-------Death The Kid--------
Hace dos años Soul y yo habíamos empezado a vivir juntos, después de muchos conflictos finalmente habíamos conseguido que aceparan nuestra relación y éramos pareja totalmente oficial. Nuestra relación era bella y placentera, a pesar del tiempo que llevábamos juntos nuestro amor parecía ir creciendo día a día. Vivíamos en una casa que había comprado un año atrás en Death City, no era muy grande pero para los dos era perfecta. Estábamos trabajando en una organización de mi padre, después de que terminamos nuestros estudios en Shibusen la mayoría trabajábamos ahí, pero a pesar de eso no nos veíamos muy seguido. Maka nos visitaba de vez en cuando, seguía siendo la técnica de Soul pero realmente ya no había ningún enemigo. Las primeras veces que vino nos decía que seguíamos viéndonos muy "normales" no se si esperaba entrar y vernos con falda o cosas por el estilo, pero por lo general ignorábamos esa clase de comentarios. Maka era la que más nos frecuentaba, desde hace un tiempo no sabíamos nada de Lizz y de Patty, sólo escuché que se fueron de la ciudad. Maka nos contó que Black quería juntarse con ella y estar con su hijo, pero ella no aceptó. Tsubaki seguía viviendo en Death City, al igual que Chrona y lamentablemente, Black Star. La verdad es que yo era completamente feliz, no me hacía falta nada en el mundo, disfrutaba hacer feliz a Soul, dedicaba todos mis días y mis horas para complacerlo. Era fin de semana y justamente hoy iba a prepararle una sorpresa a Soul, no era una fecha importante, pero con el, todos los días parecían especiales. Me desperté muy temprano intentando no despertarlo, amaba que fuera su rostro lo primero que miraba en las mañanas. Me duché y alisté para salir. Compraría un bello regalo, quizá unas flores y un pastel. Comí un poco de pan que había en la cocina y cuando estaba a punto de salir me detuvo casi en la puerta.
-¿vas a salir?- preguntó desde la escalera.
-ammm... si, compraré algunas cosas, no tardó- contesté y me sonrió como aprobando.
- esta bien, aquí te espero- agregó feliz. Salí de la casa y me subí a mi auto. Conduje unas cuantas cuadras y al buscar mi teléfono en mi bolsillo me percaté de que había olvidado mi cartera.
-maldición...- dije algo molesto al tener que dar la vuelta y conducir de regreso para volver a casa. Disminuí la velocidad cuando miré a Soul saliendo de la casa y caminando muy a prisa en dirección contraria a la mía. Me encontraba a una cuadra de mi casa, pero podía verlo alejarse con claridad. Me quedé algo sorprendido ya que no me dijo que saldría, mire la hora y sólo habían pasado 15 minutos desde que me había ido, tiempo suficiente para que el pudiera arreglarse e irse. La curiosidad comenzó a invadirme y estacioné el auto en un callejón dos calles antes. Me bajé del coche, tenía curiosidad de saber a donde iba así caminé rápidamente siguiéndolo de lejos, por mi cerebro cruzó la idea de que estaba mal que lo espiara, y que era muy infantil de mi parte seguirlo, no era que desconfiara de él, simplemente me pareció divertido descubrirlo en alguna de sus cosas, y me emocionaba la idea de que quizá el tuviera una sorpresa para mi. Caminé manteniendo entre nosotros una cuadra de distancia.
-¡Hola Kid!- dijo Hero poniéndose frente a mí haciéndome saltar, iba tan cauteloso y concentrado en mi camino que ni siquiera me había percatado de su presencia.
-ha... hola...- dije saludando con la mano y haciéndolo hacia un lado con mi brazo quitándolo de mi camino.
-oye Kid... - dijo deteniéndome del brazo.
-luego hablamos Hero- dije y le sonreí apartándome de él. Desde que Soul y yo nos juntamos la mayoría de mis "amigos" dejó de hablarme o frecuentarme. Hero era de los pocos que no había cambiado conmigo, a decir verdad, era el único al que podía considerar mi amigo. Trabajábamos en la misma área, y eso ayudó a que nuestra amistad creciera, después de Soul, era la persona en la que más podía confiar. Caminé detrás de él por unas cuadras y ni siquiera se percató de mi presencia. Se detuvo frente a un edificio sucio y viejo y entró sin pensarlo. Me quedé inmóvil unos momentos afuera del lugar, no sabía si era mejor irme de ahí, o entrar y averiguar a que entró a ese horrible sitio. La duda ganó y sin darme cuenta ya estaba cruzando la entrada de la sucia construcción. El lugar era terrible, había bolsas de basura en todo el patio y el olor que emanaba era insoportable. Miré hacia todos lados intentando adivinar a donde había ido Soul, el lugar tenía cinco pisos y cuatro divisiones que parecían otras edificaciones dentro de la construcción, eran pequeños departamentos, caminé esquivando la suciedad del suelo hasta que miré unas escaleras de metal al centro de dos edificios que atravesaban por el centro de la construcción pasando por todas las puertas. Comencé a subirlas sin saber realmente a donde ir, me detuve a la mitad y cerré los ojos, empecé a buscar las vibraciones del alma de Soul. Lo encontré en cuestión de segundos, su alma se encontraba inmóvil en la parte de atrás del edificio donde yo estaba, bajé las escaleras y recorrí el edificio por un lado procurando no hacer ruido y caminé pegado a la pared para no ser visto. Llegué hasta la pared de un lado y me encargué de espaldas a la construcción, sentí que el alma de Soul se agitaba extrañamente, me concentre en sus vibraciones y fue entonces cuando me percaté de otra presencia que estaba con él.
-no puede ser...- dije en voz baja y sin pensarlo dos veces me asomé por la orilla de la barda. Apreté los puños y lleno de rabia al momento en que me topé con esa escena.
-Black Star...- dije para mi apretando la quijada, estaba ahí sentado al lado de Soul, tan tranquilo y feliz, platicando como los grandes amigos. Se suponía que desde hace tiempo ninguno de los dos le hablaba, o al menos eso yo creía, después de que por su culpa nos habíamos separado un tiempo todavía no podía creer que se rebajara a hablarle y más aún a venirlo a buscar el mismo, cuando fue Soul quien me dijo que nunca le perdonaría el daño que nos hizo. Parecían estar divirtiéndose ya que no paraban de reírse. Me oculte nuevamente tras la barda y sentí como los celos comenzaron a invadir mi cuerpo. Cerré el puño y le di un golpe a la pared procurando no agujerarla. No podía creer lo que había visto, tenía ganas de aparecer y armar un drama, pero me controlé, me tragué mi orgullo y sin hacer o decir nada salí de ese lugar.
--------- Hero ----------
Salí de mi casa y caminé en dirección al supermercado. Compraría sólo un par de cosas, algo que no pesará mucho, la verdad es que ir en mi auto me ahorraría tiempo y esfuerzo, pero ir de compras era nada más un pretexto. Lo que en verdad quería era encontrarme con Kid, pasaría por enfrente de su casa y quizá con algo de suerte podría encontrármelo en el camino. Atravesé el parque y en cuestión de minutos ya estaba caminando por la calle donde vivía Kid. Para ser sincero estaba enamorado de él, amaba su masculina voz, su extraña obsesión por la simetría, sus raros ataques de locura cuando ve algo sucio o desordenado, incluso esas tres rayitas que tenía en su cabeza que lo hacían ver tan lindo. Desde que llegó a Shibusen quedé impresionado, a pesar de ser un gran guerrero y Shinigami, esos ojos amarillos me cautivaron de inmediato, me enamoré de el sin darme cuenta, desde entonces hasta hoy llevaba más de cuatro años amándolo. Desde que comenzamos a trabajar juntos nuestra amistad se hizo más fuerte, era algo que me ponía muy feliz, pero a la vez entendía a la perfección que amarlo no estaba bien, sabía de sobra que él amaba a Soul y que estaban juntos... y felices. Desde que me enteré que comenzaron a andar y después iniciaron una vida juntos perdí toda clase de esperanzas, estaba mal que no dejará de quererlo pero era algo que simplemente no podía controlar. A pesar de que no tenía ni media oportunidad con el me gustaba si presencia y disfrutaba de su compañía, aunque fuese simplemente una amistad. Me hacía feliz el simple hecho de mirarlo todos los días. Iba mirando hacia la casa de Kid cuando pasaba justamente por enfrente cuando casi me estampó con alguien.
-¡Hola Kid!- dije saludando alegremente al notar que era el.
-ha... hola...- dijo distraído y quiso continuar con su camino.
-oye Kid...- dije intentado sacar cualquier tema de conversación para lograr que se quedara a charlar conmigo pero me interrumpió.
-luego hablamos Hero- dijo y se marchó rápidamente. Me sentí algo desanimado, pero igualmente feliz por habérmelo topado. Caminé el resto del camino hasta el supermercado, ya no tenía un verdadero motivo para llegar hasta allá, pero igualmente decidí ir a comprar algo de igual forma. Llegué y recorrí los primeros pasillos desinteresado, tomé un par de sobres con comida instantánea en el primer piso y los coloqué en un carrito que arrastraba conmigo. Pasó un rato y recorrí el resto del establecimiento, no llevaba más de veinte productos, pero el simple hecho de estar ahí me parecía divertido, de igual forma no había nadie quien me esperará o preocupara por mí en casa. Suspiré profundo y me forme en una de las hileras para pagar. Finalmente me cobraron y me dirigí a la salida principal.
-¡Oye Hero!- Escuché detrás de mí y me paré en seco.
-Valla, Kid que sorpresa...- dije sin poder ocultar mi felicidad.
-¿que haces aquí? si que llegaste rápido, creí que ibas a otro lado...- agregue y la sonrisa que había dibujada en su rostro desapareció cuando mencioné eso último.
-si, iba a otro lado...- dijo y miró al suelo.
-pero...bueno vine a comprar unas cosas- dijo sonriendo nuevamente y caminamos a la salida.
-¿trajiste tu auto?- preguntó buscándolo con la mirada.
-ammm... no caminé hasta aquí- dije sonriendo.
-bien, entonces te llevaré a tu casa, mi auto esta por allá...- dijo y señaló al final del estacionamiento.
-haa... bueno si quieres...esta bien... gracias-dije sin poder creérmelo y tome mis bolsas que había dejado apoyadas en el suelo.
-déjame ayudarte- dijo Kid y tomó una de las bolsas tomando mi mano para poder liberar las correas.
-no... No te preocupes... no hace falta, estoy bien... - dije totalmente nervioso y sonrojado.
-vamos, llevas muchas cosas...- respondió sonriente. Noté que el únicamente llevaba una bolsa con algo de fruta.
-ammm... esta bien... muchas gracias...- dije y reí agachando la mirada. Caminamos hasta su auto, que gracias al cielo, estaba lejos dándonos tiempo de caminar juntos y charlar.
-Sube...- dijo y abrió la puerta del copiloto. No sabía si era simple amabilidad, pero eso me pareció un gesto increíble. Lo miré apenado al subir pero él se veía totalmente tranquilo y parecía algo perdido en sus pensamientos.
-Oye... ¿y Soul porque no ha venido contigo...?-pregunté después de un rato de silencio.
- ammm... él... fue a otro lado... -agregó serio. Supuse que quizá habían tenido alguna clase de pelea o discusión, así que me arrepentí de haber preguntado.
-ho... ya veo...- dije en voz baja y bajé la mirada.
-lo siento...-agregué al no notar que a su rostro no se le borraba la expresión preocupación y tristeza.
-no, no te preocupes, en realidad no es nada... no pasa nada...- dijo sonriendo de manera algo forzada y negó con la cabeza. Pasamos el resto del camino prácticamente en silencio, hablamos únicamente de unas cuantas cosas del trabajo.
-Hey, Kid casi llegamos a tu casa, puedes dejarme ahí si quieres, atravesaré el parque para ir a mi casa, ya no esta muy lejos- le dije señalando la orilla del camino.
-para nada, te llevaré a tu casa...- respondió sin siquiera pensarlo.
-a... no te preocupes... caminaré...- intenté decir algo más pero me interrumpió.
- ayyy... ya cállate Hero, te llevaré a tu casa, ya te dije ¿entendido?- dijo riéndose y pasando de largo su hogar.
-b...bueno...-dije algo nervioso.
-jajaja... eres tan gracioso cuando te pones de necio, pero conmigo no puedes Hero... - agregó riéndose y soltó una mano del volante posándola sobre mi hombro.
-no... Yo... bueno...- hice esfuerzos por decir algo inteligente pero nada salió.
-mmmmm o ¿es que no quieres que te lleve?- preguntó arqueando una de sus cejas y me miró de reojo.
-¡No, por supuesto que quiero...!- dije casi gritando rápidamente. Me volteó a ver y comenzó a reír, sentí que la cara se me ponía roja y miré hacia otro lado, era tan estúpidamente obvio que sentí miedo de que se diera cuenta, me sentía tan avergonzado.
-tampoco es para tanto, tranquilo... sabes eres muy gracioso, apenarte simplemente por que por que te descubrí...- dijo y sentí que el corazón atravesaría mi pecho.
-¿descubrirme?-pregunté nervioso.
-si te descubrí... creíste que en verdad te bajaría y tendrías que cargar todas tus cosas, por eso contestaste así...- dijo y sus palabras no parecían tener coherencia ni relación una con la otra, me quedé unos segundos haciendo una expresión interrogativa sin saber si estaba actuando o de verdad era tan estúpido.
-Kid... lo que dices... ¡no tiene sentido! ¡Yo te dije que caminaría! ¡Tu te ofreciste a llevarme!- dije sin comprender su punto de vista.
-jajajaja... vamos Hero, sólo bromeó...- dijo sin parar de reírse.
-y... ¿ahora de que te ríes....?- pregunté en tono de berrinche.
-¡de ti... de tu cara!- dijo riéndose de mí.
-¡Oye!- exclamé en tono furioso a modo de juego. Pasamos los siguientes diez minutos riéndonos y discutiendo sobre las proporciones de mi rostro hasta que finalmente llegamos a mi casa.
-Nuevamente gracias Kid...- dije y me bajé, abrió la cajuela y salió del auto. Tomé mis cosas y cerré el porta equipaje.
-oye Hero... ¿tu crees que es buena idea amar ciegamente?... es decir... ¿confiar totalmente en esa persona...?- preguntó recargándose en la estructura de metal de la parte trasera de su auto y miró al cielo.
-pues... realmente debes pensar en sí esa persona te ama de la misma manera, si el amor es sincero y recíproco, no hay motivos para desconfiar- respondí y se paró frente a mi.
-tienes razón...- dijo y suspiró.
-¿porque la pregunta?- cuestioné sin poder resistir la curiosidad.
-no por nada, nos vemos mañana en el trabajo- dijo dedicándome una sonrisa e indicó adiós con su mano. Se subió a su auto y comenzó a avanzar, me quedé ahí parado mirando como ese coche deportivo color negro brillante se alejaba a través de las calles.
Continuará…