Un cielo nublado y completamente oscuro, un camino despejado, poco transitado y eso lo aliviaba, parecía que su viaje a ver a sus padres no tendría contratiempos, salvo por el clima. Viajaba camino a casa de sus padres por una carretera, a cada lado solo había un paisaje de árboles, cerros y más camino, una que otra vez cruzaba un arrollo o lago, pero era un viaje tranquilo. Había parado un par de veces para cargar combustible y algo para comer, estaba acostumbrado a viajar solo pero eso no le molestaba, aunque sus padres esperaban que algún día el llevara a alguien en el auto.
Yagyuu Hiroshi era un joven medico de unos veinticinco años de edad, trabaja en el hospital general de Kanai, en Tokio. No tenia pareja conocida y sus horarios laborales, siempre estaba en todas las guardias así también como en sus horarios fuera de ellas, era muy dedicado a su trabajo. Varias veces al año recorría las dos horas viaje en auto para llegar a casa de sus padres, le gustaba recorrer aquellos caminos de pavimento y rodeados de la naturaleza, le daban cierto aire de paz, por lo que prefería hacerlo solo. Sonaba en ese momento su cd de Johann Strauss.
Comenzó a llover de un momento a otro, prendió el parabrisas para mejorar su visibilidad y fue cuando noto a un caminante a un lado de la carretera, estaba debajo de un árbol esperando que la lluvia cesara, pero esta de pronto comenzó a aumentar su intensidad. Paro el auto a un lado, al ver al joven no inmutarse ante el acto, con una mochila al hombro que le cubría toda la espalda.
-¿Necesitas que te acerque?
-No me gusta incomodar- respondió mirando la lluvia comenzar a aumentar su intensidad.
-Sube, te acerco- insistió el de lentes abriendo la puerta de atrás.
-Gracias- exclamo sin más, se saco la mochila y la tiro en el asiento trasero y luego entro a sentarse junto a ella.
-Que clima- dijo volviendo a poner en marcha el automóvil.
-Ha habido climas peores, recorro la carretera a diario, hay días en que hay un sol infernal y la noche refresca hasta por debajo de los cero grados- respondió buscando en su mochila una toalla para secarse.
-¿A dónde vas?
-Buena pregunta, no yo lo se- respondió sonriendo con burla- yo camino de pueblo en pueblo, ciudad en ciudad, siguiendo la carretera, no tengo destino, solo camino.
-¿Sigues la carretera? ¿De donde sacas dinero para sostenerte?
-Bueno, se arreglar muchas cosas, autos, electrodomésticos, también hago trabajos de albañilería y esas cosas que se presentan, lo que gano en cada pueblo o ciudad, por el tiempo que me quedo, suele bastarme para las semanas que caminare y el hospedaje, también hay hoteles en la carretera que son muy baratos.
-Cuando partes ¿Dónde te quedas a dormir?
-A veces acampo, pero también hay hoteles en medio de la carretera o estaciones de servicio y en las estaciones suele haber hospedaje para los viajeros y ahí me quedo- explico sonriendo- por cierto no nos hemos presentado, me llamo Nioh Masaharu.
-Hiroshi Yagyuu- se presento mirando al frente de la carretera- te dejare entonces en el siguiente pueblo.
-Gracias, ¿de que te ganas la vida Yagyuu-kun?
-Soy medico, trabajo en el hospital general de Kanai- respondió poniendo atención a la carretera.
-¿A dónde vas?
-A Kanagawa, voy a ver a mis padres.
-Trabajas bastante lejos de casa…
-Bastante lejos, paradójicamente fue el único lugar donde pude conseguir trabajo, ahora me llegan pedidos por ejemplo del hospital general de Kanagawa, pero no he visto razón suficiente para trasferirme al hospital.
-¿Qué te hace quedarte?
-Mi trabajo, nada mas- respondió el de lentes- ¿tiene familia Nioh-Kun?
-Además de mis padres y hermanos, no tengo a nadie mas- dijo el peliplata mirando por la ventana.
-Ya veo, no tienes nada que te ate a algún lugar…
-Es gracioso, porque en mi camino es como que busco a esa persona que me haga quedarme, pero no he encontrado a nadie.
-Alguna día llegara, yo particularmente no busco a una persona, tengo mi vida organizada y así me gusta.
-¿Eres feliz?- pregunto mirándolo.
-¿He?...bueno si, no me falta nada…
-Eso no responde a mi pregunta, ¿Eres feliz?- volvió a repetir la pregunta, mirándolo detenidamente.
-Tengo un trabajo estable, un buen sueldo, una buena casa…- respondió sin perder la compostura.
-Cuando salí de preparatoria trabajaba en la empresa de mi padre, una empresa de construcción, me iba bien, tenía mi propio apartamento, ganaba bien, pero luego- exclamo mirando por la ventana- no era feliz, no encontraba eso que realmente era importante en mi vida y por eso deje todo, comencé a caminar y aquí me vez ahora, por ello te pregunto ¿eres feliz como vives?-
-Bueno, si…supongo- respondió dudoso.
Durante la siguiente hora el auto permaneció en silencio, el peliplata había sacado unos auriculares de su mochila y un reproductor de música, mientras el conductor permaneció mirando fijamente la carretera mientras la tormenta no parecía amainar. Yagyuu miro de frente, se estaba acercando hasta un motel en medio de la carretera, no era su estilo quedarse en un motel en medio de la nada, pero dado el clima debía tomar precauciones para poder llegar bien a destino y no solo el, sino también su acompañante.
-Nioh-kun
-Dime- Respondió sacándose los auriculares.
-Parare en el motel, creo que es mas prudente esperar a que la tormenta aplaque un poco.
-Si, conducir con este clima es peligroso, mas cuando la carretera comienza a tener agua sobre calzada- le dio la razón.
Freno el auto justo dentro del estacionamiento del lugar, había una gran cantidad de autos por lo que Yagyuu estaciono en el que parecía el único lugar libre para aparcar. Le hizo señas al peliplata para que se bajara y dejara sus cosas, cuando la tormenta calme lo llevaría hasta el siguiente pueblo, después de todo se había comprometido con el, Nioh accedió sin decir nada, saco de su mochila su billetera y camino junto a Hiroshi hasta la recepción
El lugar no era muy vistoso a simple vista, era un hotel que estaba en medio de la carretera o más bien un motel, de dos pisos, la pintura de las paredes estaba algo descastada y quizás añejadas por los años, hasta las puertas de las habitaciones se veían viejas, por la disposición de las puertas se veia claramente que las habitaciones eran pequeñas. En la parte de abajo había un salón bar y la repecion, ademas de alguna que otra habitación.
-Buenas tardes- interrumpió al de lentes a quien atendía en la recepción, un hombre bastante grande, de cabello canoso.
-Buenas tardes- respondió abriendo un libro bastante grande que había sobre la mesa- ¿en que puedo serles útil?
-¿Hay habitaciones disponibles?- pregunto el de lentes mirando al peliplata, quien solo miraba con interés a su alrededor.
-Veamos- respondió buscando en el libro hasta llegar a la ultima pagina escrita, luego miro detrás de si encontrando solo un llavero- solo una joven, cada cuarto tiene una cama, no es muy común que venga gente a dormir.
-No te preocupes por mi, las habitaciones de hotel suelen tener un sillón, puedo acomodarme allí- exclamo el peliplata mirándolo amablemente.
-Si, no se preocupe- exclamo mirando preocupado- esta bien, nos quedamos en esa habitación.
-Aquí tiene la llave- se la alcanzo el hombre de cabellos blancos- que disfruten su estadía.
-Espero que la tormenta se calme un poco- acoto el de lentes tomando la llave.
-Bueno, no lo creo- sonrío el de la recepción- cuando has vivido tanto tiempo como yo en estos lugares sabes como es el clima.
Yagyuu se encamino junto a Nioh hasta la dichosa habitación, la 208 según el numero que le había dado el hombre de la recepción. Abrió la puerto y dejo ver lo que se esperaban un cuarto con una cama, a cada lado de ella una mesa de luz, al lado de la puerta una ventana y debajo de ella un sillón no muy grande, caminando unos pasos hacia delante, al final de la habitación había dos puertas, la primera era un pequeño armario y en la segunda un baño, el cual tenia una ducha, un inodoro y un lavamanos.
El de lentes tomo su celular y aviso a sus padres sobre el contratiempo que había sufrido en el camino, mientras el peliplata se había ido de la habitación hasta el salón bar para ver que tanto había en aquel lugar. La tarde se hizo noche de un momento a otro, Yagyuu esperaba impaciente en la habitación que Nioh regresara, le preocupaba, el lo había levantado en la carretera y aunque este ya era bastante grande como para cuidarse solo se había tomado la responsabilidad de llevarlo hasta el siguiente pueblo, por lo que si algo le pasaba seria su culpa. Miro el reloj, las diez de la noche, ya habían pasado cuatro horas desde que no veía al peliplata en la habitación, dejo el celular en una de las mesas de luz y luego se fue hasta el afamado salón bar.
Masaharu estaba en el aquel salón comiendo frituras y disfrutando de la música, había una especie de banda tocando, no era malos pero tampoco eran una de esas bandas que pronto surcaría el estrellato, o al menos eso pensaba. Miro hacia el reloj que estaba en el centro de la habitación, a un lado del bar, no se había dado cuanta de la hora y esperaba no incomodar a su compañero de habitación, pero al verlo entrar al lugar se volvió a sentar para seguir comiendo.
-¿Quieres?- le ofreció al de lentes cuando se sentó frente a el.
-¿Has estado aquí cuatro horas?
-No me había dado cuenta de la hora- dijo en burla- además no hay mucho que hacer.
-Podrías llamar a tus padres para avisarles que estas bien.
-Llevo dos años sin hablarles, si en dos años no les preocupe, llamarlos estaría de mas- respondió comiendo una fritura- sabe bien con la salsa de queso.
-Creo que también comeré algo, iré a pedir algo al bar, regreso en un momento- dijo mas aliviado al verlo tranquilo comiendo.
Dos horas mas pasaron sin ambos darse cuenta, inmersos de pronto en la música del local y en la hora feliz, la hora de bebidas gratis en el bar, Nioh había bebido dos de los cócteles, que se decían famosos y había quedado bastante ebrio, llorando en la mesa sin razon alguna, y no era el único, muchos hombres comenzaron a cantar en karaoke con tarros de cerveza en la mano dado el consumo de Alcohol. Yagyuu decidió entonces que era suficiente diversión en una noche, tanto para el como para su acompañante, el alcohol ya estaba haciendo estragos en la gente en el lugar, había hombres besándose descaradamente en las mesas y otras parejas teniendo relaciones en algunas esquinas del lugar o contra las paredes, por lo que decidió llevarse al peliplata antes que algo de eso se le viniera a la cabeza. Lo ayudo a caminar hasta la habitación por la falta de equilibrio que tenia el otro por el consumo de alcohol y lo recostó en la cama al llegar.
-Creo que yo dormiré en el sillón.
-Yeagyuu…duerme conmigo- pidió el peliplata mirándolo aun ebrio.
-La cama es de una plaza, no dormiríamos muy cómodos- exclamo el de lentes abriendo la cama para recostarlo.
-Yeagyuu duerme conmigo por favor- volvió a pedir.
-Nioh-Kun, descansa…
-Yeagyuu…- volvió a pedir y luego lo beso intensamente en los labios-
-Ni…Nioh-kun- exclamo con sorpresa ante tal acto- mejor duerme.
-Tus labios saben rico…Yeagyuu…quiero mas- dijo levantándose de la cama y luego fue a besarlo intensamente.
-Nioh-Kun…
-Eres hermoso…sabes…no se como no puedes tener novia…
-NiohKun…detente por favor…
-Shhh…no digas más…solo bésame- pidió callándolo y luego volvió a besarlo- jeje…me gustas ¿sabes?
Yagyuu sabía que debía llevarle el juego, esta ebrio y no podía contradecirlo, podría ponerse peligroso, por lo que accedido a besarlo. Se sentía extraño haciendo eso, pero le agradaba, estaba besando a un hombre y le gustaba. Eso no estaba en su razonamiento de medico, pero sentía gusto de hacerlo. Decidió dejarse llevar por sus instintos, seguir con aquello que su cuerpo mandaba. Llegaron a la cama en un abrir y cerrar de ojos, sacándose la ropa hasta quedar solo con la ropa interior, pero tan pronto Masaharu se recostó sobre la cama quedo dormir, por lo que Hiroshi miro desconcertado, para luego entrarse a bañar.
Nioh despertado a la mañana siguiente con un terrible dolor de cabeza, se miro desconcertado al verse de ropa interior. La puerta del baño se abrió y vio al de lentes que solo tenía la ropa interior puesta, el cual con su mirada seria se acerco a la cama.
-Yagyuu…yo lo siento…no se que paso anoche- se excuso mirándolos para luego ser callado por un beso.
-No paso nada- respondió besándolo apasionadamente.
-Yagyuu…- exclamo desconcertado.
-Anoche dijiste que te gustaba y no quería aprovecharme de ti…no soy así.
-Eres muy correcto, deberías soltarte un poco- exclamo sonriendo el peliplata- Besas bien.
-Tu no te quedas atrás- acoto recostándose sobre el para besarlo- quiero seguir con lo que empezamos anoche…pero quiero que estés consiente…quiero…
-Shh…no digas mas- lo callo besándolo- suéltate un poco…se suave conmigo…soy virgen-
-También yo…es mi primera vez con esto- sonrío besándolo intensamente.
Inmersos en besos Nioh se dejo llevar, ni siquiera se dio cuenta de cuando se quedo desnudo, las manos de Yagyuu acariciando su cuerpo mientras lo besana apasionadamente lo mantenían inmerso en un gran placer. El medico también se había desecho de su ropa interior, mientras sus manos se deleitaban acariciando la piel blanca del peliplata y sus besos se encargaban de los labios, estaba excitado y sentía que debía liberarse de aquella presión, acomodo a Masaharu elevando sus caderas y se introdujo ante el alarido del otro.
-Sácalo…por favor…duele- grito jadeando casi en llanto cuando al fin pudo librarse de los besos del otro.
-Disculpa- dijo apenado saliendo- no…no pude… contenerme...disculpa.
-No te preocupes…
-Déjame…déjame dilatarlo- exclamo el de lentes comenzando a meter en la entrada del otro sus dedos, primero uno y luego un segundo, mientras los movía para acostumbrar la entrada.
Casi quince minutos después el de lentes termino de dilatar la entrada con tres dedos, Nioh ya no sentía dolor, solo placer y cuando el otro entro en el solo pudo gemir de satisfacción al sentir al otro dentro de el. Las estocadas no tardaron en llegar, moviéndose juntos en un vaivén los dos llegaron pronto al clímax, primero Masaharu sobre ambos y Hiroshi casi unos pocos minutos después dentro de Nioh. Cuando terminaron Yagyuu se salió estrepitosamente, aún tenían energías para seguir y el peliplata se encontraba en las mismas condiciones, entre besos y caricias no tardaron en llegar hasta la ducha, donde el de lentes prendió el agua y empapados en sudor y agua tibia volvieron a unirse en aquello que por primera vez hacían.
Yagyuu despertó horas después en la cama de la habitación, a su lado dormía Nioh abrazándolo, ambos estaban abrazados, desnudos y solo cubiertos por una muy fina sabana, casi trasparente, que dejaba poco lugar a la imaginación. Miro hacia el techo, sin moverse, necesitaba pensar, pensar que es lo que haría de su vida a partir de ese momento, quizás lo que había hecho fue imprudente, no había pensado en que pasaría después entre ambos. Nioh era un caminante de carretera, no tenía un lugar fijo donde ir o quedarse, seguía su propio instinto y en cambio él era un médico distinguido, trabaja en un hospital. Tenía que tomar decisiones, había algo en aquel peliplata que le atraía, lo hacía sentirse bien, pero no podía obligarlo a nada, menos a que viviera con el cuándo apenas se habían conocido un par de horas atrás, tenía que hablar seriamente con él.
-Nioh Kun- exclamo mirándolo dormir.
-¿Qué pasa?- pregunto despertando.
-Quiero que te quedes conmigo- dijo sin más.
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Pocos autos transitaban la carretera aquella mañana, con un cielo nublado, un tránsito casi nulo, salvo por los colectivos de las líneas de larga distancia que cada tantos ratos se cruzaba, rodeado de un paisaje casi oscuro que poco a poco comenzaba a iluminarse, después de todo eran las cinco de la mañana. El camino eran tranquilo, la música del auto estaba a un volumen bajo, al tratarse de música clásica y el de lentes no quería despertar a su acompañante, aunque ya no podía llamarlo solamente con ese carácter, era mas que eso, después de todo llevaban oficialmente seis meses de novios. Yagyuu estaba feliz por viajar temprano para ir a casa de sus padres y esta visita era especial, les presentaría a su actual pareja, además de darles un anuncio importante.
Las cosas habían sucedido bastante repentinas para Nioh un año atrás, apenas conoció a Yagyuu en medio de la carretera, en un día como ese, más bien en ese mismo día pero un año atrás, el mismo día que lo conoció o más bien la mañana siguiente, el pedido del de lentes fue claro y conciso, quédate conmigo, y algo había en su mirar que le impidió decirle que no aunque ambos estaban de acuerdo que necesitaban tiempo para asegurarse de que sus sentimientos hacia el otro no fueran un mero capricho producido por sus vidas montanas hasta esas fechas. Nioh había alquilado un departamento en Tokio, tenía su propia tienda de reparación de electrodomésticos y no le iba mal, una vez cada tantas semanas salía con Yagyuu a algún lado, normalmente los días en que el de lentes no tenía guardia. La relación se formalizo seis meses atrás cuando el de cabellos plateados decidió aceptar la propuesta del medico de vivir con el y el de lentes no escatimo en gastos para que se sintiera cómodo.
Hiroshi en cambio había tomado muy seriamente la relación desde un primer momento, quería a Masaharu, priorizo a el en primer lugar ante todo, sus padres desde temprana edad le habían enseñado el respeto por los demás y hacer un hombre de bien, por lo que ver a quien amaba pasando malos momentos o ajustes económicos no estaba en su adoctrinamiento, por ello desde un primer momento se mudo del departamento en que vivía a un departamento mas amplio, con dos habitaciones y con baños privados, cuando tuvo todo lo que necesitaba para darle comodidad a Nioh le pidió que viviera con el, pero por seis meses la respuesta fue un rotundo no. Cuando formalizaron su relación seis meses atrás, como medico que era, no escatimo en gastos para darle todo lo que Nioh necesitara, en un principio dormían en cuarto separados, cada quien en una cama amplia, con el pasar del tiempo poco a poco Nioh fue comenzando a dormir con el, y no solo porque se quedaba dormido tras una noche apasionada, comenzaron a compartir cama al tiempo.
No había sido nada fácil adaptarse a la vida viendo bajo el mismo techo, Nioh tuvo que aprender ciertas normas en casa de Yagyuu, se impusieron horarios, reglas y demás, solo por hacer feliz a su pareja. Yagyuu tuvo que conocer mas a Nioh, el era bastante rebelde, solía hacer lo que quería cuando quería, pero necesitaba constantemente una afirmación de cariño, de que el era querido y por ello se había autoimpuesto horarios para pasar con Nioh haciendo las cosas que el le gustaban y por las noches, por mas que llegara cansado del trabajo, solo se dedicaba enteramente a Nioh.
-¿Ya llegamos?- pregunto el peplipata despertando
-Llegaremos como en una hora, descansa ¿si? es temprano para ti.
-Tu música me duerme… ¿Podrías poner mi cd?-pregunto acurrucándose en el asiento del acompañante.
-Te digo que duermas, cuando lleguemos a la próxima estación de servicio desayunaremos- exclamo el de lentes sin perder la vista en el camino.
-Como quieras- replico dándose vuelta.
-Masaharu…
-mmm- exclamo mirando por la ventana como el paisaje lentamente comenzaba a iluminarse por el amanecer.
-Te amo- dijo el de lentes separando al vista del camino por un segundo para verlo.
-Yo también Hiroshi- respondió, se quito el cinturón de seguridad por un segundo y luego lo beso en la mejilla, mientras el otro sonrío y volvió a mirar el camino atentamente.
Fin