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Los amantes de la noche por Paz

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Notas del fanfic:

 

 

Notas del capitulo:

Este fic figura en la serie que he creado sobre la noche, no tiene una historia que contar, los personajes se encuentran y pasa lo que pasa...

Disclaimer

Este fic está basado en Slam Dunk, los personajes pertenecen a Inoue Takehiko, no saco ningún beneficio utilizando sus nombres, cuyos derechos de autor le pertenecen. Mi propósito es distraerme colocándolos en situaciones inverosímiles o dramáticas, sin faltar un toque romántico.

Los amantes de la noche

Por Paz

Capítulo Único

 

No se han visto el rostro, no conocen sus nombres, pero ese detalle no les impiden que la noche sea su cómplice cuando sus cuerpos se encuentran en un callejón oscuro cuando ambos han dejando por unos momentos el atestado local donde han ido con sus respectivas parejas.

Ha sido el sonido de sus voces, la musicalidad de su voz ronca lo que le ha atraído de él, se le acerca y su ubica a su espalda, mientras una mano se desliza por debajo de su remera y pellizca una de sus tetillas, el gemido que escapa de su garganta, es como una aceptación a sus caricias, su otra mano desliza hacia abajo la trabilla del pantalón para metérsela dentro de ajustado slip que lleva, esta tan excitado que sus dedos se humedecen a su contacto, con un brusco movimiento le empuja contra el muro, tras un contenedor de basura, apartándose de la vista de cualquiera que pase por delante del callejón, solo espera que nadie más tenga la misma idea que ellos y se presente, dos es el número adecuado, tres multitud y en ese instante, solo quiere para él a ese hombre que gime y jadea como le gusta, suavecito, quejidos apenas audibles, pero que le hacen saber que esta disfrutando con lo que le hace.

Ninguno de los dos han vuelto a hablar, necesita el contacto de su piel y de un jalón le saca la remera y desliza pantalón y slip hasta caer alrededor de sus tobillos, se aparta debajo de su cazadora de cuero no lleva nada, por lo que separa los bordes, desliza su pantalón también de cuero hasta sus caderas, su miembro, duro y erecto, se frota contra las nalgas del otro hombre, hondos suspiros sacuden su pecho mientras se mueve masturbándole con ese trasero respingón.

Va dejando besos húmedos en su cuello y hombros, su mano se cierra en torno a su cuello, haciéndole girarlo hacia atrás en una posición incomoda, aún así no protesta, sus bocas se unen en un beso fuerte y duro, mordisquea sus labios y su lengua se le mete hasta la garganta, sabe a menta y miel, le saborea goloso y mientras su otra mano separa sus nalgas y su dedo medio se le mete hasta el fondo, su gemido de dolor queda atravesado en su garganta, cuando se aparta, no le protesta y comprende que le gusta, por lo que le mete otro y un tercero, moviéndolos a un tiempo a modo de penetración, le gusta el sabor de su piel que lame y mordisquea a su placer, sus gemidos son más continuos porque sus dedos alcanzan su próstata, le siente caliente y él esta tan dolorosamente henchido que saca sus dedos para reemplazarlos por su miembro.

Complacido escucha su gemido de protesta, le agarra por los muslos levantándole, el mismo separa sus nalgas para facilitarle el camino, con un rápido movimiento de sus caderas se le mete dentro, hasta sentir el golpeteo de sus testículos contra sus nalgas, es tan estrecho que es una delicia sentirse apretado dentro de él.

Solo entonces, acerca su boca a su oído y le pregunta roncamente por el deseo que siente de moverse dentro de él.

-¿Quieres que te rompa el culo y no puedas sentarte en unos días para que recuerdes lo que hicimos esta noche? -su asentimiento de cabeza fue todo lo que necesitaba saber, salió de su interior sugiriéndole- Agárrate de ese hierro. –apenas lo hizo la posición de su cuerpo era la adecuada, la espalda en diagonal, la cabeza baja, las piernas rectas.

Le da un par de nalgadas que resuenan en el silencio del callejón, luego su glande se ubica en su abertura y le penetra hasta el fondo, nuevamente la estrechez le deja extasiado, vuelve a sacarlo y metérselo de un golpe, una, dos, tres veces y siempre le siente suave y estrecho, su cuerpo se sacude con cada una de sus embestidas, finalmente, se hunde profundamente hasta sus entrañas, buscando su próstata y arrancándole de su boca hondos gemidos que son como música a sus oídos, mucho mejor que estar oyendo el bullicio del interior, allí la noche es su amiga y a propiciado un encuentro que le esta dando mucho placer.

Embiste con fuerza, penetraciones rápidas y profundas, siente como sus esfínteres se abren con la fuerza de su empuje y como su natural abertura se estira permitiéndole penetrarlo con mayor, nunca antes había encontrado alguien que pudiera metérsela por completo, sabe que con sus fuertes embestidas necesitará un cojín para poder sentarse.

Le esta dejando un recordatorio de lo que puede esperar de él, en ese instante su mano se desliza por su entrepierna y sus dedos se cierran en torno a su órgano que chorrea presemen y comienza a bombear de él al ritmo de sus violentas embestidas, dándole doblemente placer, lo siente en sus gemidos y jadeos que son más intensos y fuertes, en el estremecimiento de sus músculos le hacen saber que esta próximo al orgasmo, ese pensamiento le excita de tal modo que sus movimientos se vuelven más rápidos, más largos, hasta que su mano recibe su eyaculación, siente como sus esfínteres se comprimen una y una vez y es tal la sensación que recibe que siente como si estuviera ordeñándole pues derrama en sus entrañas su simiente.

Se derrumban sobre él, cuyas rodillas se doblan y se apoyan en el suelo, ambos jadean llevados por el esfuerzo, por el deseo satisfecho, nuevamente vuelve su rostro hacia atrás y sin recuperarse busca su boca, besos húmedos, enlazando sus lenguas jadeantes, concluyendo así, una danza erótica y sensual.

Sus manos se vuelven suaves cuando recorren su cuerpo desnudo para él, enseguida se incorpora dejándolo espacio para moverse.

De espaldas uno del otro, acomodan sus ropas. No importa que sean dos desconocidos y a los que el azar ha unido, sus cuerpos se complementan, fundidos en uno solo y al ritmo de sus movimientos por ello. Le escucha moverse hacia la puerta de entrada al local. Sabe que necesita más de él, esos juntos le ha hecho saber que quiere más, mucho más.

-Suelo venir todos los sábados. La una de la madrugada es una buena hora salir un rato.

Se queda un instante con la mano sobre el picaporte, sabe que es una invitación a repetir lo que han tenido esa noche.

-Te veré entonces.

Deja salir el aire que ha contenido mientras espera su respuesta, al oírla un suspiro ensancha su pecho.

Por una vez la noche ha resultado a su gusto.

Entra y se reúne con su novio, adopta una expresión de impaciencia y hastío. Sabe lo poco que le gusta ir, así que se evita su protesta por ausentarse de la mesa, donde están todos sus amigos.

A partir de esa noche, la reunión de los sábados será un aliciente para ir, solo que no le hará saber que le va a resultar tan placentero, cuanto más se niegue él en ir, más insistirá su novio y cuando él se "rinda" creerá haber ganado una nueva lucha de voluntades.

Volver a encontrarse con su amante desconocido es todo lo que desea.

Fin

15 de agosto de 2012

Paz

Notas finales:

He estado una semana relajada en casa sin ir a trabajar y he conseguido escribir un monton de capítulos y terminar algunos de esos fics.

 

Por favor si alguien sabe como pegar un cuadro decírmelo, porque parece que con copiar y pegar no sirve. Supongo que falta algún simbolo, pero no se cual.


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