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Hilo Rojo por Eustass Law

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Notas del fanfic:

One piece es propiedad de Eiichirō Oda-sama. Los respectivos personajes dentro de esta historia de igual modo son de su propiedad. La idea, asi como la trama, son enteramente mias. Di no al plagio. 

Notas del capitulo:

Bueno, tras un tiempo y mi fanfic fracasado "Complex Brother" he vuelto, esperanzada de poder terminar este. La idea me estuvo rondando y sinceramente no seria capaz de dormir si no hasta que estuviese publicada aqui. 

 Acepto dudas, sugerencias e incluso criticas. 

¡A leer!

 

Hilo Rojo

 

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By: Eustass Law

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– Garp – la voz áspera, rozando lo rasposo se escuchó desde el fondo de la celda.

– Roger.

– Quien lo imaginaria. El héroe que venció al villano ha venido a visitar al perdedor– soltó con notable ironía bailando sobre sus labios.

Monkey D. Garp endureció sus facciones.

– Es que un viejo amigo no puede venir de visita ¿eh?

Una risa seca escapo de los labios del prisionero.

– Siempre has hecho lo que se te ha venido en gana, Garp – una sonrisa se dibujó en sus labios – Continuamente he dicho que estarías mejor de nuestro lado, ser un policía no va contigo.

Ahora fue turno del visitante para reír, más estruendosamente.

– Y estar encerrado ¿Cómo tú? – Inquirió.

– Ningún nakama mío esta tras las rejas – respondió – Serias más libre. Pronto estarás tras un escritorio, muriendo lentamente, observando el cómo tu vida se consume paulatinamente ante tus ojos.

– De hecho – concedía aquel punto – Sin embargo viviré más que tú.

– Garp – musito – Ya no deseo estas charlas innecesarias, he charlado lo suficiente.

El policía elevo una ceja, intrigado.

– ¿Entonces?

Escucho perfectamente, dado a la soledad de las celdas de Impel Down, su forma cansina de resoplar.

– Tendré un hijo – confeso.

Los ojos del héroe se abrieron desmesuradamente.

– ¿Buscas mi compasión acaso? – Interrogo.

– No deseo compasión de nadie, mucho menos de un policía – tosió un poco antes de continuar. Garp supuso que era producto de no beber nada en horas, incluso días.

– ¿Qué quieres que haga con esta información, entonces?

– Garp – nombro – No estaré vivo para ver a mi hijo crecer por eso te pido, por favor cuídalo.

– ¿Has perdido el juicio? – Cuestiono – No estas siendo razonable.

– Los mataran a ambos tan pronto como sepan que es mi hijo el que lleva en su vientre. Es tu deber como policía proteger vidas inocentes ¿no?

El héroe simplemente frunció el entrecejo.

– Oi, Garp – llamo dificultosamente – Cuida de mi tesoro.

El ultimo ruido que había alcanzado a escuchar proveniente de aquella celda, fue el del cuerpo de Roger chocar contra el húmedo suelo.

– ¡Roger!

 

La noticia de su muerte de Gold D. Roger se había expandido a nivel mundial de forma catastrófica, cual virus que no valía pena mencionar que había acabado con más de la mitad de la población europea en el tiempo en que la medicina iba avanzando, lento pero seguro y definitivamente mortal.

Los altos mandos, tales como políticos, hombres millonarios y de gran influencia, como algunos hombres de cargos importantes dentro de la policía, estaban enterados de la causa de su muerte. Roger sufría de una enfermedad grave y sin cura. Había fallecido en su celda.

Como era de esperarse aquel tipo de información no era conocida por todo el mundo. Habían encubierto absolutamente todo, mintiendo descaradamente, alegando que el hombre había muerto en su misma ejecución.

Monkey D. Garp arrugo el papel de periódico que yacía en su mano. No deseaba saber nada que estuviese implicado con aquel mafioso, su enemigo, su némesis, su contrincante, su adversario, su único gran y verdadero amigo.

Su mirada instintivamente fue a parar hasta el bulto que yacía en sus brazos. Ahí se encontraba el producto del amor entre Rouge y Roger, con los ojos cerrados y la boquita abierta, durmiendo como si el mañana no estuviese dentro de sus preocupaciones.

– ¿Qué haremos Ace? – consulto y por un momento deseo escuchar respuesta por parte del infante – ¿Nada? – Inquirió – Sí, eso pensé.

Continúo con su camino, dejando que el pequeño cuerpo se situara en su pecho más a su gusto y para comodidad suya.

Existe una leyenda anónima de cierta cultura oriental que habla sobre cierto hilo rojo. Las personas unidas por este hilo, que no es visto por el ojo humano, están destinadas a tener un lazo afectivo.

En cierto hospital, en la misma ciudad, un nacimiento estaba siendo celebrado. Un hermoso niño rubio había nacido hace tan solo unos minutos.

– Es precioso – hablo la madre entrecortadamente producto del esfuerzo reciente – Mi pequeño, Sabo – nombro a quien creía su ángel.

Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper.

– De nuevo lo siento – se disculpó por quinta vez o al menos ese era el número que iba en los cálculos del cierto azabache – Es mi primer día de trabajo en este lugar. Perdone – seis, musito en voz baja el hombre – No era mi intención derramar el café.

– Han sido suficiente disculpas ¿señorita…?

La mujer poso instintivamente una mano en su pecho, aun no traía su identificación por ser nueva.

– Yushiko.

Extendió su mano hasta el hombre de curiosos tatuajes marcados en su rostro.

– Dragón, Monkey D. Dragón.

 

Notas finales:

Me ha quedado por las 778 palabras. Es corto, he decidido dejar el primer capitulo en dos partes, es cuestion de que el pasado este dividido en dos, para evitar que se extienda y se torne tedioso. No estoy segura de cuanto abarcara este fanfic, creo que unos treinta capitulos mas o menos hasta que me decida lo dejamos en hipotesis.

 

Como ya habia mencionado. Se aceptan dudas, quejas y sugerencias. 

 

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