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My Melody por YakumoCamui

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Notas del fanfic:

Esta es la historia de una "relación", así de simple y sencillo :D

Notas del capitulo:

Bueno, este es mi primer one-shot no one-shot que hice hahaha

 

PD: Yo amo al Key de este fic *w*, me encanta!! Este fic lo empece a escribir cuando mi locket interior empezo a nacer.

Capitulo 1. Acorde.


La melodía perfecta tantas veces he creído haberla encontrado…

De joven, una melodía era aquella que hacía vibrar mis sentidos al ritmo de la aventura y la excitación de este desconocido mundo. 

Pero… ¿qué es una melodía en realidad? Como músico se que es el ordenamiento que se le da a las notas, la melodía siempre va vinculada con la armonía, percibiendo de esa forma una canción con una identidad propia, que la hace única y memorable.

En mi personal sentir… la experiencia me ha enseñado que una melodía es permanente, exquisita y súbitamente inalcanzable. Escucharla, tenerla, y llegar al punto de sentir una melodía te hace creer que es completamente tuya, pero… cuando termina aquel hermoso sonar… 





—Y bien ¿que te parece el lugar?

—Pues… no esta mal — sonreí, mientras acomodaba el cuadro de mi familia en mi escritorio. 

Mi nuevo estudio musical, no podía creerlo. Había ahorrado dinero para poder montarlo y por fin lo había logrado, aunque ahora me encontrara abatido, se que si me esforzaba lograría sacarlo adelante.

—Pensé en este lugar, ya que queda cerca de tu casa, podrías ir a visitar a tu pequeña siempre que tengas un tiempo libre — Onew es tan inteligente, a pesar de lo que hubiera pasado el siempre seguiría siendo mi hermano.

— Gracias Hyung!, yo no se que haría sin ti — le di un fuerte abrazo para agradecerle todo su apoyo

—Oye, a mostrar tu cariño a alguien más! — me empujaba intentado deshacer el abrazo.

—Pero es que tú eres tan genial — jugaba con él.

— Dios, ¿que diría mi hermana? si viera que la engañas conmigo — bromeo, pero entendió por mi reacción que no me parecía nada divertido — ... Jonghyun tienes que superarlo, se que a ella le gustaría verte rehacer tu vida de nuevo, encontrar a algui..

—Nunca! En mi vida no hay espacio para nadie más! 

— Entiendo que ahora estés dolido, pero tienes que superarlo, por ti… por ella… — Se que intentaba darme ánimos, y sabia no era sencillo, ambos perdimos a un ser muy querido, el a su pequeña hermana y yo a mi esposa.

—Oh! en serio ¿eres su hermano? Como puedes pedirme algo así, nunca encontraré en este mundo a alguien que pueda amar como la ame a ella — Estaba totalmente convencido de ello

—Nunca digas nunca! Además ella no querría verte solo por siempre.

— Tengo a mi linda Melody! — No necesitaba nada más que a mi hija para ser feliz.

— Ah! — suspiro — Eres imposible…

~~~ 3 años después ~~~



La empresa por suerte iba bien, creciendo cada días más. Al inicio la funde queriendo producir mis más brillantes creaciones; pero el tiempo que debía invertir al ser el dueño y director de la misma, era mi mejor excusa para justificar mi falta de composiciones. Pero desde este año decidí que era tiempo de volver a escribir y componer notas inolvidables… pero parecía que la inspiración ya no fluía en mí…

— No recordaba que esto fuera tan difícil — me levante de mi asiento para estirar un poco mi cuerpo. No sé si fue cosa del destino que ese día me apeteciera mirar por la ventana. La calle donde nos encontrábamos era muy tradicional pero con toques modernos, un lugar perfecto para pasear por la noche pensé. Nunca había puesto atención a mi alrededor… en si ya no recordaba la última vez que me detuve a apreciar el mundo que me rodeaba.

Me quede observando hacia el cielo un rato, pensando o más bien fantaseando en cosas imposibles de alcanzar, para después posar mi mirada en las calles vacías… y darme cuenta que la realidad no me inspiraba. Al querer retornar mi mirada al cielo, me encontré con la más celestial de las apariciones… justo en frente pude admirar a través de las enormes ventanas del negocio contiguo a un coqueto chico que se admiraba frente al espejo, no se porque al verlo sentí mi cuerpo palpitar…

En aquella habitación iluminada frente a unos enormes espejos, un agraciado chico se quitaba y ponía sombreros, pareciera que ninguno le satisfacía… no más bien su actitud era decidir con cual de ellos se veía mejor, para mi, con todos se veía sublime. De pronto daba brincos de un lado a otro cuando alguno le agradaba.

Sin darme cuenta me quede viéndolo hasta que al parecer se canso, fui sacudido por una enorme decepción cuando salio y apago las luces de aquel lugar que se había vuelto el escenario del espectáculo más maravilloso, me acerque más a la ventana intentando buscarlo; en la parte de abajo una chica comenzaba a cerrar, llámenme distraído pero nunca había prestado atención que frente ami estudio se encontrara una boutique. El bello chico de hace un rato salio corriendo, ayudo a la chica a cerrar, y se fue con una enorme sonrisa en su rostro con él ultimo de los sombreros que se probó. 

Me sacudí para regresar a mi realidad, voltee a ver el reloj y me di cuenta de lo tarde que era.

— Demonios, me van a matar — gruñí para salir corriendo a recoger ami enojada hija que de seguro me esperaba.

Mi hija era la razón de mi vivir aunque no lo pareciera, incluso creo que ni ella me creía. Llegue a casa de Onew disculpándome por lo tarde, mi pequeña se encontraba ya dormida. 

Melody, era muy rebelde para su corta edad, a pesar de ser su padre nunca me obedecía, conmigo nunca hablaba, aunque Onew y su novia Luna dicen que es muy parlanchina. Creo que no le caigo bien… y eso me duele. Pero ser padre soltero no es fácil, aunque comprendo que tener 4 años sin una madre que te cuide, no ha de ser fácil… Mi pobre pequeña… tener que sufrir eso y encima tener un padre al que casi nunca ve…Tal vez estaba haciendo las cosas mal…




Tocaba el piano en mi estudio, y escribía sin parar las notas que salían de mi mente, parecía que repentinamente la inspiración había vuelto… 

Desde aquella noche no pude evitar perder mi mirada en aquella boutique, no lo podía evitar, es que aquel chico me embelezaba. Se paseaba siempre de un lado a otro, cuando no había gente en la boutique, bailaba desatando la risa las otras empleadas del lugar, fuera de él creo que era el único hombre trabajando ahí. 
Lo mejor del día era cuando antes de cerrar la tienda subía a esa luminosa habitación y se probaba desde accesorios hasta prendas frente a esos grandes espejos; me comenzaba a sentir en un enfermo al no perder detalles cuando dejaba expuesta su nívea piel al probarse algún atuendo, ese chico estaba cargado de una vitalidad y frescura de la que yo hace mucho carecía.

No se como pero ese jovencito se convirtió en mi musa, era todo una monada…







Las vacaciones llegaron acompañadas de la boda de Onew y Luna, era muy feliz por ellos… pero esto me dejaba en un enorme problema…Melody.

Ellos siempre la cuidaban… ahora no se que haría. Encima de que no podrían cuidarla, la pequeña estaría de vacaciones ¿Dónde la podría dejar? Si, soy un mal padre…pero el tiempo se terminaba, y aun no acababa con la grabación de algunos temas, y muchas de mis composiciones.

Se me ocurrió sugerir como broma, que se la llevaran a su Luna de Miel, pero Onew enseguida me miro molestó obligándome retirar mis palabras, y haciendo que le asegurara a Luna que yo solo podría cuidar de ella a la perfección.


Fue cuando descubrí que tenía un demonio por hija. La llamaba y fingía no escucharme, le pedía que contestara mis preguntas, pero solo corría de un lugar a otro, no sentía el más mínimo de obediencia de su parte. Mi única opción era sobornarla con dulces…Luna se los prohibía, pero en mi caso su salud bucal paso a segundo termino… después le pagaría algún buen destinta, lo único que necesitaba en estos momentos es que me hiciera caso.

— Mel, Mira esto que tengo para ti — le cantaba desde la puerta, logrando captar su atención con el enorme chocolate que traía en mis manos. De esa forma, hice que me siguiera hasta al auto, una vez la senté en el asiento de atrás y le puse el cinturón de seguridad, le entregue el chocolate — Buena chica! — le acaricie el cabello pero ella solo gruño.

Llegue hasta el estudio, como siempre era el primero en llegar. Baje a Melody y caminamos hasta la entrada principal, ya que la entrada del estacionamiento aun permanecía cerrada debido a la hora. Justo antes de entrar recordé que había dejado mi maletín en el auto. 

— Melody nena, espera a appa aquí — la senté en las escaleras que daban a la entrada del estudio — Ya vuelvo! — antes de girar hacia el estacionamiento la voltee a ver, y se hallaba plenamente concentrada comiendo otro chocolate que le había dado.

Corrí al auto por el maletín, y cuando regrese Melody no estaba sentada donde la deje, voltee a todos lados desesperado pero no pude verla. Cuando de pronto se escucho el fuerte freno de un coche, y al instante un llanto que conocía a la perfección, sentía que la sangre me bajaba hasta los pies.

— Melody! — grité desesperado, salí del shock en el que me encontraba para correr hasta la calle, “Maldición como pude ser tan descuidado”. Me reprochaba mentalmente, mientras el llanto de hace unos momentos desaparecía; los latidos de mi corazón se aceleraban cada vez más.


— Eres un estupido!! Acaso no sabes manejar — mis nervios estaban desatados una vez quede frente a la calle y observe aquel auto parado en diagonal — Como es que le dan permiso de conducir a idiotas hoy en día — un chico delgado y de cabellos castaños, se acerco hasta la puerta de aquel auto golpeando la ventada del piloto — ¿Me estás escuchando? — mi corazón se tranquilizo al ver que ese joven tenía entre sus brazos a mi hija

— Oyeme amanerado, ¿estas ciego!? — el conductor del auto se bajaba y le comenzaba a gritar a ese chico, que hasta hora procesaba era el chico que se había convertido en mi musa — Fue la pequeña la que salio corriendo frente al coche — le grito señalando a mi hija que se hallaba abrazándolo al cuello.

— Ami no me levantes la voz CERDO! — el chico parecía no intimidarse en lo más mínimo.

— ¿Cómo me has llamado insolente? — le dio un empujo haciendo que este se tambaleara, salí de mi letargo y me acerque hasta la escena.

— Perdone las molestias, yo me encargare — me puse en medio de ellos dos, mi musa gruño unas cuantas groserías más a mis espaldas

— Aj, esto no vale la pena! — dijo el tipo ese y se subió de nuevo en su auto para emprender marcha. Ambos nos quedamos viendo como el auto desaparecía en la calle.


— Melody, ¿estas bien? — voltee a ver a mi pequeña, y fue apenas cuando me percate que se encontraba temblando abrazada de su salvador.

— Melody…¿la conoce? — me pregunto el chico

— Si, es mi hija — apenas termine de decir esto y sentí una fuerte bofetada en mi mejilla

— ¿¡Qué clase de padre eres!? — con mi mano toque mi mejilla ahora rojiza, y voltee a verlo de reojo, lucía furioso 

— Aunque te agradezco tu ayuda…tu no — pero me interrumpió, al parecer mis palabras no le interesaban.

— ¿Cómo dejas a una pequeña como ella sola en la calle? — el llorido de Melody se volvió a percibir. — Ya Melody todo paso — le decía con dulzura mientras mecía a la niña entre sus brazos, logrando que calmar su llanto.

— Appa…no me quere — era la primera vez que la escuchaba llamarme… y era para hacer esa declaración. La furia en aquel chico desapareció al encontrarse con las lágrimas contenidas por tanto tiempo, que por fin afloraron en mis ojos.









— Así que eres padre soltero — decía el chico quien caminaba tomado de la mano de Melody por mi estudio.

—Si — le conteste con pésame — Mi esposa murió cuando Melody solo tenía un año — él solo respondió con un: Ah!, para seguir caminando de un lado a otro.

Aun seguía incrédulo de ver a ese chico en este lugar, y más porque había sido mi hermosa hija quien lo había arrastrado aquí, después del incidente de la mañana no había querido separarse de él, y cuando a la fuerza lo quise hacer, ella comenzó a llorar.

— ¿Cómo es posible que una princesa como tu, salga asi a la calle? — le pregunto a Mel como si esta le fuera a responder…

— Appa no me quere! — parecía que una vez dicho por primera vez, ahora no podía dejar de recordar lo mal padre que soy.

— Pobre — la abraza fuertemente. Parecía un juego entre ellos dos, Melody me acusaba de todo lo que él le preguntaba, él solo le hacia mimos pero no me volteaba a ver ni me decía nada.


— Mi nombre es Kim Kibum — rompió el silencio entre nosotros dos mientras observaba a Melody jugar con un micrófono en el piso.

— Perdón! Que grosero he sido. Salvaste a mi hija y ni siquiera pregun…

— Pero dime Key — casi me derrito al ver su angelical sonrisa delante de mi.

— Yo soy… — pero de nuevo fui interrumpido.

— Kim Jonghyun! — me miraba fijamente, era yo o tenía unos ojos fascinantes.

— ¿Cómo sabes? — le pregunte asombrado. Y el señalo la placa en mi escritorio. Se me formo una media sonrisa por la tonta pregunta.

— Bueno eso… y tal vez no te hayas dado cuenta, pero trabajo en la boutique que esta… — interrumpió su comentario notándose levemente asustado — Rayos, se supone entraba hace más de de una hora — se paro de prisa y se dirigió hasta la puerta. Al girar la perilla para salir, Melody lo jalo del pantalón.

— Umma, no me dejes! — abrí mis ojos en grande ¿Umma? Luna le suplicaba porque la llamara así y ella nunca lo hacía, lo se muy bien porque el gran desafío de Luna era conseguir que esa palabra saliera de su boca.

— Eres todo un encanto!! — Key la tomo entre sus brazos y comenzó a girar con ella — No, nunca te dejare! — pegaba su cabeza junto a la de ella, provocando risas en ambos.

— Te he de causar muchas moles…

— ¿Puedo llevarla conmigo? Trabajo ahí enfrente — señalo la ventana… si el supiera que se perfectamente donde trabaja y que es lo que hace a diario — Mi hora de comida es a las 2:00 pm, ¿podemos comer juntos? — tomo la pequeña mochila de Mel sin perderme la mirada — Bueno, es un trato. Nos vemos ~ 


Ni siquiera conteste ninguna de sus preguntas, pero ya estaba comprometido en ellas.


Ese fue el inicio, los días siguientes siempre al llegar Key se encontraba ya en la acera del estudio, esperando por Melody. A las 2:00 pm tenía que estar puntual en la puerta para ir los tres a comer, cuando él salía de su empleo, se venia al estudio para quedarse con Mel hasta que yo terminara.

Ahora cuando mi mirada se extraviaba por la ventana, encontraba al alegre chico de un lado a otro con mi hija de mano, cuando la tienda estaba vacía la cargaba y bailaba junto con ella, ahora por las noches en aquella iluminada habitación no había nadie… pero no me sentía decepcionado, ya que el radiante ángel se encontraba ahora llenando de risas mi estudio…



Notas finales:

Esta historia se me ocurrio un día nublado de mucho trafico x__x y también influyo el recordar esto:

 

KEY

 

Espero les haya gustado este primer capítulo :D 


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