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El Ilusionista por Ciel Phantom

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Notas del fanfic:

bien, No.6 no me pertece, lo que es una lastima y bla bla bla bla...

nos leemos

Ciel Phantomhive

Notas del capitulo:

bien este cap ya lo habia subido con otro nombre, pero viendo la poca demanda o lecturas y de comentarios decidi hacerle unas modificaciones y asi termine haciendo algo basado en EL ILUSIONISTA, no se si han visto la pelicula, es buena, al menos a mi me gusto, por ende aqui lo tienen corregido y aumentado.

Atte: Ciel Phantomhive.

 

 Prologo.

 

—Te enseñare como bailar. ¿Tienes experiencia? —Pregunto el chico de cabello largo con una sonrisa en los labios, sus ojos brillaron ante la belleza que se presentaba ante él. Nunca imagino que en aquel protocolar baile pudiese descubrir una joya como aquella.

 

—Claro que no. —Sus bonitos ojos rojos se clavaron en el suelo completamente avergonzado, ¿cómo había terminado en esa situación? Se suponía que solo era una casual y rápida salida, un mero escape furtivo de su encierro y ahora, ahora no sabía cómo evadir a aquel chico de mirada gris que lo observaba con simpatía y curiosidad.

 

—Como pensaba. —La sonrisa se amplió más. Hizo una reverencia antes de tomarle de mano, esa mano delicada y blanca. Con un movimiento rápido prácticamente lo estrecho contra su pecho a pesar de las protestas. —Por cierto, mi nombre es Nezumi. —él sería su primera pareja de baile, le enseñaría a danzar al ritmo de un caballero. Para que en un futuro no importando con quien bailara fuera su rostro y su presencia la que se mantuvieran omnipresentes. —Párate derecho, la barbilla arriba, no mires hacia abajo, y sigue el ritmo. Uno, dos, tres. —La mano firme de Nezumi sostuvo la delicada cintura. —Uno, dos, tres, uno, dos, tres. No arrastres los pies. —Indicaba mientras tiraba del cuerpo frágil de aquella criatura de cabellos blancos.

 

Era torpe en un principio, luego de unas cuantas vueltas ya se movía con mayor libertad. —¡Oh! Me sorprendes eres rápido con los pies. —El ojigris le sonrió con ternura.

 

Shion dio un salto de la impresión, tensando su cuerpo ante el comentario, ya casi se le había olvidado que estaba vestido de mujer. Bajo la cabeza avergonzado. Mataría a Safu por semejante idea. Cuando le dijo que deseaba salir del enclaustramiento en que lo tenían sus padres, jamás se le paso por la cabeza que a su amiga de la infancia se le ocurriera semejante plan. Ella simple mente había dicho.

 

—Shion, dan un baile en honor  a la reina Karan, todos los de la corte estarán ahí, Condes, Duques, Marqueses, Príncipes y Caballeros. Sera una fiesta increíble, pero… —Shion levanto la ceja, los ojos de Safu refulgían con malicia. —La invitación que tengo solo incluye a una acompañante. Tu sabes a  ti no dejaran entrar si saben quién eres, después de todo tu madre no quiere que vayas.

 

Nada más llegar se quedo estático, el gran salón del trono era imponente y majestuoso, acentuando su suntuosidad con aquellos decorados en flores blancas que lo hacían destellar como si de un cuento de hadas se tratara. Claro que él siendo el hijo de la reina ya había tenido la oportunidad de estar ahí, pero ahora, con todas esas personas y lleno de vida le parecía cual si fuese la primera vez que pisara el lugar.

 

La gente entraban por montones, todas conversaban animadamente, fue solo un segundo en que se distrajo de tal manera que no se percato de la desaparición de Safu hasta que fue demasiado tarde. Dio unas cuantas vueltas alrededor del salón en su busca, al final desistió yéndose a parar junto a uno de los tantos pilares de mármol blanco junto al balcón, si se quedaba quieto cabía la posibilidad que Safu pasara por ese lugar en su busca.  Dio un suspiro profundo, cerró los ojos e intento calmarse, cuando volvió a abrirlos dos preciosos ojos grises lo observaban.

 

Así había terminado bailando con Nezumi, sus pies en ese momento ya le parecían ligeros, y sus pómulos sonrosados debían dar una clara muestra de la vergüenza que estaba sintiendo. Nezumi era una cabeza más alto que él, y sin duda daba gracias a que el chico en cuestión no se había dado cuenta de quien se traba, si tenía algo de suerte terminaría la pieza y Shion podría correr a esconderse, porque estaba seguro de que ese joven aun no le reconocía, su corazón palpitaba, Nezumi había sido en otro tiempo, para ser más exactos, en su niñez, su amor platónico, sin embargo siendo el de alta alcurnia, nada más y nada menos que el hijo de sus majestades los soberanos de No.6,  y el joven ojigris de cuna humilde , el vástago de un carpintero. Se les fue prohibido verse, incluso llegaron al extremo de mandar a Shion a otro reino con tal de que se olvidara del roedor. Desde entonces jamás supo nada de él, tampoco pudo encontrarlo por más que exigió saber su paradero y ahora lo tenía ahí delante de él, bailando.

 

El ultimo compas sonó con lentitud, Shion se preparo para hacer la rutinaria reverencia de cortesía y salir, una mano lo detuvo, luego eran unos brazos los que lo rodeaban impidiéndole marcharse.

 

—¿Cuál es tu nombre? —Nezumi no le permitiría irse sin ese dato por lo menos.

 

—¡Eh! Lily. —Contesto algo asustado.

 

—Mentiroso. —Susurro al oído del peliblanco. —Te queda mejor el tuyo, después de todo debe ser un hermoso nombre para una bella flor. —Sonrió galante depositando un pequeño beso en el dorso de la mano del peliblanco. —Nos vemos Shion.

 

Sus ojos rojos se abrieron de par en par asombrado, su corazón latía con fuerza, él lo sabía, Nezumi aun lo recordaba,  sin pensar lo que hacía acorto las distancias de manera rápida y roso sus labios con los de su antiguo amor  de manera tan efímera como un pétalo en el viento.

continuara...

Notas finales:

dejen comentarios. o mueran en el intento.


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