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Los ojos de Oda Ritsu por Kannygho-kun

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Notas del capitulo:

Mi primer fic de Sekaiichi (^o^)/

Aunque es mas lemon que historia ñ////ñ

Espero que les guste :3

“A pesar de que Sempai es una persona muy tranquila y callada, en el poco tiempo que he estado saliendo con él, me he dado cuenta de que es… ¡Un auténtico pervertido!”

 

Eso pensaba el pequeño Onodera Ritsu con sus dieciséis años de edad, con el cuerpo en medio de las piernas de su amado Sempai, sentado tras de él, mientras con ambas manos se dedicaba a acariciar su sensible cuerpo. De repente sintió como el mayor atrapaba entre sus dedos los pezones y los retorcía al mismo tiempo.

-Ahn… s-sempai…-Gimió el menor.-

-¿Te gusta?-Preguntó en ese tono monótono que lo caracterizaba.-

-Mm… n-no s-sé…-Se quejó avergonzado, retorciéndose.- ‘L-la verdad es que se siente tan bien que me da un poco de miedo’-Pensó entre gemidos.-

-Mentiroso… se te están poniendo duros…-Comentó lascivamente, para lamer su oreja con delicadeza.-

-Aaah… n-no es c-cierto…-Chilló avergonzado.-

-Admítelo… te gusta…

El corazón de Ritsu latía desesperadamente. Si apenas podía soportar verlo sin que su corazón explotara, ¿Cómo conseguiría acostumbrarse a su tacto? ¿A su voz que le decía esas dulces pero pervertidas palabras?

Por su parte, Saga disfrutaba torturar a su tímida pareja. Parecía que iba a morirse de vergüenza cuando lo tenía de esa forma, su carita se ponía tan roja que no podía evitar pensar en una deliciosa fresa. Una dulce y jugosa fresa que el iba a devorarse a besos en tan solo unos instantes. No podía evitar excitarse con esos pensamientos, con el cuerpo de su kouhai que respondía intensamente a cada delicado estímulo que le proporcionaba.

-Mira, te endureciste aquí también…-Comentó apaciblemente mientras bajaba su mano por el suave abdomen del menor y la posaba en su intimidad.-

-¡Saga-semp…! ¡Ahh!-Gimió cuando su erección fue ligeramente rozada.-Ahn… s-sempai… n-no lo aprietes… nn… m-me duele…

-¿Quieres que te toque aquí?-Dijo presionando sobre la tela, desobedeciendo la petición del castaño.- ¿Quieres que te haga venir?-Preguntó con esa áspera voz que estremecía al kouhai.-

-Aahn… S-saga… S-sempai…-Gimió excitado, retorciéndose.-

Sabiendo de antemano que el tímido castaño no respondería, lo recostó en su cama, se deshizo de sus pantalones y su ropa interior, dejando las prendas regadas en el suelo.

-‘Que v-vergüenza… Saga-sempai me esta desnudando… n-no quiero que vea como me pongo cuando me toca, es muy vergonzoso…’-Pensó apenado Ritsu, cerrando fuertemente sus ojitos.-

Al sentirse completamente expuesto no pudo contener el impulso de cubrirse, ante la imperturbable mirada del azabache.

-Si haces eso, no voy a poder seguir…-Protestó impasible.-

-E-es que… -Trató de oponerse, poniéndose completamente rojo.-

Masamune pensó en como convencerlo, llegando a la conclusión de que seducirlo con algunos mimos era la más sencilla. Se aproximó a su carita, besó sus mejillas, luego sus labios. En seguida el castaño reaccionó, poniendo una carita avergonzada pero a la vez entregándose a los besos que le proporcionaba el mayor.

Sutilmente, la boca del azabache empezó a descender, con pequeños besitos por su mentón, poniéndose más pasional cuando llegó al cuello, marcándolo con besos húmedos.

-Aah… sempai…-Gimió tímidamente el menor. No pudo retener el pensamiento de que Ritsu era muy sensible, no importaba donde tocara, rápidamente reaccionaba, gemía y se desesperaba al no estar acostumbrado al placer.-

Delineó sensualmente sus pectorales con sus labios. No podía contener su deseo de devorar y marcar cada delicioso centímetro de piel que aparecía frente a sus ojos. La piel de Ritsu era suave, dulce, parecía derretirse entre sus labios, casi como leche. El mismo se llenaba de placer con solo probarla, era un dulce manjar para sus papilas gustativas. La voz de su lindo kouhai llenando sus oídos lo incitaba a más.

Su atención fue atraída en ese momento por los duros y rosados botones del castaño. Sintió un inusual cosquilleo en la punta de la lengua y sin pensarlo dos veces lo lamió, haciendo que el placer  creciera en el menor.

-¡Aaah!-Gimió con sorpresa.-

-¿Se siente bien aquí? Se pusieron rojos…-Miró casi sin expresión al menor, quien se retorcía de tanto placer y era incapaz de responderle. Su corazón latía fuertemente cuando veía a Ritsu poniendo esa carita avergonzada y excitada a la vez. Disfrutó un poco más de aquel pedacito de piel, succionándolo y dando pequeños mordiscos.-

Besó su abdomen, lo recorrió con su lengua, buscando lugares sensibles para estremecer a su kouhai. Dibujó un pequeño círculo alrededor del ombligo del castaño, notando como este temblaba y gemía. Un poco avergonzado, introdujo su lengua en el pequeño orificio. Ritsu se sobresaltó.

-¡Aah! Nn… n-no… ah…. Aah…-Se retorció incómodo.-

Tan solo unos instantes luego, notó como las manos de Ritsu se apartaban de su erección para aferrarse a las sábanas. Aprovechando este descuido, suavemente empezó a tocar su intimidad.

-Ah… aahhn… s-sem… e-espera…-Gimió avergonzado, retorciéndose.-

Saga sintió en su mano la dureza y el calor del miembro del menor, aún no muy acostumbrado a esta nueva sensación. Se relamió sensualmente al notar como el órgano empezaba a gotear por las atenciones que le proporcionaba, a la vez que las piernas del menor se tensaban y su cuerpo temblaba de forma descontrolada.

-Ah ah… n-no… aaah e-espera… nnn… aah… s-sem… ahhh… s-sempai… v-voy a… ¡Ah…!-Trató tímidamente de detener al azabache, pero las emociones lo dominaban y el placer era casi insoportable.- ¡Aah…! ¡Aaah!-Su cuerpo sufrió un intenso espasmo, se sacudió y se vino violentamente en la mano del mayor.- ¡Aaaaaahh!

Saga percibió el líquido humedeciendo su mano, y miró la carita que ponía el castaño al llenarse de placer. Besó sus labios que aún gemían tenuemente, sintiendo como correspondía entre pequeños jadeos.

-Eso fue rápido…-Susurró al separarse un poco, notando el rojo en la cara de su kouhai aún mas intenso.-

-¡E-e-es p-p-por q-que s-s-sempai…!-Protestó tiernamente. En efecto, Ritsu quería que la tierra se lo tragase en esos instantes.-

Con un poco mas de suavidad, y sabiendo que el menor estaba empezando a inhibirse nuevamente, juntó sus bocas, luego pasó su lengua por los labios del kouhai y se introdujo con algo de brusquedad en la cálida y húmeda cavidad, rozando y entrelazando sus lenguas.

Tras algunos minutos devorándose a besos, Masamune se apartó del menor y lo miró excitado, notando que estaba poniendo una carita erótica mientras unas gotitas de saliva se escapaban por su comisura entre jadeos. Era sumamente irresistible. ¿Cómo un chico un año menor que él, que era tan torpe y que se disculpaba por todo a cada rato podía lucir tan… provocativo y adorable? Era algo totalmente fuera de su entendimiento. Alguien así no debería existir en este mundo. “Oda Ritsu” era un humano casi irreal para él.

Pero sabía que estaba allí, en su cama, por que podía tocarlo, sentir su calidez, podía escuchar su voz, llamándolo, protestando, gimiendo…

-S-Saga-sempai…-Suspiró dulcemente, notando al azabache un poco perdido.-

El mayor volvió a besarlo, sintiendo que el calor de su cuerpo era casi insoportable.

Separó las piernas del castaño, quien trató de contener su vergüenza y mantenerse quieto. Saga lamió sus dedos y los llevó hasta la entrada del menor, rozándola solo superficialmente en un principio, luego sintiendo como esta reaccionaba, introdujo la puntita de uno y después lo llevó mas hondo. Percibió una contracción, y luego el orificio se relajó.

-Ahnn…. S-sempai…. Sempai…-Gimió con un poco de incomodidad el pequeño.-

-¿Es doloroso?-Cuestionó, retirando un poco el dígito para que el menor se calmara.-

-Nnn… n-no…

Una vez que el dedo estuvo totalmente fuera, lo introdujo otra vez, esta vez simulando pequeñas penetraciones.

-Ah ah aah… sem… sempai…aah…

Saga suspiró, notando que no parecía ser doloroso para el menor. Sumó súbitamente otro dedo, empujándolo hondo primero, luego separándolos y trazando círculos.

Ritsu tembló en un escalofrío, se retorció un poco y trató de contener su voz.

-Nn… s-sem… pai…-Jadeó entrecortadamente.-

Luego de algunos minutos más, metió el tercero, a lo que el castaño se arqueó con sorpresa y empezó a llorar.

-Aah…ahh… s-sempai… ¡M-me d-duele!-Se quejó.-

Su llanto era sorprendentemente infantil, Saga no estaba acostumbrado y se llenaba de culpa al ver al castaño hipar y sollozar como un niño pequeño. La primera vez había hecho exactamente lo mismo, tomándolo desprevenido y haciéndolo sentir incómodo en el momento.

Retiró sus dígitos y abrazó dócilmente al menor, tratando de tranquilizarlo. Deslizó tiernamente su mano, entrelazándola con el suave cabello del pequeño, retirándolo de su frente para depositar un beso en ella. Notó como su kouhai se secaba las lágrimas con sus manos, a la vez que aún sollozaba ocasionalmente.

-S-sempai… y-ya e-estoy b-bien… s-si q-quieres s-seguir…-Avisó, mientras el mayor seguía acariciando su cabello.-

-¿No quieres que paremos por hoy?

-Eh… esto… p-pero… s-sempai aún no ha…-Dijo apenado, refiriéndose a la erección del azabache.-

Masamune estaba más conciente de lo que el castaño pensaba, ya que se sentía palpitando dolorosamente en sus pantalones.

Notando al menor mas calmado y dispuesto a seguir, suspiró, volvió a lubricar sus resecos dedos y los deslizó suavemente por la entrada de Ritsu, metiendo tres de un solo intento, pero sacándolos inmediatamente al ver que el pequeño se ponía incómodo.

Era una tarea bastante complicada prepararlo para su intromisión. Con cuidado, lentamente deslizó los tres dedos, dando tiempo al castaño a acostumbrarse para moverlos. A Ritsu le resultaba doloroso, pero se contuvo para no preocupar a su sempai.

-Ahn… a-ah… s-sem… pai… ah… aah… mm…

Tratando de distraerse para no penetrarlo de una vez, recorrió con sus ojos el cuerpo del menor, notando por un rato la necesitada erección que tenía. ¿En que momento había vuelto a ponerse así?

Aprovechando su mano libre, empezó a masturbarlo para aliviarlo.

-Aaahh… e-espera… s-sempai… eso… aah ah ¡N-no…! ¡M-me v-voy a v-venir…!-Protestó excitado.-

Al escuchar esto, retiró sus dígitos del interior del kouhai. Separó y levantó un poco mas sus piernas, ubicándose entre estas.

Con un tan poca distancia, se percató de la alta temperatura del cuerpo de Ritsu, quien trataba de contener su voz durante la penetración. Apenas consiguió introducir la puntita, el menor empezó a sollozar otra vez de esa forma tan aniñada que ponía a Saga los pelos de punta. Sin embargo ahora no podía detenerse, ya no había forma de que lo hiciera. Para compensar su dolor, besó su cuello, con una mano atrapó un pezón y lo apretó tiernamente. Ritsu se sobresaltó cuando sintió la mano libre en su miembro, masturbándolo rápidamente.

-¡Aaaah! ¡A-ahhh! ¡Ah! ¡Aah! ¡S-sempai….!-Gimió y jadeó con violencia, sin poder aguantar tantos estímulos al mismo tiempo.-

Cuando terminó de penetrarlo, Saga se llevó una sorpresa, su mano estaba nuevamente mojada por el semen del menor. Dejó escapar una pequeña sonrisa mental para luego abrazar al castaño y besarlo suavemente.

-Voy a moverme…-Avisó antes de dar una suave estocada, estremeciendo el cuerpo de su kouhai.-

-¡Aah! S-sem… pai… d-duele…-Se quejó apesadumbrado.-

-Es por que estas muy tenso…-Jadeó sintiéndose apresado violentamente por las entrañas del menor.- Relájate…

-Ah… n-no p-puedo…

Masamune suspiró dificultosamente. Depositó un delicado beso sobre los labios del castaño, notando como este se sobresaltaba levemente, para luego sonrojarse y corresponder.

-Relájate…-Repitió con un toque de dulzura en su voz. De repente sintió que la resistencia no era tanta y podía moverse con más libertad.-

Movió sus caderas lentamente, tratando de que el menor se acostumbrara rápido para aumentar la velocidad. Luego de acostumbrarse al ritmo, notó como Ritsu se retorcía levemente y movía un poco sus caderas por sí mismo.

El mayor, sin acelerarse aún, buscó penetrar un poco mas hondo.

-Aaah… a-ah…. S-sempai… nn…

-¿Ya no te duele verdad?

-Ah… mm… n-no…-Sus ojos estaban fuertemente cerrados, su rostro se había vuelto de rojo intenso.-

A pesar de que se veía tan adorable así… Saga deseaba verlo mejor. Nunca podía ver bien su cara, ya que siempre estaba bajándola, desviándola en cualquier otra dirección.

-Ritsu… abre los ojos…-Susurró suavemente en su oído.-

-Mmm… ahh… n-no q-quiero… es v-vergonzoso…-Respondió entre jadeos.-

-Tonto… déjame verte…-Esta vez usó un tono mas dulce. El corazón del castaño pareció derretirse por unos instantes antes de entreabrir sus ojitos, de los cuales se derramaron pequeñas gotitas saladas de placer.-

-Ahh… mm… s-sempai…

-Te amo…

Lo besó tiernamente antes de aumentar la velocidad de sus movimientos. Incapaces de resistir más, ambos se corrieron.

El azabache salió del interior de Ritsu, dejándolo descansar por algunos segundos antes de abrazarlo con suavidad. Se quedó mirando su carita un poco transpirada, sus ojos de color verde. El menor se sonrojó después de algunos segundos y trató de esconderse entre las sábanas.

-N-no m-me mires t-tanto…

No pudo contener una risita suave. El castaño se quedó sorprendido, ya que era un hecho muy raro que Saga se riera. Su corazón pareció dar un brinco. Por algunos segundos y aunque resultaba ciertamente vergonzoso, se quedaron mirándose fijamente el uno al otro.

-¿E-en q-que piensas, Saga-sempai?-Cuestionó al notarle perdido en sí.-

-Si te digo, te apenarás.

El menor podía apostarlo. Era muy frecuente que cada cosa que dijera, por pequeña que fuera, le resultara bochornosa. Sin embargo su curiosidad podía más.

-¿Q-que es?

El mayor, con una mirada dulce y sincera le respondió.

-Me gustan tus ojos. Son muy lindos.

Con el corazón a mil, Ritsu se abrazó a su sempai, escondiéndose de su mirada.

 

Bip… bip… bip… bip…

 

Ritsu extendió su mano hasta el condenado despertador, sintiéndose pesado. En realidad últimamente no le servía dejarlo activado, ya que esos sueños hacían que se despertarse inclusive mucho antes de que sonara.

-¡¿Qué demonios fue ese sueño?! ¡¿Acaso ahora estoy teniendo fantasías extrañas con Takano-san?! ¡¿”Me gustan tus ojos”?! ¡Eso ni siquiera pasó!

Aún irritado por ese sueño, arrastró sus pies hasta el refrigerador, donde estaban sus cientos y cientos de bebidas energéticas que últimamente hacían de desayuno para él.

Se vistió y una vez fuera, el sonido de la puerta vecina llamó su atención. Fingiendo que no había escuchado nada, solo echó llave y trató de salir huyendo.

-¿No piensas darme los buenos días?

Al ver su intento de escape fallido y aún bastante molesto, pronunció un “buenos días” desganado. Como contradiciendo su mal humor matutino, el mayor le respondió con suavidad y hasta con un toque de dulzura los buenos días.

Su corazón reaccionó con un salto ante esto.

 

Una vez ambos en el ascensor, pudo sentir que la mirada del azabache se clavaba en él. Ansioso, le devolvió la mirada y a pesar de que pensaba decirle algunas cuantas maldiciones, los ojos de Takano lo succionaron de nuevo a ese mundo que lo dejaba sin palabras. Sus mejillas se encendieron al darse cuenta de que se había quedado durante un largo rato observándolo.

-¿S-se puede saber q-que tanto miras?-Cuestionó finalmente.-

-Nada.-Respondió desviando sus ojos.-

-¡Mentiroso! ¡Dímelo!

-Si lo digo, seguramente tu humor empeorará…

-¡Dímelo de una vez!

El mayor miró a Ritsu una vez más.

-Me gustan tus ojos. Son muy lindos…

Por unos breves instantes el castaño juró que su corazón llegó hasta su garganta.

¿Un deja-vú tal vez?

 

-¿Vamos juntos al trabajo?-Preguntó ofreciéndose a llevarlo en su auto.-

Ritsu se quedó mirándolo, aún no pudiendo creer lo que había escuchado hacía minutos atrás. El azabache sabía que la respuesta definitiva de su subordinado sería un rotundo no, por lo que no se demoró en subir al asiento de conductor. A veces le gustaría que el menor fuera un poco menos testarudo.

Sin embargo, su sorpresa fue evidente cuando escuchó un par de golpecitos en el cristal del asiento de acompañante. El castaño hizo una pequeña seña para que sacara la llave de seguridad.

-Esto es inesperado…-Comentó el mayor mientras Ritsu se acomodaba en el asiento y cerraba la puerta.-

-C-cállate… e-es solo que y-ya se va a h-hacer t-tarde y luego v-vas a regañarme…-Trató de excusarse.-

-Por supuesto. Un simple subordinado debería llegar mucho antes que su jefe…

-Y-ya lo sé…-Recalcó molesto.-

Takano dibujó una sonrisa en sus labios mientras encendía el auto. Quizás las cosas podrían ser mejores si Ritsu fuera siempre así, esos eran sus pensamientos aunque sabía que no sería tan fácil conquistarle.

-Definitivamente algún día haré que vuelvas a enamorarte de mí…

 

Notas finales:

La verdad es que esta idea la tuve por que, realmente quería saber como  lo hacían en ese entonces, tengo la sensación de que era algo así... En fin, de tanto imaginarlo e imaginarlo, se me ocurrió escribirlo y así fue como hice este one short ^^

Espero que les haya gustado y espero que dejen sus reviews así sé su opinión *-*

 


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