El año había pasado realmente rápido y muchas cosas habían sucedido en la familia musical más disfuncional de todas, Mblaq.
Habían regresado con un nuevo mini álbum y éste tuvo mucho éxito dentro de las A+, cosa que los tenía bastante contentos. Además cada integrante tuvo sus propios proyectos durante todo el año 2012.
Sin que ellos mismo se dieran cuenta, ya estaban cerca de navidad y aquel ambiente se iba tomando la casa cada vez más gracias al maknae. Mir amaba esta festividad y según él, aún creía en Santa Claus por lo que era el más esmerado a la hora de armar el arbolito y decorar la casa; el resto de los integrantes lo dejaba ser. Les gustaba que el chico aún conservara ese espíritu alegre de la navidad, además, se divertían viendo como el chico luchaba con las luces malas y los adornos que no se veían bien en el árbol. Joon, se preocupaba de ayudarlo en cuanto podía con los adornos e intentaba evitar que Mir durmiera en el balcón esperando al gordinflón en traje rojo. Ambos se preocupaban el uno por el otro y había sido así desde que se habían conocido, a pesar de que Joon lo molestaba casi todo el tiempo, al maknae no le importaba y menos le importó cuando empezaron a salir los dos.
Esta sería la primera navidad en que todos estarían juntos ya que en años anteriores, todos habían ido a sus casas, o habían tenido conciertos, o tenían horarios separados. El más feliz con todo esto era Mir; él acostumbraba a ir a su casa para las festividades, pero este año él había hecho una excepción y quería estar con todos.
- !Yeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeey! – Mir saltaba por toda la casa gritando en la mañana – Hoy es… ¡VISPERA DE NAVIDAD! Comenzaré a hacer esto, debo envolver algunas cosas, ¿Quién cocinara?, Debo llamar a mamá para preguntarle cosas… Será una hermosa navidad junto a todos – El maknae estaba demasiado ocupado haciendo su lista mental cuando entró a la sala y se encontró con 4 maletas perfectamente hechas, cosa que sorprendió al maknae. Y luego se sorprendió aún más al ver quienes eran los dueños de esas maletas.
- Lo siento Miru… - Seungho estaba terminando de arreglarse la chaqueta – pero mi familia me llamó a ultima hora y debo correr… El próximo año ¿Vale?
- Oh… no te preocupes Hyung. Yo… lo entiendo –
- ¡NOS VEMOS EL 26 MIRUUUUU! - El líder le acarició el cabello al maknae y salió por la puerta gritando
- Miru, culpa de esto al manager – G.O sonreía cálidamente – tengo una sesión de fotos en Jeju hoy y mañana… me acaba de avisar – El peludo compañero le dedicó una sonrisa y salió detrás de Seungho
- Thunder… ¿Tu también? –
-Si… - Thunder asintió – Verás, mi hermana se lastimó y debo ir a ayudarla… además, no quiero dejarla sola… lo siento Mir – Thunder salió por donde mismo habían salido G.O con Seungho.
Pero aún quedaba una última maleta y Mir no quería pensar sobre su dueño, por lo que se sentó en el balcón y se quedó mirando al vacio durante un rato, hasta que sintió unos calidos brazos rodeándolo.
- Miru... – dijo Joon apoyando su cabeza en los hombros del menor
- ¿Tienes deberes con tu esposa? – Mir siguió mirando hacia un punto desconocido, sin reaccionar
- Si… me llamaron anoche, que debíamos tener una cita navideña los dos - Joon lo abrazó más fuerte – Al parecer a las fans les gustaría eso…
- No te preocupes, lo entiendo –
- Ven, entremos que hace frio – Joon se puso delante del maknae y se dio cuenta de que estaba llorando
- Miru… yo…
- No te preocupes, en serio… - Mir intentó secarse las lagrimas pero estas seguían cayendo por sus mejillas.
- Cancelaré todo lo que tengo que hacer, eres más importante que ella – Joon abrazó nuevamente al maknae fuertemente
- No Joon, debes ir… es trabajo, pero… ¿te quedarías un momento más junto mí antes de irte?
- Claro tontito, llamaré y diré que llegaré más tarde. Pero entra, que cogerás un resfriado.
Mir se secó las lágrimas y entró con su novio a la casa. Ya que ninguno sabía cocinar fueron al supermercado y compraron comida preparada. Se veían como una pareja de recién casados, salvo porque los dos eran hombres.
En el lugar se encontraron con muchas fans adolescentes que amaban que ellos dos estuvieran saliendo. No sabían como había sucedido pero la relación que ambos tenían ya era algo así como un secreto a voces, todos los sabían, pero nadie confirmaba nada. Aún así, los chicos no se molestaban en ocultarse cuando estaban en público, ya que cuando todo había empezado, habían decidido ser sinceros el uno con el otro en cualquier lugar.
Llegaron a casa y Mir fue a intentar preparar la comida que sólo consistía en meterla al microondas, mientras Joon ordenaba la mesa. Comieron felices, solos como nunca lo estaban, pudieron conversar tranquilos, reírse lo más fuerte que podían. Aunque llevaran años de que estaban juntos, aún parecía que eran una new couple, todo era divertido entre los dos.
Pero como todo lo que empieza debe terminar, Joon se levantó y se acercó al maknae
- Miru… ya debo irme, se me hará tarde – Joon le dio un beso y se levantó, pero Mir le agarró la mano fuertemente. Aunque sabía que Joon debía trabajar, el maknae no quería que él se fuera aún. No quería quedarse sólo en navidad, ni menos toda la tarde.
- Joon… yo… - Mir no pudo más y lo besó en los labios. El mayor respondió el beso y abrazó al más pequeño, sabía que esto le significaría un retraso pero no le importaba.
Mir comenzó a arrastrar al mayor al sofá que estaba cerca y lo dejó encima de si, sin cortar el abrazo que los unía. No quería que Joon escapara, no en ese momento.
El mayor comenzó a besar al maknae con más lujuria a medida que iba pasando sus manos por debajo de la camisa de éste, logrando desabotonarla por completo, dejando aquella piel trigueña al descubierto, aquella piel que tanto le gustaba, aquella piel que lo llamaba cada noche. Joon lo quedó mirando por un momento, pero Mir de inmediato lo atrajo hacia sí mismo y mientras lo besaba se subió encima del mayor. Comenzó a desabotonarle la camisa a medida que iba besando aquel cuerpo perfecto y marcado, como amaba a ese hombre.
Tiró la camisa lejos y sintió un bulto que iba despertando poco a poco en el cuerpo del mayor, por lo que el maknae bajó lentamente y acarició la entrepierna del mayor por encima de los pantalones juguetonamente.
-Mir…. No… seas…malo… - Joon estaba preso de las acciones de Mir, pero le gustaban los juegos del maknae.
- ¿Yo? – El chico desabrochó el cinturón del mayor
- No soy malo – Bajó el cierre del pantalón
- Sólo, me gusta jugar un poco – Le sacó los pantalones coquetamente
- Mir… fchsbfcs malvado –
Mir siguió acariciando lentamente la erección del mayor por encima de la ropa interior por un rato, de arriba abajo, lentamente, rozando, no tocando. Mir sabía como hacer que Joon se excitara y lo estaba logrando, sin duda.
Joon no aguantó más y tiró a Mir por lo hombros nuevamente arriba del sofá para quedar él encima.
- Ahora… me toca a mi – Joon comenzó a atacar el cuello del maknae. Besandolo y mordiéndolo a medida que iba bajando, le gustaba dejarlo marcado. Mir era de él, y de nadie más. Al llegar a sus pezones se detuvo y los lamió lo suficiente como para que el cuerpo del maknae comenzara a reaccionar. Jugaba con su lengua, la movía en círculos, mordía los pezones del mas chico, volvía a lamer. Luego bajaba más y más hasta encontrarse con aquel molestoso pantalón, él cual desapareció en conjunto con los bóxers del menor.
Y ahí lo tenía, tenía a aquel bello hombre desnudo frente a él, sin duda tenía la mejor vista que cualquier persona podía tener. Siguió recorriendo el cuerpo del maknae, reconociendo cada rincón que escondía, iba descubriendo todo a su paso, era imposible que hubiera algún secreto.
Al llegar a la entrepierna del chico, Joon comenzó a jugar con ella, pasando su lengua por toda la extensión, moviéndola en círculos en la punta, apretando la base con la mano. Se detuvo y miró a Mir, la vista seguía siendo perfecta. Tenía a su dulce amante preso de las caricias que él mismo le daba, estaba sonrojado a más no poder, intentaba ocultarse con sus manos pero le era imposible porque intentaba aferrarse a alguna cosa. Joon ya no aguantó mas y tomó al maknae por sus muslos y lo atrajo a sí mismo, verlo sonrojado de esa manera lo excitó aun más y no iba a dejar que pasara más tiempo.
Mir abrió un poco más sus piernas y dejó entrar a Joon por completo dentro de él. Le dolió como nunca antes, pero no le importó. Mir, atrajo a Joon hacia su cuerpo y comenzó a besarlo para distraerse un poco del dolor. Inconscientemente, el maknae comenzó a moverse por si mismo buscando más placer del que ya tenía. Joon entendió y empezó con movimientos lentos para luego ir poco a poco acelerando el ritmo. Ambos cuerpos se movían en sintonía, al mismo tiempo, los dos se compenetraban demasiado bien, aunque Joon cambiara el ritmo, el maknae lo seguía y así. Cuando Mir sintió que el climax se acercaba, buscó la boca de su amante con desesperación. Se aferró a su cuello y cruzó sus piernas en las caderas del mayor y ambos llegaron al esperado orgasmo entre besos llenos de pasión.
Joon se quedó un momento dentro del maknae, aún abrazado a él. No quería soltarlo, y Mir a su vez, tampoco lo soltaba. Siguieron besándose pero ahora eran dos tiernos novios que se querían, sonreían entremedio de aquellos juguetones besos, jugaban con sus narices, Joon besaba a Mir en la frente y Mir lo acercaba más y más.
En medio de aquella romantica escena, el teléfono de Joon comenzó a sonar y se dio cuenta de que ya era muy tarde. Debía irse, aunque no quisiera. Rapidamente se vistió, le dio un beso al maknae y salió casi corriendo de la casa.
Mir se percató de que ya eran las 7 de la tarde y que era imposible que todos volvieran antes de las 12 por lo que se vistió lentamente mientras buscaba el olor de Joon en el sofá, y ahí estaba, aquel aroma que tanto le gustaba y que tanto lo llamaba cada día.
Se tapó como pudo y se quedó dormido, con la sensación de que Joon estaba con él aún.
Luego de un par de horas, Mir se despertó sobresaltado por un fuerte golpe en la puerta. Aún adormilado vió el reloj y eran las 10.50 de la noche, miró hacia la ventana y aún nevaba.
- Al parecer será una solitaria navidad – Al ver que los golpes en la puerta no se detenían, se forzó a él mismo a levantarse a abrir la puerta. Vió por el pequeño visor y sólo vió algo rojo, pero de todas formas abrió la puerta.
Tal fue su sorpresa cuando vió entrar por la puerta a Seungho, que traía un inmenso y obeso Santa Claus en sus manos.
- Seungho!! ¿Qué haces aquí?
- No es obvio… tenía que comprar esto, pero lo vendían lejos… por eso tuve que salir temprano.
En eso, aparecieron G.O junto a Thunder con miles de adornos y regalos más
- ¿¿Y ustedeeeees?? – Mir aun estaba medio dormido, pero esta era la mejor sorpresa de navidad de su vida
- Bueno… no habíamos comprado ningún regalo, asique teníamos que hacerlo hoy…
- Y bueno yo… también tenía que comprar regalos – dijo una voz familiar desde la puerta
- ¡JOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOON! – Mir ya no podía contener su felicidad y salió corriendo a abrazar a su novio – Y esa llamada que recibiste… ¿Quién era?
- Bueno, no tenía deberes con mi esposa… pero si en una joyería.
- ¡¿Joyería?! – los 4 chicos saltaron al unisono al escuchar esa palabra
- ¡Bah! Eso es entre Mir y yo…
- Hahahahaha, Por dios…. Entonces ¿Cocinamos? – Seungho se había puesto su delantal rojo y movió las pinzas como un cangrejo, él cocinaría el día de hoy.
G.O y Thunder dejaron los regalos debajo del árbol y comenzaron a ordenar todo. Joon aprovechó todo el alboroto y se llevó a Mir a la habitación que compartían. Ahí ambos chicos se sentaron en la cama y luego Joon se puso delante de él.
- Si, somos hombres. Pero eso no me impide amarte como lo hago… Y sin duda quiero estar contigo, incluso después de que Mblaq se disuelva…
- No me casaré Joonie – Mir rió de forma alegre y a Joon se le puso la cara colorada, pero de una u otra forma siguió
- No quiero que te cases… sino, que me prometas que siempre estaremos juntos – Joon estaba serio, cuando sacó un anillo de plata de una pequeña cajita.
- Eso no hace falta… sabes que siempre estaré contigo - Mir tomó ese anillo y se lo puso en el pulgar de su mano izquierda. Lo miró y sonrió. Estaba feliz, mucho más que cuando comenzó a salir con Joon.
El maknae se levantó, besó a Joon en la nariz y salió por la puerta gritando como siempre lo hacía, aunque esta vez… en versión villancicos y con su inglés paupérrimo.
- ¡I WANNA WISSSSHHH YOU A MEERRYY CHRISTMAAAAS AND A HAPPY NEW YEAAAAAAAAARSH!
Todos escucharon y rieron a mas no poder, sin duda el inglés del maknae era el peor que podía existir, pero los alegraba siempre.
- Será la mejor navidad de toda la vida – pensó Mir antes de sentarse a cenar.