- ¡Yah! ¡Seungho! Apaga ya ese cigarrillo… ¿no ves que te hace mal para la salud? – G.O venía recién levantándose y aquella humareda le pateó los pulmones apenas había entrado a la cocina.
- Déjame con mi vicio tranquilo peluche – murmuró el líder mientras expulsaba otra gran cantidad de humo negro. Así lo hizo un par de veces más y el tubo de nicotina por fin se había acabado.
De inmediato llegó Joon junto a Mir y comenzaron a rosear aerosol con olor a “nubes de algodón” por toda la habitación. Sin duda nadie en esa casa soportaba el fuerte olor a cigarro que se respiraba casi forzosamente cada día por culpa del panda.
- ¡Hyung! Estás fumando demasiado – decía el maknae mientras lo jalaba molestosamente del pijama. Mir y los demás ya habían perdido la cuenta de cuantas veces le habían dicho que dejara de hacerlo.
¿Las razones? Habían demasiadas, pero fuera de la imagen que debían proyectar como grupo era el débil organismo de Seungho. Siempre estaba lesionado de algún lado y el hecho de que hubiera adquirido aquel vicio empeoraba las cosas para su salud. Pero no importaba cuantas veces se lo dijeran y en los tonos o formas que lo hicieran, Seungho siempre decía lo mismo “Déjenme tranquilo”.
- Yah… Chimenea, yo no quiero fumar contigo – murmuró Thunder muy tranquilo como siempre, pero de igual forma ya se encontraba cansado del tema.
- Chicos… en serio, no es nada para preocuparse – el líder sonrió de una forma bastante extraña – Y está bien, les prometo dejar de fumar… ¡pero a mi ritmo! – esto último sacó aplausos de todos los miembros.
- ¡POR FIN! – gritaron todos al mismo tiempo
- Mi ropa volverá a oler bien – dijo Joon y los demás asintieron.
- Y como hoy ha pasado algo importante, yo haré la cena – propuso el líder – pero necesito que Mir me acompañe – al escuchar esto a Mir se le paró el corazón en seco y no pudo disimular su evidente nerviosismo.
- ¡¿Ehhh?! ¡Pe-pero Hyung! Mis habilidades para la cocina son horrorosas y tú mismo lo sabes – saltó el maknae
- Lo sé… sólo quiero que me acompañes – el líder sonrió amplio y fijó aquella penetrante mirada en los ojos de Mir, provocando que el maknae se pusiera aun más nervioso de lo que ya se encontraba.
Aunque a Mir le gustara mucho cocinar, él era consciente de sus no habilidades para hacerlo, por lo que siempre evitaba el si quiera entrar a la cocina. Pero ahora había un nuevo obstáculo… el líder.
No era que el líder y él se llevaran mal, por el contrario ambos extremos etarios de la banda se llevaban bastante bien, incluso mejor que con los que compartían edades y había sido así desde que les dijeron que iban a formar una banda todos juntos. Definitivamente, Seungho se comportaba como el líder preocupado y perfecto que Rain le había dicho que fuera, pero para el pequeño y simpático maknae el líder, era algo más.
Desde el principio Mir se acercó más a Joon que a los demás de la banda, eran tal para cual, ambos se complementaban en las estupideces que hacían cada día, pero aún más porque Joon siempre estaba subiéndole el ánimo y aconsejándole… con respecto a Seungho. Si, Mir estaba enamorado como niño pequeño del mayor de la banda.
Aunque Joon siempre le dijera que debía decirle todo lo que sentía a Seungho, el maknae no le hacía caso. Se sentía demasiado inferior al líder como para que éste lo amara o si quiera pensara en estar con él y ahora que aquel amor casi platónico le dijera que quería cocinar con él lo estaba volviendo loco.
- Mir cocinará contigo – se apresuró a responder Joon, sabía que esta era la oportunidad para que Mir le dijera todo lo que sentía a Seungho.
- ¡HYUNG! – reclamó Mir pero antes de que se diera cuenta Joon lo estaba arrastrando hacia la habitación que compartía con él.
- ¡YAAAAH! ¡Joonie! ¿Por qué dijiste que si? – preguntó el maknae cuando llegaron a la pieza.
- ¿Por qué? Muy fácil mi estimado pequeño saltamontes… Hoy le dirás todo lo que sientes al Panda – respondió Joon muy orgulloso de su idea.
- Pe-pero Hyung… ¿Cómo sabes que me dirá que si?... además, estarán ustedes aquí – murmuró nervioso
- Nada de pero, yo me encargo de los otros dos… y no pierdes nada con arriesgarte.
- ¡¿En serio harías eso por mi?!
- Pero claro… debo cuidar de los menores, además… somos amigos… ¿no?
- Joonie…. ¡ERES EL MEJOOOR!
- Mientras tanto en la cocina –
Joon acababa de salir casi huyendo del lugar y de la mano con Mir, Seungho se puso pálido al ver aquella situación. No le gustaba para nada que ellos dos fueran tan cercanos.
¿Qué fue eso con Joon? ¿Será que ellos dos tienen algo?
Quizás me equivoqué al pedirle a Mir que se quedara conmigo hoy
Bueno, al menos pasaré más tiempo con él
- Seungho… ¿Te encuentras bien? – Los pensamientos del líder fueron interrumpidos por las palabras del peluche
- Si si… estoy bien, sólo me dolía un poco la espalda.
- Eso es por el cigarro – se metió Thunder, quien aludía cualquier problema del mayor a la nicotina que consumía.
- Hahahahahahahahaha – rió el líder – Bueno si… puede ser, pero… hoy termina ¿no?
- ¡POR FIN! – dijeron los dos al unísono mientras Joon y Mir cruzaban el umbral de la puerta.
- ¡Peluche! ¡Cachetón! – Llamó Joon – Me acaba de llamar mi madre y nos invitó a los 3 a cenar el día de hoy en su casa y ustedes saben que a mi madre nadie le dice que no – Joon los miró inquisidoramente y los dos aludidos asintieron al instante.
- Entonces la cena que haré hoy la haré mañana – dijo Seungho mirando por la pequeña ventana de la cocina
- ¡NO! – gritó Mir, provocando que los cuatro pares de ojos que habían en la habitación se centraran en él – Digo… Yo me debo quedar aquí asique… cocinemos para nosotros dos – diciendo esto, el maknae soltó una sonrisa nerviosa, provocando un leve y casi imperceptible sonrojo en el rostro del Panda.
- Entonces nosotros nos vamos – diciendo esto, Joon arrastró a G.O junto con Thunder fuera de la casa.
- Joon… Tu mamá no nos invitó ¿cierto? – preguntó Thunder
- Pues claro que no…
- Entonces ¿Por qué no nos dejaste quedarnos en casa? – volvió a preguntar G.O
- ¿Y desaprovechar la oportunidad de que Mir fuera feliz? Olvídenlo – respondió Joon sonriendo como siempre.
- No hace falta que te esfuerces tanto Joonie… se que- G.O no pudo terminar la frase cuando Joon lo interrumpió
- Nada de nada… Si él es feliz, pues yo también – Joonie se adelantó y comenzó a hablar con su madre, mientras G.O trataba de explicarle en palabras simples lo que ocurría.
- Idiota ¿Cuál es el gusto de ver a todos felices si tú no lo estás? – pensaba G.O mientras alcanzaba a Joon.
- Si Mir es feliz… Yo también podré serlo ¿no? – pensó Joon antes de entrar a la casa de su madre.
Mientras tanto en la casa, Seungho se encontraba a solas con Mir inmersos en un silencio bastante incomodo. Ninguno de los dos sabía que decir o que hacer hasta que el maknae decidió romper el silencio.
- Seungho… ¿Qué haremos esta noche para cenar? Tengo ganas de comer fideos
- Por mi comer fideos está bien – respondió el mayor. No quería hacer algo demasiado complicado ya que no estarían todos en la casa.
- ¡BIEN! – Gritó el maknae – Entonces yo los hago y tu hace el acompañamiento ¿Está bien?
El líder asintió levemente con la cabeza y así ambos chicos comenzaron a cocinar. Ambos chicos se miraban de reojo cada 5 minutos para ver cómo iba el contrario y después otra vez, para comprobar si el otro lo estaba mirando.
- ¡AUCH! – gritó Mir
- ¡¿Qué TE PASÓ?! – Seungho rápidamente había llegado rápidamente al lado del maknae
- Mi ma-mano – murmuró mostrándola - Me cayó agua hervida
- Bobo – Seungho la tomó y la puso en agua fría. Estar tan cerca hizo que a Mir se le acelerara el corazón de tal manera que parecía como si se le fuera a salir del pecho y rogaba porque el mayor no se diera cuenta, pero si se percató.
- Mir… - Seungho apretó con un poco mas de fuerza la mano accidentada del maknae y lo quedó mirando –
- ¡Seungho! ¡Se quemarán los fideos! – Mir rápidamente se zafó del agarre del mayor y fue a ver los fideos nuevamente, pero el líder lo apartó y siguió cocinando él.
- Siéntate ahí pequeño… te puedes lastimar otra vez y no quiero eso – Al decir esto, Mir hizo caso de inmediato, no quería terminar quemando la casa así que se sentó cercas y no despegó su vista del líder y él lo sabía.
En menos de media hora, la cena estuvo servida y lista para comer. Se veía deliciosa, y a penas Seungho se hubo sentado Mir ya estaba atacando el plato de fideos que había hecho a la mitad, mientras el mayor lo miraba divertido. Mir se dio cuenta de esto y lo quedó mirando.
- Seungho… ¿Te puedo hacer una pregunta?
- Haha… ya me hiciste una… pero te dejo hacerte otra – sonrió el líder.
- Hahahahaha ¿Por qué empezaste a fumar?
- Muy fácil… Quería sacar otro vicio que tenía dentro de mí… pero al parecer es imposible – el líder se echó una inmensa cucharada de comida a la boca porque sabía lo que venía.
- y… ¿Cuál es aquel vicio? – Mir ocuparía aquel momento de soledad para indagar un poco más acerca del Panda, aún no sabía si hacerle o no caso a Joonie.
- Tú – respondió secamente el líder mirándolo a los ojos.
- ¡¿Qué?! - Al escuchar aquella pequeña palabra Mir se atoró con lo que estaba comiendo. Como era posible él fuera eso para el líder, le resultaba incomprensible
- Si… emmm… tú, bueno… yo… como dije… si… eso… - Seungho no sabía que decir, se había confesado al chico que amaba, pero aún no sabía si era correspondido.
- No entendí nada de eso ultimo panda – el maknae sonrió divertido.
- Aish… - Seungho dejó todo lo que estaba comiendo de lado y se levantó lentamente hasta llegar al lado del maknae. Levantó su barbilla suavemente y lo besó en los labios como había estado soñando desde hace un tiempo. Mir quedó sorprendido ante aquel sorpresivo movimiento del mayor, por lo que no atinó a hacer nada. Seungho se separó un poco para observar la cara que tenía el maknae.
- Quizás nunca debí besarlo - pensó
- Seungho….
- ¿Si? - Esta vez fue Mir quien lo tomó por el cuello y lo atrajo hacia su boca con fuerza. El mayor comenzó a devorar la boca del menor sin perder el tiempo, atrajo a Mir hacia su cuerpo para así profundizar el contacto. Se separó un tanto buscando aire con desesperación, sus caras estaban demasiado cerca y la respiración del menor lo estaba poniendo.
Seungho atacó el cuello del menor con voracidad, provocando que unos pequeños gemidos comenzaran a salir por la boca de Mir. El mayor siguió bajando y, a medida que desabotonaba la camisa ajustada que traía el menor iba besando y mordisqueando aquel torso que tanto deseó.
Por si mismo, Mir se quitó la prenda superior y empujó al mayor hacia el piso para comenzar a hacerle lo mismo. Le sacó la polera que traía casi a tirones dejándola en algún rincón de la cocina. Mir siguió descendiendo a través del cuerpo del líder hasta llegar al pantalón. Hizo presión en la entrepierna y sintió un bulto que comenzaba a asomarse lentamente.
Comenzaron a sacarse los pantalones el uno al otro hasta quedar en igualdad de condiciones. Se admiraron el uno al otro con lujuria, querían conocerse por completo. Mir acercó nuevamente su cuerpo al del mayor y se le subió encima. Bajó besando nuevamente cada rincón del abdomen del mayor hasta llegar a su entrepierna.
- Mir… ¿estás… seguro?
- Calla
El menor tomó la erección del mayor con ambas manos y comenzó a masturbarla, para luego subir la velocidad gradualmente. Seungho entrelazó sus dedos en los cabellos de Mir para que aumentara el ritmo. Cuando Mir sintió que el mayor iba a terminar detuvo súbitamente su trabajo y subió nuevamente para besarlo.
- ¿Me... ashdghas haces... el favor? Jdsfhks - pidió
Seungho no perdió más el tiempo y tomó a Mir por las caderas y comenzó a bajar su cuerpo para comenzar a penetrarlo. El menor hizo una pequeña mueca de dolor, por lo que el líder se detuvo, pero el maknae continuó bajando hasta tener el miembro del mayor completamente dentro de él.
Dejó pasar unos minutos, para que ambos cuerpos se acostumbraran al otro y lentamente comenzaron a moverse al mismo tiempo, en perfecta sintonía.
Aquel lugar que usualmente era usado para cocinar, rápidamente se envolvió en gemidos y jadeos de placer. Ambos chicos estaban disfrutando del otro como si no hubiera un mañana.
Sintieron una especie de corriente recorrer sus cuerpos y el maknae se abrazó al cuello de su amante y ambos llegaron al ansiado orgasmo en conjunto.
Se quedaron un momento allí, quietos. Normalizando respiraciones, asumiendo situaciones y entregándose al amor del otro.
- Seungho… Desde hace cuanto… ya sabes ¿Te gusto? – murmuró Mir
- Creo que… desde siempre pequeño – Seungho se acercó a la boca del maknae y le dio un corto beso en los labios.
- ¿Volverás a fumar? – preguntó el maknae
- Creo que no… ya que mi nuevo vicio… eres tú.
Mir sonrió y se levantó para vestirse, sonriendo de oreja a oreja.
Desde hoy todo será diferente – pensó mientras ayudaba a levantarse al abuelo.