El despertador comenzó a sonar nuevamente después de que lo aplazaran 20 minutos. Seguía y seguía sonando, pero no conseguía respuesta alguna.
Ya cansado del fuerte sonido, el chico pelicafé lo hizo parar con desgano; al ver la hora, saltó de su cama rápidamente para vestirse.
-¡Voy atrasado maldita sea! – dijo mientras se vestía
Shishido Ryou bajo presuroso las escaleras después de vestirse y arreglarse. Al pasar frente a la cocina, un apetitoso desayuno lo esperaba, pero, no tenía tiempo para eso.
- Valla Ryou, ¿No vas a desayunar?
- Lo siento, voy atrasado – se colocó sus zapatos, agarró sus cosas y salió por la entrada principal - ¡Me voy! – gritó
Iba corriendo hasta el paradero de buses, donde alcanzó a visualizar un bus que pasaba por la Hyotei Gakuen, corrió con todas sus fuerzas y logró pararlo. Pagó el pasaje al chofer que le lanzaba una mala mirada y se sentó en solitario.
-Rayos, llegar atrasado, y para el colmo es el cumpleaños de Chou…taro… - empezó a urgar en su bolso para buscar algo pero no lo encontró - ¡No está! ¿¡Donde lo dejé!? – una imagen del dichoso objeto sobre su escritorio lo hizo recordar - ¡Maldita sea, me lo he dejado! – y a través de la ventana vio lo lejos que estaba de su casa.
Llegó a la academia, aunque, no atrasado. Camino a su sala dio un vistazo por la de Ootori Choutarou, estaba sentado en su puesto con la mesa llena de regalos y chocolates, ya que aparte de su cumpleaños, era el día de San Valentín, y claro está, no faltaban las multitudes de chicas y chicos que estaban enamorados del gentil peliplata.
Shishido, muerto de celos, se alejó del lugar para ir a su salón de clases respectivo. En la puerta, habían chicas esperándolo y… algunos chicos también.
- ¡Aléjense! – hizo que se apartaran moviendo su mano
- ¡Es tan guay! – gritaron algunos
Se sentó en su pupitre, y apartó con sus manos todos los chocolates que estaban encima de la mesa.
- Me pregunto si recibiríamos la misma cantidad de chocolates sin ser deportistas, ¿Qué crees Jirou…? ¿Jirou? ¡Oye Jirou, despierta! – le pega una palmada al otro montón de chocolates de al lado suyo, dejando ver a un chico somnoliento
- ¿Ah…? ¿Qué pasa Ryou…….? ¡Chocolates! ¡Genial! – despierta inmediatamente al ver un montón de dulces sobre él
- ¿No le preparaste ninguno al idiota de Atobe?
- No, pero le puedo dar alguno de estos – dijo mientras comía
- Aaaahh… eso es lamentable Jirou – se deja caer sobre su mesa
- ¿Y que…hay de ti? – traga - ¿No tienes uno para Ootori-kun? ¡Y hoy también es su cumpleaños!
- ¡Baja la voz! – le tapa la boca – no quiero que nadie sepa que me gusta… y el que le tenía se me quedó olvidado…el regalo se lo iba a comprar hoy y dárselo mañana… y aparte… ¡No hables con la boca llena! – saca su mano
- ¡Pero…pero…! Yo le tengo un regalo como buen sempai que soy – sonríe - ¿Y que piensas comprarle? ¿Un preservativo quizás? – se pone a reír
- ¡Cállate! ¡Y…y…y…somos hombres! ¡Yo creía que tú eras inocente! – lo mira con desprecio
- Desde que conocí a Atobe ya no soy inocente… en “ese” aspecto
- Fue culpa de ese idiota… como sea, ya llegó el sensei – viendo como el profesor se paró frente a la clase
Transcurrían las clases y no paraban de llegar chocolates para los titulares del club de tennis de la academia Hyotei Gakuen.
En el club, no hubo entrenamiento ya que era el cumpleaños de un titular, y por cortesía de Atobe, cuando un titular cumplía años había que celebrarlo, y aunque eso molestaba al entrenador Sakaki, finalmente terminaba accediendo al capricho del capitán, aunque este más bien lo hacía para que cuando llegue el (cumpleaños) de él, nadie alegara al respecto.
- ¡Feliz cumpleaños Ootori-kun! – gritaron los miembros del club, mientras algunos reventaban artefactos para cumpleaños y Kabaji llevaba una torta gigante hacia el cumplañero
- ¡Muchas gracias chicos, estoy muy feliz! – Choutarou llevaba un gorrito de cumpleaños y mostraba esa gentil sonrisa que lo caracterizaba
Aunque faltaba algo…
- Tanjoubi Omodetou, tanjoubi Omodetou, tanjoubi Omodetou… to Ootori-kun – canto todo el club (a excepción de Jirou que andaba tirado por ahí) y una vez terminaron de cantar, Ootori sopló las velitas (ridículo para algunos) sin antes pedir un deseo
Kabaji llevó la torta hacia otro lado para poder repartirla, y todos, a excepción de los titulares, se dirigieron hacia allá. Mientras tanto, los que quedaron junto a Ootori Choutarou, se fueron turnando (todos estaban sentados) para darle regalos.
- ¡Gracias Yuushi-sempai! – dijo recibiendo el regalo que le otorgaba el peliazul
- Oye Yuushi, ¿Por qué nunca me regalas cosas en mi cumpleaños? – Oshitari se volvió hacia el molesto Gakuto
- Porque me dices que con una noche de sexo apasionado basta – lo mira de cerca con sensualidad mientras juega con su pelo
- F-feliz cumpleaños C-Choutarou… - Shishido ve la oportunidad de darle las felicitaciones a su estudiante
- ¿Qué pasa Shishido-san? No pareces tu mismo… y gracias
- N-no pasa nada… es solo que… me olvidé tu regalo en mi casa… así que tendré que entregártelo en la mañana
Como ya dicho antes, era mentira, no había tenido tiempo de comprarlo por lo tanto lo iba a comprar más tarde. Probablemente después de ir a buscar el chocolate de San Valentín.
- No te preocupes por eso – sonríe – y la verdad es que nunca espero regalos, soy feliz al estar con todos ustedes
- Choutarou… eres muy amable – le revuelve el pelo
- ¡Ootori-kuuuuuuuuun! – Akutagawa se acerca corriendo hacia el festejado con un paquete en las manos
- Oh, despertaste Jirou – soltó Atobe
- ¡Jirou-sempai! ¿Pasa algo?
- ¡Feliz cumpleaños! – lo abraza (a pesar de sentir auras asesinas emanando de Shishido y Atobe) - ¡Esto es para ti! – le entrega el regalo y a la vez suelta a su kouhai
- ¡Gracias Jirou-sempai! – toma el regalo y lo guarda en su mochila
- Pero valla, cada vez te haces más grande… -empieza a comparar sus alturas utilizando su mano - ¡Me has pasado hace rato! – Ootori suelta una carcajada
- Todos son más altos que tu Jirou, ¿No, Kabaji?
- Usu – respondió Kabaji que estaba de vuelta
- No, Gakuto aún no – Akutagawa se hecha a reír
- Jirou bastardo… ¡Te estás burlando de mí! – gritó algo alterado
- Calma Mukahi-san – intervino Hiyoshi
- Tsh
- Ootori-san, aquí tienes mi regalo… y el de Kabaji – se acerca Hiyoshi Wakashi con dos paquetes
- Usu
- Gracias a los dos, no tenían porqué molestarse… - los guarda en su mochila igual que con los otros – ya saben que es mi costumbre abrir los regalos cuando estoy solo… espero no les moleste
- No… para nada – dijo Hiyoshi
Gakuto se acerca esta vez junto a Atobe.
- Aquí está el de parte de Ore-sama, feliz cumpleaños Ootori – le entrega el regalo
- Gracias Buchou – vuelve a sonreír
- Toma Ootori – suspira y sonríe – feliz cumpleaños – le entrega el regalo de su parte
- Muchas gracias Mukahi-sempai – guarda los restantes en su mochila mientras Gakuto y Atobe vuelven a sentarse donde antes
- Por cierto, ¿Por qué los guardas en tu mochila y no en tu bolso? - preguntó Yuushi
- Ah, por que mi bolso tiene los chocolates de San Valentín
- ¡Maldición, el chocolate! – pensó Shishido, y sin que nadie se percatara, desapareció de ahí
- Hablando de eso, ¿Recibiste, Atobe?
- ¿Qué clase de pregunta es esa? Es lógico que Ore-sama recibe más que toda la academia junta, ¿Y tú, Jirou? – preguntó de vuelta Keigo
- Bastantes, pero no de quién esperaba… - bosteza – tengo sueño
- Hm…
- ¿Qué hay de ti Yuushi? – el pelirrojo tenía un cuchillo en la mano (de la torta) por si acaso
- Recibí bastantes también, pero a mi solo me interesa el tuyo Gakuto – le lanza una mirada sensual
- ¡Como si fuera a darte chocolate, idiota!
- ¿Y tú Hiyoshi? – preguntó el pelinaranja
- Recibí algunos… algunos… - se ruboriza levemente
- ¿Qué hay de Ryou…? – Jirou lo busca con sus ojos pero no lo ve
- Ese idiota de Shishido ha estado actuando extraño desde que lo vi, y ahora que lo pienso Ootori tampoco está
- Etto… iré a comer torta – dijo Wakashi
- Te acompaño – repitieron Gakuto y Yuushi a la vez, fueron los tres, y Kabaji los siguió
- Es que Ootori-kun lo siguió – Akutagawa ríe mientras se acerca a Atobe para sentarse al lado suyo
- ¿Ah? ¿Cómo que lo siguió?
- ¿No lo entiendes Atobe? Lo siguió porque estaba preocupado
- Así que es eso… se gustan – mira hacia otro lado
- ¿No entiendes ese tipo de cosas?
- No, para nada
- Entonces… - saca una caja de chocolates de su mochila (la cual estaba junto a él) y se lo muestra a Atobe - ¿No comprendes mis sentimientos hacia ti?
- Lo mira sorprendido – J-j-jirou… - sonríe y los acepta – claro que si… - saca unos bombones de su bolso y se los pasa a Jirou – espero tu comprendas los míos
- Atobe… - sonríe y lo abraza fuertemente
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- ¡Aquí están! ¡Sabía que había dejado esta cosa aquí! – agarra rápidamente los bombones llevándolos en su mano, sale de su casa para ir trotando hasta alguna tienda a comprar el regalo de Ootori, pero…
Él estaba en la entrada.
- ¡Shishido-san! Vine a buscarte ya que me preocupó que nos hayas dejado de repente, te vine siguiendo hasta acá… y si es por el regalo… - Shishido se da vuelta para regresar a su casa, pero queda paralizado
Ootori pudo ver el chocolate en manos de Shishido, alcanzando a leer los kanjis que decían…
- ¿Es para mi? – se preguntó mentalmente. Para confirmar lo que pensaba, se acercó a Ryou, arrebatándole cuidadosamente la caja de chocolates y leyendo en voz alta – “Para Choutarou…” eso dice aquí… o no… ¿Shishido-san? ¿Es para mi Shishido-san? – lo tomó de la muñeca para darlo vuelta
Aunque cuando le vio la cara…
- N-no… ¡No me veas así! – se tapa la cara con las manos
- Te ves lindo sonrojado, Shishido-san – lo abraza – tú también me gustas – lo toma de la mandíbula y lo besa dulcemente
- C-Choutarou… con respecto al regalo… no tuve tiempo de comprar uno… lo iba a comprar ahora pero…
- No lo necesito, ya me diste el mejor regalo que pudiste haberme obsequiado… y el mejor dulce de San Valentín
- C-Choutarou… - se deja llevar por el abrazo – feliz cumpleaños, y feliz San Valentín
- Gracias Ryou-kun, feliz san Valentín para ti también… - lo besa nuevamente – por lo menos se cumplió mi deseo de cumpleaños
- ¿Tu… deseo?
- Reunir el valor para decirte que te amo el día de hoy, Ryou-kun – se sonroja, e iba a besarlo, pero fue interrumpido por Shishido
- Eres muy cursi, Choutarou – lo agarra del cuello de su chaqueta y lo atrae hacia sí, besándolo…
¡Feliz San Valentín!