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Pijavica por Ebth Terrible

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Notas del fanfic:

 

Este fic es parte del reto Semana del Terror, que organizó la encantadora  Lezti Akira.

Palabra: Oscuridad

Género: Horror, Tragedia. Un poco de Suspenso.

Advertencias: Lemon, Incesto, Muerte de personaje. Y como siempre una que otra palabra inapropiada.

Todo está narrado desde el punto de vista de Sasuke.

Notas del capitulo:

Hola, hola.

 

Estaba tan emocionada esperando que llegara el día para subir este y mi otro fic, moría porque llegara el 31 (?), quería subirlo en la madrugada, que fuera el primer fic del reto, pero no se pudo... en fin.

 

Este fic no se desarrolla en la fecha que estamos celebrando hoy, pero creí que quedaría con el tema de horror y suspenso, espero le guste a alguien.

 

 

 

Además de las advertencias generales he de decir que puede sonar algo confuso, y ciertas situaciones y actitudes generen confusión, pero después comprenderán.

 

Ahora sí dejo de entretener.

 

 

Quizá sonaba bien la idea de desempolvar la colección de libros de su padre, para colocarlos en un lugar más digno y seguro que en el que se encontraban, después de todo, estos eran bastante antiguos y preciados, pero estornudar cada segundo mientras los limpiaba no le resultaba nada grato. Tras varias horas de sobrellevar su alergia al polvo, por fin había acabado con su labor de limpiarlos, ahora sólo faltaba llevarlos al segundo nivel y colocarlos en la hermosa vitrina que había desocupado especialmente para ellos.

 

 

 

Los transportaba en una caja que se había tornado demasiado pesada para su gusto, le tomó varios minutos salir del estudio de su padre, sólo ver todas las gradas que tenía que subir con todo eso le había cansado, suspiró molesto intentando sacar fuerzas de donde no las tenía, para su fortuna su hermano estaba entrando a casa, sonrió cruzándosele una idea por la cabeza.

 

 

 

 

 

— ¡Nii-san! ¡Ven! ¡Te necesito! — probablemente su llamado había alarmado a su hermano, el rostro asustado de Itachi estaba también lleno de preocupación, y este pasaba su mirada por todo su cuerpo buscándole alguna herida o una explicación para que lo necesitara.

 

 

 

— ¿Qué sucede? ¿Para qué me hablas en ese tono? — le sonrió de la forma más inocente que tenía, y trató de hacer una pose adorable, esa que tanto hacía cuando era pequeño y con la que convencía de todo a su hermano.

 

 

 

— Sólo quería que me ayudaras a… — dirigió su vista a la caja que reposaba en el suelo y a las gradas que llevaban al segundo piso — subirlos, padre me dejó conservarlos en mi habitación, pero son un tanto pesados para subirlos solo, ¿podrías? —

 

 

 

— … — no le decía nada, estuvo varios segundos esperando una respuesta de su hermano, cuando finalmente lo vio darse por vencido y asentir a la vez que suspiraba resignado — un día de estos dejaré de consentirte tanto Sasuke, ya estás grande como para hacerme esas cosas —

 

 

 

 

 

Ambos tomaron la caja desde la parte inferior y casi coordinados la subieron hasta la habitación del menor de los Uchiha, cuando estaban frente a la preciada vitrina que Sasuke había preparado, Itachi soltó de golpe la caja haciendo que los libros quedaran desperdigados en la alfombra azul marino de la habitación. Sasuke le fulminó con la mirada, pues esa acción casi le lastima los dedos, de no haber sido por sus reflejos estaría levemente herido. Vio a su hermano encogerse de hombros y ayudarle a apilar los libros, le indicó el orden en el que estarían ubicados y los colocaron de esa forma. Al terminar algo no le terminaba de convencer, veía uno a uno los libros dentro de la vitrina y seguía sin encontrar el error, todos los espacios estaban ocupados, excepto por uno, en la esquina superior derecha había un ligero vacío de aproximadamente un centímetro. Arrugó el entrecejo molesto, él había calculado todo.

 

 

 

—Ototo-baka no es normal que te molestes por objetos sin vida — de nuevo le dedicó una mirada molesta por esas palabras, si algo faltaba en ese lugar era por culpa suya, si él no hubiera dejado caer la caja todos los libros estarían en su lugar. — ¿Ahora qué? —

 

 

 

— Falta un libro — se cruzó de brazos esperando que solucionara ese problema — búscalo — Itachi se agachó buscando el libro, se acercó a la cama y extendiendo un brazo debajo de esta alcanzó un libro bastante pequeño y delgado, justo el que faltaba en su colección. Lo recibió con mejor cara, y antes de colocarlo con los otros lo abrió en una página al azar.

 

 

 

— ¿Razas de vampiros? — Alzó una ceja con duda, no esperaba ese tipo de libros entre los que su padre conservaría, observaba a su hermano con la misma reacción, se encogió  de hombros y continuó leyendo — Pijavica. Cuenta la leyenda que esta especie de vampiros es creada cuando llevas una vida oscura y llena de inmoralidades, entre ellas cometer incesto. Un pijavica se alimentará de tus familiares más cercanos — la risa de Itachi le hizo cerrar el libro con fuerza — ¿Qué? —

 

 

 

— Tú no crees en esas tonterías, ¿verdad, ototo? — Desvió la mirada sin saber qué contestar —Oh vamos… los vampiros son más falsos que los castigos de madre, además, ¿no se supone que los vampiros sólo se alimentan por sed de sangre? — Regresó su mirada al rostro del mayor — ¿por qué elegirían la vida sólo de familiares de personas malvadas? —

 

 

 

— Estás subestimando a los vampiros aniki — no era un secreto que guardara, él gustaba de los vampiros desde su tierna infancia, muchas veces convenció a su hermano de ver películas de vampiros con él. —No todos son iguales, quizá por eso el nombre del libro es Razas de vampiros, todos tienen características diferentes — nuevamente escuchó la risa de Itachi ante sus palabras.

 

 

 

— Ototo-baka los vampiros no son reales, pero si tanto te gustan, podríamos… — Itachi caminó hacia su hermanito, al llegar frente a él lo acorraló entre la pared y su cuerpo — invocar al que acabas de describir, debemos hacer algo oscuro e incestuoso ¿no es así? — pasó su lengua sobre los labios del menor, al sentir la resistencia de su hermano lo empujó contra la pared, y  presionó sus labios contra los de Sasuke.

 

 

 

—N-no — apenas podía reaccionar, era extraño que su hermano lo atacara de esa forma, pero más raro era que le gustara lo que hacía. De pronto recordó algo importante, haciendo acopio de sus fuerzas lo empujó liberándose — Aunque estuviera interesado, tengo novio, ¿o acaso olvidaste a tu cuñado? Naruto es muy celoso —

 

 

 

— El rubio escandaloso, resulta difícil olvidarlo, te acosa desde que se conocieron — caminó hacia la cama del menor como dejando el asunto de lado, palmeó el espacio vacío junto a él invitándolo a tomar asiento — ven ototo, es hora que hablemos de hombre a hombre —

 

 

 

— Itachi, creo que levantar un poco de peso te desgració el cerebro — se sentó junto a su hermano, colocando su mano de forma insinuante sobre la pierna del mayor, este le sonrió satisfecho — y si quisiera invocar a ese vampiro… ¿estarías muy dispuesto a ayudarme? —

 

 

 

— Por supuesto Sasuke, yo estoy para lo que gustes — dicho esto ambos se lanzaron sobre el otro devorando los labios contrarios y acariciando cuanto podían sobre sus ropas.

 

 

 

 

 

Su temperatura se había elevado en demasía, necesitaba deshacerse de su ropa y la de su hermano. Con brusquedad abrió la camisa del mayor, llevándose unos botones en el proceso, Itachi no queriendo quedarse atrás subió un poco su playera, repartiendo besos en su abdomen. Por la posición en que se encontraban, le resultaba imposible hacer algo más que acariciar el cabello y hombros de su hermano, sintió de pronto cómo su pantalón y bóxer estaban a la altura de sus rodillas, el aliento de Itachi en esa parte tan sensible de su cuerpo le causaba escalofríos y aumentaban su excitación. La lengua de su hermano degustando su miembro de arriba a abajo, sus dedos acariciando sus testículos… tomó con fuerza el cabello negro y lo jaló tratando de detenerlo, eso era demasiado.

 

 

 

—Es un poco tarde para oponer resistencia ototo — una sonrisa ladina se formó en el rostro del mayor, de inmediato pudo sentir cómo succionaba su miembro con ahínco, emitió un gemido fuerte, joder… su hermano sí que sabía dar placer.

 

 

 

Estaba casi inmóvil sobre su cama, con las piernas abiertas y entre ellas su hermano,  gemía y jadeaba sin parar, se sentía tan… bien, que en ese momento poco le importaba que su madre había ingresado a su hogar, seguramente con las compras por las que había salido. Podía escuchar los pasos de su madre en la planta baja, más claro de lo que debería, sin embargo él ya no era capaz de detener a Itachi, mucho menos al sentir cerca el final. La penetrante mirada de su hermano aumentaba el placer que sentía, escuchó a su madre llamarlos con gentileza, cerró los ojos sin poder contenerse por más tiempo, terminó en la boca de Itachi soltando un grito desgarrador que alertó a su madre, podía escucharla correr escaleras arriba, de pronto todo se volvió negro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Su cuerpo se sentía pesado, excesivamente desgastado, como si le hubiese exigido trabajar por horas y sin descanso, incluso los párpados le pesaban, con dificultad abrió los ojos, la luz del sol le quemaba, casi como si intentara derretir sus ojos. Se cubrió el rostro con una mano e hizo un intento por sentarse. Observó toda su habitación tratando de recordar lo que había sucedido. En el suelo se encontraba tirado el libro que parecía ajeno de su padre, el que había leído frente Itachi y del que este se había burlado. Lo recogió colocándolo en la vitrina junto al resto, al deslizar el vidrio y cerrarla los recuerdos de lo que había hecho con su hermano le golpearon de repente.

 

 

 

— ¿Qué demonios? — no podía creer lo que había hecho, en parte era su fantasía hecha realidad, pero recordar que su madre estaba subiendo justo cuando estaban en un momento tan enfermo lo llenó de pánico. ¿Y si su madre los había encontrado haciendo eso?

 

 

 

Salió corriendo hacia la habitación de Itachi, si su madre los había visto de seguro el reprendido sería él, por ser el mayor era el responsable de todo, o al menos eso había dictado su padre hacía años. Al entrar lo buscó con la mirada por todas partes, pero no estaba. Con algo de temor fue hacia la habitación de sus padres esperando poder intervenir en la sentencia de su hermano, de nuevo no había nadie. Se sentía extrañamente alarmado, en esa casa siempre había más de alguien, su madre era una esposa, madre y ama de casa ejemplar, era raro que saliera sin dejarles al menos una nota dejando todo organizado. Recorrió toda la casa de arriba abajo, pero no había rastro de nadie. Salió al jardín para pensar con mayor claridad, ahí se encontró a Itachi con un cigarro en los labios.

 

 

 

— Nii-san… — no podía verle a la cara después de lo que había sucedido, por una parte se sentía satisfecho con lo anterior, y con muchas ganas de llegar más allá de eso. Pero por otra se sentía realmente sucio, y culpable — madre… ella... — se detuvo al sentir la mirada llena de ira que le dirigía el mayor.

 

 

 

— Está muerta — su voz sonaba seca, con un tono desgarrador que nunca le había escuchado, quiso preguntarle qué había sucedido, por qué decía eso, pero pronto la respuesta le llegó sin hacer una pregunta — si no la mató la caída, quizá la mató la pérdida de sangre, cuando los médicos llegaron ella ya estaba con un pie en la tumba, no hay forma que pudieran salvarla —

 

 

 

— ¿Qué? — Su voz salió en un murmullo, pasó saliva — ¿qué caída? ¿Qué pasó Itachi? — el mayor negó con la cabeza, tiró el cigarrillo al suelo y lo apagó con la suela de su zapato, lo vio acercarse e instintivamente retrocedió un par de pasos. Eso no detuvo a su hermano, este logró alcanzarlo y lo rodeó con sus brazos, ambos sentían demasiada culpa por la muerte de su madre.

 

 

 

— Si yo no hubiera… si no hubiéramos… habría podido verla, Sasuke — escuchaba cómo la voz de su hermano se cortaba y trataba de contener su tristeza. Lo abrazó con fuerza — cuando te desmayaste traté por todos los medios de despertarte para continuar — sintió cómo los dedos del mayor se hundían en su espalda —  bajé a buscar algo para ti, pero madre estaba en el suelo… fría… muerta… — una lágrima se escapó de su ojo, la cual terminó en la camisa de su hermano —

 

 

 

 

 

Quiso negarlo, decirle que el responsable no había sido él, que todo eso no era culpa suya, lo de su madre fue un accidente sin explicación, pero nadie tenía la culpa, o al menos eso era lo que pensaba.

 

 

 

Llegada la noche los Uchiha estaban vestidos de negro, esperando que llegara el resto de la familia a acompañarlos en ese momento tan difícil. Su padre, el imperturbable Fugaku, por primera vez se había quebrado, se encontraba junto al cuerpo de su madre, le decía lo mucho que la amaba mientras lágrimas se deslizaban por sus mejillas, parecía no importarle la mirada de todos sobre su persona. Itachi estaba junto a su tío Madara, atendiendo a toda la familia con una expresión serena y calmada, como si no fuese su madre a quien estaban velando. Él por el contrario no estaba con ellos, se encontraba en el estudio de su padre, encerrado, observando por la puerta a su padre y hermano, con los brazos cálidos de su novio rodeándole y tratando de reconfortarle.

 

 

 

— No voy a salir — lo repetía cada cierto tiempo, más para sí mismo que para el rubio. Recibió un beso en la frente, y sintió cómo la nariz del menor rozaba su mejilla en un gesto de cariño.

 

 

 

— Lo sé, no tienes que hacerlo — apoyó su cabeza en el hombro del rubio — pero yo estoy aquí para ti — le besó el cuello con suavidad, le estaba muy agradecido por acompañarlo, pero sobre todo por guardar silencio y no hacer las estupideces que lo caracterizaban. — Te amo Sasuke — el rubio pasaba ambas manos por su espalda tratando de consolarlo — no estás solo, me tienes a mí — de nuevo le besó con cariño — y a Itachi — la mención de su hermano le removió todo por dentro, él le había sido infiel con su hermano. De pronto pensó que quizá los culpables de la muerte de su hermano habían sido ambos, porque la leyenda podía ser más que eso.

 

 

 

— Es mi culpa… — la leyenda podía ser una maldición, o tal vez un castigo por haberle faltado de esa manera a la persona que más amaba en el mundo, un castigo por haber llegado a intimar con su hermano. El rubio empezó a tararear una canción para tranquilizarlo.

 

 

 

— No es tu culpa, fue un accidente, un accidente —empezó a sollozar con esas palabras, un accidente, un castigo, una coincidencia, fuera lo que fuera él se sentía culpable de todo.

 

 

 

 

 

Los latidos del corazón del rubio invadían sus sentidos, empezaba a impacientarse al escucharlos, de pronto la culpa que sentía se desvaneció. Levantó su rostro encontrándose con los azules ojos de su novio, sin pensarlo le besó con furia, con sus dientes logró herir los labios del menor y saboreó su sangre, continuó besando su rostro, su cuello, sus manos le despojaban de las prendas con prisa. Naruto cooperaba con él, quizá por consolarlo o por simple deseo, pero a él no le importaba, le penetró salvajemente haciéndolo gritar.

 

 

 

Ambos gemían sin recato, dándoles igual que todos los Uchiha los escucharan en esa situación, no se contenía ni por respeto a su difunta madre, y eso le provocaba hundirse en el rubio con mayor fuerza, no siendo suficiente salió del rubio, y de un empujón lo dejó contra la puerta, entró en él con brutalidad, embistiéndolo con mayor intensidad, sabiendo que con cada embestida lo empujaba contra la puerta, haciendo más notables sus acciones para los que se encontraban velando el cuerpo de su madre.

 

 

 

Al terminar ambos se vistieron y salieron a agradecer a su familia por acompañarlos, todos los observaban con curiosidad o reproche, incluso su padre que casi toda la noche estuvo absorto en el sufrimiento de ser viudo. Una sonrisa ladina se dibujó en su rostro y se dirigió junto al cuerpo de su madre para decir adiós.

 

 

Notas finales:

 

Bah, de seguro descoloqué a más de alguno, aunque admito he perdido mi toque para asustar gente, supongo que por eso es horror y no terror.

 

¿Debí advertir a alguien que era un fic para pervertidos?Porque estas no son las únicas escenas con contacto tan directo, en el próximo y último capítulo vienen otras.

Espero le haya gustado a alguien y me lo hagan saber.

PD: Aunque quería subirlo todo hoy, no lo haré, la continuación viene pronto, no prometo cuándo, pero el último día sería el 3 de noviembre, para respetar las fechas que asignó la adorable Lezti Akira.

 


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