Te ama
Un sentimiento tan fuerte
Que lo expresa a golpes
Es amor sangriento
La carne de su rostro truena al contacto de sus golpes, tras cada uno su víctima se reduce más, intentando cubrirse como puede con las manos mientras llora y evita mirar los ojos azules para que no le propinen otra merecida paliza por insolente.
-¿Qué me ves? -espeta arrojándolo al suelo y pateándolo, dejándole la cabeza sangrando, manchando el naranja de su cabello hasta hacerlo rojo, y aunque no le gusta el cambio pues lo enamoró esa extravagancia, no se detiene y ninguno expresa su miedo interno.
Puede ver su espada negra a su costado, como llamándolo, gritándole que salve su vida, más se niega la verdad y se adjudica los arrebatos de ira porque le dijo que lo ama y luego que tiene la culpa por no saber corresponder.
Eso no es querer
Sangre y lágrimas
Son el camino a su paraíso
Y aun así no es suficiente
Puede reconocerlo y no parar. Sabe que está cansado de eso.
-¡toma tu arma!-le grita pateándole la espada a sus manos y descargándole los nudillos en las costillas de quien dice amar.
Porque amar es recibir
No poseer
Proteger
Que el dolor ajeno sea propio
Pero no lo sabe
Y quizá nunca lo sepa
Nunca
Con miedo la katana lo atraviesa temblorosamente.
Ambos lloran en el piso de sangre y lagrimas.
-no sé amar-acepta-pero ya me había enamora antes. La amaba tanto. Una mujer que su presencia iluminaba el mundo. La amaba celosamente. Sabía que hacía mal al herirla y por eso la dejé ir. Con eso debió saber cuánto la quería.
Si hay suerte
En la próxima vida
Aprenderá
Pero si la pureza es azul
No caigas
El paraíso no será suficiente.
-debió volver y no lo hizo. Me lo debía y me olvidó por su esposo y tres hijos en vez de mi que la necesitaba-la muerte lo asecha, cada vez más con cada palabra-no tuve ni el valor de vengarme yo mismo y mandé a alguien a hacerlo por mi-se lo llevaban hacia abajo, como cayendo en un pozo donde todos los sentimientos se quedan arriba, quizá por eso lo confesaba o porque quería no ser amado más y que lo odiara porque lo merecía.
Espera a que no sepa amar
Y enseña
No lo mires si en sus ojos
Te refleja celosamente
Sigue otra vida
Y ahora puede que el paraíso sea suficiente
Sólo suelta el arma y retrocede aterrado de haberlo lastimado, olvidando que ese lo hacía siempre y que por miedo y falso amor dejaba lo degradara y humillara.
Para cada idiota
No debería haber como tú
No te acerques
Tu sangre no limpia
-la mandé matar…-debe concluir antes de irse. La muerte no es que sea piadosa, merece ser odiado-…y no debo hacerte lo mismo. Lárgate porque te amo, es lo único que haré bien.
Y aun el paraíso no es suficiente
Espera otro corazón
No te apiades
Vales más
Si nunca ocurre
Huye
Hazlo por ti
Y por él
El paraíso no es suficiente
Antes de morir dice el nombre de su primer amor.
-Masaki-y lo pierde.
No cuentan las disculpas
Tampoco el error
Rencor
O alcohol
No perdones
Llama hasta que entienda
El paraíso terrenal
Y lo quiera conservar
La mirada del niño peliazul lo recorre, puro, admirado, deseoso, daría la vida por quien no pierde detalle de la clase con sus ojos marrones a través del fleco anaranjado.
Se sabe amado a lo lejos y eso le gusta, trata de conectar la mirada pero el otro se cree incapaz de recibirla, como si nunca fuera suficiente.
Se ha perdido la cuenta
Pero no importa
Ya sabes cuándo será suficiente