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Eden. por Elth

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Notas del fanfic:

 

 

Notas del capitulo:

¡Konnichiwa! ¿Cómo va la cosa? ^^ Este es el primer fic que publico en esta página. Empecé a escribirlo hace dos años, pero lo dejé en el capítulo tres sin saber muy bien porqué y hoy he decidido continuarlo y permitirle ver la luz e.e

El título se debe a la canción que me dotó de la inspiración necesaria para escribirlo:

http://www.youtube.com/watch?v=Ue0x04PhQkA&feature=fvwrel

 

Eso es todo por ahora. ¡Espero que os guste! ^^

Era invierno en Tokio, un invierno frío y tétrico, si no tenías a nadie que te diera calor. Ese era mi caso y, en realidad, me lo merecía. Mis vecinos creían que era un sádico y un morboso, así que me evitaban, lo que no me suponía ningún trauma. Mis amigos me querían, por supuesto, sobretodo el entrometido y cariñoso Kai, que siempre estaba conmigo, cosa que hacía enfadar a su pareja, Miyavi. Me había costado adaptarme a su relación, pero lo había hecho. Tenía amigos, tenía a mi guitarra y la música, ¿qué más podía necesitar a nivel sentimental? Nada. Yo llevaba una vida normal dentro de lo que cabe, con sus momentos buenos y malos. Aunque en aquel momento mi persona tenía cierta tendencia a los problemas, y no sólo a los ocasionados por mí mismo, sino también por el idiota de...

-¡¿Qué crees que haces, Uruha?!- le pregunté histérico después de que el nombrado tropezara con el cable de mi amplificador y desconectara mi guitarra.

-Ha sido sin querer, ¿vale?

-Pues agáchate y conéctamelo otra vez.

-Te agachas tú.

-A ti se te da mejor.-Recibí una mirada furiosa por parte de aquellos ojos felinos.

-Calma, calma, haya paz en el mundo de las guitarras.-Kai se dirigió hacia nosotros y se interpuso entre nuestros cuerpos. Mantuvimos la conexión visual y sonreí, sorprendiéndolo.

-Sí, Uruha, contrólate.-Tras mofarme, me di media vuelta y conecté mi guitarra.- ¿Qué tocamos?

-Pues... Sumire.

-Bien. Uno, dos, tres...-Sumido en la melodía, di con la espalda de Uruha y volví a sonreír. Vi cómo chasqueó la lengua cuando lo enfrenté y lo reté con la mirada. Me encantaba hacerle rabiar. De repente, me volvió a dar la espalda, gesto que aproveché para hacer una maniobra bromista y empujarlo hacia adelante mientras disimuladamente desviaba su tobillo del suelo con mi pie, lo que hizo que perdiera el equilibrio y cayera al suelo.

-Shima-pronunció con cierta alarma el bajista, Reita. Se agachó a su lado mientras el nombrado sacudía la cabeza.

-No es nada.-Suspiró pesadamente y se levantó, dirigiéndose a la silla donde había dejado el estuche de su guitarra. Acto seguido la guardó y se la acomodó sobre el hombro derecho.

-¿Te vas?-pregunté con mi habitual tono indiferente. Mi voz fue el último impulso que necesitó para marcharse del lugar despidiéndose con un fuerte portazo. Sonreí con satisfacción.-Ahora irá a llorar a su casa...-Miré a mi alrededor cuando me percaté del tenso ambiente que me rodeaba. Reita me miró con odio.

-Si le pasa algo por tu culpa...-Lo interrumpí con un gesto despreocupado.

-No le va a pasar nada fuera de lo normal. Sólo se pondrá a beber durante toda la noche mientras llora por los rincones. Es demasiado cobarde como para hacer algo más serio.

-Eres un auténtico bastardo.-Tras sus insultantes palabras,  se marchó. Sonreí maliciosamente.

-Y ahora lo irá a consolar...-Ruki me recriminó con la mirada.

-Eso es lo que hacen los amigos.

-Los amigos no mutilan tu culo, Ruki. Y puedes estar seguro de que ese será el consuelo de Shima. Al fin y al cabo, no culpo a Reita. Ese chaval ha nacido para ser herido.-El vocalista puso los ojos en blanco y cogió sus cosas.

-Eres un maldito capullo.-Recibí otro portazo y aplaudí con ironía.

-Muchas gracias, ¿alguien se anima a insultar a Shiroyama Yuu una vez más?-cuestioné inclinándome hacia Kai, quien resopló y se cruzó de brazos.

-Eres muy retorcido, puestos a insultar.-Comenzó a recoger sus cosas y señaló las mías.-Espabílate. Si me retraso más, seré yo quien me quede con el culo ileso esta noche.

 

Cuando estuvimos listos, caminamos en dirección a nuestro piso. En un principio vivíamos Kai y yo solos allí, pero desde que el batería comenzó a salir con el solista Miyavi, se había mudado con nosotros. ¿Que si me sentía más solo? No, realmente demasiado no. Llegamos en poco tiempo. Miyavi estaba tirado en el sofá, así que Kai hizo lo propio desplomándose sobre él.

-¡Hola, Miya!-saludó comiéndoselo literalmente a besos.

-Uke...ci...to...-musitó entre los besos del menor con algo de sorpresa.-Vaya recibimiento...- Suspiré despacio al ver cómo el que acababa de hablar se abalanzaba sobre el otro y me retiré al cuarto de baño. “Ay, estos, con los derechos del gay libre ya ni respetan a los demás.”

Me metí en la ducha dejando que el agua cayera por mi cuerpo a su temperatura natural. “Hasta en el salón y conmigo despierto... Si ya no es porque sean dos tíos, es por las guarradas que hacen... No sé cómo no les da un poquito de vergüenza, la verdad.” Me enjuagué el pelo mientras reflexionaba. En algún momento mis pensamientos se centraron en un flequillo castaño, que luego se convirtió en una melena escalada hasta la altura de unos hombros pálidos que tenían por rostro dos ojos enormes y rajados, oscuros, una nariz pequeña y unos labios gruesos y jugosos, como los de Angelina Jolie, pero de aspecto más natural. Inconscientemente, me puse a fantasear cosas indecentes como hacía cada vez que tocaba algo húmedo. Entonces un gemido procedente del salón me devolvió a la realidad.

-Ya empezamos...-susurré poniendo los ojos en blanco. Corté la conexión mental para fugarme a mi cuarto rápidamente, tratando de que no me vieran al atravesar el salón. Y estoy muy seguro de que no me vieron como también sé a ciencia cierta que yo los vi bien, bastante bien, tan bien que pude ver hasta el más mínimo de los detalles blancos que se esparcían por allí. Tuve que hacer un gran esfuerzo para volver a respirar normalmente después de aquella horrible situación visual. Me sacudí en silencio y me eché a la cama.

-Mmm... ah... Kai...h...

-Miya... más... más... rápido...h...

Enterré mi cabeza bajo la almohada y cerré los ojos para intentar dormir, pero los gemidos no pararon hasta pasadas unas largas horas. Cuando la habitación se quedó en silencio, el sueño no se dignó a venir a mí. Aunque me retorcía entre las sábanas y apretaba mis párpados con fuerza no me quedaba dormido. Cuando más tranquilo estaba, escuché un ruido en el pasillo. Me levanté con fastidio y salí de mi cuarto. Las luces estaban apagadas y no había rastro de vida humana por allí. Me mosqueé un poco y tragué saliva para dirigirme al salón y enfrentarme a los cuerpos desnudos de mis compañeros. Sorpresivamente, el sofá estaba vacío y limpio, así que me restregué los ojos y encendí la luz.

-¿Qué está pasando?-pregunté en voz baja. Me di media vuelta y fui al cuarto de la pareja pero también estaba vacío. Sin saber qué hacer, me dirigí al baño, frente a cuya puerta me paré en seco al verla entreabierta y escuchar el agua de la ducha caer. Cogí aire y entré despacio. La bañera estaba frente a mí, con la mampara echada. Tragué saliva y agarré su extremo para descorrerla de un tirón. Después, simplemente no pude dar crédito a lo que vi. Mis ojos debieron salirse de sus órbitas y mi boca se quedó seca. Cuando pude reaccionar, únicamente balbuceé:

-T... ú...-Mis rodillas se golpearon con el suelo de mármol al abandonarme las fuerzas. Sentí impotencia en mi interior, tanta que ni siquiera pude alzar mi voz para llamar a la persona que se desangraba rápidamente en mi propia bañera, tanta que no pude moverme para llamar a una ambulancia, tanta que me limité a mirar cómo se retorcía ahogado en su propia sangre. En ese momento, un muchacho con la nariz tapada entró al baño.

-¡Uruha!-gritó corriendo hacia aquel cuerpo inerte para sostenerlo entre sus brazos. Luego me miró con lágrimas en los ojos.- ¡Ha sido todo por tu maldita culpa! ¿Ves lo que has conseguido? ¡Ha sido tu culpa! ¡Tu culpa...!-Esas palabras desesperadas y llenas de odio se amplificaron cada vez más en mi cabeza hasta tal punto que me hicieron abrir los ojos y volver a la realidad.

-¡Shima!-grité, rebotando mi cuerpo sobre mi colchón. El sudor frío se expandía por mi cuerpo como si fuera mi propia piel. Jadeé, sujetándome la frente con un nerviosismo desmesurado.

-¿Shima?-escuché una voz preguntarme al otro lado de la puerta antes de que esta cediera.- ¿Llamabas a Uruha?- Negué con la cabeza y, al abrir los ojos, me encontré con el gesto insinuante de Kai y su ceja derecha alzada. Aquella sonrisita burlona hizo que me enfadara.- ¿Has soñado con Uru, eh?

-¿En qué demonios piensas?-espeté con rabia.- ¡Yo no soy gay!

-¡Oh, Aoi-kun ha descubierto el amor!-Estiré la mano y lo cogí de la chaqueta del pijama para aprisionar su cuerpo entre mis brazos y frotar con odio su cabeza.- ¡Ay! ¡Basta, Yuu!-se quejó, dolorido. Yo sonreí con maldad.

-Tú te lo has buscado...-Entonces sentí un golpe en mi frente y solté a mi presa para agarrármela instintivamente.- ¿Pero quién...?-Aquel ser medio rapado hizo su aparición subiéndose a la cama de un salto. Sujetaba un tirachinas en su mano izquierda.

-Nadie trata así a mi Ukecito, ¡jum!-Kai se lanzó a los brazos de su novio, tirándolo de la cama.

-¡Eres genial!-gritó. Comenzaron a besarse de nuevo y puse los ojos en blanco.

-¡En mi cuarto no!-grité inquisidoramente. El batería se separó de Miyavi y asintió ante mi petición.

-Sí, mejor será que nos vayamos si no queremos matarlo a celos.-Volví a entornar los ojos con molestia.

-¿Celos? ¿Es que te gusta alguien, Yuu?-preguntó con curiosidad el rapado. Kai se me adelantó.

-Claro que sí.

-Claro que no-corregí.

-Y lo conoces...-pronunció con sorna ante su novio.

-¿Uno de The Gazette?-preguntó con incredulidad. El otro asintió.- ¡Guau! ¿Quién? ¿Quién es? ¡Yuu, dínoslo, venga, que somos amigos!-Comenzó a trepar sobre mi cuerpo y lo eché de un manotazo.

-¡Que no soy gay, carajo! ¡Largaos de aquí ya!-grité consumido por la ira.

-¡Jo, Yuu, colabora!-Señalé la puerta.
-¡Ya!-Ambos desaparecieron en un segundo, por lo que me pregunté qué aspecto habría adoptado mi rostro para que tal milagro sucediera. Me senté en la cama preguntándome a qué había venido lo que había ocurrido con anterioridad. Hice memoria... Kai le había dicho que me gustaba uno de Gazette a Miyavi... ¿Y de dónde había sacado eso ese palillo de dientes?.. Ah, ya me acuerdo, me había despertando gritando el nombre de Shima... ¿¡De Shima!? ¿Por qué?.. Aquel sueño... había mucha sangre... suya. Me estremecí al recordarlo. La sensación de impotencia por no poder ayudarle... y la recriminación de Reita... Pensé que sería cosa de la conciencia. Al fin y al cabo decían que de ella no se podía huir y yo no iba a ser diferente de todo el mundo en ese aspecto. Decidí arreglarme un poco y salir a dar una vuelta para tomar el aire. Al fin y al cabo, el ensayo no sería hasta las seis y eran las doce del mediodía.

Me puse a caminar sin saber muy bien a dónde, así que cuando me di cuenta me encontré en el centro comercial que estaba justo detrás de la calle donde vivía Uruha. Compré un par de cosas y decidí quedarme a comer allí. Entre bocado y bocado, me puse a pensar en qué cosa ocuparía la tarde. Realmente no tenía nada que hacer. Podía ir a visitar a alguno de mis compañeros, a Ruki, por ejemplo. No, era jueves y por la tarde iría a la casa de sus padres. ¿Reita? Tampoco, algo me decía que seguiría molesto conmigo.”Si no cambias de actitud con Uruha me caerás mal de por vida” me había dicho una vez, y mi comportamiento no había evolucionado mucho. ¿Sería bueno ir a ver a Yune después de tanto tiempo? Sí, exacto, eso haría. Tenía ganas de saber qué era de su vida y, además vivía dos calles por detrás del centro comercial.

Cuando me di cuenta, me encontraba caminando y silbando una cancioncilla que rondaba por mi cabeza. De repente, sentí la melodía de unos dulces acordes procedentes del lugar que estaba sobre mí. Observé la pared que tenía al lado y me retiré, bajándome de la acera. Incliné la cabeza hacia atrás y observé un balcón abierto por el que se escaparon unas cortinas blancas como espectros movidos por el viento. Mi corazón se aceleró un momento, impulso que hizo que me encontrara frente a aquel tercero B de ese bloque de pisos. Después de que mi puño golpeara la puerta de madera, pensé con algo de terror en qué carajo estaba haciendo, pero la puerta se abrió sin dejarme siquiera mover un pie del sitio. Aquel ser alto por cuyo rostro caían unos mechones de pelo castaños y desarreglados se quedó quieto al verme, con los labios entreabiertos. Ninguno de los dos se animó a romper el silencio, ni a retirar la mirada de los ojos del otro, ni siquiera nuestras respiraciones se atrevieron a hacerse notar. Entonces,él rompió la conexión visual, agachando la mirada. Yo resoplé y mi mente se quedó en blanco cuando comencé a pensar excusas creíbles que decirle.

-¿A qué has venido?-preguntó casi en un susurro. Mi cerebro se estaba quedando seco de tanto pensar.

-Yo...-“he venido a verte porque... no... porque... quería ver... ¿cómo estabas? ¿En qué estás pensando, Shiroyama Yuu?”-¿Necesito algún motivo para ir a ver a alguno de mis compañeros cuando me aburro?

-¿Al decir compañeros me incluyes a mí?-Titubeé un poco y la bombilla se encendió. Sonreí con burla.

-Nah... Claro que no. No te lo habrás creído, ¿verdad?-Suspiró e intentó cerrarme la puerta, pero lo detuve.-Vine a decirte algo.

-¿Qué?

-El ensayo es a las seis, por si no lo sabías.

-OK. Adiós.-Volví a detener la puerta con el pie.- ¿Qué quieres ahora?

-¿Qué se dice?-Sus ojos brillaron de cólera en la sombra.

-Déjame en paz.-Se despidió de mí con un portazo. Ahora que lo pensaba, se estaban acostumbrando a hacerlo, y me molestaba.

-Qué humor... encima de que vengo a ver cómo está...-Caminé hacia casa algo desanimado. La tarde avanzaba por inercia. El sol de escondía lentamente entre las nubes del cielo contaminado de Tokio.

Notas finales:

Bueno, ¿qué tal ha estado el primer capítulo? Sé que es un poco flojo, pero a partir de ahora empieza la historia en cuestión.

Haré una aclaración por si no puede deducirse correctamente del capítulo: El personaje de Aoi ODIA a los homosexuales. Por eso le costó lo suyo aceptar la relación entre su mejor amigo, Kai, y Miyavi.

Nada más, espero que me dejéis vuestras opiniones, sean malas o buenas (pero siempre constructivas, por favor).

¡Nos leemos!^^


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