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Cuando el demonio se apodera del hogar por Agnes-San

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Notas del fanfic:

Ok este fic solo lo hice por un pedido especial de una niñita que ama a Heechul, y el sichul, pero no haré mas de esta pareja ni de ninguna que no sea Jongkey xDDD

y por sierto no tengo una maldita idea de como es heechul, así que una disculpa si no se parece en la personalidad, lo mismo va para Siwon :D

Espero que les guste y es un miniOneshot, segun yo :P y me dio flojera editarlo así que probablemente encuentren errores de ortografía, letras comidas, o demás y así; ´pido disculpas por eso y si tienes alguna duda no dudes en preguntar :D

Cuando el demonio se apodera del hogar.


 


La música ruidosa no lo dejaban concentrarse en su lectura, muchos aun dudaban de que Siwon fuera cristiano hasta la medula, que no haya tenido su primera mujer y  o que fuera virgen, mucho menos con el cuerpo que se cargaba y con esa altura que pocos llegaban a alcanzar.


Heechul era su primo, estaba de vacaciones, y era el mismo satanas llegado del infierno a joder su vida; ponía la música a todo volumen, abría la ventana para que los chicos y las chicas que pasaban por la calle lo vieran pasearse por la habitación en paños menores y ya varios de sus amigos le hacían burla con eso


Se acomodo lo lentes otra vez, y de nuevo regreso al “Génesis”


—Dios los bendijo diciéndoles: “sean fecundos y multipinquence; llenen la tierra y sométanla”… —leyó en voz alta tratando de ignorar todo el ruido que hacía su primo, mejor dicho Satanás.


La puerta fue abierta como si una ráfaga de aire muy grande entrara, la perilla pego contra la pared y dejo un cráter pequeño en esta.


—Oye… voy a usar tu shampoo. —habló pedante sin el mínimo de los respetos.


Siwon casi se queda sin ojos después de ver a su primo, solo iba vestido en bóxer de licra bien pegados al cuerpo, delineando perfectamente su trasero redondo, lo vio entrar al baño y se persignó, se acomodo los lentes y fijo de nuevo la vista en las hojas de la biblia.


De nuevo paso en sus narices, mostrando su piel blanca, por alguna razón sus ojos no pararon de escanear ese cuerpo masculino que se le paseaba enfrente. una vez que despareció de su vista corrió hasta la puerta y la cerro con seguro, ya no quería su shampoo de vuelta, solo no quería que ese demonio con cuerpo de ángel se acercara a su cuarto.


La hora de la cena llegó más rápido de lo usual, Heechul estaba sentado frente a él, sus padres como él habían hecho la oración y su primo solo los veía como si fueran gente traída de otro planeta muy lejano al suyo.


Comío muy de prisa para ya no ver a ese demonio que lo estaba tentando a seguir mirando sus manos, a delinear sus brazos flacos, sin músculos, y preguntarse a que sabían sus labios; esos que le parecían tan grandes, tan esponjosos, tan suaves y dulces.


Se golpeo mentalmente por no pensar con claridad, por fijarse en los labios de un chico y no de una chica y porque según dios y la biblia el amor homosexual no existía, los que lo practicaban solo eran unos pecadores y sodomitas.


Comió lo más rápido que pudo y se fue a encerrar a su habitación, Heechul solo lo vio divertido y decidió que jugaría un poco con la cordura de su primo guapo, el de increíbles brazos y abdomen de ensueños.


La semana siguiente solo había podido jugar con Siwon un par de veces, a veces cuando este encendía el televisor se iba y se encaramaba en el mismo sofá y se pegaba lo más que podía a él, logrando ponerlo nervioso solo para que luego se marchara  a su habitación y ya no saliera en toda la tarde.


En otra ocasión durante la cena, roso “accidentalmente” mano con la de su primo, después le sonrió y logró que comiera más deprisa y de nuevo se atrancara en su habitación, casi podía ver las cruces en la puerta o la sal regada en la entrada.


—Siwi… ¿puedo ver la televisión contigo? —cuestionó de la manera más dulce que su voz se lo permitió.


El chico asintió mecánicamente, estaba viendo un documental sobre las ballenas ¿A quién demonios le importaban las jodidas ballenas? Le preguntó a su cerebro y solito se contesto “a nadie” así que tomo el mando del televisor y se dispuso a cambiar de canal.


Solo bastaron dos aplastones el botón de “chanel” y se encontró con algo mucho más interesante; dos adolescentes con poquita ropa encima de una cama y ahí se detuvo; se acomodó mejor en el sillón y acomodo la cabeza en el hombro viril de Siwon. Estaba tan rojo como un tomate o quizá más, casi haría explosión en ese mismo momento, alcanzo el control y de nuevo fue a ver las benditas ballenas, pero la pelea no quedaría ahí, no señor; Heechul de nuevo hizo acto de presencia y volvió a cambiarle a la película de los adolescentes en plena con más poca ropa aun, le sonrió travieso al chico ese que lo dejaba sin aliento tan solo por poseer tan genial cuerpo y se concentro en el televisor.


Se levantó del sillón y salió a la calle un rato, le daría unas cuantas vueltas a la cuadra, regresaría, rezaría el padre nuestro un par de veces y le rogaría a dios porque ese demonio se marchara de una buena vez y lo dejara seguir una vida tranquila.


 


*~*~*


 


Heechul se mofaba en el sillón y de nuevo le cambio al documental de las ballenas; Se dirigió hasta su habitación  y se pego a la ventana, y ahí estaña Siwon caminado como si de un retrasado mental se tratase, cuando volteo a verlo simplemente puso la mano en alto y saludo ufano regalándole una sonrisa, eso lo único que ocasionó fue que caminara con mayor prisa y se perdiera en la esquina.


—Gracias mamá —agradeció a su progenitora por mandarlo con sus tíos cristianos para que lo apegaran un poco a la religión, al principio creyó que sería lo peor que le hubiera ocurrido pero viéndolo de esa forma ya no le parecía tan mala idea.


 


*~*~*


 


Ya era jueves de nueva cuenta, y ya solo faltaba una semana para que regresara con su madre, Siwon había seguido huyéndole, si se sentaba en el sillón él se paraba, comía lo más rápido que su boca se lo permitía y no había podido hacerle otra broma.


Ese día no estaba ninguno de sus tíos, solo él y Siwon, Siwon y el demonio; el primero se preguntaba cómo le iba a hacer para sobrevivir a su primo poseído, y él ya comenzaba  caer presa de ese demonio, ya no paraba de ver sus labios, de relamerse los suyos cuando su primo Heechul desfilaba semidesnudo por la casa.


Se puso el crucifijo que su madre le había regalado y ya estaba listo para hacer un exorcismo, salió de su habitación dispuesto a ir hasta la casa de Leeteuk o del que fuera siempre y cuando se alejara de la tentación andando.


Trató de deslizarse por las paredes como si de una sombra se tratara, pero ni las sombras llegaban a tener su altura.


Estaba saliendo de su habitación cuando vio lo más cómico que jamás había visto; negó con la cabeza antes de echarse a reír estrepitosamente, Siwon cuando escuchó esa risa diabólica por primera vez supo que de verdad estaba poseído su primo, quizá Belial el demonio de la soberbia  era el poseso o Asmodeus el de la lujuria.


—¿A dónde vas Choi? —cuestionó meloso logrando acortar la distancia entre ambos cuerpos.


Siwon al sentir a ese ser tan cerca de su cuerpo se retrajo un poco hasta pegar con la pared y por primera vez decidió traspasar las cosas, así como en las películas holliwoodences  de ciencia ficción o fantasía.


Con sus manos delgadas apretó los bíceps que tenía ese chico de gran estatura y crucifijo en el pecho; tomó la cruz y le hecho una miradita. Siwon se sorprendió porque el demonio ese no estaba ardiendo el llamas, quizá solo eran sus imaginaciones y en realidad no era un demonio, quizá solo era un chico rebelde.


—Oye, me estaba preguntando si tu puedes enseñarme algo de la biblia —habló viéndolo directo a los ojos y Siwon los noto sinceros o tal vez solo era su ignorancia, y el demonio ese se quería apoderar también de su habitación.


—Si. —dijo nervioso.


Heechul lo arrastro hasta el cuarto y se sentó en la cama esperando a que su compañero sacara unos cuantos libros religiosos y los apoyara en la cama; parecía contento y él sonrió ante la estupidez de su primo.


Después de unos minuto de escuchar que dios era el señor supremo y quien sabe cuántas cosas se aburrió y decidió llevar su plan en marcha; se acercó un poco más a Siwon, hacía como que leía ese libro de mil páginas y letra pequeña, y poco a poco la distancia entre ambos iba desapareciendo.


A veces sus ojos se topaban y Siwon los desviaba enseguida, fue en ese momento que Heechul se canso de todos sus juegos y besó de lleno los labios de Siwon, su primo religioso que seguramente seguía virgen porque su dios le decía en un maldito libro que los hombres y las mujeres debía llegar vírgenes al matrimonio, si no se iban a ir al infierno por pecadores.


Por alguna razón esos labios, grandes, carnosos, le parecían totalmente adictivos, estaban hecho para él, solo se estaba tocando sin embargo su primo endemoniado trataba de abrirse paso en su cavidad bucal; tartaba de empujarlo sin embargo aunque su cerebro daba esa orden su cuerpo no la ejecutaba, muy por el contrario, sus manos dejaron caer esa biblia al suelo y se puso sobre Heechul, beso sus labios como jamás lo había hecho, su primer beso lo había dado a los catorce años y era una chica muy bonita y solo duró segundos, pero él quería más de Heechul y este no se estaba negando a entregárselo.


El cuerpo de Siwon era sencillamente exquisito, sus pectorales, sus oblicuos marcándose perfectamente, lo que delineaba con los dedos y se preguntaba una y otra vez como era posible que un religiosos empedernido tuviera ese cuerpo.


—Eres muy guapo —dijo en medio de tanto beso y tanta caricia que las menos grandes y toscas de Siwon le regalaban a su cuerpo en llamas.


Rodeo la cintura del pelinegro y frotó sus hombrías, solo para entregarse más placer del que ya sentía, el elástico de su pantalón se deslizo por sus piernas flacas, sin músculos. Sonrio al momento de escuchar a su primo musculoso gemir ronco, graznar lleno de placer, un placer nada religioso, lo había hecho pecar y deseaba verlo confesando con el párroco su pecado.


Sus manos fueron hasta el botón de los pantalones de Siwon, lo desabotonó y ya solo había una cosa que se interponía entre su objetivo y él; el bóxer negro.


 


*~*~*


 


No supieron en qué momento había terminado así, Heechul encima de Siwon, dando saltitos sobre su miembro erecto, lleno de sangre, con el cabello pegándosele a la frente y una fina capa de sudor cubriéndolos a ambos.


Ya no había duda, el demonio se había apoderado de todo el lugar, hasta del cuerpo del mismo Siwon, pero eso poco le importaba porque se sentía genial, tan apretado, tan caliente, tan sabroso y casi olvido el detalle de que al que tenía encima suyo era un chico, un demonio, la tentación personificada.


—Ya me estoy viniendo~ —previno Heechul, y posterior a ello derramo la semilla del mal encima del cordero indefenso que era su primo.


Siwon acelero las embestidas y posterior a ese se dejo llevar por el pecado, derramándose en las paredes del demonio que no lo dejaba tranquilo, que había sometido su hogar, su cuerpo a sus caprichos.


 


*~*~*


Llegaron a  otros términos, de alguna manera Siwon también se había convertido en un rebelde, ya no le importó exorcizar a ese demonio, abandonó los crucifijos y la biblia lucía abandonada en el estante de los libros. Se olvido momentáneamente de ese dios que lo había mantenido a salvo hasta que llego un demonio llamado Heechul más fuerte que todo y se apodero de su hogar.


 


 


 

Notas finales:

gracias por leerlo :D 

Kisses *3*


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