Y ahí estaba ella, sonriéndole al resto como siempre. Mirando a todos alegremente y sin negarle un “buenos días” a nadie. Y bueno, yo… detrás de ella, como siempre.
Mi nombre es Sooyoung y estoy irremediablemente enamorada de mi compañera, Yuri.
Es la que mejor baila, a veces siento que me mira desde lejos mientras nos presentamos en algún concierto ¿Será que le gusto? No, eso es imposible. Ella es demasiado perfecta y yo… bueno, sólo yo.
Cuando nos presentaron, fue uno de los mejores días de mi vida, su belleza me golpeó de frente en la cara y mi corazón quería salir casi con desesperación de mi pecho. Si, al parecer ella me embrujó.
Decidí acercarme a ella de la forma que fuere, sonriéndole de más y apoyándola en todo. Claro, prefería ser su amiga que siempre verla desde lejos, aunque eso significara que terminara contándome gran parte de sus romances o pequeñas conquistas. Cómo sufría cuando la veía llorar por hombres que no la valoraban.
Gritaba con todas mis fuerzas ¡QUEDATE CONMIGO! ¡AQUÍ ESTOY YO! Pero sólo era capaz de gritarlo en mi mente, ella jamás se enteraría de lo que sentía por ella. El rechazo para mi no era una opción.
Habían días en que todas las chicas del grupo nos miraban diferente y nos preguntaban si eramos pareja por lo cercanas que nos habíamos vuelto en corto tiempo. Pero al instante en que terminaban de preguntar, ella siempre decía Nooo, sólo somos amigas… las mejores.
Si, debo tener el premio de la friendzone, es lo que siempre pienso.
- ¡Sooyoung! – me gritó sacándome de mis pensamientos como siempre lograba. La quedé mirando y la vi sonriendo como siempre lo hacía.
- ¿Qué pasó? – murmuré intentando sonreírle de vuelta. Cada vez se me era más difícil sonreírle, estar tan cerca de ella y a la vez tan lejos me estaba matando poco a poco.
- ¡Veeeeen! Me siento sola aquí – me volvió a gritar mientras hacía un aegyo perfecto. Oh como me volvían loca ese tipo de expresiones en ella.
Pero claro, ella no lo sabe y no lo sabrá nunca.
Desde siempre he estado enamorada de ella, siempre y al parecer así lo será.
- ¡Ya voy Yuri! – dije mientras me levantaba. Caminé hasta donde estaba y sólo la abrazé fuerte. Ella como siempre correpondió mi abrazo y me acarició la espalda.
- Si estás triste puedes contármelo… tu sabes bonita – me dijo y reprimí una vez más mis ganas de contarle todo lo que sentía. No, no quería más drama dentro del grupo… Menos un escándalo.
- Lo sé… Lo sé – murmuré y la abracé con más fuerza intentando sentir el perfecto aroma de su cabello.
Si, ella es la perfecta aquí pensé para mis adentros mientras intentaba despegarme inútilmente de sus brazos.
- ¿Sabes? Ayer me pasó algo interesante – me dijo cuando nos separamos del abrazo, nuevamente finjí una sonrisa mal hecha e intenté escucharla.
- Ayer conocí a un chico… al parecer no le importa que sea una idol… ¿No es fantástico? – dijo la chica sonriente de su nueva conquista.
- Espero que este sepa valorarte Yuri Yuri me perdí en la parte de un chico… aquí vamos de nuevo.
Como dije, ella nunca se fijará en mi y yo tampoco se lo diré.
- ¿Vamos a comer? – la tomé del brazo y la llevé a la cafetería, al menos así podría despejarme una vez más.
No, ella nunca lo sabrá.