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¿Qué le pasó a Naruto? por Nydga

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Notas del fanfic:

Espero les guste, les aviso que soy la misma persona.

Notas del capitulo:

Hola, los personajes no me pertenecen. Son del autor Kishimoto Masashi...

El secreto de Naruto

By: Nydga

Capitulo único

***Un Viernes cualquiera***

-No... Imposible...- murmuró Naruto, choqueado.

-Créame- confirmó el doctor.

***Dos días después***

Era un tranquilo atardecer en la preparatoria Konoha, y Naruto se encontraba inquieto; había llegado la hora de dar a conocer la noticia que cambiaría las cosas en el equipo.

En la cancha,  el entrenador Kakakshi llegó antes de lo común, encontrándose con todos los integrantes del equipo ya presentes, incluyendo a Sasuke, que lo había observado desde su entrada al lugar.

-Hola, muchachos. ¿Están entrenando?- dijo con esa gran sonrisa debajo de la cubre boca que siempre adornaba su rostro.

-¡Sí!- Contestó Lee con ánimos, mientras hacía rebotar el balón en la posición de defensa.

-Muy bien, pero ahora, por favor, reúnanse- pidió- tengo que decirles algo importante.

Los integrantes obedecieron, rodeándolo a la brevedad. No lejos de ahí estaba Sasuke, atento a todo lo que el profesor podría decir. Después de unas pocas palabras todos se quedaron mudos. Un ruido sordo quebró el silencio; algo había chocado contra el piso. Era el balón que alguien había dejado caer en su sorpresa.

Todos habían quedado pasmados al oír la noticia que salió de la boca de su entrenador. "¿Por qué?" era la pregunta que todos se hacían. ¿Qué pasaba? Pues Naruto Uzumaki, un de los mejores jugadores del equipo, anunciaba su retiro sin dar explicación alguna.

Naruto había ido al médico para saber que le pasaba; se sentía bastante mal y extraño. Cual fue su espanto al recibir su respuesta; una noticia que lo obligaría a salir inmediatamente del equipo. Ahora, tras el anuncio, se escuchaban los berrinches de sus locas animadoras. Él las ignoró; su salud era lo más importante en esos momentos; mucho más que esas chicas que lloriqueaban porque ya no le verían jugar.

-Pero ¡¿por qué?! ¡Explíqueme!- Exclamó un compañero angustiado.

-Lo siento, pero el joven Naruto no quiere decírmelo -contestó el entrenador -pero no se preocupen, porque al parecer no es nada malo. ... Bueno, nos vemos. No se peleen mucho, por favor, y sigan entrenando ^^.

-No entiendo porqué nos abandono así, sin decirnos los motivos -dijo uno, bufando molesto.

Quien lo escuchaba se  encogió de hombros, pensativo.

-No sé.... Pero tal vez todo se relacione a ese malestar que andaba arrastrando desde hace un tiempo -dijo otro, preocupado y  no muy convencido de lo afirmado por el entrenador.

-Es cierto, pero... ¿estará grave? - Preguntó al cuarto asustado.

-Tal vez lo esté pero nuestro entrenador dijo lo contrario... -lo tranquilizó Neji, antes de sentir detrás de él que detuvo la conversación en seco. Se voltearon a ver al capitán del equipo.

-Vuelvan a entrenar - ordenó Sasuke, más serio que de costumbre.

-Sí, capitán.

******

Después de un mes Konohamaru ya había notado grandes cambios en su gran amigo Naruto;  ya no se fijaba en las chicas (aunque éstas se le lanzaran a los pies), y lo peor: siempre andaba comiendo en exceso. ¡Si hasta comía en plena clase! Dejaban volar si imaginación, visualizándolo tanto o más gordo que su amigo Chouji en un futuro no muy lejano.

En la hora de almuerzo se enfrentaban nada menos que al dobe y su gran apetito, sentados en el césped, bajo el amparo de la sombra de un frondoso árbol.

Chouji iba a morder tranquilamente la punta de su rica torta cuando se descubrió mordiendo su propia mano. Dio un grito de dolor antes de comenzar a sobarse. A esas alturas Naruto ya se había terminado de engullir todo su preciado alimento.

-¡Naruto, malvado! ¿Por qué me lo quitaste? -chilló el gordo, soplando su hinchada mano con pequeñas lagrimas en sus ojos.

-Ja ja ja ja ja ja ja - rió el equipo de Ebisu.

-Bu-bueno...Disculpa, es que tengo hambre, y cuando los vi con esa comida tan deliciosa en las manos no pude más que caer en la tentación -dijo el rubio, rascándose la cabeza.

-¡¿Qué?! ¡Ah, no! ¡Esta comida en mía! -exclamó Udon, protegiendo su querido almuerzo.

-¿No me lo darás? ¿Qué no ves que este Naruto es muy pobre y tiene hambre? - suplicó con carita de perro abandonado.

-¡Hey, Moegi! Regálale tu comida a Naruto - gritó Udon enojado y desesperado, porque las manos de su amigo ya iban en pos de quitarle su almuerzo.

-¡Ni loco! -exclamó la aludida. - Gasté todo mi dinero en comprarla. Es mía, solo mía.

El muchacho rubio se aprovechó de la distracción ocasionada por la discusión; les quitó todo el alimento disponible, se levantó rápido y escapó a toda marcha. Konohamaru lo vio alejarse. Sabía que su amigo iba a juntase con alguien en la terraza, pero aún no se atrevía a preguntarle con quién.

Ya en el lugar antes mencionado, los ojos azules como el cielo del ex deportista veían tímidos a un joven de ojos negros que se encontraba frente a él, posado sobre una pared, con una mano en su bolsillo y una bolsa en la otra. Parecía molesto.

-Dobe, llegaste tarde -reclamó Sasuke. -Además, por tu salud, no deberías correr.

Naruto cerró sus ojos, apenado por su irresponsabilidad.

-Es... Es que estaba platicando con mis amigos. No te enfades conmigo por correr, prometo no volver a hacerlo.

Los ojos del pelinegro se posaron en la abundante comida que Naruto traía en sus brazos.

-¿Les quitaste todo eso? -preguntó curioso.

-¿Eh?, sí -contestó, aún tímido.

Un suspiro salió de los labios de Sasuke antes de acercase al rubio.

-Toma. -le entregó lo que tenia en  sus manos.

-¡Mi comida! -Exclamó feliz -muchas gracias, Sasuke. - Tomó la bolsa y se sentó apoyado en la pared. Sacó y olió la comida, para luego comerla con ferocidad.

******

Después de clases ya casi no quedaba nadie en la escuela, pero los integrantes del equipo de basquetbol seguían entrenando sin parar en el gimnasio.

Konohamaru caminaba tranquilamente por un pasillo; había quedado de juntarse con un compañero a preparar un trabajo que debían entregar al día siguiente, y se le había hecho un poco tarde terminándolo.  Estaba por salir de la escuela cuando una voz familiar, pero no por eso agradable, lo detuvo.

-Vaya, vaya. Miren nada más quién tenemos aquí muchachos. -La voz despreciable y sonora de un gigante de dos metros, líder de una banda, se dejó oír con sorna. Dos chicos de mal aspecto lo acompañaban.  Konohamaru no entendía como alguien podría seguir a un bastardo como ese.

-Cuánto tiempo sin verte, mocoso, jajaja. ¿Estás escapando como "aquella vez"? -Preguntó uno de los chicos.

- ¡USTEDES! -Gritó Konohamaru, horrorizado y sorprendido al reconocerlos. Toda su alegría se fue al diablo.

-¡Oowwww! Miren, un niño asustado. Ya no hay nadie aquí en la escuela. Que pena... jajaja. -Dijo el otro riendo y burlándose de Konohamaru.

-Pobrecito... ¿Se habrá perdido el nene?

-Sí, es una lástima que por nuestra causa ya no puedas estar con ese rubio. -Dijo el líder, cuyo nombre a nadie interesaba, pero que se hacía llamar "Murderous".

-¡Malditos! Naruto siempre ha sido mi hermano; jamás me abandonó, -Gritó, y se lanzó a hacer puré a esos miserables.

-¿Pero qué pasa? Jajaja. Pareces una tortuga. -Uno de los pandilleros esquivó fácilmente el golpe de Konohamaru, y lo atacaron entre los tres.

-¡DESGRACIADOS!          

-Jajaja, no me hagas reír, ya nos hemos hecho fuertes gracias a nuestro estricto entrenamiento... Ustedes dos... -Llamó el líder a sus muchachos. - Vayan y sujeten a ese estúpido tipo por ambos lados. - Ordenó con su voz malvada, mientras inventaba alguna forma de hacer sufrir a Konohamaru.

-¡Idiotas, toma esto! - Gritó Konohamaru, mientras lanzaba un golpe, defendiéndose, mientra recibía muchos más. Se habías armado una batalla donde puños y patadas iban y venían de todos lados.

Konohamaru había logrado propinarle varios golpes a sus atacantes; a uno directamente en el rostro y en el estómago, y al otro en la espalda, pero tan concentrado estaba que no se percató cuando el líder le dio un fuerte golpe en el estómago, dejándolo de momento sin el vital aire en sus pulmones.

-¡AHHH! -Gritó Konohamaru, al sentir fuertes patadas de los otros ya recuperados. Era tan doloroso... Simplemente sentía que desfallecía mientras era pateado por todos lados.

-¡SUÉLTENLO, MALDITOS!

Apareció finalmente Naruto, quien aún no había salido del colegio; había estado esperando al azabache mientas éste terminaba su práctica para  poder volver juntos a casa, pero escuchó unos gritos desgarradores que se le hicieron demasiado familiares. Sin pensarlo dos veces se había echado a correr, teniendo los gritos como guía.

El panorama lo dejó sin palabras; su amigo estaba tirado en el suelo, casi inconciente mientras era golpeado. Los sujetos se detuvieron al verlo furioso, sonriendo burdamente como un reto de pelea.

Pero Naruto no estaba en condiciones de hacerlo; su estado de salud estaba demasiado delicado para defenderse a si mismo; mucho menos para defender a su amigo de la infancia, pero no podía dejarlo solo.

Al dejar de sentir golpes, Konohamaru abrió los ojos. No esperaba ver así a Naruto; el amigo que recordaba era un chico sin temor, seguro de sí mismo y quien enfrentaba a cualquiera, pero quien tenía enfrente tenía el miedo plasmado en su rostro. ¿Cuándo había cambiado? Vio como quienes antes lo golpeaban se acercaban peligrosamente al rubio, mientras éste retrocedía hasta chocar contra una muralla. Sabía que lo que vendría no sería nada agradable.

***En el Gimnasio***

-¿Escucharon?, ¿Qué fue eso? -Preguntó un miembro del equipo de basquetbol, confundido.

-Maldición... - Musitó Sasuke entre dientes, reconociendo la voz de Naruto. Tiró el balón a un lado, dando un ruido sordo por la fuerza, y, a gran velocidad, salió corriendo.

-¡Oye, espera!... ¡Rayos!, se fue -Dijo Kiba.

******

-Oh, vaya... Eres tú, rubio, jajajaja -Dijo el jefe con voz ruda.

Naruto tragó saliva; la muralla le impedía seguir retrocediendo. Su mente rogaba que ese sujeto no golpeara su estómago, su parte más delicada.

-¿Estás asustado, mocoso? - Se burló uno.

Naruto gritó de dolor al recibir un golpe directo en el rostro, mientras el jefe y el otro sujeto disfrutaban del espectáculo. El atacante sostenía al rubio del pelo, para luego tirarlo al suelo. Estaba a punto de patearlo en su estómago, pero una brutal patada en su rostro se lo impidió y lo tiró al suelo, dejándolo inconciente.

-¡Sasuke! -Dijo Naruto, con pequeñas lágrimas en sus ojos, mientras se incorporaba apoyando su espalda en la pared. Lo llenaba de alegría que ese chico de ojos negros hubiera venido a salvarlo.

-Sa-Sasuke -Musitó Konohamaru sorprendido, aún tirado boca abajo.

-Infelices, como se atreven... ¡No los voy a perdonar! -Gritó Sasuke, furibundo, mientras de lanzaba sobre ellos, dispuesto a darles la paliza de su vida.

-¡Chiquillo maldito! Si crees que derrotarme inténtalo. ¡Terminarás igual que ese perdedor! Y después nos encargaremos de esa gallina rubia. -Le dijo, desafiante. Pero Sasuke, movido por su deseo de proteger a Naruto, no se dejó intimidar, ni mucho menos golpear.

Y así comenzó otra pelea con puñetazos, patadas, golpes y sangre para todos lados, en una batalla que seguiría por largo rato. Uno contra dos, mientras los segundos seguían para Konohamaru, que estaba atónito ante la fiereza de Sasuke. Para Naruto esto era interminable; quería participar y ayudarlo, pero no podía. El pelinegro lo estaba protegiendo; peleaba por él como nunca antes lo había visto.

Los dos sujetos ya habían caído, y ahora asolo faltaba el desdichado líder. El Uchiha menor, quien ahora parecía un verdadero demonio, comenzó con un fuerte puñetazo en el hígado, seguido por otros muchos en los costados. Tantos golpes recibió el pandillero, que empezó a escupir sangre, cosa alarmante.

-¡Basta! -gritó Naruto, pero el pelinegro ya no escuchaba. -Detente, por favor, ¡SASUKE! -Le pidió una vez más, al observar como el azabache tomaba por el cuello al líder y alzaba su puño, listo para dar el golpe final. - ¡POR FAVOR! - Con este último ruego Sasuke se detuvo, y por fin despertó de su trance de furia descontrolada. Bajó su brazo y dejó caer sin cuidado a su adversario.

Retrocedió unos cuando pasos, cansado. Intentaba controlar su respiración, conciente  recién de lo que había hecho. Jamás había sentido esa ira, estuvo a punto de perder el control, muy cerca de terminar con la vida de su enemigo, pero gracias a Naruto volvió a la realidad en el momento decisivo y se libró de cometer un crimen.

-¡Más te vale no volverte a acercar a MI Naruto! Por que si lo haces ¡te mataré! -Tomó por el cuello a su enemigo, quien yacía en el suelo hecho polvo, y se dio cuenta de lo lastimado que estaba.

-Lo-lo prometo... -Temió por su vida y se juró a sí mismo no acercarse más a esos chiquillos. Nuevamente Sasuke lo soltó.

-¡El guardaespaldas de Naruto ha llegado! -Exclamó Kiba, apenas haciendo acto de aparición, mientras todo el equipo se presentaba para hacerse notar, como un gran equipo de súper héroes, y el último en hacer presencia fue...

-LEE ROCK -Y al decir esto, el muchacho de ojos grandes resbaló, tropezando y cayendo de boca directo al cuerpo del jefe de los pandilleros, aplastándolo y haciendo sonar los pobres huesos de ese miserable dándole su merecido. Segundos después éste quedó inconciente.

Pero eso no era todo. Apenas Sasuke escuchó lo que deseaba, se dirigió, furioso aún, donde Naruto, lo levantó bruscamente y lo alejó un poco del lugar, dejando al equipo sorprendido y mosqueado por no haber llegado a tiempo para pelear. Sasuke hubiera seguido caminando, pero su dobe lo detuvo.

-¡Camina! -Ordenó. Seguía en su trance; molesto y más serio que nunca. Cuando Naruto intentó acariciar su rostro, el teme no se lo permitió. -Iremos al hospital.

-¿Qué? -Preguntó asustado. -Yo-yo estoy b-bien...

-¡Haremos lo que yo diga! ¡Necesito sabe si nuestro hijo está bien o no! -Alzó la voz lo suficiente como para que Konohamaru y sus amigos lo escucharan y quedaran en estado de Shock.

-P-pero no me pateó la barriga, solo alcanzó mi cara -Explicó el rubio, asustado por la actitud de su novio. Sus ojos empezaron a brillar, el llanto llegaría pronto. Jamás el pelinegro le había hablado en ese tono.

-Mira, no seas dobe...

Lo miró un segundo, y observó esas gruesas lágrimas resbalar por las mejillas de su Naruto. ¿Acaso él lo había hecho llorar? Se recriminó al darse cuenta de cómo se había comportado, por lo que, cuando el de los ojos azules se refugió en su pecho, el pelinegro no pudo hacer más que abrazarlo fuertemente.

-Perdóname. -Rodeó su cintura y lo presionó contra sí mismo. -Sé que no debí tratarte de esa forma, mucho menos después de lo sucedido, pero tuve miedo, mucho miedo ante la posibilidad de perder a nuestro hijo.

-Lo siento... -Levantó el rostro y miró a su novio, arrepentido, pues éste le había advertido que era muy peligroso estar metiéndose en pleitos.

-No, no, no es tu culpa, nada de esto es tu culpa - besó la cabellera de su amor y lo acogió en sus brazos hasta que dejo de llorar - Te amo tanto, que me moriría si te pierdo, también a nuestro hijo... Te amo, te amo - lo repitió hasta que sintió que la respiración de su koibito se normalizaba.

Mientras tanto el equipo salía del estado de shock, pero quedaron con la boca abierta. ¿Sasuke y Naruto se aman? ¿Y van a ser PADRES?... ¡Sí! Era por eso que Naruto se había retirado del equipo y comía en demasía. Konohamaru por fin pudo entender esa actitud de miedo que había mostrado su amigo anteriormente.

-Yo también te amo. -El rubio lo miró de nuevo a los ojos y le ofreció sus labios, lo que fueron recibidos de inmediato.

En un arranque de pasión, al sentir como los labios de su teme ya estaban en su cuello, sin importarle que el equipo los estuviera viendo, buscó su boca y lo besó con verdadera fuerza. Desafortunadamente fue demasiada, lo que hizo que el pelinegro se separara rápidamente.

-¡Ouch! -Llevó la mano a su boca.

-¿Qué pasa? -Le sorprendió mucho que se alejara; nunca lo hacía.

-Me dolió. -Le tocó el labio inferior, recordando que el pelinegro también estaba herido, y que tenía un corte significante en la boca.

Ahora no solo el equipo observaba; también el equipo de basquetbol, que había salido a ver por qué su capitán no volvía, presenciaba la escena. Pronto todos se enteraron de la buena nueva; por fin se supo que Naruto estaba embarazado de tres meses de Sasuke.

Mientras, la pareja no dejaba de besarse. Se sentían muy contentos al recordar la buena noticia del doctor; Naruto daría la luz a un hijo de su amado Sasuke.

FIN

Notas finales:

Si gustas unir al grupo "Amo el Sasunaru y el Narusasu", envíen la solicitud de amistad a Nydia Yaoi en el Facebook, y no olviden enviar mensajes que quiere unirse al grupo.

Grupo creado para las fanaticas y fanaticos de la mejor pareja yaoi que hay en el mundo... el Sasunaru o el Narusasu, no importa quien sea el Uke o el Seme... lo importante es que Sasuke es de Naruto y Naruto de Sasuke

 

Muchas gracias.


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