The Enigmatic Christmas No Baai
Parte 1
—Solo quiero ser aquel que esté a tu lado para siempre… — sonrió levemente continuando con el beso — ser tu apoyo, tu amigo, tu amante, tu todo… — susurró al cortar el beso —enserio, me importas…
Esa frase junto con otras a veces aparecían en su mente confundiéndolo. De la nada sonrió levemente; debía reconocer que últimamente eso lo motivaba e ilusionaba al pensar que por fin había un final feliz para esa horrible pesadilla que vivía al no tener el amor de Chiaki.
Hacía ya un par de meses que en medio de todo lo malo había logrado encontrar a alguien que a pesar de ser extraño y aunque discutían por cosas que ni importaban, era al parecer el único al que le importaba, él único que creía en él y que estaba allí cuando se desplomaba, haciéndolo reír, gritándole o peleándole hasta porque hacia sol o llovía.
El dolor al no poder conquistar el corazón de su amigo, más la constante presión de Hatori, lo hicieron alejarse a regaña dientes de todo lo que se relacionaba con Yoshino Chiaki. Continuó como asistente independiente pero desechando el trabajo y los miles de problemas que siempre presentaba su amigo con los storyboard. Claro que lo amaba, lo necesitaba y lo quería para él pero a la vez el tratar de conseguir algo que no era ni seria suyo lo estaba enfermado y hasta obsesionado. Sin más salida se dedicó a trabajar con otras mangakas, fue entonces cuando apareció…
—No deseo que esto sea un problema, ni mucho menos que la amistad que hemos creado se vea afectada por este tipo de cosas — dijo con seriedad —, piense lo que dije sobre convertirse en mangaka…
En más de una ocasión se topó con él y aunque lo conocía ya con anterioridad por en eventos de la editorial, en la editorial o cuando se cruzaban en el trabajo al ser Yuu asistente de una de sus mangakas, la situación fue diferente, a veces hablaban, a veces discutían o simplemente iban juntos hasta la estación. Poco a poco ambos fueron tomándose apreció y confianza o bueno digamos que eso sería en el caso del asistente, ya que Mino pareció tener claro todo desde un principio y aunque lo negara solo aprovechó las circunstancias para acercarse a él y comprobar que lo que Yanase le hacía sentir no era algo común, ni mucho menos pasajero.
—Si hubiera estado yo en su lugar…— sonrió — jamás te hubiera dejado ir — dijo dejando la botella un lado mirando la mesa.
Suspiró dejando el lapicero a un lado para analizar el dibujo que acababa de terminar, sus mejillas se pusieron carmesí al divisar en el papel al editor. Hacía ya tiempo que Mino en medio de una conversación sobre el posible futuro que Yuu podría tener como mangaka, hizo y dijo demás tomándolo por sorpresa; y aunque luego de eso todo pareció claro y jamás tocaron el tema, era hasta ahora que el asistente terminaba de procesar y asimilar todo, comprendiendo entonces que una oportunidad para cambiar su vida estaba justo enfrente suyo.
—¡Ash! — cambió la hoja de su block por otra, notando que en un principio había comenzado dibujando a Chiaki como siempre, pero en algún momento dejó de hacerlo, ya que estaba incompleto, e inició con el de Mino que si lo terminó, detallando algunas cosas que le gustaban y le llamaban la atención del físico del editor — definitivamente…
El timbre de la casa comenzó a sonar con insistencia, evitando que siguiera pensando y sonriendo como tonto.
—¡Agh! Pero… — con molestia se levantó y se dirigió a la puerta — ¡ya va! Qué manera es esa de tocar el timbre — dijo al tiempo que abría la puerta sorprendiéndose al ver a su mejor amigo aguantado frio mientras trataba de dar calor el mismo cubriéndose con sus brazos y tenía su rostro sonrojado debido a la baja temperatura que hacía en Tokio—Chiaki…
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—¡Salud! — tres vasos llenos de cerveza chocaron en el centro de la mesa donde se encontraba las doncellas, para que luego cada uno de los presentes bebieran un sorbo del líquido y continuar con la charla y las risas.
—Al fin un descanso — comentó Kisa suspirando —, pensé que tendríamos que pasar la navidad en la editorial y la idea no era esa.
—No creo que eso hubiera sido un problema para mí, no suelo hacer mucho en navidad —indicó Mino con su habitual sonrisa.
—¿Eh? — Ritsu lo miró — ¿enserio Mino-san? ¿Y su familia? ¿No comparte con ellos? ¿O con su pareja?
—No soy una persona que emocioné mucho con estas fiestas, mi familia la mayoría de las veces siempre viaja por lo que no acostumbro a estar con ellos — dio un sorbo a su bebida —, no tengo pareja… desde hace mucho tiempo.
—¿Enserio? — cuestionó Kisa —, yo siempre he querido conocer algo de el misterio de eso.
Sonrió de manera algo distinta — ya he dicho que no hay nada de misterio en edo, pero prefiero no hablar de ello, es un tema que no me gusta recordar.
—Ah… comprendo.
—Pero Ricchan ahora que tocaste el tema de las parejas… — sonrió con malicia —, celebraras junto a Takano la navidad y de paso su cumpleaños, ya imaginó el regalo.
El editor terminó casi que ahogándose con la bebida ante el comentario mientras que Mino y Kisa aprovecharon para burlarse de él.
—Eh… n-no yo no Takano-san y yo no…
—Buenas noches — saludó Hatori interrumpiendo —, siento la demora pero hubo algunos problemas en la reunión — indicó quitándose el sacó y dejándolo colgado en la silla para luego sentarse.
—No hay problema hace poco comenzamos, esta es la segunda ronda — comentó Mino.
—Eh, Hatori-san… ¿y Takano-san? — preguntó Onodera.
—Se quedó con Yokozawa-san terminado de discutir detalles — informó mientras le hacia una seña al mesero para que se dirigiera a la mesa.
—¿C-Con Yokozawa-san? — la expresión de su cara cambió totalmente.
—Una cerveza por favor — dijo mirado al mesero —. Sí, pero dijo que apenas se desocupara venia.
—Entiendo — bajó su mirada.
—Oh vamos Ricchan no deberías preocuparte.
—¿Eh?
—Entre Yokozawa-san y Takano-san no puede haber nada.
—Perdón pero no entiendo de que está hablando Kisa-san —fijó su mirada en él.
—Digamos que hace un tiempo comenzaron a rodar por Marukawa unas fotos muy comprometedoras del osito gruñón — complementó el siempre sonriente editor.
—¿Comprometedoras?
—A Yokozawa-san le sientan los lunares — dijo al recordar aquella foto —, Ricchan tranquilo, Yokozawa-san se encuentra relacionado mejor con la gente Japun, a decir verdad su relación es muy profunda como para pensar en nuestro editor en jefe.
Mino iba a decir algo más pero al mirar a Hatori lo notó por demás tenso mirando su celular.
—¿Todo en orden?
—Tengo un pequeño problema nada más — contestó bebiendo un gran sorbo de cerveza — maldita sea, ¿dónde te metiste Yoshino? — se preguntó en su pensamiento.
Hizo un gesto de no haberle creído nada pero siguió bebiendo y participando en la conversación.
—Buenas noches editores — saludó Masamune haciendo acto de presencia —, siento llegar hasta ahora — dijo para luego sentarse junto a Onodera —, ¿Hatori te pudiste comunicar con sensei?
—En eso estoy — contestó incomodo.
Dejó el vaso sobre la mesa frunciendo el entre ceño al escucharlos hablar —¿Acaso…?
Tori se levantó y se dirigió a la salida.
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Le pasó la tasa con algo caliente al mangaka y enseguida se sentó al frente sin decir una palabra.
—Etto… g-gracias Yuu, la verdad pensé me congelaría — comentó al sentir el incomodo silencio que se había formado desde hacia varios minutos.
—Está haciendo mucho frío, no entiendo cómo es que saliste así como así —dijo con algo de indiferencia.
—Lo siento pero no pensé que la temperatura fuera a bajar tanto — sonrió pero al notar como el rostro de Yuu no mostraba ningún tipo de emoción, bajó su mirada dejado de sonreír.
—Y bien, ya que parecías querer congelarte y enfermarte supongo que quieres decirme algo importante, ¿no?
El mangaka lo miró entre confundido y nervioso.
—¿Necesitas ayuda con tu manga? ¿De eso se trata Chiaki?
—N-No… — susurró mientras negaba con su cabeza —, ya sé que no deseas trabajar más conmigo y no quiero obligarte.
El asistente tomó aire y se cruzó de brazos. Estaba más dolido que molesto y aunque ser duro con Chiaki era lo más difícil del mundo, se había prometido ser fuerte y no dejar que esa relación le siguiera afectando.
—Yuu… perdóname…
Sus ojos rojizos se abrieron al escucharlo y ver arrepentimiento y dolor reflejados en el rostro de quien había sido su amor por tanto tiempo.
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—Y entonces así aprendí a calmar la depresión a una de mis mangakas — rió Mino haciendo un esfuerzo por distraerse y no comenzar a imaginar cosas —, luego de eso jamás volví a sufrir retrasos con sus storyboard.
—Tienes suerte — complementó Kisa mientras que Takano solo bebía y acariciaba la pierna de Onodera con disimulo por debajo de la mesa.
—Ah… jajajaja c-comprendo — dijo tratando de pasar por alto las caricias.
Sin poder aguantar más Hatori terminó de un sorbo el contenido del vaso — con permiso pero debo retirarme ya.
—¿Tan pronto?
—Sí, debo arreglar un pequeño e insignificante asunto — respondió con seriedad y molestia en su forma de hablar y mirar —, que pasen buena noche. Feliz Navidad a todos.
—Ojala no lo mates, no vayas a ser tan duro con… — la vibración de su celular no lo dejó terminar de hablar. Luego de refunfuñar sacó el aparato de su bolsillo notando que su novio como siempre le había enviado un mensaje.
****Shouta-san, ya está listo todo para el viaje de mañana a Sapporo y ya llegué al lugar donde dijiste estarías, vamos ya. Te amo****
—¿Ya está aquí? — preguntó en un murmullo.
—¡Shouta-san! — exclamó desde la puerta haciendo señas con su mano mientras se acercaba a donde estaban los doncellas, respondiendo la pregunta.
El editor bajó su mirada sonrojándose hasta más no poder mientras sentía la mirada de sus compañeros de trabajo puestos en él.
—Buenas noches — saludó con entusiasmo.
—Buenas noches Yukina-san — saludaron los editores, quienes ya conocían al vendedor por cosas del trabajo y de ir a la librería, y de igual manera tenía algo de conocimiento sobre la relación del Kisa con él.
—Siento molestarlos pero…
—Yukina... — interrumpió tomando sus pertenencias rápidamente y le levantándose — con permiso me retiro ya. Feliz Navidad a todos y Feliz Cumpleaños Takano-san, pásenla bien — dijo al tiempo que agarraba a su pareja por el brazo — no vemos en unos días, adiós — se despidió llevándoselo a arrastras como pudo.
—¡Espera Shouta-san! Yo también quiero despedirme — se quejó mientras que el editor lo sacaba del lugar —espera…
—¡Cállate! Y deja de llamarme por mi nombre.
Los tres editores siguieron de cerca sus movimientos hasta perderlos de vista, para continuar bebiendo.
—¡Takano-san quieres dejar de molestarme! — gritó apartando la mano de editor de un manotazo y mirándolo molesto —¿por qué no entiendes que no te amo?
—No te creo — dijo con seguridad.
—¡Agh! déjame en paz y deja de ser tan persistente.
Antes de notarlo la pareja comenzó a discutir haciendo que el castaño sintiera que sobrara en ese lugar.
—Takano-san porque no…
—Porque ya te lo dije, haré que vuelvas a decir que me amas.
—Bueno, creo que lo mejor es que me vaya, ustedes tienen mucho que discutir y no quiero ser un impedimento para eso, que tengan una feliz navidad, permiso — dijo, para luego irse tan rápido de ese lugar.
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—No eres tú quien debe pedir perdón — señaló luego de uno momento de silencio —, tú no has cambiado, siempre me llamas, me buscas, preguntas como estoy… — suspiró mirando algún punto en el piso — en cambio yo evito llamarte, buscarte, te evito de mil y una formas, te he dejado abandonado en más de un momento en el que sé, que has necesitado mi ayuda con desespero.
Chiaki lo miró con tristeza.
—Perdóname tú a mí, soy un pésimo amigo…
—No Yuu, tú no has hecho nada malo, la culpa es mía, soy un insensible, un torpe… siempre fuiste tan especial conmigo. No quise lastimarte.
Lo miró sorprendido. Desde lo ocurrido en aquella ocasión donde le pegó jamás habían hablado respecto a ello, ambos parecieron seguir como nada o bueno Chiaki, él tomó todo como si hubiera sido solo una broma, algo pasajero, mientras que Yuu si cambió un poco, trató de comprender el porqué no lo había escogido a él llenándose de resentimiento, de más resentimiento por el editor, sus sentimientos por Yoshino continuaron pero cada vez era más doloroso y triste el convivir con él y con su amor no correspondido.
—No debí golpearte, tomé mal las cosas, yo se que solo estabas jugando y yo no lo entendí, perdón — bajó la mirada —, se que por eso cambiaste y te alejaste.
—¿Juego? — preguntó con dolor en su mirada para luego sonreír — claro, era solo eso, un juego.
—Quizás no lo merezco pero eres mi mejor amigo y no deseo que eso cambie.
Suspiró — tienes razón… somos amigos y a pesar de todo siempre lo seremos, nada va a cambiar ese tipo de sentimiento.
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Iba saliendo de la estación con rumbo a la casa de Yanase. Había tratado de evitar pensar en esa clase de cosas que solo le hacían daño y lo angustiaban, pero necesitaba verlo, para calmarse, para no sentir que otra vez Yoshikawa-sensei era una amenaza en su camino por ganarse el amor de Yuu.
—¡Ay! que molesta — se quejó de repente al sentir la vibración de su celular una vez más — ¿cuánto más piensas insistir? — preguntó una vez contestó la llamada.
—[Ola Kanade, gracias, si yo estoy bien — rió — cálmate, no te enojes que no lo hago de mala]
—Entonces porque me llamas tantas veces, ya dije que no iría, gracias por la invitación adi…
—[¡Oye espera!, no cuelgues — suspiró —ya sé que hice mal en visitar a tus padres pero es que debía hacerlo, después de todo, ellos se portaron tan bien conmigo el tiempo que fuimos novios y bueno son casi vecinos de mis padres. A demás de que te preocupas si ellos saben que tú y yo no somos nada y nunca lo seremos, amargado.]
—Gracias, tan considera y tierna Ai-chan — dijo con sarcasmo —, ahora si me permites debo colgar.
—[Ay Kanade, eres estresante. No hagas esto por mí, sino por tu madre, ella solo desea verte, ¿hace cuantos años que no pasas navidad con ella?]
—Tengo que trabajar Ai, mejor… ya que tienes la oportunidad de pasar estas festividades junto a ella cuídala y dile que gracias por todo pero que me entienda, igual trataré de visitarla próximamente — aseguró.
—[Kanade, dime la verdad, tú no vienes porque vas a estar con esa persona que tanto quieres, ¿cierto? — preguntó con malicia]
—Quisiera decirte que sí, pero la verdad no lo creo — indicó deteniéndose frente a la casa de Yuu.
[—Deberías dejar de ser tan pesimista, sé sincero y dile lo que sientes — comentó con tristeza —, no sabes lo que hubiera dado yo por haber logrado ser esa persona que tanto amaras]
—Ay no comiences, ya lo hemos discutido, perdóname por ser un idiota contigo.
[—No te molestes, yo entiendo todo y está bien. Mejor arregla tus cosas y hablamos después, adiós]
—Adiós — colgó y se encaminó a la puerta o eso pretendía.
—Gracias por todo Yuu — dijo abriendo la puerta haciendo que el editor retrocediera rápidamente y se escondiera detrás de los arbustos —, enserio que valió la pena el venir así sin pensarlo — sonrió mientras que detrás suyo aparecía su amigo correspondiendo su sonrisa.
—No es para tanto, como dije es un sentimiento que no cambiará.
—Jajajajajaja cierto, cierto.
Poco a poco sintió como la ira y los celos se hacían presenten — ¡maldición! — exclamó en su mente — era verdad… estaban juntos.
—Espero verte pronto, enserio extraño trabajar contigo y compartir tiempo contigo, como en los viejos tiempos.
—Tienes razón, yo igual Chiaki. Ahora será mejor que te marches, hace mucho frio y no deseo que te enfermes — comentó tratando de actuar con naturalidad.
—Como odio a ese tonto — suspiró apretando los puños, analizando toda la escena.
—Oh… eh… s-si, a demás T-To… — sus ojos se abrieron como platos con solo recordarlo –, te llamaré después, feliz navidad Yuu, adiós.
—Feliz Navidad Chiaki, pásala bien y cuídate — con una mirada y una sonrisa triste se quedó viéndolo mientras se alejaba.
Negó con su cabeza sin dejar de mirarlo, saliendo de su escondite al notar que por fin estaba solo— si, es una verdadera lástima que haya tenido que irse Yanase, comprendo tu gesto.
Sobresaltándose ante la repetida apareció del editor justo detrás suyo y sintiendo escalofríos al escucharlo susurrarle esas palabras cerca de su oído, lo miró con sorpresa dando un brinco apartándose —¡M-Mino-san! — gritó, para topar sus ojos con una expresión que nunca antes había visto en él.
Continuará...