SALUDOS
L estaba aburrido en esa clase, ya sabía lo que el profesor hablaba pero ahí se encontraba sentado, solo porque sus padres se lo pedían, se abría salido desde hacía dos días pero sus padres insistían. Después de clases se dirigía a recoger sus cosas del dormitorio donde estaba, ya era el quinto que le asignaban desde que iniciaron las clases, ya que todos los que compartían la habitación con el tenían la misma queja.
“-Yo no pienso compartir habitación con ese lunático, no con alguien que te observa sin dormir toda la noche.”
-Yo no tengo la culpa, mi cerebro sabe que es de noche pero le da lo mismo, a diferencia de ustedes solo necesito de escasos cinco minutos para recobrar energía. –Era lo mismo que le decía a todos con ese tono sin emoción y con el rostro inexpresivo, pero que más le daba.
Espero afuera de la oficina de control escolar para que le dijeran donde se quedaría, pero sabía que ya todos corrían el rumor de su peculiaridad. La puerta se abrió y le pidieron entra, camino sin prisa y después se sentó frente a la mujer.
-Joven debido a sus incidentes con los anteriores alumnos hemos decidido que ahora se quedara con otro de nuestros estudiantes prodigio.
-Que emoción. –La mujer noto con dificultad el sarcasmo en sus inexpresivas palabras.
Camino hasta el edificio y llamo a la puerta, ya le habían dado llave, pero no quería molestar. La puerta se abrió y el otro estudiante lo miro confundido, lo hiso pasar y no dijo más, se metió en el baño y cerró la puerta. L vio que ya tenía un espacio para él en la habitación, los cajones abiertos y vacios fueron los que su compañero le dejo y la cama junto a la ventana con solo una almohada y una sábana blanca en espera de las cobijas. Acomodo todas sus pocas cosas y Light salió.
-Tus cosas en tu lugar y las mías en el mío.
-Me parece bien. –Se giro y siguió con sus pensamientos, nunca dejaba de pensar.
-¿L no piensas salir?
-No, tengo cosas importantes que hacer.
-Si claro, he sabido de tus asuntos importantes, como quedarte estático y encorvado en las sillas sin hacer nada. –Logro que L le prestara atención. – ¿Bien?
-Gracias por la invitación pero no me agradan las personas, me parecen seres repulsivos. –Las palabras secas le dieron escalofríos, más con esos ojos negros como la noche viéndolo sin ninguna expresión.
-Saldré y regresare en la madrugada, espero que no te moleste, puedes hacer lo que gustes.
Light salió rápido, en verdad los rumores eran ciertos L no era nada sociable, y daba miedo, tan solo era un chico menor que él pero se portaba como un aburrido adulto, pero aun, los adultos solían ser más interesantes que L. Cuando regreso por las doce de la noche ya que así no sería tan molesto para su nuevo compañero creyó que lo encontraría dormido, pero al abrir la puerta lo encontró leyendo un libro de Biología molecular en su peculiar forma de sentarse como si fuera cualquier cosa.
-Buenas noches Light.
-L creí que te hallaría dormido…
-Yo jamás duermo, bueno hoy estaba cansado pero solo necesitaba cinco minutos y ya pasaron hace mucho, yo pensé que regresarías a las cinco de la madrugada.
-Co… como sea…
No pudo dormir muy cómodo, cada que abría los ojos lo encontraba sentado en la cama con solo las cobijas en las piernas viendo a la nada, y volteando con él cuando lo notaba despierto, ese chico en definitiva era un fenómeno, y tenía que compartir habitación con él, se quejaría pero se entero que era la sexta habitación que le asignaban por la misma situación. Cuando amaneció se dio cuenta de que L ya no estaba y salió de la habitación a sus clases.
No se quitaba la idea de pedir que lo enviaran a otro lugar, pero no sería tan malo y le daría una oportunidad, tal vez no era tan malo que no durmiera. Como siempre no prestaba atención a las clases, siempre le parecían aburridas y no ponía mucho de su parte aunque estuviera por decisión propia sus notas siempre era las de un estudiante promedio, ya que no le hallaba mucho caso a las cosas. Caminaba por las zonas deportivas cuando, escucho el golpe proporcionado por un balón, miro y vio como le habían dado los jugadores de futbol a L en la cabeza pero este levanto su libro y siguió leyendo, se acerco y vio que una gota de sangre resbalaba desde su frente hasta su mejilla.
-¿L?
-Hola Light. –Saludo y prosiguió con su lectura.
-¡Como que hola, tienes un golpe en la cabeza!
-No lo había notado.
Light se llevo a L a la enfermería para que lo revisaran, sin duda era un raro. Lo miro con la gasa y una venda en la cabeza pero no sabía que tenía en mente cuando no hiso nada por él golpe. Como compañero solidario mientras regresaban a su dormitorio se encontraron con los que golpearon a L y les exigió una disculpa.
-Discúlpense con L por golpearlo en la cabeza.
-No creo necesarias esas acciones, después de todo no cambiara que tenga un golpe. –No le interesaba la inútil discusión.
-El rarito no quiere la disculpa así que no la daremos, ni siquiera tenemos la culpa, él no se fijó.
Entraron al dormitorio y Light miro contrariado a L, este lo vio y después se fue a sentar para seguir leyendo. Light no entendía como alguien podía ser tan… tan raro, ya no lo intentaría negar, era raro y extraño.
Light se fue a otra fiesta y L se quedo como siempre, no le interesaban ese tipo de cosas, pero esa noche aria algo diferente, el clima estaba fresco y solo se puso una bufanda para caminar por los pasillos solos. No prestaba atención a nada en especial, seguía con sus ocupados pensamientos, en realidad no paraba de pensar o analizar todo, nunca descansaba.
-¡E y L! –Light lo alcanzo cerca de la entrada a la biblioteca, le pareció extraño hallarlo en ese lugar tan tarde, miro que comía algo. -¿Qué haces tan tarde comiendo postres y afuera?
-Ahora te crees mi madre, solo seguía pensando y necesitaba comer algo.
-Comer azúcar tan tarde es malo para ti. –Le quito el pastel que llevaba, no sabía ni de donde lo saco y no se lo devolvería, era joven como para que hiciera eso con su salud. –No comerás más.
-Eso no es tuyo, me pertenece a mí, si querías solo debiste pedirlo. –L seguía con su misma actitud.
-No es eso, te hará daño.
-Siempre como a mis horas establecidas, y esta es una de ellas, usar tu cerebro requiere que lo alimentes constantemente. –Hablo de forma como si le explicara algo a alguien que no entendía nada.
Le era imposible entenderle, lo veía comiendo todo el día dulces y postres, no encontraba que eso fuera bueno. No hablaban mucho hasta que ocurrió algo en una clase que tenían juntos, era extraño, jamás lo había notado.
-Joven L debe mejorar su escritura, estamos al tanto de que entiende y sabe todo, pero le hemos pedido que la mejore desde que ingreso aquí. –El profesor sabía que L hacia caso omiso a todo.
-L hola. –Se acerco para saber qué pasaba.
-Joven Light, creo que usted nos puede ayudar, necesito que ayude a su compañero L a escribir correctamente. –Light no entendía que problema podía tener la escritura de L siendo el mejor estudiante. –Y quizá con eso podamos mejorar vuestras calificaciones que sabemos pueden ser mejores.
L se sentó en la ventana un momento y después se dirigió a la silla donde siguió leyendo. Light lo miro antes de interrumpir, vio que a un lado tenía una rebanada de pastel, se preguntaba cómo lo conseguía y también diferentes dulces que comía mientras leía.
-L tienes que mostrarme tus notas para comenzara a ayudarte.
-No lo necesito, yo no estoy aquí por decisión propia. –L continúo su lectura.
-Pues veré por mí mismo. –Saco un cuaderno de entre las cosas de L y lo abrió para ver qué clase de trabajo tenia, miro como todo estaba mal escrito, no entendía mucho de lo que ahí se encontraba, palabras al revés, incompletas o con letras inentendibles. – ¿L hace cuanto escribes así?
-Desde siempre, no encuentro problemas en ello. –A L no le interesaba lo que pensaran de su forma de escribir, mientras el entendiera.
-Comencemos ahora mismo.
Le quito el libro y jalo la silla hasta el escritorio, tomo otra silla y se sentó al lado, L lo miro esperando lo que haría. Light tomo una pluma comenzó a escribir unas líneas del alfabeto en una hoja y después le paso la pluma a L. L escribió las letras, pero Light no entendía nada de lo que puso, le sujetó la mano como a un niño pequeño y lo hiso repetir las líneas guiándolo, aun con su ayuda la mano no hacia lo pedido.
-L en definitiva eres un genio, pero no sabes escribir.
-Lo dice el genio que reprueba.
-Si repruebo es porque me aburro.
-No dije que fueras ignorante, Einstein estaba reprobado en sus materias y le dijeron que nunca aria nada, ahora lo conocemos como el que enuncio la teoría de la relatividad. –Se quedo sin argumentos ya que para un debate necesitaba que L se peleara con él y no lo logro. –Además, si te aburres deberías dejar la escuela.
-¿Por qué no la dejas tú?
-Soy menor y mis padres se hacen cargo de mí, así que mis decisiones no siempre son tomadas en cuenta.
Light no logro que L comprendiera sus argumentos, o mejor dicho los tomara en cuenta para mejorar su escritura.