantes cuadras, hasta que llegamos a un punto donde él se detuvo.

-¿Es aquí?-. Pregunté.

-Si, ¿Quieres subir?-. Me dijo, y yo lo interprete de inmediato como “busca otra cosa”.

-Sí-. No lo dude, no me lo perdonaría.

 

Cuando entramos pasamos directo a su habitación, me encantó este lugar, tiene un hermoso ropero hecho a mano, las paredes están pintadas de un celeste muy parecido al del fondo del mar y en las mismas puedo ver varios cuadros de lugares exóticos, igualmente tiene varios posters de mujeres totalmente desnudas, algo no me olía bien.

Mientras estaba allí observando él bajo al primer piso y trajo unas cervezas para ambos.

El prendió un cigarro, me ofreció, pero yo me negué ya que no estoy interesado en pegarme ese vicio, aunque debo decir que en ciertas ocasiones igual fumo.

Entonces estábamos los dos sentados en su cama, yo tomándome mi segunda botella de cerveza y él la tercera, de un  momento a otro apago su cigarrillo y se recostó en su cama, justo frente a mí.

 

-Me gustas- La solté toda de una, era simple, ya no podía aguantarme. 

Entonces se levanto y se acerco un poco a mi rostro, me tiro el humo del nuevo cigarrillo que había prendido en mi cara y luego volvió a recostarse como si nada.

Comenzó a pasar su mano izquierda por sobre su miembro, el cual estaba oculto bajo ese jeans, entendí perfectamente que sus intenciones eran raras, pero aun así mire con miedo, acomplejado, sin opciones.

Entonces me arme de fuerzas y me dirigí hacia donde estaba ese paquete, con mi mano solté el cinturón y abrí el botón, desabroche el cierre y baje un poco sus pantalones, él no se resistio, mas solo miraba lo que yo hacía. Pude ver ese hermoso miembro en plena erección, era mío, solo mío, lo mire a los ojos y él con una señal de aprobación me dio el “sí” para poder proceder.

Entonces introduje en mi boca ese delicioso miembro y comencé un sube y baja que para mí fue espectacular, sentir como latía en mi interior, como soltaba sus líquidos, degustarlos, poder acariciar su pubis con mis dedos, sentir sus bellos, era totalmente mágico.

Mientras yo hacía eso, él miraba la foto de una mujer desnuda que tenía justo tras de mí, aunque como yo estaba haciendo sexo oral no me di cuenta de ello.

Poco a poco los gemidos de placer de Julián fueron aumentando de volumen, sentirlo era lo máximo, me hacía creer  que este sexo oral practicado por mi era perfecto, que cumplía mi cometido.

Entonces de un momento a otro él termino dentro de mi boca, estuve allí degustando su sabor por varios segundos, tiempo que a mi juicio fue eterno, estaba feliz, era para mí lo mejor que me podría haber pasado. Luego de eso me trague su semen.

 

-Entonces, ¿A qué sabe?-. Me pregunto, mientras yo me retiraba de su miembro que lentamente pasaba a estado de flacidez, debo decir que yo tenía una sonrisa que me delataba por completo.

-Sabe a café- Y recordé los cafés que me prepara mi mamá todas las mañanas, esos que son tan dulces y deliciosos.

Entonces me acosté a su lado, completamente convencido de que lo sucedido hasta ahora era una señal de un cambio en mi futuro, trate de acercarme a él para darle un beso, pero grande fue mi desdicha cuando él se alejo de mi, asustado.

-¿Qué haces?-. Me dijo consternado, por eso yo me separe de él por unos segundos.

Entones intente nuevamente darle un beso, pero esta vez él se levanto de la cama furioso.

-Lárgate de aquí, yo no soy gay-. Fue lo que me dijo.

 

Salí de inmediato de su casa, me fui corriendo de allí, estaba completamente destrozado, no quería nada de nada, podría sentir ese vacío en mi corazón, ese dolor de “nada” que te invade, era la vacuidad.

Corrí por las calles en dirección a  mi casa, era inevitable el que llorara, pero no quería que la gente viera algo de debilidad en mí, no señor, por eso me limpie las lagrimas que caían por mis mejillas.

Cuando llegue a casa me acosté de inmediato y como nunca prendí un cigarro y me lo fume por completo, me sentía destrozado, pero tenía que aguantar.

En ese momento sentí que alguien llegaba.

-Sorrento, hijo, ya llegue-. Era mi mamá, al sentirla apague el cigarro y lo escondí.

-Hijo, ¿Por qué no te acuestas?-. Me dijo mientras me miraba desde la puerta.

-Haaa, que noche, Shina contando sus historias, fue divertido-. Ella en ese instante se paseo por mi cuarto, pero de un momento a otro se detuvo, me había descubierto.

-…¿A qué huele?.. Había sentido el olor del cigarro.

-¿Estabas fumando?- Me dijo inquieta.

-¿Qué está pasando?- Yo no tenía ganas de responder a sus preguntas.

Entonces se acerco a mí, se sentó a un costado para mirarme con detenimiento.

-¿Estabas llorando?.... Julián,…. Julián-. Estaba destrozado, no quería más guerra, por eso me levante de la cama y camine a la cocina para sacar algo del refrigerador.

 Estaba con polera y bóxer, pero por suerte no hacía frío. Mi mamá se levanto de la cama y me siguió, estaba preocupada.

-Julián, te estoy hablando-. No quería hablar, había pescado la botella de bebida y estaba tomando de la misma sin usar vaso o tasa.

-¿No puedes tomar en un vaso como todo el mundo?-. Me reclamó, fue en ese momento cuando estallé.

-Yo no soy como todo el mundo!-. Dije casi gritando.

-Tú no te interesas por mí, tienes un solo hijo y ni siquiera puedes hacerte cargo de él-.  Estaba tan desesperado que boté la botella al piso, ella trataba de comprender mis actos, pero yo no pensaba en ello.

Me pasee de un lado a otro de la cocina y…

-Eres una madre de mierda!!!!!-. Le grite, para luego pasar a su lado e irme directo a mi habitación, cuando entre cerré la puerta con mucha fuerza.

Ella se quedo mirándome, asustada ante lo sucedido, tratando de entenderme. Estaba nerviosa, por lo que prendió un cigarro y lentamente comenzó a fumarlo, entonces con todas sus fuerzas se dirigió a mi cuarto para quien sabe qué.

En ese instante seguía llorando en mi cama, no podía entender por qué la vida me hacia esto, acaso no merezco ser feliz, ¿mi futuro es sufrir por amor?.

Por primera vez sentí que mi madre tocaba la puerta, abrió lentamente.

-¿Estas durmiendo?-. La preguntita.

-No-. Fue mi respuesta, tajante.

-¿Puedo?, me pregunto. Entonces ella paso y se sentó en un extremo de la cama, yo seguía acostado, entonces ella tomo la cigarrera, extrañamente me ofreció uno, yo la mire, me levanté y tome uno, luego ella saco otro y ambos lo prendimos para poder fumar juntos.

 

Estuvimos callados, fumando, durante varios minutos, se sentía una tranquilidad en el aire que era algo incomoda, me sentía pesimo por haber tratado mal a mi mamá, siendo que es lo único que tengo en la vida, fuí un tonto.

-Lo siento…. Es solo qué…-. Dije.

-No, soy yo la que tiene que disculparse-.  Entonces me miro a la cara, a lo que yo hice lo mismo, nuestros ojos se unieron y sentí como ella podía entender mis sentimientos.

-Mi lindo angelito-. Acercó su mano a mi mejilla y me toco muy lentamente en señal de cariño, sinceramente no pude mirarla a los ojos luego de eso. Luego seguimos fumando.

-Bueno ¿Qué pasa?, ¿Por qué estabas llorando?-. Por fin pudo preguntar.

-¿Fue por esa chica?-.Y se quedo callada por unos intantes... yo no podía responder, tarde varios segundos en poder pronuncuar algo.

-Es que…-.  Me sentía mal, no puedo más, necesito desahogarme.

-¿Qué pasa?-. Me preguntó, mis lágrimas volvieron a caer como la lluvia en invierno.

-Hey… ¿Qué es?-. Me preguntó nuevamente.

-Es que…No es chica-. Y me lance a sus brazos, la abrace por sorpresa, con fuerza, mientras seguía llorando.

Entonces ella me correspondió y por primera vez en mi vida me sentí aceptado.  Ella igual lloró conmigo, ese día compartimos el dolor.

-Todo va a estar bien-.  Entonces tomo mi rostro con ambas manos, me miro fijamente y me mostro una sonrisa que jamás olvidare.

-Yo estoy aquí para ti, ¿está bien?-. Me acaricio el pelo, las mejillas, eso me tranquilizo.

-Ahora debes dormir un poco, vamos!-.

Entonces me volví a acostar, mi madre arreglo la frazada para que yo quedara bien tapado y por fin pude dormir en paz y armonía.

*****************************

(Contada por un extra)

Entonces la mujer salió del cuarto de su hijo, estaba anonadada ante lo que había sucedido, es por esto que se dirigió a su cuarto, se sentó frente al espejo que allí tenía y por un largo rato se quedo mirándose sin otro gesto en especial.

Al rato se saco la cadena que traía puesta, la guardo en un alhajero y poco a poco se quito su vestido, quedando semi-desnuda, mirándose y tocándose su cuerpo. Ella lloraba por lo de su hijo, pero no por el hecho de que fuera gay, sino más bien por el hecho de no haberlo ayudado antes, el solo hecho de pensar en esto le consumía.

Pero al rato comprendió que lo que había dicho anteriormente a su hijo era totalmente correcto, ella siempre había criado sola a Sorrento, y sin importar otras cosas él era un chico ejemplar y sabía que debía apoyarlo, entendió que el hecho de entregarle un secreto tan difícil de confesar solo podía significar un gran amor y también confianza por ella, todo esto la puso feliz, tenía un hijo especial a quien debía amar y proteger. entonces esas lagrimas de pena y dolor se transformaron el lagrimas de alegria.

******************************

A la mañana siguiente Sorrento despertó con más ánimos, y lo primero que vio fue una pequeña taza de café  servida justo en el mueble que tenía al lado de su cama. Se levantó contento y con gusto se la tomo, sabía que su madre lo amaba tal como era.

Notas finales:

Comentarios? cualquier Rw´s es bienvenido, gracias por leer y muchas más por comentar.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).