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Navidad por camusita_de_acuario

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Notas del fanfic:

bueno felices fiestas a tod@s,

Notas del capitulo:

 

 

 

 ya saben los persoanjes no me pertenecen solo lus uso para mi entretenimiento

 

“” diálogos

‘ ‘ pensamientos

( ) Comentarios

<< >> énfasis

Subía y bajaba los lentes sobre su cabeza; se encontraba en demasía aburrido.

Degel se encontraba como siempre haciendo reportes para el patriarca, investigando <>, eso era lo que siempre le decía.

Su mirada paseó por todo el templo, sólo libros a su alrededor, ya no sabía que hacía siempre en aquel templo, si todas la veces que iba, le decía que no hiciera ruido, que no tocara nada de sus investigaciones… Estaba siempre ahí por que quería verle, estar con él.

Dejó los lentes en una mesa cercana a él; sobre ella había un libro de tapas verdes, algo llamativo. Miró detrás de él para cerciorarse  de que no lo viera.

‘Navidad’ por lo menos estaba en griego, entendía lo que decía, no como los otros libros.

Aquel libro atrapó su atención, describía con detalle, como se festejaba ese día, parecía que todo era felicidad…

Cerró el libro de un solo golpe, ellos jamás habían tenido algo así, siempre habían entrenado, toda su vida dedicada a proteger a su Diosa, para ello habían nacido, morirían por ella.

Volteó a ver a Degel, ni imaginar que podían hacer algo así, ese ratón de biblioteca nunca dejaría sus libros, no entendía que le veía, no, no entendía por que lo amaba tanto, si siempre que iba terminaba siendo ignorado.

Suspiró amplio ya no había nada que hacer ahí, su día perdido, tenía la esperanza de que terminara pronto, o que se diera un tiempo para estar con él, era mejor irse a su templo; salió de ahí sin despedirse, solía hacerlo, era una señal de molestia; quizá un tipo <> pero a veces era en vano.

 

Notó cuando salía de su templo, le dolía verlo así, pero siempre le había dicho: primero los deberes, que más quería él dejar a un lado aquella información y estar con él, sabía que su relación se había vuelto rutinaria, empezaba el día con entrenamientos, subía a su templo a continuar con los encargos del patriarca, investigación tras investigación, no tenía un lapso muy grande de descanso entre libro y libro. Llegaba Kardia a verlo, sólo un corto beso en los labios, le pedía que no tocara nada, sabía que lo hacía por diversión y quizá un tanto por llamar su atención, pero si quería que terminara pronto no debía de quitarle el tiempo.

Continuaba con un Kardia aburrido, a veces sólo hojeaba un libro, lo cerraba,  se quedaba sentado o solo dormía.

Eran contadas las veces que terminaba pronto y podía dedicarse a él, era la mejor parte del día, se iban y se encerraban en la habitación, demostraban su amor cuantas veces aguantara el cuerpo.

 

Aquellos pensamientos inundaban la mente del peliverde, le angustiaba el hecho de que algún día Kardia se aburriera de aquella rutina y sin más se alejara de su lado, no podía obligarle a llevar el mismo ritmo de vida que él tenía.

Se levantó de su sitió ya casi había terminado, pero ahora ya se había ido cada vez tenía menos paciencia el peli-azul.

Buscó asiento cercano a la mesa dónde solía colocar sus lentes, miró aquel libro que estaba en ella, ese libro lo tenía Kardia leyendo.

Creyó que no se dio cuenta, pero siempre lo tenía vigilado, por decir una palabra.  

“Quizá esto es lo que quieres…” –mencionó para si.. sería difícil tener algo así, más cuando nunca en su vida la había festejado.

Dejó el libro en su lugar, intentaría hacer algo así para Kardia, seguro sería una sorpresa agradable.. “pero esta molesto” –cuando se iba de su templo sin despedirse no le hablaba en días.. pasaba bastante tiempo para que se le pasara en enfado y regresaran a su monotonía.

“bien, puedo intentarlo”  -con la misma aura que lo caracterizaba, terminó el trabajo y descendió por los templo para hacer algunas compras en el pueblo.

Cuando llegó al templo del escorpio, suspiró amplio, tomó la misma actitud de siempre, no pidió permiso para pasar, simplemente lo hizo, aunque notó al dueño sentado en una esquina de su templo, no le miró  no cruzo palaba alguna con él, en ese momento no valía la pena hacerlo.

 

Antares parpadeó un par de veces, había pasado por ahí y ni una mirada.. apretó los puños con furia, había sentido su cosmos descender, por lo menos esperaba una disculpa o algo, no pensaba hacerse el difícil…

Molesto solo flexionó las rodillas para abrazarse así mismo, le dolía la actitud tan fría del otro, sabía que él no tenía el carácter más dulce del mundo pero ponía lo mejor de su parte para que la relación funcionara.

 

Había hecho lo correcto?, si se detenía a hablar con él se arruinaría el plan que tenía, sabía que le había dolido al otro, sería tanto su enojo que saldría a sacar su furia entrenando.. era la ventaja de conocerlo bien, sabía cómo iba a reaccionar.

 

Solo le bastaron un par de horas   para comprar lo necesario, todo iba de acuerdo  a su plan, sólo había un pequeño detalle.. “bien Degel, tu no tienes idea de como cocinar” –suspiró mientras subía de nueva cuenta a su templo, hubo ocasiones especiales, donde Kardia había cocinado para él, el bicho sabía muy bien cocinar, pero el no tenía ni la mas remota idea, bien ya encontraría una solución a su problema, o siempre hay una primera vez para todo.

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Tirado en el piso, así podía verse el siempre perfecto caballero de Acuario, había terminado rendido, cómo era que las personas disfrutaban de ello, había tenido que ordenar su desastre de libros que tenía en la parte principal de su templo,  adornar.. aunque no había sido la gran cosa pudo poner alguno que otro adorno para que le diera el toque navideño, y lo peor que había hecho era cocinar, que horror en su vida lo volvería hacer..aunque esperaba que a Antares le agradara lo que había hecho, no tenía muy buen aspecto que digamos.

Ahora ya faltaban un par de horas para la celebración, en ese lapso de tiempo debía arreglarse e ir por escorpio, eso sería la parte más difícil, sabía que el perdón no le sería otorgado tan fácil.. pero bien no había echo todo eso para que el otro se pusiera sus moños.

Descendió hacía el coliseo, había sentido el poderoso cosmos de su compañero ahí, seguro cuando lo viera lo ignoraría, y si le hablaba comenzaría una disputa, pero esta vez sólo.. no, no sabía cómo convencerle..

 

Al llegar sólo carraspeó un poco.. aunque en su mente había ensayado cómo llegaría, ahora ver al escorpio tan furioso ..

“Kardia”..-mencionó bajo, esperando a que el otro volteara para mirarle; pero eso nunca pasó, vil mente fue ignorado..  “Kardia” –repitió, pero ahora con un tono de voz más alto..  “tenemos que hablar, no me puedes ignorar toda la vida”.

Se detuvo de golpe, el había tenido la culpa de que sintiera así y ahora le reclamaba.. “sólo estoy haciendo lo que tú me haces” –mencionó sin mirarle, solo se había quedado quieto, luchaba por que las lágrimas no escaparan de sus azulinos ojos.

Bien eso había dolido.. “lo siento, no quise hacerte sentir mal, pero ahora necesito que me acompañes” – se acercó con lentitud a él, sabía que estaba llorando.. Se mordió el labio inferior, no quiso hacerlo sentir mal, no, no a él, era lo más importante y hermoso de su vida.

Lo sujetó de la cintura, pero el forcejeo empezó, le costaría trabajo y mucho..

“no quiero ir a ningún lado contigo, estúpida rata de biblioteca” –la voz comenzaba a entre cortarse, odiaba que siempre perdía el control al verlo..

 

No tuvo más opción que tomarlo por la fuerza y cargarlo en su hombro cómo vil costal de papas, si trataba de seguir hablando con él no llegaría a ningún lado, podían discutir por días enteros.

Aunque el peli-azul pataleara, gritara, no le soltó, el camino sería largo así… Aunque en el fondo le parecía un tanto adorable, verlo así tan frágil…sólo él tenía la fortuna de conocer ese lado, y no sólo el sádico cómo muchos lo veían.

 

Al llegar a su templo, le bajo..  tenía que hablar, decir algo, la cara de sorpresa de Kardia al ver eso le había hecho sonreír.

“si no te hable hace unas horas, era por que no quería arruinarte la sorpresa”..  –se agachó lo suficiente para besar la mejilla de su amante; de paso limpió aquellas lágrimas que aun derramaba..  “Feliz navidad Kardia,  no se mucho de esto, pero trate de hacer lo mejor posible, este día es especial, y solo quería pasarlo a tu lado, aunque la comida no tenga buen aspecto ^^  me esmeré”

 

Aún no salía de su sorpresa, había hecho todo eso por él..  Sonrió al ver todo,  eso era mucho..  nunca había tenido una navidad.. pero ahora..

Solo pudo abrazarlo, tenía las emociones a flor de piel, palabras correctas no podía formular.. Atrapó sus labios en un dulce beso, solo un roce suave, quería transmitirle todo lo que sentía en ese momento.

Se separo con lentitud de él “tonto..” mencionó divertido.. “esto es mejor de lo que pude desear, la primer navidad y la tengo con la persona que más amo en este mundo” –sujeto su mano para tirar de él y caminar hasta el sofá.

Dejó que se recostara para sentarse sobre él..  “yo no tengo un regalo de navidad para ti, jamás creí que esto llegaría a pasar” –decía mientras comenzaba un movimiento lento de cadera, dejando que ambos miembros se frotaran sobre las prendas..

 

El peli-verde sonrió amplio “no lo necesito, por que él mejor regalo hace tiempo me que lo has dado”- hizo un pequeña pausa; sus dedos paseaban por el cuerpo de otro delineando cada detalle de ese cuerpo, se adentraba bajo las prendas, quería sentir el calor que derretía a su cuerpo.. “lo mejor que pudiste darme, es el tenerte a mi lado.. te amo Kardia” …

 

Un sonrojo ponderoso se presentó en su rostro.. pero no podía dejar de sonreírle.. “también te amo”..

Las prendas fueron despojadas, caían una a una, intercaladas con besos furtivos.. 

Degel sujetó la cadera de su amante; elevándola lo suficiente, su miembro ahora erecto rozaba la apretada entrada, frotaba repetida veces antes de entrar por completo en él.

Aquellas paredes internas le apretaban de forma deliciosa; no se movió en minutos, solo contemplaba el perfecto cuerpo de Antares.. “Kardia… esto era lo último que teníamos que hacer, era después de la cena” –río  ante el reclamo, el también ansiaba tenerlo de esa forma, pero solo era para distraerlo un poco del dolor..

“si era para el último debiste detenerte” –dijo de igual forma divertido mientras colocaba sus manos sobre el pecho del otro; con ello esperaba darse el suficiente impulso para iniciar un vaivén, uno al principio lento; aunque ya lo habían hecho no dejaba de serle incómodo, Degel era grande…

Cuando subía el empujaba para llegar a aquel lugar tan anhelado, quería escucharle gemir alto, solo para él.. Solo espero unos momentos más para aumentar aquel ritmo,  entraba y salía al ritmo del otro, lograba con la punta rozar la próstata, sabía que daba en el punto exacto cuando los gemidos de su amante eran más altos…

“ahh..ahh Degel.. ahh” –no podía dejar de gemir ante cada estocada, Degel conocía a la perfección  su cuerpo..   

 

Pronto los espasmos del orgasmo llegó a su espinal dorsal, recorriendo esta en forma de chispas electrificantés..

“ahh..ya.. ya no resisto”- se dejó caer sobre el pene del peli-verde, apretando su recto al liberarse sobre ambos vientres, un orgasmo algo explosivo..

El sentirse apretado le hizo liberarse dentro del otro; su respiración agitada y su cuerpo perlado, detonaba el cansancio que le había producido..

“ahh Kardia…”-

 

Con lentitud salió de su cuerpo, dejando que recostara sobre el suyo, entrelazó sus dedos en la cabellera azulina, acariciando esta .. No había duda alguna de que le amaba.

“feliz navidad Kardia”

“feliz navidad Degel”

 

 

 

 

Notas finales:

espero les haya gustado!


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