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Dos vidas, un adiós. por ShinyOdaya

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Notas del fanfic:

Es el primer fic que hago y como toda fan tengo mis fantasías :3 y esta ha sido la única forma de expresarlas.

Vean la página en facebook ;)

http://www.facebook.com/DosVidasUnAdios (Denle al like :D Por fis)

Notas del capitulo:

Lo siento si va un poco lento o si es demasiado largo o corto.

Es el primer fic que hago y necesitaré opiniones para llegar a escribir mejor.

POV.KEY

Muero…

Muero de ganas de despertar la mañana siguiente, despertar y ver a la persona que más amo.

Muero de ganas de hacer ese viaje que tanto soñé, con la persona con la que sueño.

Muero de ganas de ver a Jonghyun, besar sus labios con el  sabor del agua salada en nuestras bocas y la arena de la playa rozando nuestra piel.

Muero…

Estaba en mi casa, era tarde y tenía el estomago vacio. Mi madre hacia la cena en el piso de abajo y mi padre estaba viendo  la televisión, yo en cambio metía mi ropa en una maleta, camisetas a la izquierda y pantalones a la derecha.

 

Paré en seco, me alarmé, volví a mi armario y empecé a deshacer los cajones que guardaban mi ropa, que con tantas ganas había ordenado mi madre. Decidí mirar en el joyero de mi madre incluso en las muchas mochilas y bolsos, ¿Dónde podría estar?

Bajé las escaleras de dos en dos y me acerque a los sofás donde estaba mi padre.

Empecé a levantar  los cojines buscándola por si de casualidad estaba entre las costuras del sofá.

-¿Qué buscas?- Mi padre sonó molesto, paré el estropicio y le mire.

- Mi llave- Mi voz sonó desesperada, tanto que me sorprendió incluso a mí.

-¿Tanto ajetreo por un colgante?- Le mire cabreado.

- No papá, no es un colgante, es ÉL colgante- grite

Mi padre hizo un gesto de indiferencia y siguió viendo la televisión.

Me fui de allí rindiéndome ante mi padre y me dirigí a la cocina.

Realmente olía bien, deje que ese olor entrase por mi nariz y con una sonrisa me dirigí a mi madre.

-Mama- L e llame la atención e hice que se girara, todo el mundo dice que me parezco mas a mi madre que a mi padre, incluso Jonghyun que aseguro que mis ojos felinos los he heredado de ella- ¿Has visto mi colgante?

Ella puso cara de enfadada aunque por dentro le divertía que su hijo fuera tan despistado.

-¿Lo has perdido? Jonghyun se enfadará- me espetó, llevaba demasiado bien mi relación con Jonghyun, aun cuando ella intentó juntarme con chicas lindas, yo le había salido gay.

Cuando le dije que estaba saliendo con él, ella me abrazó tan fuerte que casi me mata y para mi sorpresa me dijo que no lo dejara escapar.

-Lo sé- Dije peinándome el pelo hacia atrás- Pero si me ayudas a buscarlo probablemente no me matará.

Después de cenar, mi madre y yo empezamos a revolver la casa, pero no dimos con mi colgante, ya desesperado salí a la calle sin importarme las ropas que llevaba, ni hacia frio o calor.

Entre en el coche, puse las llaves y encendí las luces.

Busqué en la guantera, debajo de los sillones, incluso en el maletero, pero la llave de mi corazón no aparecía.

Me senté en el asiento del conductor, saque el móvil y mire la hora, las 23:47, a lo mejor era un poco tarde, pero, marque su número, estaba nervioso, muy nervioso, no sabía cómo se lo iba a tomar.

 

-¿Si?-La voz de Noona  respondió después de seis toques.

-Hola soy Kibum- respondí.

-Lo sé- Se rió-Solo tu llamarías a estas horas, que pasa ¿algún problema con mi hermano?

-No, no, que va pero ¿podría hablar con él?- Espere la respuesta.

-Claro… ¡JONGHYUN!- Casi estallan mis oídos- ¡Es Kibum!

Oí unos pasos apresurados y unos golpes por el teléfono. Respire hondo sin miedo a que se enfadara, iba a preguntárselo claramente ya que  siendo tan despistado el colgante pueda estar entre las sabanas de su cama y no haberse dado cuenta.

-Hola… ¿Key?... ¿pasó algo?...-Al oír su voz mis defensas se rompieron y sentí  el miedo de que se enfadara.- ¡Kibum!

- ¡ah! Si, si hola- tartamudeé sin darme cuenta, hechizado por su voz, solo me faltaba sentirlo cerca, su calor.

-¿Key? ¿Otra vez en tu mundo?- Sonreí recordando la primera vez que había esas palabras la primera vez que oí su voz, cuando nos conocimos…

                                                               Flashback

Eran las diez de la mañana en un día de verano cualquiera, andaba por la ciudad de Seúl siendo nuevo en ese lugar ya que estaba acostumbrado a mi pequeño pueblo. Llevaba un mapa más grande que yo pero aun así parecía un turista completamente perdido, sabía que tenía que preguntar, pero mi orgullo me lo impedía. Me adentre hasta lo que me pareció el centro de la ciudad y cansado me senté en un banco intentado descifrar el mapa.

-¿Dónde estará…?

 

Entonces una voz curiosa que sonó de alguna parte.

 

-¿Puedo ayudarte en algo?- Me incorporé sobresaltado. Mire hacia todos los lados intentando descubrir de donde venia aquella hermosa voz-¿Hola?

De repente y como si se me hubiese acabado de ocurrir baje el mapa y lo vi…

 

Esos ojos grandes y hermosos, mirándome como si fuese trasparente, esa tez morena, que le daba ese aire sexy, y esos labios gruesos y carnosos… sus hombros, brazos, manos, piernas… incluso su forma de vestir y la forma en la que sujetaba una mochila a su espalda.

 Llevaba un gorro beige de lado y su sonrisa emanaba tranquilidad y alegría, era algo más bajo que  yo…

-¿Sueles estar mucho tiempo en tu mundo?- La pregunta me sacó de mi ensoñación y caí en la cuenta de que probablemente le había mirado de arriba abajo con descaro un par de veces, me sonrojé.

-¿Qué?- Le pregunte mirándole a la cara.

-¿Necesitas ayuda?- Me pregunto con curiosidad por segunda vez.

¡No!

-Si, por favor- Mierda- Estoy buscando la universidad.

-¿Cuál de todas?- Me cogió el mapa de las manos haciendo que se rozaran con las suyas.

-¿Qué? ¿Hay más de una?- “Muy bien Kibum sigue haciéndote el idiota”

 Me miro extrañado.

-¿No eres de por aquí no?

-No-

-Yo diría que por tus pintas vas a la universidad de artes. ¿Me equivoco?

¿Por mis pintas? Si solo me había puesto unos pantalones amarillos y una camiseta blanca abierta por los costados…

- Te llevaré- Me quede tieso, acababa de recibir una invitación del chico guapo para que me enseñara la ciudad… no me lo podía creer- Por cierto mi nombre es Kim Jonghyun.

Hizo una pequeña inclinación y me miro a la cara.

-Y-yo soy Kim Kibum, pero mis amigos me llaman Key- M e incline de tal manera que mi mochila se abrió y mis objetos personales salieron de ella pasando por encima de mi cabeza.

-¿Entonces puedo llamarte Key?- Pregunto entre risas mientras me ayudaba a recoger lo que se me había caído.

- Cl-Claro.

                                               End Flashback

 

 

-Veras quería preguntarte si…- cogí aire- ¿si esta mi colgante por tu casa?- me calle de repente.

-¿Lo has perdido? Key no puedes ser más despistado-Suspire aliviado, porque aunque sonaba enfadado yo sabía que no lo estaba.

-Lo siento- Dije melosamente- ¿Me castigaras?- Oí como tragaba saliva y se tensaba al otro lado de la línea. Reí.

-Oye no tiene gracia, no me enciendas si después no vas a echar leña-Reí otra vez ante su metáfora.-Bueno ahora empiezo a buscar no cuelgues. Te quiero.

-Te espero Yeobo- Dije con mi tono sexy, el se rió.

 

POV.JONGHYN

 

Mi hermana y yo pedimos comida rápida, a ninguno de los dos se nos da bien cocinar, y no estaba Key, por lo tanto no podíamos disfrutar de sus deliciosas comidas.

 

Key

 

Me lo podía imaginar ahora, nervioso por el día de mañana en el que seríamos libres los dos juntos y sin nada que nos detuviese.

Mientras comíamos, veíamos la tele, el tiempo, según la presentadora la semana siguiente estaría adornada con un sol brillante y caliente, sonreí, nada podría arruinar mis pequeñas vacaciones con Kibum, nada.

Mi hermana recogió  los platos y cubiertos mientras yo veía empezar un Dorama.

Cuando terminó de recoger  empezó a ir y venir por el salón con libros y cuadernos.

-Jonghyun, deberías irte a dormir, recuerda que mañana conduces tu y no queremos que te duermas al volante-

-¿Crees que con Key podré dormirme en el coche?- Le miré, ella asintió- ¿Y en cualquier lado?

-Ya deja de decir esas cosas- Le sonreí burlón y dirigí la mirada de vuelta a la tele.

Llevaba ya media hora mirando esa serie sin enterarme mucho de que iba la historia cuando el teléfono sonó, miré el reloj las, 23:47,¿Quién podría ser a estas horas?

-¡Noona, Cógelo tú!- grite.

-Seguramente es para ti- me contesto desde el descansillo.

 

La oí descolgar el teléfono y compartir unas palabras con la persona al otro lado de la línea.

-¡JONGHYUN! ¡Es Kibum!- Me enderecé y camine rápido hasta donde se encontraba mi hermana, le arrebate el auricular de un manotazo y me lo lleve a la oreja.

-Hola-No hubo respuesta, le oía respirar al otro  lado de la línea y su respiración agitada no me gustó nada- ¿Key?-Sin respuesta, empecé a ponerme nervioso- ¿paso algo? ¡Kibum!

-ah sí, si hola- Sentí un alivio en mi cuerpo, realmente se encontraba en su mundo.

 

-Veras quería preguntarte si esta mi colgante por tu casa- ¿Qué lo había perdido? No, imposible probablemente lo habría olvidado por aquí.

-Espera ahora mismo empiezo a buscar-

Me advirtió que me esperaría con una voz que me volvió loco.

Deje el auricular encima de la mesita y me dirigí a mi cuarto, encendí la luz y empecé a buscar.

Me acerque a la cama desecha desde la última vez que se quedó Key a dormir. Cogí uno de los almohadones e inspiré su olor, ese olor a frambuesa.

Con el almohadón en las manos revolví las sabanas, pero no encontré nada, mire en los cajones e incluso pregunte a Noona pero no había ni rastro.

Estaba a punto de decirle a Key que me había rendido cuando divise en el baño algo que brillaba, abrí la puerta y como una piruleta a un niño me llamó, la cogí con las manos con cuidado, probablemente estaría allí por la ducha matinal que tomamos Key y yo, aquella misma mañana. La sostuve frente a mis ojos, era simple, una llave de plata con una K y una J gravadas en oro blanco. Recordé el día en el que ese colgante llegó a sus manos y se me escapó una sonrisa, él lloró, me abrazó y nos besamos.

                                               Flashback

Caminábamos juntos cogidos de la mano, hacía un poco de frio y pude notar como Key temblaba y tiritaba aunque tratara de esconderlo. Ya que nos quedaba un buen camino para llegar al cine me quité la chaqueta que llevaba y se la puse sobre los hombros, el me miro perplejo, pero acto seguido me dedico una de sus dulces sonrisas a modo de agradecimiento, y como recompensa el me puso el brazo sobre los hombros, reímos  y hablamos todo el camino, hasta llegar al cine, vimos la película, que nos encanto a los dos, mientras comíamos palomitas.

 

Devuelta a su casa, empezamos a hablar.

-Pronto llegará San Valentín- Le miré y le sonreí-¿Qué te gustaría?- El escapo de mi abrazó y se puso de cara a mí.

-Ni  se te ocurra comprarme nada  Jong, por favor. No te gastes tu dinero en mi.- Me miro serio y seguro de lo que decía. La situación económica de Noona no era muy buena y la mía menos, y él lo sabía- Por favor.

Parpadeé rápidamente para qué no notara mis lagrimas, era tan considerado con migo, no me lo merecía. Le abracé, rodeé esa estrecha cintura con los brazos y enterré mi cara en el hueco entre su hombro y su cuello, empecé a besarle suavemente el cuello hasta llegar a su oreja.

-Jong aquí no- Me separó de  él mientras miraba a los lados, aunque yo sabía que el también quería que nos quedáramos juntos.

Reemprendimos la marcha y llegamos a la calle principal de la ciudad.

Los coches pasaban con mucha velocidad y bullicios de gente esperaban a que los semáforos les indicaran que podían cruzar la calle.

Yo tiraba de Key para que no se perdiera entre tanta gente y poderle sacar de ese mar antes de que desapareciera, pero…

 

De repente Key paró en seco, dándome un tirón, para que parara, me gire para preguntarle que le demonios le pasaba, cuando lo vi… con esa mirada llena, de asombro, de expectación, perdida al otro lado de aquel escaparate decorado con luces .Me acerque por detrás de él.

-woah- Abrió la boca de tal manera que podía haber metido el puño. Seguí su mirada y divise un colgante en forma de llave, que brillaba más que las otras joyas de aquel escaparate.

-Key significa llave en ingles- Dijo respirando contra el cristal, con las dos manos abiertas sobre el mismo.

-Lo sé, llego a eso, se lo que significa tu nombre- Le rodeé su estrecha cintura con los brazos por detrás y apoye mi barbilla en su hombro, mire ese colgante una vez más… y lo decidí-¿te gusta?- le pregunté cerca de su oreja.

-Si-Pero sacudió la cabeza- Digo no, no me gusta- Se separo del cristal y tomo mi mano- Vámonos.

Tiró de mí con fuerza pero atiné a ver el precio de aquel colgante…. ¡Jesucristo!

Pero me esforzaría, tenía que ser de Key.

Al llegar a su casa nos despedimos, y cuando el cerro la puerta yo corrí con todas mis fuerzas hacia la joyería, cuando llegué a la puerta el propietario estaba cerrando. Le pedí por favor unos segundos y después de mucho insistir, conseguí que me guardara el colgante.

A la mañana siguiente, en el trabajo le pedí a mi jefe horas extras por la mañana y por la noche, consiguiendo así trabajar desde las 6  de la mañana hasta las 11 de la noche, findes de semana incluidos, esto tenía la gran consecuencia de no poder ver a Key durante esas semanas, llamándole por las noches en cuanto llegaba a casa, y él me contestaba con voz cansada quejándose de que a la mañana siguiente tenía que ir a la Universidad, eso fue la primera semana, la segunda, ya empezaba a enfadarse por no poder vernos, y la tercera semana había días que ni me cogía el teléfono, y cuando me lo cogía sonaba seco y… triste.

Eso real mente me mataba, pero faltaba unos pocos días.

Llegó ese sabado14 de Febrero y le pedí esa noche cuando acabe de trabajar a mi jefe que me pagara lo que me correspondía, me dio mi sueldo que había ganado con mucho esfuerza y sudor, me dirigí a la joyería y llamé al timbre, puesto que la joyería estaba cerrada, el hombre salió y con una sonrisa de “buena suerte” me dio el colgante en una cajita de madera de caoba barnizada. Mire mi reloj, las once y media. Calcule el camino hacia casa de Key y comencé a correr, había dejado el coche en el trabajo.

Cuando llegue a su puerta mi reloj marcaba las doce menos cuarto… había calculado mal y me había tardado más de lo que pensaba. Toque a su puerta, un minuto dos, tres, cuatro.

-Key se que estas ahí-Golpee la puerta con fuerza-¡Abre!

Noté como la puerta se abría, y Key de asomo, no podía verle muy bien la cara por que el contraluz que creaba la luz del salón me cegaba, pero, pude distinguir su cansancio con una pizca de emoción en sus ojos.

Volví a mirar mi reloj…. Menos diez

-Key…veras… lo siento mucho…-

-¿¡CREES QUE PUEDES JUGAR CONMIGO DE ESA MANERA!?- Me interrumpió gritándome- ¿Dónde demonios estabas? Te echaba de menos, llamaba a tu casa, pero nunca estabas, te esperaba a la salida del trabajo pero nunca salías… ¿Dónde has estado?-

Apreté la caja que llevaba en las manos, realmente me dolía aquello que me decía, abrí la boca para hablar, pero mire mi reloj, solo faltaban unos minutos.

-Key, lo lamento…- Cogí aire, y estiré las manos dejando al descubierto la cajita de madera- Es para ti- Mire mi reloj 10…9…8…7…6.-¡FELIZ SANVALENTÍN!- Grité y acto seguido lo mire a él, que me miraba a mí y después a la caja.

-¿Qué demonios…?- Cogió la caja lentamente-Jonghyun…-Abría la boca pero no salía ninguna palabra de ella, sus ojos estaban húmedos y enfadados-Te dije que no quería nada. Te dije que no debías…-

-Cállate y ábrela, ni siquiera has visto que es-Le corté.

Me echo una última mirada y abrió lentamente la caja, poco a poco sus ojos fueron liberando lagrimas pero sus labios se curvaron en forma de una sonrisa, era realmente hermoso.

Se tapo la boca con la mano y se arrodillo en el suelo, yo le imite y quede frente a él.

-Feliz san Valentín- susurre- Te amo, Kim Kibum.-Le acaricié la mejilla.

Me miró, sus ojos llorosos irradiaban felicidad y ternura.

-Yo también te amo-Sonrió y se acerco más a mí, allí en el suelo sacó el colgante de la caja y se dio la vuelta dejándome a la vista su hermoso cuello, me paso el colgante.

-Pónmela- Cogí el colgante en mis manos y con un gesto torpe que le causo gracia rodeé el cuello de Key con la cadena. La enganché y besé su cuello, allí en el suelo con el frio de Febrero, aunque no me importaba si era junto a él.

Se giro en un movimiento rápido y atrapo mis labios entre los suyos, rodeando mi cuello con sus brazos, yo puse mis manos en sus caderas y lo atraje hacia mí, sus labios empezaban a moverse desesperados sobre los míos y termine abriendo la boca para dar paso a su lengua que jugueteaba con la mía. Se separó de mí lentamente, yo no podía  parar de jadear, quería volver a sentir esos labios que no pude saborear durante tres semanas. Me miro a los ojos y su cara paso de dulce a pensativa.

-Un momento- Se separo de mi tanto como pudo estando abrazados. Se zafó de mis brazos y se levanto, inmediatamente me levante yo.

-¿Qué pasa? ¿Key?- Puso su mano en su barbilla y quedo pensativo, temblé un poco a causa del frio y al verme Key se dio la vuelta y entro a su casa dejando la puerta abierta, yo no entre por educación, pero cuando vi que llevaba un paquete de chocolate en polvo, pensando hacer chocolate caliente, eche a un lado la educación y entre cerrando la puerta.

Me dirigí a la cocina y lo vi tan ocupado que no quería molestar, pero no pude soportar tenerlo tan cerca y no tocarlo.

-¿Dónde están tus padres?-  Le pregunté rodeándolo por detrás.

-De cena de San Valentín- Contesto sin mirarme.

Yo debería haber hecho algo parecido por él, haberle llevado a cenar o al cine o algún sitio especial para los dos.

-¿Estas enfadado?-Pregunte con miedo al afirmativo.

-Espérame en el sofá- Dijo aun sin mirarme. Pero su tono era autoritario.

Como dijo, esperé en el sofá hasta que apareció con una bandeja que traía un olor a chocolate buenísimo, respire el aire, ese aire dulce y espere a que Key se sentara para coger mi taza, pero el abofeteo mi mano, le mire, me miro…

-¿EN QUE DEMONIOS PENSABAS?-Se levanto de golpe, aunque esos cambios de humor eran naturales en Key yo aun no me había acostumbrado.

-¿Qué?... No entiendo…-

-Dime que no es verdad-Me cogió el rostro con las manos y se acerco a mi mirándome a los ojos, sentí que el corazón me iba a estallar de un momento a otro por tenerlo tan cerca.

-¿El qué?

-Trabajaste estas tres semanas en la tienda, día y noche, sin descanso-Me analizo-¡Por dios mira tus ojeras! ¿Y solo para comprarme un regalo en San Valentín?-Junto su frente con la mía-No debiste hacerlo Jong, es malo para ti.

-Solo quería hacerte feliz-Comencé explicando-               Cuando vi como mirabas ese colgante supe que tenía que ser para ti, entonces me decidí, decidí trabajar hasta caerme muerto por conseguir el dinero para esto- Señale el colgante que llevaba colgando del cuello- No me han dado el dinero hasta hace un par de horas y he tenido que correr a por él colgante, porque quería dártelo en este día, que no pasara ni un minuto más.

-Eres un tonto- Su voz sonaba llorosa y sus ojos se habían humedecido.

Quería arrepentirme cuando sus labios chocaron fuerte con los míos, Key me estaba besando, le respondí al beso y entre jadeos susurré su nombre, mientras sonaba el tintineo del colgante en el día de San Valentín.

                                                               End Flashback

  

 

-Key, lo he encontrado, te lo habías dejado en el baño-Se oyó un gritito al otro lado del auricular provocándome una sonrisa

Siguió hablando sobre cosas insignificantes de su día aunque oírlo hablar con esa alegría me hacía sentir un dulce cosquilleo en el estomago, Key era perfecto, listo, guapo, simpático, divertido, soñador incluso me encantaba ese aire de Diva que llevaba consigo a todas partes, su estilo “particular”, sus repentinos cambios de humor y sus gritos histéricos cuando algo no le salía bien.

 

Key era una buena persona, un buen hombre, un magnífico novio.

Mire el colgante aun en mi mano… y sonreí, otra magnífica idea Jonghyun.

 

POV.KEY

Terminamos de hablar y nos despedimos con un “te quiero” y “nos vemos mañana”. Me quede un rato más en aquel coche pensando, sonriendo, mi cabeza me decía que tenía que salir de allí y entrar en mi casa, terminar de hacer la maleta y acostarme. Pero mi corazón estaba allá con él, en sus labios, en su piel…

Al final me decidí por hacer caso a mi cabeza y salir de allí.

Salí del coche y me encaminé hacia la puerta, pero el claxon de un coche hizo que me girara, vi un coche rojo algo viejo y aun  un hombre dentro que me hacía señas para que me acercara, mi madre siempre me dijo que no debía de acercarme a extraños, pero este chico me llamaba la atención.  Me acerqué curioso, si iba a raptarme ese era el momento, pero cuando estuve cerca de la ventanilla me sonrió, era una sonrisa realmente hermosa, sincera y brillante.

-Menos mal, creía que no encontraría a nadie por la calle  a estas horas- Su voz me sorprendió, era dulce y melodiosa, un poco cómica, su pelo era de un castaño claro claramente tintado. No lo había visto nunca por el barrio, no me sonaba de ninguna tienda, me miro y me pregunto una dirección. No le escuche, miraba sus labios gruesos intentando descifrar que era lo que me había llamado tanto la atención-¿No hablas mi idioma?-Esa frase me saco de mi ensoñación.

-Sí, si lo siento- Me disculpe.

-Tú también vives en tu propio mundo ¿eh?-Esa frase hizo que estuviera atento a todos sus movimientos ¿Cómo lo sabía? Eso solo lo sabía Jonghyun.

-Si un poco, dígame- Solo quería que me hiciera esa estúpida pregunta e irme a dormir.

-¿No tienes frio?-

-Un poco- Me di cuenta de que estaba helado, no quería empezar a temblar delante de ese desconocido.

-Mira me acabo de mudar y aun voy un poco perdido con los  nombres de las calles- Me pregunto una dirección.

-Si eso está ahí mismo, es justo la calle de al lado- Le señale la esquina de mi calle desde donde se levantaba un cartel con el nombre de la calle que me había preguntado.

-Mira por donde, somos vecinos- Me dedico otra de esas sonrisas  y saco la mano del coche para que se la estrechara-Mucho gusto soy Lee Jinki, pero llámame Onew.

Le estreche la mano.

-Yo soy Kim Kibum, pero puede llamarme Key, encantado de conocerle- Volvió a meter la mano en el coche.

-Adiós Key- Arrancó, y se puso en marcha-¡Y gracias!-Grito por la ventanilla.

 

Le despedí con la mano, genial, un nuevo vecino que vivía en la calle de enfrente, todos mis vecinos eran buenas personas, amables y agradables. Y este no iba a ser diferente… Onew ¿Qué diablos significa eso?

Pero, era guapo y cálido…. Me di la vuelta y entre en casa, di las buenas noches y  subí a mi cuarto. Mire el reloj las 00:16, era tarde si al día siguiente tenias que levantarte temprano, me puse la alarma a las ocho de la mañana y me acosté. Estaba cansado después de un día de universidad, y pronto vino a mí el sueño, comenzaron a  pesarme los párpados  y finalmente me dormí.

 

 

Jonghyun me acariciaba el pelo, me sonreía mientras yo tumbado con la cabeza en sus piernas le hablaba sobre cosas que no podía escuchar.

Estábamos en la playa donde yo siempre he querido estar, donde él me había jurado que iríamos juntos, ambos sin playera mientras el sol castigaba nuestros pechos.

De pronto me incorporé quedándome sentado y me puse cara a él, me lancé a su cuello y le besé moviendo lentamente mi boca sobre la suya, disfrutaba aquella sensación de placer, pero algo no andaba bien, el no me correspondía, el no movía sus labios, los apretaba. Abrí los ojos y lo vi mirándome inexpresivo, con los ojos abiertos, abrí la boca para preguntarle que le pasaba pero las palabras no salieron de ella, confundido intente que saliera algún sonido de mi garganta, pero nada.

Jonghyun se levantó y empezó a caminar hacia la orilla, quise levantarme también pero mi cuerpo se quedó paralizado, no podía moverme de donde estaba, cuando Jonghyun se metió en el agua comencé a gritar, pero él no podía oírme, seguía avanzando hasta que desapareció en el mar, ya no lo veía, empecé a gritar su nombre desesperado comenzando a llorar. Pero no hubo respuesta…

 

Un golpe contra el cristal de mi ventana hizo que abriera los ojos, mi almohada estaba mojada y supuse que había llorado, realmente había vivido ese sueño, verlo desaparecer había hecho gritar a mi corazón.  Mire el reloj, no eran ni las seis de la mañana, miré por la ventana, ni siquiera había salido el sol.

 

Algo pequeño impacto contra mi ventana produciendo el mismo  ruido que me había despertado, Me incorporé atento a la ventana, y volví a ver esa “cosa” impactando contra el cristal, lo entendí, era una piedra y estaba siendo lanzada por… ¿él?

 

Abrí la ventana de golpe asomándome al mismo tiempo que una de esas piedras rozaba mi pelo. Dirigí la vista abajo y ahí estaba él, no lo veía bien por la oscuridad de la noche pero distinguía su figura fácilmente.

-La última casi me mata- Susurre lo bastante fuerte para que el me oyera, pero lo bastante bajo para no despertar a mis padres.

-Lo siento-Me contestó de la misma manera, pero noté como se reía-¿Me dejas entrar?

Sonreí hacia el atrevimiento

-Haz de Romeo y sube por  el balcón- Pude notar cómo se revolvía entre las sombras.

-¿Y tú eres mi Julieta?- Me quedé en silencio, note como me ardían las mejillas. Me rendí porque sabía que no era bueno jugando a esos juegos.

-Ya te abro la puerta

Oí como se reía, pero deje atrás la ventana, y me dirigí al recibidor, tropecé con varios muebles porque me sentía nervioso pero llegé a alcanzar las llaves, giré el cerrojo y abrí la puerta.

 

Él estaba ahí de espaldas a mí contemplando el cielo, su figura era perfecta y la luz de la luna le resaltaba los trabajados hombros. Se dio la vuelta y yo aparté la mirada de él, antes de que notara mi rostro enrojecido.

-Hola- Me dijo con la voz dulce y le mire a los ojos, pero su rostro cambió cuando el miro los míos- ¿Estabas  llorando? ¿Te encuentras bien?

Se acercó apresuradamente a mí y me colocó las manos en la cintura. Buscaba mis ojos mientras yo intentaba esquivar los suyos.

-Key…- Consiguió atrapar mi barbilla entre sus dedos y mirarme a los ojos. Mis reflejos estaban dormidos aun.

-No me pasa nada, fue solamente una pesadilla- Recordé ese horrible sueño, y mi cuerpo tembló, el me abrazó con fuerza susurrándome palabras tranquilizadoras, y después, me besó, dulcemente, acariciando mis labios con los suyos, yo queriendo sentirlo más cerca, puse las manos en su nuca y lo acerqué mas a mí, saboreando sus labios, sus manos bajaron por donde mi espalda perdía su nombre y yo comencé a bajarlas por su cara su cuello, sus hombros…

Al llegar al antebrazo noté algo caliente, espeso y liquido a la vez, me separe de sus labios y mire mi mano manchada de aquel líquido. Note mis ojos abrirse, las l ágrimas amenazando con salir, y lo peor de todo es que un miedo me invadía y no sabía qué hacer.

-¡Oh Dios mío, Jong! –Grite comenzando a llorar.

Notas finales:

por fis reviews correctores y criticos <3

Y espero que sigan leyendo :D


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