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Lo que nunca dijiste por Aquarius No Kari

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"La Burla"


 


-:- Las palabras entre nosotros no hacen falta;

Pero si no comprendes la manera en que te miro,


Entonces si tengo que decirlo…


Verte reír o sonreír,


Eso es todo lo que quiero y por Athena que si lo haces,


Yo caeré rendido a tus pies… -:-

-:-

 


Sentía el corazón salirse de su pecho, estaba emocionado; era cierto que tendría que entrenar duro si se quería volver caballero de Athena, pero estaba seguro de que lo lograría, tarde o temprano la armadura de Escorpión seria de él.


 


Su nombre era Milo, para su edad era un joven con una chispa bastante extraña, era hermoso, alegre, siempre estaba acompañado de su estupenda sonrisa y lo mejor de todo era el cuerpo que cualquiera envidaría. A Milo le encantaba el peligro, todo lo que necesitara esfuerzo y significara un reto, le fascinaba; era una de las cosas que más le gustaban junto con tener amores por doquiera, si se fijaba en una persona, fuera hombre o mujer, no descansaba hasta tenerla(o) en sus brazos.


 


Así era él, sin embargo, a pesar de sus cualidades tan especiales para seducir, no tenía enemigos, tal vez era porque antes de llegar más lejos, él ponía hincapié en que todo era simple curiosidad que no pasaría a mas; la mayoría se decepcionaba, pero luego terminaban de todos modos con él… Milo era único.


 


Acaba de llegar, era otra noche donde alguno de los maestros (esta vez Shion, patriarca y maestro del caballero de Aries), había preparado un banquete para los postulantes a las armaduras doradas. El de escorpión estaba maravillado de ver tanta comida en una sola mesa y además de eso, conocer a sus siguientes victimas, uno de ellos debería caer pronto en sus redes… ¿Pero cuál?


 


-"¿Me escuchas Milo?"- Preguntó Shion sentado en la mesa con los discípulos, todos estaban presentes menos uno, lo que a nadie impresionó.


 


-"Si Gran maestro, le escucho"- Dijo saliendo de sus pensamientos.


 


-"Enserio espero que tengas una buena estancia aquí, estoy seguro que tus compañeros y tú se llevaran muy bien"


 


-"Si, todos menos el hielo andante"- Murmuró uno de ellos de cabello corto y azul parado en puntas, algunos rieron


 


-"No es de buena educación hablar de los que no están presentes, mascara de muerte"-Dijo otro de ellos que tenia el cabello de color como lila y dos lunares muy peculiares en la frente.


 


-"Vamos Mü, relájate"- Rió el que se veía más grande y más fornido de todos, su rostro era tosco, su cabello corto- "El pequeño hielo no vendrá a congelarnos a todos o dejarnos caer una tempestad de nieve solo por decir la verdad; además dudo que si quiera acepte venir solo para eso"- Otra vez estallaron más carcajadas, Milo se quedo sin saber que decir o hacer, si debía burlarse o sentir lastima por la persona a la que se referían de aquella manera, miro al que se llamaba Mü y estaba serio, ni siquiera sonreía, todo indicaba que el burlarse de las personas no era muy propio en él, una persona noble y compasiva; enfrente de él había otro igual de serio, su rostro era como de un ángel, su cabello rubio y tampoco parecía haberle simpatizado el chiste


 


-"¿Quién es ese del que hablan?"- Preguntó sonriendo, al que estaba al lado suyo de cabello castaño y una cinta en la cabeza, le sonrió mientras decía


 


-"Se llama Camus y es quien entrena para convertirse en el caballero a la casa de Acuario"


 


-"Camus de Acuario"- Repitió mirando su comida y sintiendo una profunda curiosidad por conocerle; sabia que siempre habría un rechazado en todos los grupos y quería saber porque lo llamaban así y porque todos lo trataban tan mal, ya que aunque Mü no quiso burlarse de él, tampoco desmintió el insulto. En ese momento llegó uno de los guardias y habló con el maestro, puso una pierna en el suelo y bajo la cabeza como seña de respeto


 


-"Señor, se le requiere en la cámara del patriarca en estos momentos"


 


-"¿Es urgente?"


 


-"Algo señor"- El Gran maestro se levantó y dijo con voz dulce


 


-"Fue un placer cenar con todos ustedes de nuevo y por primera vez contigo Milo, espero que se lleven todos muy bien, pongan orgullosa a la gran diosa Athena"- Luego se fue hacia el recinto sagrado, los demás se quedaron ahí, sin maestros ni nadie, solo ellos diez (uno de los caballeros era Donko y ahora no se encontraba)


 


-"Creo que yo también me voy, ya es un poco tarde y el gran maestro se fue"- Dijo el que tenia el cabello rubio y un hermoso rostro de ángel.


 


-"No seas aguado Shaka"- Dijo aventando un manotazo al aire al que llamaban mascara de muerte, -"hoy podemos divertirnos hasta tarde, el gran maestro dijo que mañana nadie tenia obligación de entrenar"


 


-"Pues si no entrenamos jamás seremos caballeros"- Dijo severo Mü


 


-"¿Saben qué?"- Dijo el que se parecía mucho al que estaba sentado con el nuevo postulante- "Mejor si váyanse a dormir los dos porque nos arruinan la diversión a todos"- Milo no pudo contenerse y exploto en carcajadas, tres más lo siguieron


 


-"No sean tan duros con ellos…"


 


-"¿Tú también Saga?"- Preguntó herido un chico de cabello negro y con el peinado parecido a mascara de muerte


 


-"Yo creo que tendremos mucho tiempo para entrenar, estamos en tiempos de paz y luego vendrá la guerra, ahí no podemos divertirnos e incluso podemos perder nuestras vidas…"- Se hizo un silencio profundo ante lo que el que estaba sentado junto a Milo, dijo


 


-"¿Sabes una cosa Aioros?"- Preguntó el de cabello negro que había hablado hace poco


 


-"¿Qué Shura?"


 


-"Cuando queramos que nos arruines la noche te llamamos"- Hubo más carcajadas, este no hizo otra que sonrojarse, no era su intención desanimarlos


 


-"¿Entonces que hacemos?"- Preguntó insistente el que se parecía a Aioros


 


-"No se me ocurre nada Aioria, además yo siempre doy las ideas"- Dijo mascara de muerte


 


-"¡Se me acaba de ocurrir algo!"- Dijo Shura con ojos brillantes, todos le miraron con interés.- "¿Por qué no molestamos al hielito?"


 


-"¡Excelente idea!- Exclamó Saga, vaya cambio de actitud


 


-"Yo paso, ya saben que no es santo de mi devoción pero no lo quiero molestar"- Dijo Mü


 


-"Son unos niños…hagamos una cosa"- Dijo mascara de muerte- "Aquellos que quieran ir a molestar al frío témpano de Camus que se levanten, los demás cobardes se pueden sentar o irse a dormir a sus cunas"- Shura, Aioros, Aldebarán, el chico de pelo azul claro (que había permanecido callado toda la cena), Aioria y Mascara de muerte se levantaron; Milo se quedo sin saber que hacer, el de la cinta en la cabeza le susurró al oído


 


-"Eres nuevo, así que ahora no tienes obligación, puedes quedarte"- Sus palabras le dieron ánimo, jamás se cohibía con nada y todo reto era una delicia para él. Todos los que se había levantado le sonrieron, los demás sentados, dudaron, Shaka se levanto rodando los ojos, Saga le siguió un tanto inseguro, sólo quedo sentado en la mesa Mü completamente rojo.


 


-"¿Entonces no vendrás?"- Preguntó Aldebarán


 


-"Se supone que mi casa es la primera de las doce, ¿Cómo voy a explicar mi llegada a la onceava casa?... Además, a diferencia de ustedes el gran maestro me esta entrenando y…"


 


-"Bla… bla… bla…"- Se burló Mascara de muerte rodando los ojos, todos menos Shaka rieron.- "Si no vas a venir no nos sermonees"- Se dio la vuelta y salió de la casa de Aries, todos le siguieron, Milo se di la vuelta y tras ellos venía Mü


 


-"Así es…"- Le explicó Aioria mientras subían- "Es el primero en quejarse y el primero en divertirse"


 


Los diez postulantes a caballeros dorados, subieron por las casas hasta llegar a la de Acuario, se quedaron todos parados afuera, nadie parecía animado a entrar, Milo se preguntaba la razón, el tal Camus no podía ser tan malo, tan feo o tan fuerte…


 


-"¿Y Bien?"- Preguntó impaciente Milo


 


-"¿Qué le vamos a decir?"- Preguntó MM


 


-"¿Por qué no deshonramos su casa?"- Propuso Aioria


 


-"¿Cómo que deshonrar su casa?- Preguntó Milo muy sorprendido.


 


-"Sucede que Camus se creé superior a nosotros"- Dijo Shaka mirando la entraba a la casa


 


-"Ya le tratarás…"- Dijo Mü


 


-"¿Entramos o no?"- Preguntó inseguro Saga


 


-"Si, deshonremos su casa"-Dijo con mirada maliciosa mascara de muerte. Este dio un paso al frente y los demás lo siguieron, la casa a diferencia de las otras, tenía un aspecto tan frío, tan calmado y tan sombrío… incluso la casa de cáncer estaba más alegre…


 


-"¿Aquí vive el tal Camus?"- Preguntó Milo a Aioria


 


-"Si, para ser un creído su casa es horrible"


 


-"Oye, hielito, ¿Estás por ahí?..."- Comenzó a llamarlo MM, algunos soltaron unas risitas, los demás como Shaka o Mü (incluyendo Milo) permanecieron en silencio, esperando la respuesta del mencionado


 


-"Yo Creo que no esta…"- Comenzó a decir con desilusión Shura; pero justo en esos momentos se oyeron pasos en la entrada, detrás de ellos; todos se dieron la vuelta asustados


 


-"Desearía que mirarán sus caras, su expresión no tiene precio"- Dijo tajante un chico de mirada seria, fría, penetrante, caminó hacia ellos y se recargo en un pilar con los brazos cruzados, cerrando los ojos e inclinando un poco la cabeza, era como si estuviera riendo por dentro.


 


-"Y yo desearía que mirarás la tuya"- Respondió al insulto Mascara de la muerte reponiéndose del susto- "Parece que vienes de un funeral"- La mayoría soltó una gran carcajada, Milo miro con curiosidad al que estaba recargado en el pilar, parecía no haber escuchado y lo peor era que MM tenia razón…


 


-"Dejate los halagos para después"- Dijo el chico abriendo sus ojos y mirando de reojo a su agresor- "¿A qué vinieron?"


 


- "Estábamos preocupados"- Dijo Aldebarán sonriendo, Mü y Milo le miraron -"Pensamos que todavía seguías vivo después de tu entrenamiento tan duro… nuestros temores se hicieron realidad"


 


-"¿No será que están ardidos?"- Dijo el chico dejando su posición y caminando hacia el grupo con una ceja arqueada


 


-"¿A qué te refieres?"- Preguntaron varios


 


-"¿No será que les molesta tanto el que me entrenen de manera especial y no me guste comer con ustedes que por eso me fastidian tanto?"- Todos se enojaron menos Mü y Milo- "Si están tan molestos conmigo"- Apunto con su dedo a MM- "Les sugiero arreglar esto como caballeros, no con insultos bajos que no resuelven nada"- La mirada de el de Acuario seguía fría y amenazante, Mascara de Muerte estuvo apunto de responderle, apretó su puño a la altura de su pecho dispuesto a atacarlo; pero Shaka lo agarró por el puño, este lo miró y le dijo un «No» con la cabeza


 


-"Él sabe que ya tuviste problemas por su culpa, ignóralo, ya buscaremos la forma de cobrárnosla"- MM se relajó y el rubio lo soltó, el de acuario permaneció con sus ojos fríos, más una sonrisa de victoria se formó en sus labios… era leve y casi no se percibía. El caballero se recargó en otro pilar con los brazos cruzados, los ojos cerrados, luego extendió un brazo en señal de una invitación para salir de su casa. Todos pasaron frente a Camus quien tenía los ojos abiertos y los ponía en blanco, al final sólo quedaron Mü y Milo, el primero jaló al escorpión para que ambos salieran de la casa.


 


-"Camus… a veces nos gustaría que fueras diferente y que sonrieras"- Susurró el de Aries pasando frente a él, este lo miró a los ojos y le dijo con toda la sinceridad posible que pudo.


 


-"Mü de Aries, tú eres un caballero de gran corazón, jamás me has insultado ni a mí ni a nada que me pertenezca, al menos no directamente, incluso me has defendido y se podría decir que te debo respeto; pero no me pidas que sea amable y amigable con ellos"- Viendo que no podía hacer nada por cambiarlo le sonrió con tristeza, Camus no correspondió y lo miró alejarse, luego un caballero más se paró enfrente suyo, el de acuario lo miró un instante sin decir nada, luego sus cejas se arquearon cuando el chico que jamás había visto le sonrió


 


-"Me llamo Milo y soy de Escorpio"- No respondió y relajó su rostro, pero dejo de recargarse en el pilar, entonces el otro caballero le sonrió apretando sus labios y cerrando levemente sus ojos, con mirada picara, puso una mano en su cara que estaba muy fría, se acercó hasta la altura de su oído y le susurró-"A mi también me gustaría verte reír aunque sea una vez… me pregunto como te verás cuando sonríes"- Se aparto de Camus mientras seguía sonriéndole, quitó su mano del rostro de este y siguió caminando para ir directo a su casa. El de Acuario se quedo callado sin decir ni hacer nada, en la misma posición en la que Milo lo había dejado, se tocó la mejilla donde había estado la mano de su compañero, se sonrojo sin poder evitarlo, sacudió la cabeza con fuerza y corrió hacia su dormitorio donde cayó con la cara hundida en la almohada derramando unas gruesas lagrimas; aquello fue la gota que derramó el vaso…


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