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Atros rencuentro por Fujimiya no Didos

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Ante-nota de la escritora: este fanfic puede tomarse como la continuación de la historia Auto-Control que escribí ya que sigue la línea del tiempo en la serie y es contada por la mismo personaje, Milo.


ATROZ RENCUENTRO
Autora: Fujimiya no Didos
Pareja: Milo x Camus.


Cendal flotante de leve bruma,
rizada cinta de blanca espuma,
rumor sonoro
de arpa de oro
beso del aura onda de luz
eso eres tú

Tú, sombra aérea, que cuantas veces
voy a tocarte te desapareces
como la llama, como el sonido,
como la niebla, como el gemido
del lago azul

En mar sin playa, onda sonante;
en el vació, cometa errante;
largo lamento
del ronco viento,
ansia perpetua de algo mejor
eso soy yo

¡Yo, que a tus ojos en mi agonía,
los ojos vuelvo de noche y día;
yo, que incansables corro y demente
tras una sombra, tras el hijo ardiente
de una visión!


Ya tanto tiempo ha pasado… que ni quiero contarlo, pero aun así, tu imagen sigo persiguiendo. Dicen que el tiempo borra todo como todo lo crea, pero este amor lo ha creado… y su pasar adolorido no lo desintegrado… y yo acá sigo, esclavo de él.

El amanecer siempre me pareció frió, perfecto para acurrucarme entre sus brazos, vulgar para estar despierto… no se, me transmitió, toda mi vida, tristeza; auque los pájaros canten, yo en él respiro soledad, por eso me gusta despertarme cerca del mediodía, donde la vida goza de su esplendor y no solo los pájaros son los actores del diario teatro de la existencia. Pero esta madrugada ha invadido con su angustia mi ya penoso sueño. No es su pesar común… es diferente… en ella se percibe un mal augurio y presiento que no he sido el único caballero al cual ha despertado llenándolo de melancolía.

Salgo a las escaleras traseras de mi templo y puedo observar vagamente la imagen de mi diosa en la entrada del salón del patriarca, ella también lo siente, seguro lee en el horizonte el mal venir. Será mejor prepararme, se que no estoy bien anímicamente para una batalla… no desde que él no esta. Meditare preparándome para mi deber, protegeré a Atenea con mi vida y rogare en el fondo que sea profanada… quizás esa sea la única manera de romper esta monótona situación de falsa alegría en la que he sumergido a mi vida.

El día ha pasado muy solemnemente, todos preparándose para lo extraño. El cielo se ha tornado de sus más esplendidos colores; claro después de su azul marino adornado con infinitos diamantes que gobierna en las noches… que me hace acordarme de los profundos ojos de mi amado y como su mirada brillaba solamente para mí… Aunque los atardeceres, con esos rojizos colores contienen el recuerdo de sus calidos abrazos en los jardines escondidos detrás de su templo… Cada tarde nos paseábamos en ellos, aun cuando no éramos amantes, observando la ceremonia del sol ocultarse. Tengo que admitir que siempre la admiraba desde sus ojos y absorbía la paz a través de su gesto relajado. Nunca supe si se daba cuenta de cómo lo observaba en esas ocasiones, donde me lo devoraba con la mirada… Los recuerdos me embriagan mientras camino al cuarto de Atena para preguntarle que peligro se acercara esta noche. Entro a la casa de mi alma muerta, sierro los ojos y suspiro, no es el momento para llenar mi mente con todas las sensaciones que me inundan en ese lugar. Apuro mi paso...

Ya con Atena, unos cosmos entran en el santuario, avanzando templo por templo; tres de ellos son conocido, uno aun mas, es frió, como si surgiera de del corazón de Siberia, pero yo lo siento calido, acogedor… ¿es él? Lo es… lo se, ha venido por mi…

Me concentro para cumplir mi deber, otro cosmos a demás del de Atenea y mío se encuentra ahí. Mi diosa me explica quien es. Cómo puede ser que este vivo…Un estruendo surge de la habitación de al lado y los dos aparecemos por ella, Saori un poco después que yo. En el cuarto del patriarca un hoyo importante en el suelo se encuentra cerca de Kanon, el hermano del que a causado ese daño en el templo. Este se disculpa con nuestra deidad por su mal cumplir en cuidado a la casa de géminis. Pero dudo de su lealtad… Atenea lo a perdonado, aun así, mi confianza no le otorgo y le ordeno que se marche. Un no es su respuesta, obligándome a amenazarlo y posteriormente a cumplir con lo dicho. Empleo Aguja Escarlata sobre él, si su reacción es digna y avala sus palabras, Antares le perdonara la vida…

Me inclino ante mi diosa, debo irme al Templo de Escorpio, pues el cosmos de los espectros se esta acercando. Kanon se levanta y lo reconozco como el Caballero Dorado de las Casa de Géminis. “Esta moche todos serraremos los ojos y nos olvidaremos como abrirlos; Kanon, solo he alargado tu vida un poco mas” Pienso mientras bajo las inmensas escaleras que conectan todos los templos y el cielo ya se a vestido con su hermosa gala nocturna.

Ya todo se sabe, quienes son nuestros enemigos, a qué han venido. Pero… ¿Por qué? Esa pregunta recorre toda mi mente, “¿Por qué debo enfrentarte? ¿Pro qué has escogido ser mi enemigo? ¿Es qué acaso te has olvidado de nuestro amor en los infiernos o incrédulo piensas utilizar este sentimiento, que tanta alegría, dolor y, ahora, no se sí odio me a traído, para tu beneficio, para tu victoria? ¿Por qué me haces esto?... No te dejare, no dejare que me hagas débil ¡Otra vez no!”

En mi templo una descomunal furia nace de mis entrañas al sentir la partida de Shakas… y asta que limites esta llegando la traición de mi ángel elegante. No esperare mas, no puedo… tengo que ir a reunirme con Mü y Arioria. “Todo se acabara cuando te vea, el amor, el dolor, solo el odio a tus acciones nos llevara a la tumba…” Con que rudeza escribe mi corazón las frases en mi mente.

Ya muy cerca del lacerado templo de Virgo puedo distinguir a seis caballeros, uno de bronce, dos de oro, y tres espectros muy lastimados. Arioria los trata de atacar pero es detenido por Mü, sin hacer caso a sus palabras vuelve a tacar, siendo detenido el Plasma Relámpago por Sagas quien afirma que solo le quedan cuatro horas para cumplir su misión y que mataran todo aquel que se les cruce en su camino.

-- Que interesante es lo que dices, Sagas, porque con ese mismo propósito he venido yo, Milo Caballero de Escorpio. Te matare tanto a vos como a Shura y Camus— Entre al templo respondiendo la amenaza del Caballero de oro negro Géminis.

Desde que estoy ahí mi corazón late ferozmente por que mis ojos no he podido sacar del francés, ha perdido casi todos sus sentidos, solo le queda la audición, igual sigue como antes, esta bien agotado, pero con su serenidad y frialdad de siempre… y tan perfecto. “¿Por qué, por qué estas aquí?” me pregunto una y otra ves al mirarte y la respuesta no llega, solo mi furia, el odio por no saber, el odio por amarte inmensamente en este momento y que este obligado a lastimarte… Los ataco y, luego, les explico que no podía quedarme esperando en mi templo después de la muerte de Shakas y que los matare sin darles la opción de arrepentirse. Se que no lo aran, se que él no pedirá misericordia y quizás, por fin, mate este amor, al robarle el corto lapso de vida que se le fue otorgada, con el rencor de esta acción.

La fuerza del cosmos de Sagas al producir Explosión de Galaxias me lanza hacia un pilar, gracias a Mü no he recibido el impacto mas fuerte. Los observo antes de volver ha atacar y nada… parece como si mi poderosa Aguja Escarlata no los hubiera golpeado. A demás toman posición que me parece conocida, es…

-- Nuestros cosmos ya no alcanzan para pelear cada uno con muestras técnicas, esta es la única opción que nos queda…— Se justifica el Caballero de oro negro Géminis. De inmediato mis compañeros y yo tomamos la misma postura. Mientras los cosmos se elevan Mü trata de negociar con Sagas para que no suceda esta cualision. Yo… solo miro los ojos del Caballero de oro negro Acuario dañados por el poder de Shakas, su rostro sin sentimientos, ¿es qué no se le remueve nada al sentirme ahí, enfrentándome a él?

Un gran grito se escucha en todo el Santuario:-- Exclamación de Atenea.-- Una inmensa bola de energía se crea en el Templo de Virgo, nuestros cosmos están todos equilibrados, lo que impide una cualision, pero en cuanto un bando seda el santo lugar de los doce templos del zodiaco desaparecerá junto con todos los que se encuentren ahí.

-- ¡¡¡CAMUS…!!! ¿¡POR QU…!? Es que mi pesar no te a dejado descansar en el mundo de los muertos y ahora me odias—No soporto mas las dudas y a trastes de mi cosmos lo encaro, exigiendo algo, una explicación a tanto dolor, y siento una tristeza inmensa en su universo de poder que llena todo mi cuerpo. ¿Por qué si ésta sufriendo hace esto? --¿Tanto me odias, Camus? ¡Contéstame…!-- Silencio, no me responde, él sabe que le estoy implorando, de alguna manera, un por qué y su mutismo solo me decía… –Camus, el que calla…

-- Milo, yo te amo— fui interrumpido por la voz de su cosmos— y lamento que sufras por mi ausencia. -_-

-- Entonces, ¿por qué, si me amas, estas acá? ¿Por qué traicionas todos lo que una vez protegiste? ¡No entiendo!

-- No estoy traicionando nada, sigo protegiendo a nuestra Diosa y no quisiera enfrentarme con vos.

-- ¡¡¡MENTIRAS!!!

--Ya me entenderás… n_n

--¡Explícame ahora! Si es que esto se puede entender


En ese momento el cosmos de Shiryu se involucra desequilibrando la situación a favor nuestro, Mü tanto como Saga tratan de echarlo, su cuerpo al no estar protegido por una armadura dorada, en la explosión, se destrozara, pelo él se niega a irse y con su intervención la gigante bola de energía es lanzada al cielo donde explota, al tiempo que el templo del difunto Shakas se desarma en cascotes cayendo sobre nosotros.

Tanto Mü, Arioria y yo salimos pronto de los escombros, al estar la gigantesca energía mas del lado de los Caballeros dorados negros el impacto fue menor para nosotros, además tenemos puesta nuestras armaduras de oro; pero Shiryu no y lo empezamos a buscar, en cuanto el Santo de Aries lo encuentra, aparece Saga severamente lastimado. Decido acabar por fin con su corta existencia y al ponerme en posición de ataque soy interrumpido por la vos de un cosmos en mi cabeza, que no solo yo la escucho, mis compañeros también.

-- Milo, Arioria y Mü deténganse, ya no quiero que mas sangre se derrame. Deseo que traigan ha Saga, Shura y Camus a mi estatua.

-- Pero Atenea…-- Trato de protestar.

-- Es una orden Milo.

Mü se acerca al Caballero de oro negro Géminis y le coloca una mano en la cintura para ayudarlo a caminar, mientras Shura y yo buscamos a sus compañeros. Encuentro al representante de la onceava casa, esta muy maltratado e igual que el santo de Aries lo tomo por la cintura y coloco su brazo izquierdo sobre mis hombros, lo acerco bien hacia mi cuerpo para poder levantarlo y emprender el camino. Un escalofrió recorre todo mi ser al estar devuelta, así, con él, siento su calor, su respiración cerca de mi cuello y me embriago de recuerdos que se mezclan con la furia de esta circunstancias. “¿Qué hay para entender Camus? ¿Esto tiene explicación?” Mil preguntas surgen en mi mente pero no las pronuncio, el cuerpo que tengo en mis brazos, con el cual tantas beses me he fusionado en uno, que hemos sido Milocamus, Camusmilo n_n , ahora apenas sí puede caminar con mi ayuda, esta tan dañado… y en parte es mi culpa; nunca pensé que me enfrentaría ha él, que pudiera hacerlo, pero acá estoy sufriendo, sufriendo por que a mi amado se le a dado por reencontrarse con migo ¡y miren de que tan linda forma!

En frente de Atenea, ella se acerca a Saga y le pide a Kanon que le entregue el objeto del ritual. Es una delgada caja que en su interior contiene la daga dorada con la cual Arles, hace más de trece años, intento matar a la diosa. El caballero de oro negro no comprende que desea, a lo que Saori le dice que es para que le quite la vida. Saga se queda sorprendida y duda en hacerlo, por lo que Atena sonríe y vemos perplejos que es clavada la daga por ella misma en su pecho. La rodeamos para tratar de detenerla, pero ya es tarde, su sangre es derramada por el piso y Saori muere. (((n.a.: perdón por interrumpir la lectura, pero tenia que comentarlo ¡que hermoso es escribir como la idiota; con perdón de sus fans, si es que hay alguna y si existe ya no lo hará; muere! ^o^)))

Una furia envenena todo mi raciocinio, al ver que yace muerta la divinidad a la cual he dado toda mi vida, por la cual sacrifique y perdí todo lo que amaba, y por sobretodo el saber que la persona a la que mas adoro es uno de los culpables de tirar todo mi razón de existencia por la borda. Sin pensar levanto mis manos y sujeto fuertemente una suavidad que me excita ha apretar mas y mas exigiendo en esa acción el dulce sonido del quebrar. Saga trata de convencerme para que me detenga, pero yo no se que hago, estoy segado por una ira que ya no encuentra espacio adentro mío para quedarse. Una parte de mi trata de escuchar lo que me dice; me explica… me explica que hacen aquí y de repente caigo al presente, a la verdad. ¡Mis manos se encontraban alrededor del cuello del Caballero de oro negro Acuario, es..trangu…lándolo!

-- Ca..mus— De mis labios su nombre se pronuncia, mientras mis manos dejan de hacer fuerza y comienzan a caer por su silueta acompañadas de mi cuerpo que se arrodilla frente a él “¿Qué hice…?”

Saga, Shura y Camus emprenden el viaje hacia el Castillo del Dios de la Muerte y después de unos momentos mis compañeros y yo los seguimos, dejando a Shiryu esperando a los Caballeros de Bronce.

En la entrada de los predominios de Hades, somos atacados por Rhadamanthys y aunque tratamos de usar todos nuestros poderes para vencerlo, se nos es negado por que el castillo esta protegido por su dios y todo enemigo que se atreva a entrar perderá la mayor parte de sus poderes. Con esa ventaja a su favor el juez de los infiernos nos lanza por el pasaje al mundo de los muertos, donde vamos a parar a Cocytos, el infierno de hielo donde se encuentra todo aquel que se ha revelado contra los dioses.

El cosmos de Atenea nos envuelve a Mü, Arioria y yo librándonos de nuestras prisiones de hielo; al salir de Cocytos nos encontramos con tres espectros, a quienes matamos fácilmente y nos dirigimos hacia Giudecca. Allí frente al Muro de los Lamentos nos encontramos con Shaka, Dokko, Seiya y Shun quienes están tratando de destruirlo. El Antiguo Maestro explica que los caballeros dorados pueden destruir este muro, que solo se derriba con luz solar, ya que las doce constelaciones del zodiaco se encuentran en la elipse, el camino que recorre en sol cada años, por lo que las armaduras doradas se han bañado de los rallos solares desde tiempos inmemorables y su luz y energía se encuentra almacenados en estos ropajes. Si los santos del zodiaco logran explotar su cosmos al máximo lograran producir la luminosidad de un sol pequeño. Tras esta explicación el Caballero de Libra nos reparte a Mü, Shaka, Arioria y yo las respectivas armas que posee su armadura, a mi me toca la barra doble. Levantamos los cinco nuestro cosmos atacando al Muro de los Lamentos con las armas; una encandilarte luz nos siega por un momento y al desaparecer vemos frustrados que la puerta a Elíseo sigue intacta. Esto da a entender que solo se lo podrá conseguir si las doce armaduras del zodiaco están juntas. En esos instantes seis de las siete que faltan aparecen frente a nuestros ojos y empiezan a resonar; llamando a la armadura de géminis que enseguida aparece. Al momento, las siete armaduras se desmembraban y adentro de ella aparecen sus respectivos caballeros, Máscara Mortal en la de Cáncer, Saga en la de Géminis, Shura en la de Capricornio, Aioros en la de Sagitario, Aldebarán en la de Tauro, Afrodita en la de Piscis y Camus en la de Acuario, quienes desean luchar por Atenea y la tierra a pesar de ser solo almas.

Mi elegante ángel se encuentra junto a mí y me sonríe, los dos sabemos que lo que esta por venir será el fin verdadero de nuestras vidas, tanto en la tierra como en el infierno, pero igual me siento feliz al verme con su compañía, con su presencia en mi bando; le devuelvo la sonrisa y nos unimos con el resto de nuestros compañeros concentrando todos nuestro cosmos, vida y alma en la Flecha Dorada de Sagitario que al lanzarla genera una formidable explosión.


En el cielo un divino espectáculo se monta. Las doce almas de los valientes y heroicos caballeros de Atenea se elevan como fugases meteoritos que buscan esperanzados la paz eterna. Zeus, el dios de los dioses, sorprendido por la nobleza y lealtad con la cual han protegido a una de sus hijas más queridas los ha elevado a las estrellas más importantes de su constelación…


¿continuara…?


Nota de La Autora:
1º : Gracias x leerlo, espero q’ les allá gustado.

2º : Me base en los sucesos del manga y no en el de los ova’s, x eso encontraran algunas diferencias. Además los diálogos no son los q’ aparecen en este ya q’ solo tengo los informes más o menos detallados de lo q’ pasa en cada capitulo, pero mantienen el tema principal de lo q’ se quiso transmitir.

3º : La poesía del principio, no es mía ¡q’ más quisiera yo! Es de Gustavo Adolfo Bécquer q’ me parece un poeta excelente.

4º : Buscando toda la info. para llevarla a cavo encontré sobre la historia mitológica de las doce constelaciones del zodiaco, lo cual me dio una idea para una historia q’ se ubicará después de su muerte, así q’ este fanfic, además de ser la posible continuación de Auto-Control, es el prólogo de una historia mas larga, de la cual no puedo decir nada xq’ no se nada, solo tengo el comienzo y la idea del problema en la cabeza, ni me hablen del posible desenlace y final, ¡Que desastre!¡jajaja! Bueno, así q’ para esta van a tener q’ esperar, x q’, asta, me falta recolectar información. Lo único q’ puedo decir es q’ voy a tener q’ pasar completamente x alto q’ existe Tenkai –Hen para escribirla.

MMM…como que estoy hablando, bueno, escribiendo mucho, así que me despido. Cualquier halago (sobretodo, jajaja ^0^), reproche (mmm…T-T) o sugerencia (no tengo nada que decir acá _) a Ran-Chan@hotmail.com. o dejen revews

CHARAUCHA y muchos Bechitos.

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