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Mas allá del odio por MakaWasausky

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Notas del fanfic:

Espero les guste:D

Notas del capitulo:

Se me ocurrio viendo cierto y triste capitulo TT_TT contiene spolier.

 

                   One shot^-^ Mas allá del odio…
El duro golpe de las resistentes teclas resonaba en todo el cuartel de investigaciones, hace más de 2 horas que el joven de cabello azabache no despegaba ni por un segundo la vista del monitor, sus pupilas estaban sumamente dilatadas y sus parpados pedían a gritos un parpadeo, sin embargo el pálido chico no cesaba su labor. Después de todo, la investigación estaba dando unos grandes frutos desde que atraparon al tercer Kira, la persecución fue asombrosa y sin mucho esfuerzo el culpable les había dado toda la información que necesitaban, ya estaba a un paso de desenmascarar al maldito asesino de masas que le dio el mejor, el más difícil y el más interesante caso de toda su existencia hasta ahora. Aun así no podía negar la frustración de que todo acabara ahí, puesto que por fin podría enviar a su mayor sospechoso desde siempre, tras las rejas o bueno lo más probable a la silla eléctrica, sea cuál sea la opción, no era su decisión su única tarea era demostrar ¿quién era Kira? y ¿cómo mataba?


El de ojos negros como aceitunas sabía ambas respuesta, no obstante era bastante complicado llegar y decirlas, recibir una ovación y que todo se cerraba ahí. Claro que no iba a ser de esa manera, lo supo desde el principio, que él fuera L no quitaba el hecho de que por más increíble fuera su lógica y también su intuición, nadie desconfiaría del “don perfecto” llamado Light Yagami, aunque el dicho sujeto cumpliera con todos los perfiles de un sicópata. Por un lado le asombraba que tanta fuera la persistencia del padre del recién mencionado para contradecir sus fundamentos, la forma en que defendía a su hijo le parecía hasta cursi, como aquellas telenovelas que dan a las 4 y que todas se basan en los mismos hechos y dramas, se notaba cuanto apreciaba su familia el ex jefe de policía y también el gran orgullo y respeto que destinaba hacia su primogénito.


Esas muestras de cariño hacían que el ojeroso chico no entendiera la clase de persona que era Light, ósea él ha tenido una suerte desbordante en toda su vida, ha tenido todo lo que un “ser humano normal” anhela , ya saben, chicas, una familia amorosa, buenas calificaciones, un buen físico, un gran intelecto y por supuesto un futuro prometedor. De lo único que el detective podía sacar de eso, era precisamente que Raito-kun no era un ser humano normal, ni que él fuera la persona más promedio del mundo, pero cada vez que le llamaban loco o raro por el hecho de tener extravagantes costumbres y ser diferente del promedio le hacía pensar:
¿Qué tiene de divertido ser normal?, ser igual todos, ir uniformado por la vida, seguir los mismos patrones hasta su muerte ¿Qué tanto llamaba la atención de eso a la gente?


Y como si se tratase de una ampolleta que se acabara de encenderse en su cabeza, la respuesta estaba frente a él, por muy diferente que fuera a Light, Kira y L eran prácticamente iguales, la única diferencia que detonaba en su gran lucha, eran sus diferentes ideales. Entonces si Light alias Kira había sido forzado a toda su vida seguir cada patrón con un especie de empuje divino, debió acabar hartándose de continuar todo de esa forma. Asique acertaba perfectamente en que Kira era inmaduro, cuando vio la oportunidad de darle un poco de “diversión” a su vida no lo desaprovecho, y esto acabo mezclándose con su maquiavélica manera de dar castigo a los que infringían la ley. Pero cuando todo acabara ¿el que haría? Si bien el castaño tenía sus ideales en un pedestal inquebrantable, sin embargo luego de que todo acabara, luego de quitar a cada enemigo del camino ¿que pretendía?


L aparto la vista por fin del monitor dando el último punto a todo el recuento de su investigación hasta ahora, tomo rápidamente unas mini donas que reposaban sensual y suculentamente en su escritorio sobre un plato azul alrededor de unos iguales, solo que estos vacios y con varias migajas de adorno.


Suspiro triste cerrando sus ya pesados parpados debido al cansancio haciendo que el débil ruido que produjo retumbara en todo el salón donde se encontraba solo, miro a sus alrededores como si por primera vez en su vida se diera cuenta en la clase de lugar en que se encontraba, dio un gran mordiscos en que el devoró 2 de las 3 pequeñas donas que hace un rato existieron en aquel plato y volvió a suspirar, esta vez con más tristeza que el primer tiempo. Desde la madrugada en la que se mantenía distraído disfrutando su tiempo a solas, luego de haber compartido tanto tiempo con el castaño esposado a el por su propio juicio, se le hacía extraño por fin tener su intimidad encerrado en su espacioso cuarto, que más parecía una suit de hotel. Se mantenía recostado en su cama apretando fuerte sus blancas orejas con sus pálidas y delicadas manos para detener el ruido de esas estúpidas campanadas, aunque sin ningún éxito, parecía que su subconsciente le jugaba una mala pasada haciéndole imaginar cosas inexistentes. Eso le llevo a estar ahí suspirando con melancolía dando se cuenta de la alerta que se le estaba dando, las campanadas podían asociarse a muchas cosas, pero la única que encajaba en aquel momento era que su hora se aproximaba.


Acabo por volver a teclear, esta vez presionando la palabra enviar, y sintiendo como su gran valija de preocupaciones se desplomaba por fin. Ahora podía estar tranquilo con todas sus acusaciones enviadas a sus 3 predilectos que luchaban por ser su próximo sucesor, sabía que ellos cumplirían su tarea bastante bien y que la decisión se haría obvia con el primero que logre dejar al castaño ojimiel con doble personalidad en las manos del juzgado.


Dejo su adoptada y peculiar forma de sentarse para estirar la piernas, saliendo ya al fin ,del oscuro salón en el cuál llevo a cabo toda la investigación grupal, atravesando el umbral de la gran puerta de seguridad llegando hasta el largo pasillo que daba con el ascensor ,observo detenidamente los grandes ventanales que ocupaban la mitad de la pared si dejar ningún espacio al aire, diviso lo fuerte que golpeteaban las gotas de lluvia sobre el vidrio ya bastante empañado y siguió su rumbo hacia el ascensor. Ya dentro de este presiono el último piso que conducía hacia el tejado, en donde podría tomarse un merecido descanso.
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Por otro lado, un guapo castaño caminaba por todo el edificio buscando al ojinegro, sin notar que su rumbo llego hasta el cuarto de seguridad donde se encontraba un canoso y viejo hombre que reconoció al instante.


-Disculpe Watari ¿ha visto a L? – dijo algo suave para no asustar al hombre que parecía bastante concentrado en sus pensamientos.

Watari miro a Light y sonrió melancólicamente de tal forma que taladro en lo más profundo del ser castaño y dio paso a uno de los sabores más amargos de su vida, a pesar de eso no abandono su actuación de “preocupado por el detective”


-¿Por qué le busca joven Light? – pregunto el ya maduro hombre cambiando su semblante a uno menos triste.

Pues… no le he visto en todo el día y se me hizo extraño que nos diera toda la semana libre cuando ya estamos a un paso de acabar con todo esto – acabo su explicación con una resplandeciente sonrisa.

El viejito respondió eso con una pequeña risa y una suave broma.

Veo que ustedes dos son iguales de preocupados por el trabajo, no deberían adecuarse tanto a permanecer así después de todo, ambos son muy jóvenes aún – aquella frase detono en todo el cerebro del prodigioso muchacho haciéndole sentir de una forma horrible por primera vez.

-Eso creo- intento embozar una nueva sonrisa, pero dio paso a una especie de mueca.

-La verdad le he notado muy extraño estos días… - prosiguió el canoso tratando de encontrar la respuesta en el joven y agarrándose el mentón en pose pensativa.

-Supongo que puedo hablar con él, si tal vez supiera donde esta… - intento dar un empujón para que el señor que tenia al frente pudiera cooperar más rápido con su búsqueda.

Watari amplió su vista, a pesar de tener tan pequeños ojos encontró su blanco enseguida, vio como su amado progenitor se empapaba en la lluvia, perdido en sus pensamientos.

-En la azotea –contesto rápido el mayor – y joven Light – presiono un botón rojo – las cámaras están apagadas.

Yagami-kun agradeció al mayordomo y subió las escaleras, subiendo 6 pisos hasta dar con la persona que buscaba.
Miro detenidamente al extraño chico que llevaba ya suficiente tiempo de conocer, como para notar al segundo que algo le sucedía. Sus ojos se mantenían clavados en la oscura cabellera del raro hombre a metros del, veía como las gotas se deslizaban por toda su ropa que acababa trasluciendo su bien formada espalda, y por primera vez le diviso erguido mirando al cielo con las manos en los bolsillos.

Si bien su vista era muy privilegiada, no deseaba que el detective pescara un resfriado. El más joven grito entre el ruido de la fuerte tormenta que daba lucha en las antenas y la pista de aterrizaje que poseía el edificio, empapando todo.

Sin ningún éxito.

¡¿QUE ESTAS HACIENDO AQUÍ AFUERA, RYUZAKI?! – volvió a repetir más fuerte para ser escuchado, sin embargo solo consiguió un gesto con la mano de parte del pelinegro que simulaba un no te oigo.

Light se acerco intentando cubrirse de la lluvia, mojándose hasta su reloj nuevo. Cuando llego a su objetivo hablo al fin claramente escuchado.

¿Qué estás haciendo, Ryuzaki? – pregunto lo obvio el castaño.

Ah,… no es nada que valga la pena mencionar – bajo la cabeza con pena y su voz parecía quebrarse a cada momento - el sonido de las campanas ha estado muy fuerte hoy- prosiguió dejando a un anonadado Light.

¿Campanas?- pregunto muy confundido.

Si, la campanas son increíblemente ruidosas hoy- su voz resonaba rasposa y quebrándose de a poco en los oídos de su enemigo.

No escucho nada – el ojimiel le creció un ego del porte de su cabeza al ver a su mayor estorbo en pose tan desgraciada.

¿Así?, han estado sonando incesablemente hoy; no puedo dejar de pensar en ello, quizás hay una boda en una iglesia o tal vez…

¿De qué estás hablando, Ryuzaki? – su tono cambio a uno más molesto por el juego de palabras que usaba en ojinegro, extrañando aquel rin tintín de superioridad que era propio de si- deja de hablar sin sentido y vamos adentro- esperaba una reacción que cambiara el denso espacio, aunque esta nunca llego.

-Lo siento. Todo lo que digo es inventado al momento, por favor no me creas ninguna palabra – seguía mirando hacia el piso, como si la escapatoria de su agonía se encontrara en el.

El más joven miro con la cabeza hacia el lado, observando la decadente escena del triste detective con que compartió tanto tiempo, y pensaba:

 ¿Puede que él, tal vez… tal vez… lo sepa? Y… entonces… ¿Por qué no hace nada?

Intento calmarse usando un notorio sarcasmo para retar al deprimido hombre y haber si este volvía al papel de chico raro e infantil.

-Tienes razón, Ryuzaki la mayor parte de lo que dices no es verdad, si tomara enserio todo lo que dices no tendría fin – abrió un poco los brazos señalando lo obvio- se eso mejor nadie.

-Eso es cierto Light-kun – el ojeroso continuaba igual- pero… lo mismo va para ti.

-¿A qué te refieres? – dijo con una claro eje de rabia contenida.

L embozo una irónica sonrisa y miro por fin a los ojos al que frustro todo su futuro, al que estaba por quitarle todos sus planes que aun no completaba.

-¿Alguna vez has pronunciado una cosa completamente cierta desde que naciste? – su sonrisa se hacía cada vez más amarga, predecir lo que ocurriría después le rompía el corazón.

Parecía como si la lluvia hubiera parado en seco y solo quedaran ellos en el universo, una lucha de miradas frías e inquebrantables se fundía entre ellos dos, eran tan iguales y a la vez tan diferentes.

-Ciertamente miento de vez en cuando, pero seguramente nadie puede ser veraz durante toda su vida. – esperaba aquello.

-Pensé que dirías eso – respiro profundo y dio marcha hacia la entrada- regresemos adentro, ambos estamos empapados.

El ojimiel le siguió, ambos bajaron las escaleras sin pronunciar ninguna palabra el uno al otro, caminaban cabizbajos sumergidos en sus pensamientos y malestares, cada gota se deslizaba sobre sus cuerpos depositándose en el frio suelo repleto de blancas baldosas. Light diviso que L aun no abandonaba esa pose tan perturbadora y decidió jugar una última vez con su “amigo”.

-Oye Ryuzaki- dijo parando en seco su camino quedando a mitad del pasillo.

-¿Qué ocurre Light-kun? –paro también su rumbo, dirigiendo su mirada a todo el piso empapado y luego a su locutor.

Light se acerco lentamente y tomo el rostro del encorvado y lo obligo a que le mirara directamente a los ojos.

-Mmm… ¿Qué ocurre?..., pues has hecho que quedara como ratón mojado Ryuzaki– el castaño dibujo una sonrisa maliciosa en su rostro y continuo – debo castigarte de alguna forma.

L se quedo con cara de WTF .___.( que profunda soy ¿no?)

El suficiente tiempo como para que el menor se acercara y posara sus carnosos labios sobre los suyos; L abrió los ojos incrédulos y cuando intento hablar, fue callado por una lengua que se abrió paso en su boca.

El beso se intensificaba cada vez más, y el moreno comenzó a participar en el agarrando al otro de la cintura y atrayendo hacia sí. Sus caderas estaban pegadas las unas con las otras y sus brazos se fundían en el cuerpo del otro, el intercambio de saliva no se cesaba de ningún lado hasta que ya no aguantara la respiración y se separaron, con un pequeño hilo se de saliva uniendo aun sus bocas.

-No me parece un mal castigo Light-kun – el castaño abrió los ojos algo atónito y sonrió con satisfacción; estaba feliz por ver al antiguo L en su pose retadora nuevamente y quitando esa aura melodramática.

-Enserio… - sonrió con picardía –debo estar haciendo algo mal.

Esta vez el menor tomo a su “némesis” por las caderas acercándolo cada vez más y juntándose tanto que hasta sus medios despiertos miembros se rosaban en un vaivén excitante.

Los dos luchaban al unisonito por no soltar ninguna especie de gemido ante el otro prácticamente comiéndose la boca, pero sin poder detener sus ligeros suspiros que se colaban por sus gargantas.

-Nght- el primero en caer fue el más joven, soltando el primer gemido cuando la mano de su pálido amante se poso debajo de su húmeda camisa.

-Light, resfriaras- sonrió angelicalmente.

-Suenas como mi madre ¿sabes?- se levanto del piso mojado y se arreglo la camisa – eres todo un mata pasiones.

-Ah… ya veo ¿con que soy así eh? – se llevo su pulgar a la boca y ahora fue él quien sonrió sensualmente, alargo su mano hacia la de Light y entrelazo sus dedos siendo correspondido por el otro que se mostraba algo confundido

– tratare de no ser tan aburrido.

El corazón de Light latía 23443902394 veces por segundos, la mano de L era tan fría y a la vez tan cómoda. El castaño se mantenía sumergido en sus pensamientos sobre la nada incómoda situación, mientras que su acompañante le guiaba hasta una puerta roja al final del pasillo, que era la única con ese aspecto en ese piso y tal vez en todo el edificio.

-¿Y esto qué es? – pregunto confundido.

-Mi habitación – la sonrisa del moreno se amplió mas – aunque… si no gustas…

-No molestes – dijo entrando rápidamente y prácticamente arrastrando al ojinegro que solo río delicadamente al ver a su nuevo amante así con tantas “ganas”.

El moreno chico observo detenidamente el sofá y empujo bruscamente al castaño en el, se acerco lentamente a su rostro posando cada rodilla en la parte izquierda y derecha cuando este por fin quedo sodomizado frente a él.

Sus respiraciones y alientos se derretían entre sí. La sala en que se encontraban era realmente hermosa, la chimenea era de una tonalidad negra que resaltaba el rojo del fuego que les acompañaba, el sofá también era del oscuro color y frente a este se encontraba un televisor de 60 pulgadas apagado, y con una mesa llena de chocolates de todos los sabores.

Los besos entre si continuaban, mientras Light agarraba fuerte la nuca de su hasta ahora seme, para profundizar más su contacto. El sofá también corrió la misma suerte del pasillo y al divisar eso el ojinegro se quito la camiseta blanca que acostumbraba usar dejando al descubierto su delgada y bien marcada figura. Prácticamente falto que al ojimiel se ahogara en el océano de baba que se le formo en la boca.

-Cuidado Light, ya tenemos suficiente con la lluvia – sonrió con burla mientras que en el caso del otro estaba rojo hasta las orejas.

-Oye… - ignoro aquella humillación – ¿por qué estas así?... bueno digo, en la azotea – ya con un tono más serio.

-Pues… - volvió a estar cabizbajo, pero se aguanto toda lagrima que crecía en su interior y con una fuerte sonrisa y dulce mirada acaricio la mejilla del otro – creo que ya será tiempo de decir hasta luego.

-¿Lo sabes? – tomo fuerte su mano para que no dejara de tocarle y oculto sus ojos tras su flequillo.

-Yo… bueno… es de familia… saber el tiempo… - no sabía si el nudo en la garganta le impedía hablar o el hecho de que su amigo, su Light acabara de confirmarle lo que nunca quiso escuchar.

                    Light… definitivamente es… Kira.

Apretó fuerte el puño y aparto la mano que sostenía el rostro casi rasgándole la piel de la mejilla al ojimiel, que no espero una reacción así.
En la mirada del moreno había una bomba de emociones que detonaba en rabia, frustración, tristeza, horror, decepción, arrepentimiento, un “lo sabía”… mas todo eso, dolor.

-Dime… ¿por qué?- seguía enterrando las uñas en su propia palma, su nudillo tronaba dedo por dedo, con todo el autocontrol que tenía el detective, continuaba luchando por no abalanzarse sobre el maldito asesino que tenía enfrente sentado en su sofá y no enterrarle una de las espadas que decoraban la pared a espalda de ellos.

-Tenía que hacerlo L – sus ojos se tornaron completamente rojos y en él se dibujo una tétrica sonrisa de satisfacción y prosiguió – este mundo se estaba pudriendo, todo en el era maldad, yo quería algo mejor, solo yo podía lograrlo, y con ayuda de la libreta, una de las libretas mejor dicho, me convertiré el dios del nuevo mundo

            Con que este es Kira – pensó con ironía.

El de cabello alborotado paró en seco el discurso del otro.

-¿Solo tú? Ja, por favor Yagami – su tono era con completo sarcasmo- ¿qué mierda te crees? – La rabia hacia que sus dientes rechinaban de tanto presionarlos – te diré algo y es mejor lo escuches atento… - se acerco al sofá donde aun estaba su enemigo y a 5 milímetros de su boca le dijo lo que nadie se atrevería a decir en esa ocasión – solo eres una asesino, como todos los que mataste, ¿y qué creías?, ¿dios?, ¿del nuevo mundo? Pero que infantil eres.

Light se levanto de su lugar y agarro fuerte el brazo del valiente chico que se atrevió a cuestionarle su pensamiento.

No obstante, el azabache no tenía miedo, ¿a que le tendría?, ¿morir?, como si no fuese a correr la misma suerte luego, era mejor decirle todo de una vez, al menos podría irse sabiendo que hirió el orgullo del hijo de puta más conocido como KIRA.

-No he terminado imbécil – sus ojos que solían ser completamente inexpresivos, mostraban por primera vez un brillo.

Y ese brillo era obra del odio más grande que sintió en su vida.

-No puedo creer que seas tan hijo de puta y que tu maldito ego sea del porte de todo Japón, ¿con que el único? Mira idiota – esta vez el agarro el brazo del más joven y prácticamente le clavo las uñas en el antebrazo- solo eres una cucaracha mas en el universo, no tienes nada de especial, morirás igual que todo el mundo lo hace, sientes dolor igual que todo el mundo lo hace te lo estoy comprobando, comes, duermes, amas, lloras, es que ¿Por qué no lo entiendes? – Light pudo sentir muchas cosas en aquel instante, sin embargo solo una se reflejaba en su rostro y esta por primera vez en su vida era miedo.

-El único que no entiende eres tu L – aparto su brazo que seguramente quedaría marcado de por vida con aquellas uñas – entonces, dime ¿por qué la libreta cayó frente a mi? – sonrío sabiendo que no tendría respuesta sobre aquello.

-Digamos que tuviste suerte – ya se la acabaron los respondones, ya no tenía más que decir, sabía que él jamás entendería.

Es una causa perdida.

-Y pensaba que yo era el loco jeje – rio amargamente pasándose una mano a través de sus alborotados y oscuros mechones.

-¿Qué tal si olvidas todo ahora Ryuzaki? Déjame disfrutar el poco tiempo que nos queda juntos – sus ojos ya no eran de aquel tono carmesí, y su mirada solo reflejaba ternura y amor.

L sentía como se quebraba por dentro, le odiaba y la vez le... quería tanto.

-¿Cu…anto… tiempo… tengo? – dijo entre sollozos.

-Por favor no llores – seco sus lagrimas con su manga que seguía mojada.

L aun tenía el torso desnudo y lagrimas caían sobre sus níveas mejillas y al tiempo cuando levanto los brazos, Light se cubrió el rostro antes de recibir el impacto…

Y este nunca llego para sorpresa del castaño, no obstante recibió un abrazo que acabo desconcertándole más.

-Yo…yo – intentaba controlar su lagrimas – yo quería vivir – logro articular, y el ojimiel sintió una punzada en corazón – pero si no hay otra salida… hay algo que quiero hacer.

-Siéntete libre de pedirme cualquier cosa – sonrío con satisfacción abrazándole aun más.

-Dime… – paro su llanto al fin – dime que me… que me…que me amas Light.

Todo el mundo del castaño se paro por minutos, inconscientemente estrecho más a L, cuando este ya le tenía rodeado con sus largos y blancos brazos sobre su cuello. Podía sentir los latidos del otro ¿o eran los suyos?, se sentían tan fuertes, su pecho se elevaba en un vaivén buscando el aire que ya se le cortaba y reuniendo todo el valor suficiente, al fin expreso… en toda su vida, algo completamente… verdadero.

                             Te amo…

-Elle Lawliet – agacho su mirada cuando corto el abrazo.

-Es muy bonito – le regalo un beso en la mejilla y repitió lo que sentía – Te amo Elle Lawliet.

-Te amo Light- le beso tiernamente, con un simple y suave topón de labios, que para ambos fue una desenlace de todo lo que sintieron alguna vez por el otro.

Light se quito la camisa negra ajustada que llevaba en aquel día y volvía comerse la boca de su amante. Ambos con el torso ya descubierto, continuaban con las caricias.

Exploraban todo el cuerpo ajeno.

El castaño se acerco al pezón de pálido chico y comenzó a posar sus carnosos labios sobre él, lamiéndolos y mordisqueándolos.

-Light…- por primera vez le vio sonrojado, a pesar de ser tan blanco, su tono jamás cambiaba.

-¿Te gusta? – sus ojos estaban plagado de deseo.
Si ¡ah! – al fin salió un gemido de aquellos dulces labios.

                    Luego paso lo obvio…

Luchaban por no romper nada en el pasillo, y chocaban con paredes, cuadros, estatuas, y todo porque en ningún minuto soltaban sus bocas. Cuando por fin llegaron a la habitación L arrojo al más joven sobre la cama tamaño King, que estaba cubierta por suaves sabanas de color blanco y almohadas del mismo tono y seguía depositando besos por todo el cuerpo ajeno

-Oye Light – susurro con ronca y sensual voz- tu piel es color canela.

-Y… ¡ah! – el azabache no quería soltar el cuello del ojimiel y lo lamia muy lenta y pausadamente hasta volver a hablar dejando su respiración aun muy cerca de ese suave y bronceado cuello marcado ya por él.

-Me gusta la canela.

Bajo lentamente lamiendo todo el torso del joven hasta chocar con el cierre de su pantalón.

-¿Puedo? – le gustaba torturarle un tiempo.

-No... hagas… preguntas tontas – murmuraba entre jadeos.
Abrió rápidamente el cierre y le arranco la molesta prenda con bóxer y todo, deleitándose con un desnudo y sodomizado Light.

Tomo entre sus manos la erecta hombría del chico, y empezó su tarea con la mano izquierda y jugaba con el pezón del otro con su mano derecha.
La habitación cada vez era más calurosa. L al ver el rostro sonrojado de su amante y soltando suaves gemidos que crecían más y más hasta ser gritos de infinito placer, se excitaba cada vez más.

-Elle… ya… casi ¡ah! – ahora lo que Light sentía era la cavidad bucal del más pálido

-Quiero saborearlo – esa voz mandaba al castaño a nunca jamás.

Introdujo el miembro completo del ojimiel en su boca y lo lamia como si de un helado se tratara, aunque este era muy caliente en comparación al bocadillo. Ya con 2 minutos de seguir así, aun no cayo nada dentro de su boca, asique comenzó a succionar rápidamente.

-¡AH! Elle ¡AH! me… vengo ¡AH! – todo el semen del castaño llego hasta la garganta de moreno, el cual se trago y lamio todo lo que quedaba en las comisuras de sus labios y los muslos del otro.

-No es dulce, pero sabe delicioso- sonrisa seductora.

-…- quedo como tomate.

-Me gusta verte de esa forma – le acaricio el rostro, esperando a que se calmara su respiración.

-¿A qué te refieres? – ya más relajado, teniendo aun encima al ojeroso.

-Indefenso – susurro lamiéndole el lóbulo de su oreja y dándole pequeños mordisco, haciendo que su respiración llegara hasta los tímpanos del “dios del nuevo mundo”

-¿Estás listo? – pregunto antes de recibir un golpe por ofenderle de esa forma

-Si.

L introdujo 3 de sus dedos para que fueran ensalivados por Light, sonriéndole suavemente para que no se avergonzara tanto por la situación.

Ya acabada la tarea metió por fin el primero en la entrada del castaño. Este solo se estremeció de sobre manera por el contacto.

-¿Has hecho esto antes Light?

-Sí, pero yo… siempre voy arriba ¡ah! – introdujo el segundo.

-Tranquilo – le beso callando todos los gemidos de dolor hasta que se volvieran placenteros, y por fin ingreso el tercero.

-AH!!!!- soltó un grito desgarrador acompañado por unas lagrimas.

Espero a que se acostumbrara y comenzó a moverlos en todas direcciones, ya solo acompañado de los gemidos de dolor y excitación de su amigo/nemesis/amante.

-Haz…lo – logro articular.

-Lo que tú desees- otra vez esa maldita, ronca y seductora voz.

Se quito los pantalones anchos que siempre acostumbraba llevar y también sus bóxers de color blanco, dejando al descubierto su erecto miembro, acercándolo lentamente para tortura del castaño a su entrada.

Ingreso lentamente su hombría dentro de Light y espero a que se acostumbrara.

-Mght – se mordía la muñeca intentando callar sus gritos.

-Te harás daño- tomo la muñeca con los dientes marcados y observo el antebrazo marcado por su uñas y sin dudarlo le beso en cada marcada.

-Lo siento – dio sus primeras estocadas.

-Yo… ah! soy el que ah!, lo siento – muy pocas veces se disculpaba.

Elle no quería hablar del tema en ese momento, ahora solo eran Light Yagami y Elle Lawliet.

Le beso para que se callara y aumento las penetraciones cada vez más y más.

-Ah L! más fuerte! – ya lo tenía en 4.

-Ah… lo que tú quieras ah! – el tampoco podía guardarse su gemidos.

-¿Por qué? mght – el moreno le beso suavemente en el cuello.

-Que ocurre… - se mordía el labio para evitar que se escucharan sus jadeos.

-Por ¡ah! – aumento más la velocidad.

-Lo estás haciendo a propósito. – mirada fría.

-…- sonrisa satisfactoria.

Observo el reloj y que ya había pasado 1 hora, Light se pregunto si Watari aún tenía apagada las cámaras, sin embargo su mente ya había sido cegada de tanto placer.
L sintió que ya venía la mejor parte y voltio a Light sacándole un gemido de dolor que fue callado enseguida con la tierna mirada que le dedico su amante. Quería ver su rostro, que solo se sonrojara con él, que solo el fuese quien podía disfrutar de su cuerpo, aunque ya nada sería así este era su adiós, lo sabía y aun de esa forma… al menos podía irse… feliz.

Aumento el vaivén mientras el castaño mordía su hombro, lo cual le causaba más placer aún. Sujeto fuerte las caderas del otro y lo sentó sobre su hombría para que se vieran cara a cara.

-Me gustas – le susurro.

-AHHHH! – se vino entre sus abdominales manchando todo el torso de ambos con su semen – y tu a mí.

Sonrió y con un suave gemido se fue dentro del joven.
Se recostaron sobre la gigantesca cama, Light le abrazo y Elle correspondió, observando su perfecto cabello todo despeinado y que en su frente unas gotas de sudor le decoraban. Su sonrojo de desvanecía lentamente e intentaba recuperar el aire fallando claramente. El azabache rio por lo bajo por la tierna imagen que tenía frente a él, ganándose una mirada de reproche.

-¿Creí que pondrías más objeción respecto a ir “abajo”? – como pude extrañar ese tono de voz.

-Pues – ya respiraba normalmente – quería guardar lo mejor para el final.

-¿Qué quieres decir? – se desconcertó.

-Tú lo has hecho muy bien; te mereces un premio ¿no? – como pude pensar que era tierno.

-Na Light-kun ya estoy bien así – se paro rápidamente dispuesto a irse aunque estuviera desnudo, pero el castaño le abrazo por la cintura y respiro pausadamente sobre su cuello.

-Anda permíteme, te llevare a las estrellas – L trago duro sintiendo la lengua de Light pasearse sobre todo su cuello, lentamente de arriba hacia abajo.

Se sentó sobre la cama y sentó al más pálido en su regazo, mientras el bajaba su mano tocando todo el pecho del azabache, acariciando sus pezones y luego delineando su cintura.

-Sabes… si quieres hacer algo mght! – casi se clavo todos los dientes en su labio para evitar soltar un gemido.

-Mmm quiero hacer muchas cosas – mordió el lóbulo de su oreja – pero… ¿qué prefieres tu? – tomo su miembro entre sus manos y comenzó a moverlo.

L jadeaba enterrando las uñas en el colchón, sintiendo como Light jugaba con su hombría.

-Ah! – al fin lo soltó para satisfacción del ojimiel – solo… nght… no pares.

-Muy bien – empezó a mover su mano más y más rápido.

-Ah! Light! – no entendía como, pero escuchar su nombre entre jadeos nunca le había resultado tan placentero.

Lo hacía más y más rápido.

-Quiero escucharlo otra vez – susurro sensualmente en su oído.

-Light… Light! – amaba escuchar su nombre proviniendo de esos hermosos labios.

No aguanto más y se vino entre la mano del castaño, el cual lamio y degusto la semilla del mayor, provocándole por segunda vez un notorio sonrojo.

-Empezamos – más que una pregunta fue una afirmación.

Elle solo asintió, recostándose suavemente sobre la cama.
Light se posiciono sobre él, acariciando su rostro y sonriendo. Siempre quiso tener al detective suplicándole por más y que se lo partiera en 2 gritando su nombre, pero teniéndole aquí, frente a él… sabía que no había sensación más bella que hacer esto con alguien que quieres tanto.

-Elle te amo – le beso de forma casta en los labios.
Y yo a ti – sonrió.

Ya era tiempo y con el semen que aún quedaba en su mano comenzó a preparar a L. El cual al principio tubo una molesta sensación, que aumento más con el segundo y le hiso gritar con el tercero.

Cuando se acostumbro, el dolor quedaba como un mocoso de jardín al lado del placer que sentía.

-Puedes pasar ah!! … a lo otro ah! – llevaban 20 minutos de esa forma.

-Me gusta verte indefenso – sonrió- au! – le mordió el hombro.

Ambos rieron, el castaño le abrazo por la cintura con su mano izquierda casi rodeándola por completo y metió su miembro por la entrada del azabache.

-Duele – susurro con aquel tono tan grave de voz que era propio del.

-Ya pasara – le beso y comenzó a masturbar para que olvidara el dolor.

Espero a que ya se acostumbrara, hasta que recibió el pase cuando su amor movió sus caderas.

Las penetraciones se hacían más y más rápidas, y la mano de Light no cesaba por muy cansada que estuviera.
Se acercaba el clímax y escuchaba los gemidos del moreno en su oreja, que se hacían más fuerte con cada estocada.

Y luego de media hora…

Ahhhh! Light!! – se vino entre los dos.

Ahhhh! Elle!!! – se corrió dentro del.

Light salió lentamente y se recostó a su lado y sonriéndose de la forma más cálida se abrazaron mutuamente entregándose a los brazos de Morfeo.

         Ryuk, me debías un deseo por tanta diversión ¿no?
                         Así es Light ¿Qué pedirás?
            Que la death note jamás me haya encontrado.
   ¿Qué pasara con el chico? – miro a su lado, por primera vez le       diviso con los ojos cerrados y de forma tan angelical.
                   Sé que el destino nos volverá a unir…
                            No lo arruines Light.

Notas finales:

Y bien...

Yo nunca me decido si es mejor LxLight o LightxL, asique los puse como ambos. Acepto criticas, ya que escribir no se me da  bien y todo, hasta notas de odio okno.

Espero les gustara, me diverti escribiendolo y pude darle un final feliz:D (¿creo?)


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