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No saber de ti por maxi anime

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Notas del fanfic:

Declaimer:

Los personajes de The Prince of tennis pertenecen a Takeshi Konomi

No gano nada de dinero con este fic

El fanfic lo comenze ayer a las 6 pm,  despues de una votacion en mi facebook donde los que estaban presentes votaron por que hiciera un fic, ya que no tenia a mano mi pc, y salieron 3 parejas ganadoras (triple empate aunque no habia mas parejas para votar)

Aqui el primero de los tres fanfics 

Nadie me habla de ti, sin embargo te extraño,
no me resigno a olvidarte aunque pasen los años.
Que será de ti, por donde andarás,
a que distancia te encuentras de mi soledad.

Desde que se habían graduado los de último año Akaya Kirihara no había sido el mismo. Se tomaba sus responsabilidades como el Buchou del equipo en su ultimo año muy enserio, quería hacer sentir orgulloso a sus antecesores, el Buchou Yukimura Seiichi y el Fuku Buchou Sanada Genichirou. Era un capitán orgulloso, exigente, amable, que quería lo mejor de sus jugadores, lo mismo que Yukimura y Sanada le habían enseñado, confiaba ciegamente en sus compañeros y en los miembros del club, las victorias eran cosa común, el Rikkai seguía siendo el rey en las canchas aunque no del todo.

Pero dentro de Kirihara había un gran vacío producido por la graduación de aquellos que fueron sus amigos, aquellos de tercer año cuando el estaba en segundo. Extrañaba las bromas de Nioh, los consejos de Yagyuu, la amistad de Jackal, la arrogancia y extremismo por el dulce de Marui, los regaños de Sanada, la amabilidad y capacidad de liderazgo de Yukimura, pero por sobre todo extrañaba a su tutor, a aquel que amaba a Yanagi.

No sabia nada de ellos desde que se habían graduado, sabía que estaban estudiando en la sección de preparatoria de la universidad de Rikkai, que estaban en el club de tenis, pero no sabia mas nada.  Las entradas de la preparatoria eran distinta a la de al secundaria, por lo que era imposible que se los cruzara ya fuera en la entrada a la institución.

Había intentado verlos en los lugares donde los frecuentaba, esperar a Nioh y Yukimura en los jardines de la terraza, pasar a dar vistazos cortos por los salones de Kendo donde Sanada solía practicar o por la cocina del club de repostería para ver si Marui estaría allí, pero nunca los cruzaba. La biblioteca, el salón de estudios, la sala de computo e incluso la enfermería, pero nunca los cruzaba siquiera.

Que el los extrañaba era algo que nadie podía negar, que quería cuanto antes pasar a al preparatoria no era novedad, todo por querer ver de nuevo aquellos, sus verdaderos amigos. Pero mientras, durante aquel año, los extrañaba y esperaba que lo recordaran.

. Como quisiera saber si es que aún me recuerdas,
si has preguntado por mi, si te duele mi ausencia.
Que ha cambiado en ti, y en tu corazón,
como ha seguido tu vida después de mi amor.

Cierto día caminando de nuevo por los lugares donde el hacia rutina paso por la tienda de Ramen Kuwuhara, vio al mitad brasileño con varias bolsas en las manos ayudando a su padre a bajarlas del auto, se veía feliz, por lo que no quiso molestar y continuo su camino. Siguiendo su camino paso por una pequeña plaza, donde vio en una banca a alguien conocido leyendo tranquilamente, sonriente se acerco con la intención de saludar a Yagyuu  y luego ante sus ojos vio como el peliplata, aquel que vivía jugándole bromas un año atrás, Nioh Masaharu, se acerco por detrás de la banca y beso al de lentes, por lo que dio media vuelta para no molestarlos y se fue sonriente, no solo por lo que vio, sino porque ver felices a aquel par.

Días después en su camino al Arcade, paso por un dojo, no sabia porque había tomado ese camino, menos quería pensarla y vio la puerta entreabierta, por lo que se adentro a aquella residencia cuan ladrón en busca de su botín. Llego hasta la parte central del dojo y escondido tras una pared lo vio a aquel recto hombre, practicar con el Shinai manteniendo un perfecto dominio de sus movimientos. Quiso interferir para saludar a Sanada, pero sus intenciones fueron previstas por el peliazul, por su ex Buchou, el cual traía una bandeja con una garra de zumo y dos vasos, el pelinegro dejo a un lado la Katana de madera, se saco su Bogu y se acerco hasta Yukimura, pero en vez de ir por un vaso de zumo fue a besar al peliazul. Esa fue su invitación a salir de la casa, tranquilo y feliz al ver a aquella pareja.

Desde que no estás aquí ya no puedo encontrar,
de nuevo el sentido de la libertad,
sin ti no imagino volver a empezar,
quiero saber que fue de ti.

El no eran fan de los dulces, menos de ir a heladerías o lugares parecidos, pero aquel día decidió hacerlo, decidió caminar hasta aquella heladería reconocida por sus enormes vasos de helado.  Entro y se percato que en una mesa estaba sentado uno de sus viejos amigos, el llamado adicto al azúcar junto con Jackal, ambos reían comiendo una gran copa de helado y podía notarse que la billetera del mitad brasileño estaba ya vacía. Ambos estaban riendo y charlando amenamente, se dijo así mismo que no podía seguir ahí, viéndolos reír y menos ir a molestar, ellos ya eran de preparatoria, el aun era de secundaria, por lo que se dio media vuelta y regreso a su hogar.

-¿Los extrañas Buchou?- exclamo el chico de su mismo año de cabellos castaño oscuro y ojos de igual color.

-Cállate Taro….ve a correr.

-Buchou, no debería estar triste, a mi hermano no le gustaría verle así- dijo el pequeño peliplata de primer año.

-Masahara Nioh ve a correr veinte vueltas.

-Puri.

-Se parece al hermano- río el castaño- Si los extrañas tanto ¿Por qué no les hablas por teléfono?

-Es mucha la diferencia, ellos son de prepa…yo soy de secundaria-dijo cruzándose de brazos- Taro Minamoto…corre cincuenta vueltas.

-Es diferente sin ellos.

Desde que no estás aquí ya no puedo encontrar,
de nuevo el sentido de la libertad,
sin ti no imagino volver a empezar,
quiero saber que fue de ti.

Llego del colegio como de costumbre, subió a su alcoba y saco sus libros del colegio para comenzar a estudiar y hacer sus deberes. Ya era una rutina desde que comenzó el año, una rutina que aquel que el amaba le había enseñado bajo el lema, primero el deber y luego la diversión. Cada día le costaba menos hacer la tarea, pero al mismo tiempo menos deseos de jugar videojuegos o ir a Arcade ¿Qué era lo que le estaba pasando realmente?

Salio de su casa sin rumbo fijo, recordando al felicidad de aquellos que conocía, ahora en preparatoria, ¿Cómo lo tratarían el año entrante? Quizás ni siquiera le hablarían, tendría que volverse más fuerte para vencer a los fortalecidos nuevos demonios del Rikkai seguramente. Pero era una certeza, extrañaba verlos y pasar tiempo con ellos, había intentado llamarles por teléfono pero el miedo el rechazo por ser de secundaria lo abatió, no era que le tuviera miedo a ellos, después de todo fueron sus amigos, temía a la que le recalcaran que el era de secundaria, inferior a ellos.

Llego a una biblioteca, el lugar menos pensando donde se vio alguna vez, el lugar de dos pisos estaba revestido muy antiguamente, era una biblioteca local, con solo el material mas que indispensable. Había un gran grupo de chicos leyendo libros, estudiando e investigando. Subió al segundo  piso y se detuvo en seco, Allis vio al castaño de ojos cerrados con varios libros a su alrededor, leyendo, escribiendo, anotado.

Sentía deseos de ir a saludarlo, de decirle cuanto lo extrañaba, cuanto extrañaba sus tutorías, sus reclamos, sus sermones, sus correcciones, cuando extrañaba jugar dobles con el, que lo detuviera de su modo demonio, que le hablara con dulzura. Pero no podía, el era superior, el era de prepa y el un chico de ultimo año de secundaria. Se dio media vuelta para irse, regresar a su casa a seguir llorando haber perdido a sus amigos, esperando el año entrante poder verlos como tal y no haberlos perdido.

Desde que no estás aquí, 
sólo me habita el dolor, 
se me va la vida, sin saber de ti 
Amor.

 

Lloro al recordar la felicidad de aquellos, que el mismo se impedía interferir, cerro su puño con rabia. Que ironía que el rebelde Akaya Kirihara fuera incapaz de acercarse a quienes quería solo para no arruinarles aquellos bellos momentos que pasaban según el, mientras se ahogaba en su propio dolor, así era el. Una capa a al vista de arrogancia y rebeldía, mientras por dentro un reprimido joven que solo quería la felicidad de otros ante la suya.

-Akaya- Escucho tras de si, se dio vuelta y encontró al castaño mirándolo con una sonrisa y dos libros de gran porte entre sus manos- Akaya.

-Yanagi…Yanagi Sempai- dijo con ojos llorosos- Yanagi Sempai….yo.

-Akaya ¿estas llorando?- pregunto quedando perplejo.

-No…solo se me metió algo al ojo- se excuso pasándose las manos por su rostro y así secando sus lagrimas.

-Según mis datos, estoy seguro que en un noventa y nueve por ciento estabas llorando- exclamo dejando lo libros en una pequeña mesa que estaba a un costado.

-No, se equivoca- dijo secándose las lágrimas.

-Esas lágrimas…son noventa por ciento por mí…

-¿Qué? No es así, se equivoca.

-Tu nunca vendrías a una biblioteca y me viste…estas llorando, solo hay un porcentaje de noventa y nueve por ciento…no, es cien por ciento, de que esas lagrimas sean por verme a mi.

-Sempai- exclamo partiendo en llanto de nuevo y fue a abrazarlo-Sempai.

-Akaya...mis datos nunca se equivocan- dijo mientras lo abrazaba, correspondiendo el gesto- si lloras por mi y dada las circunstancias de nuestro encuentro es porque...

-Los extraños, el club de tenis…la escuela, no es lo mismo sin ustedes, todo ha cambiado para mí-

-Akaya…- dijo abrazándolo- Hay algo que a pesar del tiempo no ha cambiado.

-¿He?

-Mi amor por ti- le susurro dulcemente y luego le beso.

Desde que no estás aquí ya no puedo encontrar,
de nuevo el sentido de la libertad,
sin ti no imagino volver a empezar,
quiero saber que fue de ti.

 

Era el primer día en preparatorio, estaba algo seguro de que las cosas habían cambiado para mejor después de ver a Yanagi en la biblioteca meses antes. Se sentía feliz de pisar de nuevo el instituto Rikkai, esta vez entrando por una puerta diferente a la que solía entrar, la puerta de la preparatoria.

Atendió en cada clase con afán, no quería quedarse dormido y después de estas corrió a inscribirse en el club de tenis, esta vez no había manera de que le engañaran, aunque había una larga fila para la inscripción y  el fue el ultimo en ella, los que estaban anotando eran desconocidos para el. Lleno la forma con afán y luego se la entrego al que estaba en frente a al mesa, el Buchou actual del equipo.

-¿Dónde son las canchas?- pregunto con cierto tono de desesperación en su voz.

-Detrás del gimnasio, el cual esta al lado del salón auditorio donde les dieron al bienvenida- respondió el muchacho rubio- Soy Aunesto, y seré tu Buchou, las prácticas comienzan mañana, pero puedes pasarte por los vestuarios que están frente a las canchas para conocerlos.

-Si- dijo mirando la forma que acababa de completar y luego de hacer una reverencia salio a toda prisa hasta las dichosas canchas de tenis. Eran más canchas y el vestuario más grande que el de secundaria.

Entro a aquel lugar, el cual estaba oscuro, al prender la luz se dio con una gran sorpresa que lo hizo comenzar a llorar de emoción y alegría. Delante de el había una enorme pancarta que decía “Bienvenido Akaya, te esperábamos”. Sus amigos estaban allí, con el confeti y demás cosas para celebrar.

Desde que no estás aquí ya no puedo encontrar,
de nuevo el sentido de la libertad,
sin ti no imagino volver a empezar,
quiero saber que fue de ti.

-Akaya- dijo Yukimura acercándose a saludarlo- Bienvenido, me dijeron que hiciste buen trabajo, me alegro de haberte elegido como mi sucesor.

-Le dije que no lo iba a decepcionar Yukimura Buchou.

-Aun no soy el Buchou, pero mañana destrono a Aunesto- dijo mirándolo amablemente.

-Tarundoru, deja de llorar- exclamo Sanada.

-No seas duro con el- dijo Yanagi acercándose a abrazarlo posesivamente- solo esta emocionado, nuestro haz de primer año.

-Puri- exclamo Nioh y se acerco a revolverle el cabello al de ahora primer año de preparatoria.

-Akaya, esta vez no seré tan condescendiente, si me pides dinero me lo regresar al día siguiente he.

-Jackal, no seas malo con el, apenas llego- sonrío Bunta.

-Me impresiona que esta vez no fueras al consejo estudiantil, como la vez pasada- bromeo Yagyuu- Bienvenido Akaya.

-Los extrañe- dijo partiendo en llanto.

-Y nosotros a ti loco Akaya- Bromeo Jackal y fue a revolverle el cabello, enseguida todos en el cuarto comenzaron a hacer lo mismo, aunque Yanagi se mantuvo estático.

-Nuestro ángel del Rikkai- dijo Yukimura con orgullo.

-Cabeza de alga- fue Yagyuu esta vez quien hablo.

-El cachorro del equipo- exclamo Marui sonriente.

-Akaya- dijo el castaño tras de si- En todo el año que paso senti un gran dolor, no podia hacer otra cosa que pensar en ti.

-Yanagi-Sempai.

-Pero ya estas aqui y mi vida regreso- dijo casi en susurro y luego le beso en los labios, a  la mirada de todos

Desde que no estás aquí, 
sólo me habita el dolor, 
se me va la vida, sin saber de ti 
Amor.

 Fin

Notas finales:

Datos de la cancion

Nombre: No saber de ti

Artista: Los nocheros

Albun: Señal de amor


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