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Sakuma's Attack por claire

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Notas del fanfic:

Hola!

Bueno, a estas alturas del fic tengo que aclarar algo...

Es el capitulo final y songfic, así que he estado pensando en un método para compartir las canciones por si hay alguien que no las tenga, y Dropbox me ha parecido una buena idea.

Supongo que ya hay gente que lo usa, y para los que  no, decir que es un espacio de almacenamiento gratuito online de 2Gb con el que puedes compartir archivos y carpetas. Tengo la mía preparada, con la canción y mis fics en .pdf por si alguien los quiere tener. También dejo casi toda la música de Gravitation ya que muchos de mis fics son Songfics y puede haber gente que no la tenga. Dejo el link de descarga de dropbox, y los que quieran acceso a mi carpeta, que me dejen un review o me envien un privado con su mail y los agregaré. 

Dropbox: http://db.tt/HzGV5rx1

 

umarekawari no anata yo hitori hohoemanaide hitomi o irodoru

nozonda sekai ga totsuzen hai ni natte mo kiseki wa mada megurikuru

 

“Esos ojos, esa mirada misteriosa que tanto me fascina”

 

todokanu hikari no yukue azayaka ni mau omoi o egakou

michibiku kotoba ga koborete shimawanu you ni utsuru toki o osorenaide

 

“Los gestos que tan bien conozco y que con los años he terminado por hacer míos.”

 

sotto dakishimete zutto tsukamaete motto kokoro made kowasu you ni.

 

“¿Cómo puede cambiar tanto una persona cuando sube a un escenario?”

 

- ¡Shu-chaaaaan!- Se le tiró literalmente encima su ídolo.- ¿Te ha gustado?

 

- ¿Eh? Sí...

 

“Dos personas. Pero no conozco a ninguna de ellas: mi amigo y mi ídolo. Los dos en un mismo cuerpo y casi imposibles de diferenciar ¿Cómo puede una persona comportarse así? Realmente nadie conoce al verdadero Sakuma Ryuichi.”

 

- ¡Shu-chan! ¡Ven al camerino a jugar con Kumagoro na no da!- Antes de que el pelirrosa pudiera responder, se vio arrastrado literalmente por el cantante.

 

Tras cerrar la puerta, Ryuichi se giró de nuevo con su intimidante y misteriosa mirada.

 

- ¿Tanto te impresiono, Shuichi? ¿O es que tienes curiosidad por conocer al verdadero Sakuma Ryuichi?

 

- Bueno... Yo... Es que...- Logró medio decir un intimidado Shuichi.

 

Sakuma se acercaba lentamente al pelirrosa, el cual retrocedía con la misma frecuencia.

 

- Tranquilo Shuichi, no tienes porqué ponerte nervioso ¿No quieres conocer a tu ídolo? He visto tu expresión mientras cantaba ¿Era curiosidad? ¿O era sorpresa?

 

- Bueno... Yo...

 

- No, eran ganas de conocer a tu ídolo. Sientes un terrible deseo de conocer al verdadero Sakuma Ryuichi… ¿O me equivoco?

 

- Esto... Sakuma-san... Yo...

 

- Llevas meses intentando descifrarlo, y sé que te frustra no haberlo hecho aún… ¿Quieres saber porqué me refugio en Kumagoro? ¿Porqué me comporto como un crío?

 

Shuichi se quedó con la espalda contra la pared, viendo como Ryuichi seguía acercándose peligrosamente.

 

- Todo se resume en una sola palabra, Shuichi...- Dijo el experimentado cantante para terminar susurrándole al oído.- ...Inocencia.

 

Los ojos del pelirrosa se abrieron exageradamente mientras un escalofrío recorrió todo su cuerpo al sentir el cálido aliento de Ryuichi  y esos ojos azules clavados en los suyos, con esa mirada misteriosa que tantas emociones le causaba.

 

- ¿Ino... cencia?- Preguntó el pelirrosa confundido.

 

- Exacto, esa inocencia tuya que ha vuelto loco a más de uno... incluso a mí.

 

- Sa... Sakuma-san, yo...

 

- Sht...- Le dijo mientras tapaba sus labios con un dedo.- No niegues que llevas años soñando con estar así conmigo Shuichi, con ser mío.

 

- ¡No! Yo no... Yuki...

 

- ¡Olvídate de Yuki! Él no tiene porqué saber esto...- Le dijo mientras sonreía maliciosamente.

 

- Sakuma-san...Yo... No por favor...

 

- Vamos, Shu, ahora me negarás que hubieses dado lo que fuera para estar así conmigo…- Ryuichi hizo una pausa para recorrer con la lengua el cartílago del oído del pelirrosa para terminar mordiendo suavemente.- ¿No te das cuenta de que cuanto más te resistes, más ganas tengo de tenerte? Es justamente eso lo que tanto me gusta, me provocas inconscientemente, no puedes imaginar cómo me pones cuando haces eso…

 

Ryuichi empezó a buscar lentamente los labios del joven cantante rozando su piel con la nariz dejando que su respiración marcara el camino que iba siguiendo.

 

- ¡Ryu-chan! ¿Qué haces todavía aquí?- Irrumpió Noriko entrando de repente.- ¡La rueda de prensa empezó hace ya cinco minutos!

 

- ¡Kumagoro quiere quedarse con Shu-chan na no da!- Lloraba Ryuichi mientras se vía arrastrado y dejaba a un conmocionado Shuichi en el camerino.- ¡Con Shu-chaaaaan!

 

Después de la rueda de prensa, NG tuvo una reunión convocada por Tohma, a la cual Ryuichi no asistió, como siempre.

 

- ¿Sabes donde de ha metido Ryuichi?- Preguntó Tohma a Noriko, a la cual siempre le tocaba vigilar a ese inconsciente.

 

- Sakuma estará jugando con Shuichi…

 

- Para variar...

 

- Creo que no me has entendido, no he dicho Ryuichi, sino Sakuma.

 

- ¡¿Qué?! - Preguntó sorprendido.- Hace años que no... ¿Crees que deberíamos intervenir?

 

- No, de momento solo se lo está tomando como un juego, se divierte al ver como Shuichi se pone nervioso.

 

- Ya me lo imagino, Shindou sería incapaz de hacer algo por lo que Yuki pudiera enfadarse, además de que siempre se ha sentido intimidado por Ryu. No creo que debamos preocuparnos de momento.

 

- Sí, por ahora Shuichi es sólo cómo un fan más.

 

- No, él es diferente, no creo que esto se quede en un juego, Ryuichi siempre ha mostrado un intrigante interés por Shindou.

 

- ¿Tu crees que...?

 

- ¿Que quiera tener con Shuichi algo de verdad? Puede ser... Con Ryuichi nunca se sabe y más si se junta con otro descerebrado como él. Sea como sea, creo que esto va a ser divertido...

 

- ¿Piensas quedarte mirando como Ryuichi intenta acosar a Shuichi sin hacer nada?- Preguntó enfadada Noriko.

 

- Vamos, no te lo tomes así, Ryuichi no está acosando a Shuichi, solo está jugando. Además, ahora veremos si nuestro “pequeño cantante” sabe defenderse para salvar su relación con Eiri.

 

- ¿Dudas de su relación con Yuki? ¿A que viene ahora eso?- En ese momento la joven teclista estaba, más que enfadada, intrigada por las palabras de Tohma.

 

- Yuki y Shuichi tienen una relación muy complicada, pero a la vez muy frágil. Shindou sabe que un paso en falso puede hacer que Yuki se enfade y terminar con todo. Eso es lo que él teme, por eso y sólo por eso no se ha dejado hacer nada por Ryuichi. ¿Crees que sino no se habría rendido a los pies de Sakuma? Recuerda que para Shuichi es un Dios.

 

- No. Creo que te equivocas con todo eso. La relación de Yuki y Shuichi puede ser muy frágil como tu dices, pero siempre que ha pasado algo han conseguido arreglarlo y volver a estar juntos. Y cada vez que eso ha pasado su relación se ha hecho más fuerte. La prueba está en que hasta después de que Yuki desapareciera, estuviera a punto de casarse y le rechazara una y otra vez, siguen estando juntos.

 

- Entonces... ¿Crees que Shuichi terminará por acceder ante Ryuichi?

 

- No, y no por miedo a que se enfade Yuki, sino porqué le ama.

 

- …¿Apostamos algo?

 

*********************************************************************

 

“No puede ser, esto no me ha podido pasar. No puede ser que Sakuma Ryuichi sienta eso por mí ¡Es mi ídolo! ¡Mi Dios! Una persona como él no puede estar a mi alcance, además, yo quiero a Yuki, y por mucho que Ryuichi me diga, lo que siento nunca cambiará. No puedo hacerle algo así a mi Yuki. ¡Engañarle con Sakuma-san! ¡Engañarle! Yuki me mataría si supiera que he estado pensando esto. Seguramente todo quedará como una tarde en la que Sakuma estaba con ganas de juego y al cabo de unas semanas todo quedará olvidado. Si, eso será lo que pase. O lo que –yo- quiero que pase...”

 

Shuichi llegó a casa aún con esos pensamientos divagando en su cabeza, se quitó los zapatos y fue en busca de Yuki para informarle de que ya había llegado. La casa estaba toda oscura, dejando entrever las luces del exterior entrando por los ventanales de la sala de estar.

 

El pelirrosa inspeccionó la casa en busca de Yuki, primero en su estudio, después en el dormitorio, y por último en el resto de habitaciones de la casa.

 

Al ver que su koi no estaba, pensó en llamarle al teléfono móvil, por lo que fue a buscar la mochila que había abandonado anteriormente en la entrada para coger su teléfono. Yuki había cogido la manía de salir y no avisar nunca de a donde iba, y eso hacía que Shuichi se entristeciera mucho al pensar que no sabía donde pasaba la mayor parte del tiempo la persona que más amaba.

 

Pero se sorprendió al ver algo en su mochila fuera de lo normal: un Kumagoro con una tarjetita atada en su lazo. Cuando logró reaccionar, cogió tembloroso la tarjeta y leyó:

 

“No te librarás de mi tan fácilmente.”

 

 

*****************************************************************

 

 

Cuando Yuki llegó a casa, se extrañó de que todo estuviera tan silencioso a esa hora, justo cuando su pequeño amante estaba en todo su auge correteando y gritando.

 

Primero pensó que el cantante no habría llegado, pero no tardó en verlo tumbado en el sofá, silencioso y pensativo, mirándole fijamente sin pronunciar sonido.

 

- ¿Qué mosca te ha picado? Ya te me tendrías que haber tirado encima y haberme hecho 50 preguntas en 10 segundos.

 

- No, si… estoy bien.- Dijo el cantante con una sonrisa forzada.

 

- ¿No vas a preguntarme dónde he estado?

 

- No tengo derecho a pedirte explicaciones.

 

- Shuichi, ¿Seguro que estás bien?

 

- ¡Hontono hontou ni!- Respondió intentando aparentar que no pasaba nada.

 

- Bien, si cambias de idea y quieres contarme lo que realmente te pasa, estaré en mi estudio.- Dijo el rubio mientras se adentraba en el oscuro pasillo.

 

Shuichi se quedó en el sofá sin moverse ni un milímetro, limitándose a pensar y asimilar todas las emociones vividas en tan pocas horas.

 

"¿Cómo puede ser que Sakuma Ryuichi se interese por mí? Yo siempre había soñado con eso pero... Ahora que lo he vivido lo único que he sentido es terror. ¡Es Sakuma-san! ¡No puede sentir nada por mí! Y aunque lo hiciera... Yo no puedo corresponderle, yo amo a Yuki.

 

Yuki...

 

¿Qué pasará si se entera? Me mata. ¿Porqué no puedo mentirle? Solo con verme ya se ha dado cuenta de que me pasa algo, seguro que termina por en enterarse. Sabe que Ryuichi ha llegado a ser mi Dios, que he basado mi vida en imitarle. Ahora se supone que yo debería estar contento con esto...

 

Pero no lo estoy.

 

Si me hubiera pasado hace un año ahora sería la persona más feliz del mundo. Pero ahora está Yuki, y no puedo hacerle daño, no más del que le he hecho ya solo con el echo de recordarle a ese maldito fantasma del pasado que le atormenta."

 

*******************************************************************

 

Cuando Yuki terminó de escribir se dirigió al dormitorio, pero al ver que Shuichi no estaba allí, fue a buscarlo al sofá donde se había quedado dormido. Estaba echo un ovillito y abrazado a un cojín. Esa visión tan inocente hizo que Yuki se enterneciera de nuevo con su pequeño.

 

- ¿Qué es lo que te preocupa?- Susurró mientras lo cogía tiernamente para llevarlo con él al dormitorio.

 

Le quitó los pantalones y el jersey y lo dejó sólo con la ropa interior, y después lo tumbó delicadamente en la cama tapándolo dulcemente para que no se despertara.

 

Cuando el rubio se metió en la cama, Shuichi se giró para abrazarle y quedar con su pecho como almohada. Era increíble como notaba a su amante y automáticamente le abrazaba.

 

El rubio le devolvió el abrazo y besó su pelo, recibiendo como respuesta un susurro casi imperceptible del cantante.

 

- Yuki...

 

********************************************************************

 

Cuando Shuichi despertó, se encontró semidesnudo y abrazado a Yuki sin saber como llegó allí. Intentó levantarse sin hacer ruido para no despertar al escritor, que seguramente se acostó tarde por la noche.

 

Cogió su ropa lo más silenciosamente que pudo y se dirigió al baño a darse una ducha. Pero cuando estaba más absorto pensando en qué pasaría hoy en NG con Ryuichi, un ruido le distrajo.

 

- Tardas mucho baka, se está enfriando el desayuno. Ya veo que voy a tener que ayudarte con esto también...- Dijo Yuki mientras se quitaba la poca ropa que llevaba y se metía en la ducha.

 

- ¿Te divertiste anoche desnudándome sin que yo me enterara?- Preguntó haciéndose el inocente mientras se vía arrinconado en la ducha por el escritor.

 

- No te lo puedes llegar a imaginar... Hasta tuve la tentación de hacerte mío en aquel mismo instante.

 

El pelirrosa enredó los brazos en el cuello de su amante, atrayéndolo más hacia él y buscó ansiosamente sus labios, que no tardaron en ser invadidos por los suyos. Yuki aprovechó que esta era una de las pocas veces en que el cantante llevaba la iniciativa y se dejó llevar por él.

 

No tardó mucho en notar la lengua de Shuichi pidiendo paso en el interior de su boca, a lo que el escritor respondió dejándole explorar ávidamente cada rincón, para luego ir en busca de su lengua, con la que se enredó en una voraz batalla.

 

Cuando el pelirrosa por fin rompió el beso por falta de aire, Yuki no pudo evitar reír ante las ansias de su pequeño por sentirse suyo. Pero no iba a dejar que se saliera con la suya, no sin antes divertirse un poco...

 

Shuichi hundió la cabeza en el cuello del escritor depositando pequeños besos que se fueron convirtiendo en suaves mordiscos arrancándole sonoros jadeos.

 

El escritor alargó el brazo hasta la estantería de los jabones y cogió el gel de té verde relajante, se echó un poco en las manos y empezó a acariciar espalda y hombros de su pequeño amante. El escritor dejó que sus manos se deslizaran libremente ayudadas por la viscosidad del jabón, consiguiendo unas caricias suaves y a la vez firmes, arrancándole un escalofrío que recorrió todo el cuerpo de Shuichi.

 

Yuki deslizó las manos por los costados del pelirrosa y dejó que resbalaran hacia abajo gracias al jabón, hasta que quedaron descansando en su trasero. Después de varias caricias insinuantes, el rubio dirigió un dedo hasta la entrada de Shuichi y presionó levemente sin llegar a penetrarle. El cantante inclinó la cabeza hacia atrás y gimió extasiado mientras sus manos sus manos buscaban el miembro de Yuki y empezaba a masturbarlo.

 

Pero fue cuando Shuichi sintió un dedo del escritor en su interior, cuando aceleró el ritmo y empezó a gemir más escandalosamente dejando ver su estado de excitación. Yuki se sintió totalmente satisfecho de ver el estado que le había provocado a su pequeño amante. Sus ojos estaban cristalizados, y tenía ese rubor en las mejillas que le daba un aire infantil y seductor. Fue entonces cuando el escritor realizó su dulce venganza por el echo de que el pelirrosa no confiara en él para contarle lo que le pasaba.

 

- Sabes... ¿Qué ya hace 10 minutos que deberías haber salido hacia NG?- Le susurró maliciosamente.

 

El cantante abrió exageradamente los ojos recordando cierta pistola y cierto rubio, y salió de la ducha corriendo y tropezando con todo lo que encontraba a su paso, vistiéndose lo más rápido que pudo y saliendo por la puerta.

 

Durante el trayecto hasta la discográfica, el pelirrosa prácticamente no pudo pensar más que en K y en su mágnum apuntándole directamente a la cabeza, alejando cualquier pensamiento relacionado con Ryuichi. Pero nada más llegar, lo primer que vio fue al cantante tirándose encima suyo en su faceta infantil.

 

- ¡Shu-chan! ¿A que no adivinas la buena noticia?

 

- Ho… Hola, Sakuma-san… Quizás si me dejas levantarme, mis neuronas empezarán a funcionar otra vez.

 

- ¡Tohma se las ha arreglado para que hagamos un videoclip juntos! ¿No te hace ilusión que volvamos a cantar juntos no da?

 

- Etto... bueno... si...- Dijo Shuichi poniéndose de pie y mirando a un maduro Sakuma.

 

- Creo que vamos a pasar mucho tiempo juntos...- Dijo con mirada desafiante.

 

En ese momento, Shuichi supo que por mucho que quisiera, no iba a poder evitar estar expuesto a cualquier locura que a Sakuma se le ocurriera hacer. No sabía muy bien como lo hacía, pero siempre que Ryuichi se le acercaba, se vía incapaz de negarse a nada. Ya comprobó la ultima vez que si no llega a ser por Noriko, hubiera terminado haciendo algo de lo que se pasaría la vida arrepintiéndose...

 

- ¡Big news!- Irrumpió K, tan enérgico como siempre.- ¡Mañana mismo empezaremos con la grabación del videoclip! ¿No estás contento Shuichi?

 

- Er... Si, claro...

 

- ¡Pues dejad de hacer el vago y empezad a ensayar! ¡Ni siquiera os habéis aprendido la letra! ¡Vamos! ¡Vamos!

 

Shuichi pasó el resto del día ensayando la maldita canción junto con Ryuichi, el cual no paraba de mandarle miraditas sugerentes e intimidantes. Pero ante su sorpresa, el experimentado cantante no hizo ningún afán por conseguir nada más de él; no hasta terminar de ensayar...

 

Pese a los intentos de Shuichi por no quedarse a solas con Sakuma, no pudo evitar que los dejaran solos para terminar de pulir algunos detalles que según K se tenían que solucionar aquel mismo día sin falta.

 

- ¿Qué, Shuichi? A ver como te libras de ésta...- Decía Sakuma mientras se acercaba al pelirrosa con esa sonrisa picarona que el pelirrosa ya empezaba a conocer tan bien.

 

- No, Sa... Sakuma-san... Tenemos que acabar la canción...

 

- ¡Deja la canción! ¡Ya improvisaremos! Ahora tenemos cosas más importantes que hacer...

 

Ryuichi volvía a tener al joven cantante contra la pared, pero esta vez no vendría nadie a salvarle, así que se lo tomaría con más calma y disfrutaría de esa piel adictiva que llevaba tanto tiempo volviéndole loco.

 

- No, Sakuma, por favor...- Decía Shuichi con los ojos cristalizados, a punto de llorar.

 

- Vamos, Shu ¿Cuantas veces te he dicho que me llames Ryuichi?- Le dijo acercándose más, casi rozando sus labios, provocando un ligero rubor que acabó de convencerle de que tenía que ser suyo al precio que fuera.

 

El pelirrosa cerró fuertemente los ojos al notar la respiración de su ídolo en el cuello, y acercándose peligrosamente a sus labios de nuevo. De pronto notó como su labio inferior quedaba atrapado entre los diente de su ídolo, cosa que le hizo abrir los ojos de golpe.

 

En ese momento, solo quería pensar que eso no estaba ocurriendo, que en cualquier momento despertaría y se encontraría de nuevo en el dormitorio, abrazado a su Yuki y riéndose de los sueños tan raros que tiene.

 

Pero aquello era real, estaba engañando a Yuki, lo estaba engañando con su Dios, con Sakuma Ryuichi. ¿Por qué no lo estaba rechazando? ¿Por qué se había quedado inmobilizado?

 

De repente, vio su boca invadida por la lengua de Ryuichi, explorando ávidamente el desconocido terreno. Shuichi quería irse, quería apartarlo, pero el cuerpo no le respondía, de quedó totalmente paralizado ante los actos del prodigioso cantante.

 

Sakuma, que se dio cuenta del estado perplejo del pelirrosa, se alejó un poco para mirar su inocente expresión, para después empezar a besar su cuello, hasta llegar a la oreja, la cual recorrió, terminando con un pequeño mordisco en el lóbulo, que provocó que un leve gemido escapara de los labios del joven cantante.

 

- Vamos, Shuichi, estoy seguro de que con Yuki no eres así... quiero sentir tu piel contra la mía.- Susurraba sugerente mientras una de sus manos se introducía en el interior de la camiseta del más joven, recorriendo cada rincón de esa caliente y aterciopelada piel que tanto deseaba.

 

- No... Sakuma-san, esto no está bien... Yo... Lo siento, pero me tengo que ir.- Dijo mientras se deshacía de él hábilmente y cogía su mochila, saliendo de allí con una expresión asustada y conmocionada.

 

- Creo que esto me va a costar más de lo que esperaba... Va a ser un reto conseguir a Shuichi, pero será mío al precio que sea.

 

**********************************************************************

 

Cuando el vocalista llegó a casa, todo estaba silencioso. Yuki seguramente estaría escribiendo todavía, pero el pelirrosa pensó que ya lo vería al día siguiente, no quería que se diera cuenta de su estado.

 

Recorrió sigilosamente todo el pasillo y entró en el dormitorio mientras se quitaba la ropa para ponerse el pijama. Se dejó caer pesadamente sobre la cama y se tapó hasta la cabeza, intentando perder al mundo de vista.

 

Pero al cabo de unos minutos, sintió una mano que empezaba a acariciarle insinuante.

 

- ¿Qué es eso de llegar y no decir nada?- Dijo maliciosamente Yuki, tumbado al lado del cantante.- ¿Acaso no te quieres cobrar lo de esta mañana?

 

- Hoy no, Yuki- Respondió el pelirrosa apartando la mano del escritor.

 

- Vamos, no empieces como siempre ¿Tanto te gusta resistirte?- Volvió a insistir introduciendo su mano en los pantalones de Shuichi.

 

- ¡Yuki para por favor!- Gritó nervioso el cantante, mirándolo a punto de llorar.

 

- Shuichi...- Susurró Yuki abandonando su actitud juguetona por otra más seria.- ¿Tanto te afecta lo que sea que te esté pasando como para no querer ni que te toque?

 

- No insistas Yuki, ahora solo quiero dormir, por favor. Estoy cansado…- Dijo con una mirada preocupada.

 

- Está bien... ¿Prefieres que esta noche duerma en el sofá?

 

- No, quédate aquí conmigo. No me dejes solo.

 

Yuki le sonrió y depositó en dulce beso en su frente, para después tumbarse y pensar durante horas qué podía haberle pasado a su pequeño para que estuviera así.

 

********************************************************************

 

- ¡Buenos días Tohma!- Saludó Noriko entrando al gran despacho.- ¿Para qué me has llamado tan pronto?

 

- Anoche conseguí que Shindou y Ryuichi se quedaran solos.

 

- Pensé que nosotros no podíamos intervenir en lo que pasara entre los dos.

 

- Vamos, si solo le he dado un empujoncito...

 

- Está bien, tu sigue haciendo lo que quieras, pero te advierto que yo voy a hacer lo mismo.

 

- Cambiando de tema... ¿No quieres ver el vídeo de seguridad?

 

- ¿Cómo lo has conseguido?

 

- Soy el presidente ¿Recuerdas?- Dijo con su típica sonrisa.- Pero vamos a ver el vídeo, creo que te interesará ver lo que pasó...

 

Tohma puso el vídeo y los dos empezaron a verlo con curiosidad. Después de una media hora, la grabación terminó con la torpe salida de Shuichi de NG.

 

- Parece que yo voy ganando, Ryuichi besó a Shuichi.- Dijo el rubio triunfante.

 

- Pero Shuichi no le respondió, solo se quedó paralizado.- Argumentó Noriko.

 

- Pero le besó.

 

- No va a ser valido hasta que Shuichi se deje llevar y le devuelva los besos y las caricias.

 

- Como quieras... Total, con lo que tengo planeado no creo que eso tarde mucho en suceder...

 

- A veces puedes llegar a ser demasiado calculador.- Dijo una muy seria Noriko.

 

- ¿Quieres un café?

 

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Cuando Yuki despertó, el pelirrosa ya había salido hacia NG, así que pensó en quedarse un rato más en la cama sin hacer nada. La noche anterior avanzó mucho su novela gracias al silencio y la tranquilidad que tuvo.

 

" Ya se ha ido. Y no he conseguido que me diga nada. No sé que es lo que le preocupa, pero tiene que ser algo grave, solo hay que verlo para darse cuenta. No ha querido ni que le tocara, siempre le ha gustado resistirse un poco, pero anoche fue diferente, anoche de verdad no quería hacer nada. Parecía asustado, como si mis caricias le dolieran. No puedo seguir con esta sensación de impotencia sin poder ayudarle y sin saber como consolarle. No puedo."

 

La cabeza de Yuki rondaba entre cientos de divagaciones sobre quien podría saber qué le pasaba a su pequeño amante, pero siempre terminaba pensando en la misma persona, ese amigo al que le contaba todo, su consejero y confesor: Nakano.

 

La verdad es que muy pocas veces había hablado con él, pero esta vez era necesario, era lo único que se le ocurría al escritor, y no iba a parar hasta que supiera de una vez lo que le pasaba a Shuichi.

 

 

*****************************************************************

 

 

- ¡Shuichi!

 

El pelirrosa escuchó una voz familiar que le llamaba.

 

- ¡Noriko! ¿Pasa algo?- Preguntó extrañado el cantante, al ver la seriedad de la teclista.

 

- No, solo quería hablar contigo. ¿Tienes un rato antes de empezar?

 

- Supongo, hoy he llegado más pronto de lo habitual así que no creo que K me diga nada fuera de lo normal. ¿Qué es lo que quieres?

 

- Bueno, yo quería hablarte sobre... sobre Ryuichi.

 

De repente Shuichi empezó a ponerse nervioso, cosa que Noriko notó al instante.

 

- Si, eh... bueno, yo... Quiero decir, Sakuma...

 

- Shuichi.- Noriko interrumpió tajante sus reflexiones incomprensibles.- Ya sé que Ryuichi ha estado jugando contigo.

 

- ¿Jugando?

 

- Si, aunque para ti esto sea algo crucial, para él sólo es un juego.

 

- ¿Pero porqué ahora? ¿Y porqué conmigo?

 

- Bueno, Ryuichi siempre ha mostrado un gran interés por ti desde la primera vez que te vio. Yo le conozco desde hace años y te puedo asegurar que tiene muy claros sus objetivos. Que no te engañe con su apariencia de niño bueno, detrás de esa mascara que se ha creado para no afrontarse al cruel mundo de la música, está el hombre más maduro y calculador que te puedas llegar a imaginar.

 

- Pe... Pero sus insinuaciones...

 

- Tienes que aprender a controlarlo Shuichi, es precisamente eso lo que vuelve loco a Ryu-chan, tu inocencia y tus reacciones. Si aprendes a enfrentarte a sus provocaciones se cansará y te dejará por aburrimiento. Al menos eso creo, si esto es solo un juego por su parte con eso te lo quitarás de encima, pero si realmente quiere algo de ti, no parará hasta conseguirlo.

 

Shuichi bajó la cabeza y adoptó una expresión de preocupación que no era típica de él.

 

- ¿Qué pasa Shu-chan?

 

- Nunca habría pensado que Sakuma Ryuichi pudiera ser tan... tan...

 

- ¿Calculador?

 

- Si.- Afirmó con tristeza bajando la cabeza.

 

- Esa no es la palabra, Ryuichi no es ni calculador ni manipulador ni nada que se le parezca. Si acaba pasando lo que creo que pasará, podrás conocer a Sakuma y formarte una idea correcta de cómo es realmente, de cómo es esa persona tan misteriosa que solo conocen unos cuantos.

 

- Lo dices como si fuera un privilegio que me haga esto.

 

- En cierto modo lo es, solo una vez antes que ahora dejó ver tan claramente sus intenciones.

 

- ¿Y que pasó?- Preguntó sorprendido al descubrir esa nueva faceta de su Dios.

 

- Se fue a New York. Esa fue la verdadera causa de su marcha precipitada.

 

- ¿Pero qué fue lo que...?

 

- Eso es algo que te debe contar él mismo. Etto... ¿aquel de allí no es K?

 

- ¡Sí! ¡Debe estar buscándome para matarme por llegar tarde otra vez!

 

- Shuichi, mantenme informada de todo, y si me necesitas ya sabes donde estoy.

 

El pelirrosa asintió y fue corriendo donde estaba K para intentar evitar un posible homicidio y una muerte demasiado prematura.

 

**********************************************************************

 

En una cafetería no muy lejos de allí...

 

- ¿Qué es lo que pasa Yuki-san?- Preguntó Hiro mientras se tomaba el café al que el rubio le había invitado.

 

- Ya sabes lo que quiero.- Escupió tajante el escritor.

 

- ¿Te refieres a algo de Shu? La verdad es que estos días ha estado muy raro...

 

- ¿Ahora me dirás que no sabes lo que le pasa?- Dijo Yuki en tono acusador.

 

- Pues no, la verdad es que creía que habíais vuelto a discutir, aunque me extrañó que no viniera corriendo a contármelo.

 

- Oye, que no siempre es culpa mía que esté raro.

 

- Normalmente si, pero ahora eso no importa, lo principal es saber qué le pasa a ese baka. Esta tarde intentaré que me lo cuente. Hagamos una cosa, el primero que sepa algo, que avise al otro. Ya he visto que últimamente tú no tienes problemas para localizarme...

 

- Está bien, aunque no creo que a mí me cuente nada, últimamente solo se dedica a evitarme. Ya no me deja ni tocarle, está como... ausente.

 

- ¿No puede ser que esté nervioso por el concierto con Sakuma? Últimamente ha estado trabajando mucho, y eso en él puede ser peligroso…

 

- Eso ya le ha pasado otras veces, ahora no está nervioso, está asustado, confuso. Sea lo que sea no es nada parecido a lo que le ha pasado hasta ahora.

 

- No creo que sea muy difícil de averiguar, el mundo de Shuichi se reduce a ti y BL, así que si no es por ti, es por BL.

 

- En ese caso todo queda en tus manos, Hiro.

 

********************************************************************

 

- Sakuma-san ¿Qué haces tan pronto aquí?- Preguntó Shuichi entrando al estudio de grabación.

 

- ¡Kumagoro quería verte na no da!

 

- Etto... ¿Dónde está Hiro?- Preguntó el pelirrosa intentando evitar a Ryuichi.

 

- Aun no ha llegado.- Respondió K.- Llamó hace un rato diciendo que le surgió un problema y llegaría tarde.

 

- ¿Él puede llegar tarde y yo no?- Preguntó enfadado Shuichi.

 

- Es la primera vez que Hiro llega tarde, tú lo haces cada día.

 

- Hn...- Gruñó el cantante en señal de protesta.

 

- ¡Ohayo gozaimasu!- Saludó el guitarrista entrando al estudio.- Siento el retraso.

 

- Don't worry, Shuichi ha llegado hace poco, igualmente no habríamos podido empezar... Pero ahora que estamos todos ya podemos trabajar ¡Venga! ¿O queréis morir antes de tiempo?

 

- ¡Sí! ¡Shuichi vamos a cantar na no da! ¿O quieres jugar a otra cosa?- Dijo Ryuichi mirándolo pícaramente.

 

El pelirrosa empezó a ponerse nervioso ante la mirada intimidatoria de su ídolo, dejando ver su estado de conmoción ante todos los presentes.

 

- ¿Shindou-kun, estás bien?- Preguntó Sakano.

 

- Si... Etto... Disculpadme un momento, voy al baño.

 

Shuichi entró en el baño y se apoyó en el frío mármol mientras se miraba en el espejo. Tenía que hacerlo, o al menos intentarlo. Tenía que probar lo que le dijo Noriko: si a Ryuichi lo que le gustaba era su inocencia y sus reacciones inseguras, le tenía que mostrar toda la seguridad que podía llegar a tener.

 

De pronto se abrió la puerta y apareció Sakuma con una sonrisa maliciosa y sensual, cerrando la puerta y atrancándola de tal manera que nadie pudiera entrar.

 

- Hoy si que no te escapas...

 

Shuichi rió para si mientras se sentaba en el mármol viendo como su ídolo se aproximaba. Ryuichi intentó acercarse más para besarle, pero antes de que pudiera hacer nada, Shuichi enredó las piernas en su cintura, pegándolo contra su cuerpo y tomando la iniciativa en el beso.

 

Shuichi exploró ávidamente la boca de su ídolo en un acto hambriento y lujurioso que terminó en el momento en que se colgó de su cuello y le hizo retroceder para no perder el equilibrio.

 

Ahora era la espalda del mayor la que estaba contra la pared, mientras miraba la sonrisa de satisfacción del pelirrosa.

 

- No te confíes tanto, en un momento puedo perder el control y...- Susurró Shuichi y mordió el lóbulo de Ryuichi haciéndole gemir suavemente.

 

Shuichi se giró triunfante hacia la puerta, aún sin creer lo que acababa de hacer. Pero cuando más contento estaba por su clara victoria...

 

- Vaya, no conocía esa faceta tuya, la próxima vez la tendré en cuenta.

 

En ese momento, la victoria que imaginaba el pelirrosa se fue abajo, tanto esfuerzo para nada. Y para colmo, ahora se sentía culpable por haber engañado a Yuki. Pero eso le había dado una idea para pagarle al rubio ese pequeño desliz... Esa nueva faceta suya que había descubierto tenía que ser explotada con él, seguro que así era mucho más divertido...

 

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Gracias al pensamiento de la posible noche de pasión y desenfreno con Yuki, el pelirrosa pudo terminar de pasar el día en NG sin ningún incidente significativo a parte de las miradas insinuantes de Ryuichi, a las cuales ya se empezaba a acostumbrar.

 

Shuichi llegó a casa aún pensando en todo lo que le iba a hacer a su Yuki y montándose su propia película para olvidar lo que había echo con Ryuichi. La verdad es que solo le había besado, pero eso para el pelirrosa ya era como haber traicionado al rubio, y más sabiendo que él mismo había llevado la iniciativa en todo aquello.

En el apartamento todo estaba oscuro, excepto por la tenue luz de la pantalla del ordenador que se reflejaba por todo el pasillo.

 

El escritor se había pasado la tarde allí sentado pensando en el problema de su pequeño amante. Al sentirse observado, volteó la cabeza para encontrarse a un decidido Shuichi que se le acercaba sin decir palabra.

 

El pelirrosa giró la silla de Yuki para poder sentarse en sus piernas quedando cara a cara con él, y así poder besarle. El rubio se sorprendió ante el extraño comportamiento de Shuichi y pensó que quizás ese cambio tan radical de comportamiento significaba que el problema ya se había solucionado.

 

Cuando se dio cuenta, Shuichi ya se había levantado y le cogía de la mando para, aún sin decir nada, llevarle hasta el dormitorio. Yuki no salía de su asombro ¿Desde cuando Shuichi llevaba la iniciativa tan decidido?

 

El pelirrosa lo empujó dulcemente para que se tumbara en la cama, sentándose él sobre sus caderas. Enseguida empezó a besar el cuello del escritor, mientras desabrochaba la suave camisa de seda negra.

 

- Hazme tuyo Yuki, quiero sentirte en mi interior.- Susurró en el oído de su amante que después mordió haciéndole enloquecer.

 

Yuki hizo un preciso movimiento y se colocó encima del cantante, para devolverle todas las atenciones que éste le prestó. Dulcemente le quitó toda la ropa besando y acariciando cada rincón de su cuerpo, haciéndole saber que le pertenecía, que cada milímetro de esa piel era total y únicamente suya.

 

Shuichi dejó que el escritor se deleitara con su cuerpo sin ninguna de sus habituales quejas, esta noche no le iba a negar nada, después de lo que le había echo, se sentía incapaz de no satisfacerle y intentar recompensarle tan bien como supiera.

 

La lengua de Yuki jugueteando traviesamente en su ombligo hizo que el pelirrosa volviera a la realidad. Shuichi enredó los dedos en el pelo de su amante y le acarició dulcemente, mientras notaba las suaves caricias sobre sus caderas que le estaba regalando el rubio.

 

El escritor bajó decidido y pasó la lengua por toda la longitud de Shuichi, arrancándole en gemido ronco mientras arqueaba todo su cuerpo. Se paró unos instantes para poder contemplar esa expresión que el cantante guardaba para sus momentos más íntimos, ese rubor y la mirada entre inocente y deseosa de más, que Yuki conocía tan bien.

 

Sin más contemplaciones, volvió a su tarea introduciéndose el miembro de su amante en la boca, tanto como ésta le permitió. Después de jugar con su lengua, mostrando especial atención en la sensible punta, empezó un sube y baja lento y incitante que se fue volviendo rápido y desesperado.

 

Shuichi cogió un cojín y se tapó la cara con él para ahogar un salvaje gemido de éxtasis que anunció la llegada de su clímax. Una mano apartó el cojín de la cara del pelirrosa, para clavar la mirada en su expresión. El cantante pudo notar como unos ojos dorados le miraban fijamente, divertidos con su reacción.

 

Los labios de Yuki se acercaron a los del pelirrosa, rozándolos sensualmente, perfilando la comisura con la lengua, dejándole saborear su propio néctar. Shuichi hizo el intento de acercarse a por más, pero el escritor se alejó divertido mirando la mueca de frustración de su amante. Ante tal gesto, Yuki empezó a bajar por el cuerpo del frustrado cantante, para subir inesperadamente y saciar todas sus ansias por besarle salvajemente.

 

Cuando por fin el escritor rompió el beso, Shuichi intentó tomar el control de nuevo, posicionándose encima de éste y quedando sentado en su abdomen. El pelirrosa se puso de rodillas encima de Yuki y empezó a balancearse bajando haciendo unos incitantes movimientos provocando que sus sexos se rozaran en un placentero contacto, arrancando suaves jadeos del rubio.

 

El cantante se metió en la boca dos dedos del escritor, humedeciéndolos sugerentemente para después bajar hasta su miembro y empezar a masturbarlo, quedando en tal postura, que a Yuki le era sumamente fácil empezar a abrirse camino en su abertura sin ningún esfuerzo.

 

El rubio introdujo los dos dedos ya lubricados, en la entrada de Shuichi haciendo que éste se arqueara y aumentara la velocidad en el sensual masaje que le estaba haciendo, alternando frecuentemente con alguna lamida, recogiendo todas las gotas que se iban escapando de la palpitante erección.

 

Cuando Shuichi creyó que ya estaba preparado, volvió a cambiar de posición, sentándose encima de su amante, introduciendo toda la erección en su interior sin ninguna dificultad. Después de unos segundos para acostumbrarse a la sensación, empezó a moverse lentamente y con un poco de torpeza que disminuyó en cuanto Yuki le empezó a guiar poniendo las manos en sus caderas y marcándole el ritmo.

 

Al cabo de un rato, el pelirrosa empezó a cansarse y Yuki le paró, indicándole que se pusiera a cuatro patas, colocándose él detrás penetrándole de nuevo con un ritmo mucho más rápido. Shuichi siempre se contraía mucho cuando lo hacían en esa posición, y muchas veces se quejaba y no le dejaba terminar, pero el escritor se sorprendió al ver que esta vez le obedecía sin ninguna queja.

 

El rubio notó como el cantante empezaba a temblar ligeramente y disminuyó el ritmo, alargando la mano para empezar a masajear el miembro erecto de éste. Siempre se dejaba llevar demasiado cuando estaban en esa postura, ya que conseguía que el interior del pelirrosa tuviera la estrechez ideal para hacerle enloquecer.

 

Yuki se sentía al limite y volvió a aumentar el ritmo, causando que al cabo de unos instantes, por fin se liberara bañando el interior de su amante con su caliente liquido. Shuichi, al sentir el orgasmo consumido del rubio en su interior, sintió como llegaba casi simultáneamente con el escritor.

 

Eiri liberó al pelirrosa de su miembro, en el momento en que éste se dejaba caer en la cama vencido por el agotamiento. El rubio se tumbó al lado de Shuichi, y limpió con la lengua todo el pecho de su amante, bañado todavía con su anterior orgasmo.

 

El escritor se colocó a la misma altura que Shuichi y le besó tiernamente para después mirarle fijamente a los ojos, esos ojos violetas inocentes pero llenos de deseo que contrastaban perfectamente con sus mejillas, todavía ruborizadas, las cuales Yuki acarició dulcemente, en uno de esos pocos gestos cariñosos que rara vez le regalaba a su amante y que a éste tanto le gustaban.

 

- Yuki...- Dijo en voz baja el cantante, abrazando fuertemente a su koi, mientras escuchaba los latidos de su corazón acelerado.

 

Yuki se durmió tranquilamente gracias al calor y los suaves cabellos de su amante haciéndole cosquillas en el pecho y Shuichi se quedó despierto pensando en si alguna vez volvería a pasar algo parecido con Ryuichi, y si lograría perdonarse a si mismo por su comportamiento con él.

 

 

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- No vas a conseguir nada mientras intentes tener al chico por la fuerza.

 

- Sigo preguntándome porqué me ayudas con esto.- Dijo mientras dejaba sobre la mesa la taza de café vacía.

 

- Vamos, Ryuichi ¿Es que no puedo preocuparme por ti?

 

- Eso es lo que me gustaría pensar, pero te conozco demasiado bien ¿Qué es lo que sacas con esto Tohma?

 

- Je... Ya veo que a ti no puedo engañarte.- Respondió el rubio con su habitual sonrisa.

 

- Sinceramente, me muero por tener a Shuichi y ahora mismo lo que menos me importa son tus beneficios. No te preguntaré si lo haces por tu obsesión por el escritor ese, o por lo que sientas hacia Shu, porqué la verdad es que no me interesa. Pero sí que te voy a decir que no vuelvas a hacer nada sin que yo lo sepa.- Dijo de lo más serio el cantante.

 

- ¿Acaso no te gustó quedarte a solas con él? Me negarás que la idea del vídeo...

 

- Eso es asunto mío Tohma, y quiero hacerlo yo solo. Si necesito algo no dudes en que te lo pediré, pero quiero que mientras te mantengas al margen.

 

- Vaya, parece que no aprendes de tus errores... Te recuerdo que fue precisamente tu orgullo lo que te llevó a Nueva York.

 

- Cállate, tú no sabes nada. En realidad ni yo mismo lo sé exactamente, pero esta vez es diferente, esta vez es de verdad.- Dijo mirándolo fríamente.

 

- Sakuma Ryuichi no se enamora, se obsesiona.

 

- Te equivocas, eso es lo que te pasa a ti.- Respondió el cantante mientras salía dando un portazo.

 

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- ¡La li ho!- Saludó Shuichi entrando al estudio de grabación enérgicamente.

 

- Je je...- Hiro empezó a reír casi imperceptiblemente.

 

- ¿Qué te hace tanta gracia Hiro?

 

- Que ese saludo tan entusiasta solo pude significar una cosa...- Respondió mientras miraba maliciosamente como el cantante empezaba a ruborizarse.- Sólo me hace falta darte un vistazo para saber lo que haces, hace demasiados años que te conozco, Shu-chan.

 

 

El guitarrista se alegró de saber que el pelirrosa había pasado una intensa noche con Yuki, eso podía significar el fin de su problema.

 

- ¡Shuichi! ¡Kumagoro dice hola na no da!- Gritó Ryuichi entrando y colgándose del cuello del más joven.

 

- Sa... Sakuma-san... Me estás ahogando...- Masculló el pelirrosa deshaciéndose del agarre de su ídolo.

 

Ignorando por completo a Ryuichi, el cantante de BL se puso al día de los planes para la grabación del videoclip, que se haría en unos estudios cercanos, a los que tenían que ir sin perder tiempo.

 

Shuichi hubiera estado muy ilusionado con el videoclip, si no hubiera sido por las incesantes insinuaciones del otro cantante, el cual aprovechaba el más mínimo roce o escena sugerente para insinuársele.

 

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Cuando por fin dieron por buena la grabación, el pelirrosa salió de allí lo más rápido que pudo y se dirigió a su camerino para cambiarse, pero al mirarse al espejo, recordó todo el maquillaje que le habían puesto y que siempre le había molestado, así que empezó a quitárselo antes de cambiarse.

 

El sonido de alguien llamando a la puerta distrajo a Shuichi de su tarea y le sacó de sus pensamientos.

 

- ¡Adelante!- Dijo un poco inseguro sabiendo de antemano quién aparecería.

 

- Esto empieza a ser desesperante, Shu-chan.- Dijo muy serio Ryuichi mientras cerraba la puerta tras de si.

 

- ¿Desesperante? Yo más bien lo veía... intimidante...- Dijo intentando romper el ambiente tenso que se había creado en cuanto entró Sakuma.

 

- ¿Qué diablos tengo que hacer, Shuichi?- Preguntó gritando y desesperado el cantante sin recibir respuesta.- Lo he intentado por activa y por pasiva, pero ya estoy cansado de tu incesante resistencia.

 

De pronto, Ryuichi paró el discurso por unos instantes, sorprendido el ver la expresión desconcertada del pequeño. Sus grandes ojos amatista estaban llorosos, reflejando pánico, tenía los labios entreabiertos y húmedos, incitándole a probarlos.

 

En ese momento se dio cuenta de que el pelirrosa estaba temblando levemente y acercó una mano a su mejilla, viendo aún más sorprendido como éste se alejaba. Esa frágil visión del pequeño, hizo que el cantante se planteara si había estado actuando como debía, la verdad es que hasta ahora solo había conseguido negativas y asustar al pelirrosa...

 

"No vas a conseguir nada mientras intentes conseguir al chico por la fuerza." Las sensatas palabras de Tohma resonaban en su cabeza una y otra vez.

 

- Shuichi...- Dijo casi en un susurro mientras posaba su mano en la mejilla de éste, acariciándolo levemente.- Yo no... no quería asustarte pero... pero me muero por tenerte Shu, me muero por poseer ese cuerpo que tanto ansío, de tenerte para mí, de saberte mío. Sólo mío.

 

- Pero Sakuma-san... yo no...

 

- Lo sé, no hace falta que digas nada... Lo he intentado todo, pero tú nunca has respondido, defiendes ciegamente tu relación con el escritor ese. Ya no sé que hacer para que te des cuenta de todo. De que él no te merece, que no te sabe apreciar... pero yo sí...

 

- ¡Eso no es verdad! ¡Yuki me quiere! Aunque le cueste demostrarlo... pero a mí me basta con una mirada suya para saberlo. Sé que el nunca me lo dirá, pero me lo demuestra... a su manera...- Dijo aflojando gradualmente el tono de voz y bajando la cabeza.

 

- ¿Ves lo que quiero decir?- Preguntó Ryuichi mientras vía como Shuichi levantaba la cabeza y le miraba confuso.- Te maltrata psicológicamente, te infravalora, hasta te echa de casa... Pero tú le sigues defendiendo, pasas el día pensando únicamente en él y serías capaz de morir antes de hacer algo que pudiera hacerle daño.

 

- ¡Pero Yuki no...!- Intentó protestar el pelirrosa.

 

- ¡Yuki esto, Yuki aquello...! ¿Cuándo te darás cuenta de que mereces algo mejor?

 

- Yo no quiero algo mejor, le quiero a él.

 

- Está bien.- Suspiró un resignado Sakuma.- Ya veo que es imposible abrirte los ojos, pero quiero que me prometas algo. Me tienes que prometer que en cuanto te haga algo lo pensarás fríamente y cuando te des cuenta de todo, vendrás a mí.

 

- Eso no...- Intentó replicar el joven cantante, viéndose interrumpido de nuevo.

 

- Vendrás a mí Shuichi, lo sé. Necesitarás refugiarte en alguien y ese alguien seré yo ¿Y sabes porqué? Porqué tendrás que reconocer que te conozco demasiado bien. Tú y yo somos más parecidos de lo que crees, por eso también sé que hasta que no lo descubras tu solo, no te darás cuenta.

 

- Yo no soy como tu, Sakuma-san, yo no persigo a la persona a quien amo para que me haga caso.

 

- ¿Quieres que te recuerde como conseguiste a "tu Yuki"?- Dijo estas ultimas palabras irónicamente.

 

- ¡Basta! Esta conversación es absurda, y Hiro debe estar buscándome.- Respondió nervioso mientras salía del camerino.

 

- ¡Eso, huye! ¿Ahora no quieres reconocer que tengo razón? ¡Bah! Ya lo descubrirás por ti mismo...- Terminó de decir con una risilla maliciosa mientras Shuichi desaparecía por el largo corredor.

 

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- ¡Shuichi!- Gritó el pelirojo al ver a su amigo salir del camerino.

 

- ¿Eh? ¡Ah, hola Hiro!- Dijo sonriendo forzadamente.

 

- ¿Pasa algo Shu? Te veo raro...

 

- No, ¿porqué tendría que pasarme algo?- Respondió quitándole importancia.

 

- Llevas unos días ausente, no me hace falta ser adivino para saber que te ocurre algo, soy tu amigo y siempre me lo has contado todo Shuichi ¿Porqué esta vez no lo haces?

 

- Ya te he dicho que no me pasa nada.- Dijo fríamente, aunque sus ojos reflejaban que necesitaba ayuda urgente de éste.

 

- Está bien, si quieres seguir engañándote, me parece perfecto, pero a mí no me engañas intentando mostrar que estás bien.

 

- ¡Vaya hombre! ¡Si ahora va a resultar que todos me conocen menos yo!

 

- Espera Shu, yo en ningún momento he dicho algo así.

 

- Déjalo, son cosas mías... Me voy a casa que ya es tarde y Yuki estará preocupado.- Dijo mientras empezaba a caminar en dirección a la salida y le hacía un gesto con la mano despidiéndose.

 

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- ¡Espera Ryuichi!

 

- ¡Oh! ¡Hola Noriko na no da!- Saludó enérgicamente moviendo a la vez la pata de Kumagoro.

 

- ¿Tienes un momento Ryu-chan? Me gustaría hablar contigo de algo importante...

 

- ¿Qué pasa? ¿Te duele la barriga?

 

- No, y ya sabes por lo que vengo, así que no te hagas el bobo, que sabes que conmigo esa técnica no te funciona.

 

- ¿Tu también me vas a hablar de Shuichi?- Preguntó con una mirada adulta y seductora que hizo que la chica se estremeciera.

 

- Solo quiero preguntarte algo... ¿estás jugando o realmente sientes algo por él?

 

- La verdad es que todo empezó como un juego, me gustaba ver las reacciones infantiles de Shuichi, era tan... inocente. Pero poco a poco también me di cuenta de que era adictivo, y mucho. Cuando lo hice, ya estaba loco por tenerlo, loco por ver que reacciones podía conseguir… Loco, y… Enamorado.

 

- Pero el chico ama a Yuki, y eso no lo podrás cambiar.

 

- Eso no lo sabré hasta que lo intente. Y no me pienso rendir hasta que lo consiga. Me temo que le amo... Y voy a intentar conseguirlo aunque tenga que sacrificar todo lo demás.

 

- ¿Hasta la música?

 

- Empezando por la música.

 

- Ryuichi...

 

 

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- ¡Tadaima Yuki!- Saludó el pelirrosa azotando la puerta enérgicamente.

 

- Llegas tarde ¿Ha pasado algo?- Preguntó preocupado el rubio apareciendo por el pasillo.

 

- ¿Eh? No... ¿Porqué tendría que pasar algo?

 

- No te hagas el tonto Shuichi, llevas unos días muy raro y no me quieres decir lo que te pasa, ya n siquiera hablas de tus problemas con Hiro.

 

- ¿Pero porqué insistes tanto? ¿A caso te pregunto yo dónde vas cuando sales de casa?

 

- Hn... Baka... Solo me preocupo por ti.

 

- ¿Y desde cuando te preocupas por mí interrogando a Hiro?

 

- No me gusta que tengas secretos conmigo.

 

- Pero tu sí puedes tenerlos...- Respondió triste el cantante.

 

- Estás confundiendo las cosas, no es lo mismo lo que me pasó a mí que esto...

 

- Sí que lo es, lo que pasa es que nunca me tienes en cuenta, solo me buscas para pasar la noche ¿Pero para todo lo demás siempre soy un baka, no?- Dijo llorando vocalista

 

- No sé que es lo que te pasa, pero estás demasiado alterado. Ya hablaremos mañana de todo esto.- Concluyó el escritor adentrándose de nuevo en el pasillo y escuchando un portazo que retumbó en toda la casa.- ¿Shuichi?

 

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¡Ding dong!

 

Tras escuchar el familiar sonido del timbre, Ryuichi sonrió, sabía perfectamente a quién iba a encontrar al otro lado de la puerta.

 

- ¡Ryuichi!- Le llamó el pelirrosa en cuanto le vio, mientras caía al suelo víctima del dolor del cual era preso en aquellos momentos.

 

Sakuma se quedó sorprendido ante la reacción del pequeño, además era la primera vez que le llamaba por su nombre. Cuando logró reaccionar y asimilar la escena que estaba presenciando, levantó al pelirrosa que había sido abandonado por sus fuerzas, y lo cargó hasta dejarlo tumbado en el sofá.

 

- Vamos Shuichi, cuéntame que ha pasado.- Le susurró dulcemente mientras se sentaba a su lado.

 

El joven cantante se abrazó a Sakuma y hundió la cabeza en el hueco de su cuello, mientras notaba como éste le devolvía el abrazo, brindándole el calor que tanto necesitaba.

 

- Yuki... Yuki...- Intentaba explicarse sin poder seguir.

 

- Está bien, tranquilo... Ya hablaremos mañana, ahora necesitas descansar.- Dijo mientras lo cogía de nuevo para llevarlo al dormitorio.- Ven, dormirás en mi habitación, yo me iré a la de invitados.

 

Shuichi se relajó y se dejó llevar hasta la cama, donde Ryuichi le tumbó con sumo cuidado y le dejó un pijama de seda negro al lado.

 

- Si necesitas algo estaré en la habitación contigua.- Le susurró y besó su frente.- Que duermas bien.

 

El joven cantante se sentó en la cama y examinó la habitación. Las paredes estaban pintadas de un ocre anaranjado suave y cálido, los grandes y desnudos ventanales dejaban entrar suficiente luz como para ver en la oscuridad. Sólo unas lamparillas de tenue luz iluminaban la alcoba desde las bajas y espaciosas mesitas de noche.

 

La cama tampoco era muy alta, pero sí desmesuradamente grande, estaba cubierta con suaves sabanas negras y adornada con abundantes cojines en todas las tonalidades de rojo, granate y negro.

 

Un gran armario de cuatro puertas con espejo en cada una de ellas, hacía juego con las mesitas y la cama, hechas de una madera oscura y rojiza semejante al cerezo. Había una gran alfombra de largo pelo blanco que daba una pizca de claridad sobre las tonalidades cálidas del mobiliario.

 

Shuichi se quedó sorprendido ante una decoración tan exquisita y sensual que nunca se hubiera imaginado ver.

 

Se puso el pijama de Sakuma, le quedaba un poco grande, pero tanto el color como el corte, le quedaban perfectos, resaltando sus facciones infantiles y sus grandes ojos amatista.

 

Se metió bajo las sabanas y se quedó mirando la nada, navegando entre miles de divagaciones, dando vueltas sin poder dormir. Después de pensarlo durante mucho tiempo, decidió levantarse e ir en busca de su anfitrión

 

Algo inseguro, cruzó el pasillo descalzo y empujó suavemente la puerta entreabierta de la habitación de su ídolo, dejando ver un Sakuma relajado, con una respiración casi imperceptible y abrazado a su inseparable conejito.

 

- ¿Est... Estás despierto?- Susurró tembloroso el pelirrosa.

 

- ¿Tienes algo, Shuichi? ¿Algún problema?

 

- Bueno la... la cama es muy grande... y yo... ¿Te... te importa si duermo contigo?

 

Aquella visión del muchacho, tan dulce, con sus ojos cristalinos y el pijama resbalando y dejando al aire uno de sus hombros a la vez que escondía sus manos en las largas mangas, le dio a Ryuichi una impresión de inocencia y fragilidad que le enterneció.

 

 

- Vamos, tápate o cogerás frío.- Respondió mientras levantaba las sabanas invitándole a entrar bajo ellas.

 

El joven cantante obedeció, acomodándose bajo la mirada atenta de Sakuma, que le observaba sonriente. Al cabo de unos minutos, el pequeño se acercó más a él, buscando su calor y se acurrucó tímidamente.

 

Ryuichi le abrazó atrayéndolo más contra su cuerpo, sintiendo como el suave cabello rosado le hacía cosquillas en el cuello, para quedarse dormidos casi al instante.

 

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La intensa luz que entraba por la ventana hizo que el amante de Yuki despertara, tras varios intentos de repeler la claridad escondiendo su rostro entre los cojines. Miró a su alrededor desconcertado y no tardó en situarse y recordar cómo llegó allí la noche anterior.

 

No había ni rastro de Ryuichi, pero por el contrario, lo primero que vio fue a Kumagoro, que estaba colocado a su lado. El pelirrosa cogió el conejo y salió en busca de su dueño.

 

Por fin encontró a Sakuma, estaba preparando el desayuno en la cocina, con una expresión sensual y madura, con movimientos rápidos y expertos, casi felinos. De pronto, se giró al sentirse observado, quedando cara a cara con Shuichi y dejándolo de nuevo intimidado.

 

- ¡Buenos días na no da!- Cambió de repente su expresión para no incomodar a su huésped.

 

- Bu... Buenos días Sakuma-san...

 

- Shu-chan... ¿Cuántas veces tengo que decirte que no me llames Sakuma? Soy Ryuichi, Ry-u-i-chi. - Le remarcó el mayor arrancando una sonrisa de los labios del cantante de BL.

 

- Je... Lo siento Sa... Ryuichi.

 

- ¡Así está mejor! ¡Y ahora a desayunar na no da!

 

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- ¿Moshi moshi?

 

- ¿Yuki Eiri -san?

 

- Hai ¿Con quién hablo?

 

- Soy Noriko, tecladista de NG.

 

- Sí, ya recuerdo, nos conocimos en una de las celebraciones de Seguchi ¿Y qué es lo que querías?

 

- ¿No has notado extraño a Shuichi estos días?

 

- ¿Sabes algo de eso?- Preguntó el rubio escritor interesado.

 

- Sé que es lo que le pasa, si es eso lo que quiere saber. Tiene que ver con Ryuichi...

 

- ¿Sakuma Ryuichi? ¿El cantante ese que tanto le gusta y que siempre va con el conejo?

 

- Je je.. El mismo. Lleva unos días insinuándosele a Shuichi, creo que te ha salido un rival.

 

- ¿Pero como...?

 

- Esto es algo que solo sabemos Tohma y yo, a parte de ellos, claro está. Shuichi está intentando evitarle, pero creo que no lo podrá hacer solo. Y debo advertirte de algo que no te esperas...

 

- ¿Algo que no me espero? Creo que después de esto...

 

- Tohma está de parte de Ryuichi. Está manipulando a todo NG para ayudarle, ándate con cuidado, Yuki-san. Creo que tu sabes mejor que yo hasta donde puede llegar tu cuñado, y creo que Shuichi está empezando a confundirse, ahora te necesita más que nunca.

 

- Está bien, gracias Noriko-san, avísame si pasa algo más.

 

El rubio aún conmocionado por lo que acababa de escuchar, colgó el teléfono y pensó en la única persona que podía ayudar a su pequeño amante desde dentro de NG: Hiro.

 

Pero... Shuichi habría pasado la noche en su casa, así que ya hablarían más tarde... era domingo y seguramente a la hora de comer, el pelirrosa ya estaría en casa y podría aprovechar cualquier descuido de éste para telefonearle.

 

****************************************************

 

- ¿Qué piensas hacer Shuichi?- Preguntó Ryuichi volviendo a su expresión madura.

 

- Ir a hablar con Yuki. Anoche no debí venir aquí, estaba demasiado confundido.

 

- ¿Y qué tiene de malo venir aquí? ¿Acaso no puedes?

 

- No me estoy refiriendo a eso, no quiero que te hagas ilusiones, y más con eso de que me metiera en tu cama.- Respondió sonrojándose.

 

- Solo dormimos, no se de qué te quejas.

 

- ¡Me quejo de que no debí dormir contigo, de que no debí venir aquí, de que no debo si quiera estar confundido de esta manera!

 

- ¿Confundido? Creí que amabas a Yuki ciegamente...- Dijo Sakuma con ironía.

 

- Y le amo. Solo es que...

 

- Shuichi...

 

- Me voy, Yuki debe de estar preocupado.

 

- Un día serás tu el que vengas a mí, ya te lo dije.

 

- Ya...- Dijo mientras se adentraba en el dormitorio para vestirse.

 

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Eiri estaba en el sofá, con toda la casa a oscuras y en silencio, limitándose a pensar y asimilar toda la información que le dieron minutos antes.

 

El sonido de la puerta abriéndose le sobresaltó, y no tardó en ver aparecer la familiar silueta de su amante. Una fría mirada de incredibilidad, fue dirigida directamente a los ojos violetas del pequeño, y solo unas inexpresivas palabras la acompañaron.

 

- Tenemos que hablar.

 

 

**************************************************

 

 

- ¡¿Qué?!- Preguntaron al unísono Tohma y Noriko.

 

- Pues eso, se acabó NG. Ya no tengo ningún motivo para seguir con esto.

 

- ¿Estás seguro Ryu-chan?

 

- Ya te dije hace unos días que podría dejarlo, además, no es la primera vez que pasa algo así.

 

- ¿Es por el Shindou?- Preguntó Seguchi mirándole y reflejando un notable enfado tanto en la expresión como en sus ojos.

 

- Es lo justo, por él volví a cantar, y por él lo dejo.

 

- Ryuichi...- Dijo Noriko un tanto confusa.- ¿Qué pretendes conseguir disolviendo NG?

 

- Shindou Shuichi es un de las pocas personas que siente, que vive lo que canto. De alguna manera pretendía trasmitirle lo que siento a través de mis letras, pero si ya no puedo hacerlo... ¿Para qué seguir?

 

- ¿Pretendes que se sienta culpable de la separación del grupo?

 

- No, pero sí quiero que sepa que hasta ahora Nittle Grasper ha existido por y para él.

 

- Otra vez Sakuma Ryuichi tirando su carrera musical por la borda a causa de una tontería.

 

- ¿Tontería? Dime donde está la tontería ¿En amar a Shuichi? ¿En volver a cantar por él? ¿O en dejarlo otra vez? …Quizás mi única tontería fue volver a Japón…

 

- La última vez dejaste que te hicieran demasiado daño, si te marchaste fue únicamente por dejar de sufrir y por el contrario lo único a lo que te dedicaste fue a odiar Japón y todos los japoneses. Si te digo esto es porqué me preocupo por ti y no quiero que vuelvan a hacerte daño. La música es tu único vinculo con este país y no me gustaría que lo volvieras a perder.

 

- Te equivocas, ahora tengo un motivo de peso para quedarme y por el cual haría lo que fuese: Shuichi.

 

**************************************************

- Yuki qué... ¿Qué pasa? ¿Porqué me miras así?- Preguntó un confundido pelirrosa.

 

- ¿Que qué pasa? ¿Quieres que te lo diga? ¿Quieres saberlo Shuichi?- Respondió el rubio acercándose al vocalista el cual asentía asustado.- ¡Pasa Sakuma Ryuichi!

 

- Como... ¿Cómo sabes eso?

 

- Eso no tiene importancia ahora, lo que sí importa es que no has confiado en mí para contármelo.

 

- Yo no...

 

- ¡¿Tienes idea de lo preocupado que estaba al verte así?! ¿Sabes lo que se me ha llegado a pasar por la cabeza?

 

El escritor detuvo su discurso para quedarse mirando a su amante. En algún momento había empezado a llorar y ahora tenía una expresión confusa y asustada. Su pequeño y frágil cuerpo empezó a temblar entre terror y nerviosismo; y un sudor frío se hizo presente en su frente.

 

- Yuki yo no... Nunca he...

 

- Tranquilo, sé que serías incapaz de mentirme, además, estás demasiado obsesionado conmigo como para hacerlo.- Dijo el rubio mientras giraba la cabeza para no verle mientras decía esas palabras.

 

- Yuki...- Susurró el joven cantante mientras abrazaba al rubio posesivamente.

 

- ¿Quieres que vayamos a comer fuera?- Propuso el escritor mientras besaba el suave cabello de su koi.

 

- ¡Hai! ¡Me doy una ducha y nos vamos!

 

Mientras veía como Shuichi iba a bañarse, Yuki recordó lo pactado con Hiro, así que pensó que ese sería el momento perfecto para llamarle sin miedo a ser descubierto.

 

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El guitarrista estaba tumbado en la cama, pensando en los problemas que últimamente rodeaban a su mejor amigo. Dio una última calada al cigarrillo y se incorporó buscando el cenicero.

 

El sonido del teléfono le hizo volver a la realidad y correr hasta el mueble donde se encontraba el aparato junto con el cargador.

 

- ¿Moshi moshi?

 

//- ¿Hiro-kun?- Preguntó una voz conocida que no tardó en ser reconocida por el pelirrojo.//

 

- ¡Yuki-san! ¿Ya se sabe algo de Shu?

 

//- Sí, Noriko me llamó hace un rato y me lo contó todo.//

 

- ¿Y...?- Le animó a continuar nervioso.

 

//- Es Sakuma-san. Le está acosando continuamente, se ve que se ha encaprichado con él. Por eso Shuichi está tan extraño y no se como, pero está logrando confundirle.//

 

- ¿Estás seguro? Ryuichi no parece para nada ser así...

 

//- Tohma ya me dijo en su día como es realmente Sakuma, y te aseguro que después de escucharle hablar de él de aquella manera... Sinceramente, me da un poco de miedo.//

 

- Ya... ¿Pero porqué no me lo explicaste antes?

 

//- No quise telefonearte por si ese baka te escuchaba, como pasó contigo la noche...//

 

- ¿Conmigo? Yo no lo he visto desde la grabación, además terminó enfadándose...

 

//- ¡¿Qué?! ¡Y se puede saber dónde pasó la noche!//

 

- A mí no me gusta pensar mal y menos de Shu, pero... ¿Te has planteado que estuviera con él?

 

//- No...No...No...- Se negaba el rubio intentando convencerse.- No puede... No se habrá atrevido... //

 

- Tranquilízate, es solo una suposición, puede haber ido a casa de... Tatsuha, por ejemplo.

 

//- ¿Y exponerse a que le viole? No... Le tiene pánico a quedarse a solas con mi hermano, mejor te llamo después, voy a aclarar esto.- Finalizó colgando con furia.//

 

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"¿Y ahora qué hago? Al menos sé que Yuki me apoya en esto pero... Al final Sakuma está consiguiendo lo que quería. No, no puede ser, yo amo a mi Yuki y eso no lo puede cambiar nadie. Ni eso, ni su carácter frío... Pero con Ryuichi... Ese calor... las atenciones... Saber que eres especial para alguien... Y que te lo demuestren..."

 

El agua caliente resbalando por su piel trazando caminos sinuosos por todo su cuerpo, iba relajando al cantante y sumergiéndole más y más en sus cavilaciones, cuando una puerta se abría ferozmente, asustándolo e intentando taparse, sin ser muy consciente de que quien la había abierto era un rubio bastante enfadado.

 

- ¡Shuichi!- Gritó el escritor mientras entraba furioso.- ¿Se puede saber donde has pasado la noche?

 

- Yu... Yuki... ¿A... A qué viene eso ahora?- Cuando por fin se percató de quien era, empezó a temblar tanto por el frío como el estar desnudo y mojado delante del escritor, quien no le izo caso omiso a la reacción.

 

- ¡Responde! ¿Estuviste con Sakuma, ne? Nakano me ha dicho que no estuvo contigo.

 

- Bueno.. Sí, pero... ¡No hicimos nada te lo juro!

 

- Yo no he dicho en ningún momento que hayas hecho algo con él, sino que no me lo has contado ¿Es que no confías en mí?

 

- ¡Claro que sí! Es solo que...

 

- ¡Baka, sal ya y vístete! Ya me estoy arrepintiendo de sacarte a comer...

 

- ¡No Yuki! ¡Pero si no hice...!

 

- ¡Calla! Eso ya lo hablaremos luego...

 

El rubio salió del baño azotando la puerta con tal energía que hizo temblar todo el mobiliario.

 

****************************************************

 

- Gracias a todos por haber venido avisándoles con tan poco tiempo.- Dijo Tohma con una de sus más formales sonrisas.- Bien... La razón por la que estamos aquí es... Bueno, creo que yo no soy el más indicado para anunciar esto pero...

 

- Lo haré yo.- Irrumpió tajante Ryuichi.- El motivo por el cual estamos aquí es para anunciar que en una semana tendrá lugar el ultimo concierto de NG.

 

El ambiente silencioso se rompió de repente, gracias al alboroto que la noticia causó y a las incesantes preguntas sin ningún tipo de orden que formulaban los periodistas.

 

- ¡Silencio por favor!- Gritó Noriko intentando frenar el caos en el que estaban sumergidos.

 

- Nittle Grasper se separa definitivamente por decisión mía.- Anunció Ryuichi friamente.- Por motivos puramente personales.

 

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- Bien, Shuichi.- Dijo el rubio ya resignado mientras esperaba que trajeran los platos.- Ahora quiero saber tu versión.

 

- ¿Mi versión?

 

- Si. Me gustaría saber qué ha pasado antes de hacer algo.

 

- Lo que quieres es que te dé razones para echarme de casa.

 

- Puede ser.. Y ahora habla.

 

- Bueno pues... Todo estaba normal y... Sakuma-san empezó a jugar conmigo. estuvo así un tiempo... pero hace poco empezó a cambiar...

 

- ¿Qué quieres decir con cambiar?- Preguntó el escritor mientras el camarero servía los platos.

 

- Sí... al principio parecía que se divertía... que era... un juego. Pero ahora... su actitud es mas dulce, me dice que me ama, que no me mereces... y se pasa el día diciendo que nos parecemos.

 

- Ya… Y a todo esto... ¿Tu que dices?

 

- No sé.. creo que estoy confundido y...

 

- ¿Qué paso anoche?- Preguntó tajante de repente.

 

- Estaba confuso y... sin darme cuenta ya estaba llamando a su puerta.

 

- No te estoy preguntando eso...

 

- ¡Ryuichi durmió en la habitación de invitados!- Dijo nervioso.

 

- ¿Seguro que no pasó nada más?

 

- Yo nunca podría engañarte Yuki...- Respondió aún sabiendo que de algún modo le estaba traicionando.

 

- Nunca digas nunca.- El tono frío del rubio hizo que Shuichi sintiera como si supiera que no le había contado todo.

 

- ¿Me vas a echar ahora?

 

- Baka... Aquí el único que habló de echarte fuiste tu. Aunque... eso de irte anoche de aquella manera...

 

El pelirrosa puso cara de no haber roto un plato mientras veía como su amante cambiaba la expresión fría por una medio sonriente.

 

- Anda, come, pero esa me la cobraré...

 

El rubio cogió los cubiertos y empezó a comer su luvina al horno acompañada con una completa ensalada. Tras varios intentos del vocalista por que le hicieran una pizza, terminó resignándose con unos espaguetis a la boloñesa que se comió a desgana.

 

****************************************************

 

- ¡La li ho!- Saludó efusivamente el pelirrosa entrando a la sala de reuniones de NG records siendo el único que no sabía la noticia de separación.

 

Tohma y Noriko aún no habían llegado, por lo que Ryuichi aprovechó para acercarse a Shuichi y hablar con él.

 

- ¿Cómo fue ayer con Yuki?- Preguntó seriamente.

 

- Bien... Ya sabe que anoche estuve contigo... Y todo lo demás...

 

- ¡¿Qué lo sabe?!- Gritó haciendo que Hiro les mirase dando a entender que se estaba percatando de todo.- ¿Y qué pasó?

 

- En contra de todo lo que hubiera podido pensar... No pasó nada. Solo me reprochó el no habérselo contado.

 

- ¿Y ya está?

 

- Sí, ya está ¿Qué esperabas?

 

- ¡Attention please!- Irrumpió K pegando tiros al techo.- Hoy BL tiene que hablar en una rueda de prensa sobre la colaboración de Ryuichi en el nuevo single, pero cuidado, seguro que preguntan por el tema de la separación.

 

- ¿Separación? ¿Qué separación?- Preguntó descolocado el pequeño vocalista.

 

- Ayer anuncié la disolución de NG, Shuichi.- Aclaró Ryuichi.

 

- ¡¿Qué?! ¡No puede ser! ¡Nittle Grasper no puede separarse otra vez! ¿Pero porqué?

 

- La razón es muy simple, volví a cantar por ti, y lo dejo por ti.

 

- ¿Me estás diciendo que NG se separa por mi culpa?

 

- No, te estoy diciendo que cantaba por y para ti, y si ya no tengo motivos para hacerlo, no pienso seguir.

 

- No es justo, Sakuma-san. No puedes hacer eso solo porqué yo no...

 

- Pues ya lo he hecho. Se acabó esta conversación.- Dijo por ultimo antes de dirigirse al coche que les esperaba en la entrada.

 

********************************************************

 

Después de darse una ducha, Yuki fue a la nevera a por una cerveza, se sentó en el sofá y empezó a beber mientras se relajaba haciendo zaping. Hasta que algo le llamó la atención, un cantante revoltoso que conocía muy bien, sentado al lado de Ryuichi Sakuma cosa que hizo que el escritor se enfureciera.

 

- Ese baka... ¿Qué hace al lado de ese loco?- Dijo a la vez que subía el volumen del televisor.

 

//- En el nuevo single de BL, contamos con la colaboración especial de Ryuichi Sakuma, con el cual también hemos gravado el videoclip.- Anunciaba Shuichi con una profesionalidad casi irreconocible en él.

 

- Tendremos el nuevo tema en exclusiva la semana que viene, junto al concierto de despedida de NG.- Dijo el mayor de los vocalistas.

 

- Por ahora la rueda de prensa se ha terminado, si hay algo más ya avisaremos.- Tohma hizo su aparición mientras los demás empezaban a levantarse obedeciendo al rubio.//

 

Esa separación tan extraña no le gustaba un pelo al escritor, que empezó a ver un tanto rara la relación de su koi con Ryuichi. No era normal que Shuichi tuviera tanta amistad con alguien que le estaba acosando, si es que aún le acosaba... Yuki ya no sabía qué pensar y eso no le gustaba, su pequeño se le estaba escapando de las manos, y eso no era bueno.

 

De pronto, el teléfono empezó a sonar, seguramente sería ese baka para preguntar si le había visto.

 

- ¿Moshi moshi?

 

//- ¡Yuki! ¿Me has visto? ¡A que he estado genial!- Dijo emocionado el pelirrosa.//

 

- Sí, genial... ¿Pero qué es eso de que vas a cantar junto al cantante ese? ¿No te estaba intimidando?

 

//- Sí, bueno... Pero ya no... Es muy complicado de explicar... Ya te lo contaré cuando llegue... Que será un poco tarde...//

 

- Me lo dices ahora o no te abro, Shuichi. Hasta ahora he tenido paciencia para no enfadarme, pero las cosas tienen un límite. Sabes que llevo unos días preocupado porqué siempre me contabas que te sentías intimidado cuando estabas con él, y ahora te veo a su lado, bastante… feliz.

 

//- Yuki, no es lo que te piensas...//

 

- Baka, me lo explicas o cuelgo, y esta noche más te vale no aparecer por aquí.

 

//- ¡Pero no puedo contarte algo así por teléfono!//

 

- Hasta mañana Shuichi.- Finalizó el rubio colgando sin dar tiempo a que el muchacho reaccionara.

 

- ¿Qué pasa Shu?- Preguntó Hiro al ver de nuevo la expresión triste de su amigo.

 

- Pues lo de siempre...

 

- Quédate en mi casa esta noche...- Respondió captando lo que el pequeño quería decir.

 

- Nah Shu-chan, quédate conmigo, Kumagoro tiene ganas de volver a tenerte de invitado...- Dijo el cantante de NG con ojitos suplicantes.

 

El guitarrista le miró con un gesto dando a entender que no quería saber nada de la decisión del muchacho, que tras unos segundos eligió lo que menos se esperaban.

 

- Está bien... Pero esta vez Kumagoro y yo dormiremos en la cama grande...

 

 

**********************************************

 

 

- ¡Ya hemos llegado!- Anunció el de ojos azules mientras abría la puerta.

 

El pelirrosa entró y dejó su chaqueta encima del sofá.

 

- ¿Quieres comer algo?- Preguntó Ryuichi mientras veía un agotado Shuichi dejándose caer en el sofá.

 

- No, estoy cansado... Prefiero irme ya a la cama.

 

- Bien, ya sabes donde está todo, yo iré en un rato.- Dijo mientras se servía un vaso de leche.

 

El pequeño cantante se adentró en el pasillo y desapareció entre las sombras mientras el otro bebía lo más rápido que podía para ir deprisa en búsqueda de su huésped.

 

Cuando Sakuma llegó al dormitorio, el revoltoso vocalista ya estaba metido entre las sabanas un poco ruborizado.

 

- ¿Qué pasa? ¿No me digas que ahora tienes vergüenza...? El otro día no parecías tenerla...

 

- Ya, pero...- Replicó mientras veía como el otro se tumbaba a su lado.

 

- No tiene porqué pasar nada si no quieres, Shu. ¿No dices que amas a Yuki? Pues si lo tienes tan claro... No hay nada de qué preocuparse ¿Ne?- Preguntó maliciosamente mientras veía la inseguridad en los ojos amatista.

 

- ¡Yo sé que amo a Yuki! Pero...- Dijo el más joven terminando casi en un susurro mientras se tapaba todavía más con la fina sábana.

 

- Pero...- Repitió Ryuichi mientras se acercaba y posaba suavemente sus labios sobre los del chico, depositando un casto y dulce beso.

 

El cantante pelirrosado clavó sus ojos en los del otro, perdiéndose por un momento en el azul roto del cual era preso. De repente, se volvió a aproximar a Sakuma, besándolo tímidamente.

 

No era la primera vez que le besaba, pero esta vez lo sintió verdaderamente, algo le dijo en su interior que ese beso era diferente, especial.

 

Unos decididos brazos se enredaron en su cuello y lo estrecharon consiguiendo profundizar el temeroso beso. Poco a poco, aquello se fue convirtiendo en un acto donde, lenta y dulcemente exploraron sus bocas, acariciándose con la lengua, sintiendo el sabor del otro, jugando con la profundidad y los pequeños e intensos roces.

 

El vocalista de NG se separó levemente para seguir besando cuello y orejas del pequeño, que se limitó a quedar quieto y callado, ahogando en ocasiones unos casi imperceptibles jadeos, quedando expuesto a lo que el otro quisiera hacerle.

 

Esa visión de un Shuichi inseguro, casi con miedo; mostrando unos ojos brillosos a punto de llorar, estremeciéndose con cada caricia pero sin atreverse a responder, provocó que el experimentado cantante se enterneciera.

 

- Tranquilo...- Le susurró mientras acariciaba tiernamente una de sus mejillas.- No haré nada que no desees, pararé si tú me lo pides.- Dijo recibiendo un asentimiento un tanto inseguro como respuesta.

 

Una sonrisa sincera se dibujó en los labios del mayor, el cual volvió a besar al pequeño, que parecía ahora ya más confiado.

 

- ¿Quieres que siga, Shuichi?

 

- ....Sí.....- Susurró casi imperceptiblemente con un ligero rubor infantil mientras pasaba sus brazos inseguro alrededor de la cintura de éste.

 

Esa dudosa respuesta fue lo único que necesitó Ryuichi para empezar a desabrochar lentamente los botones del pijama negro y seguir bajando mientras besaba su torso, saboreando esa piel que tanto tiempo había ansiado probar.

 

Terminó de deshacerse de la parte de arriba del pijama y apartó la tela de su pecho, aprovechando para acariciarlo, recorriendo después la sensible piel de sus costados con la yema de los dedos, provocando que un escalofrío inundara todo el cuerpo que tenía debajo.

 

Siguió su camino besando y acariciando cada milímetro de ese ser que ahora le pertenecía y que hizo estremecer cuando empezó a lamer y succionar sus pezones.

 

- Mmmh...- Un gemido que se le hizo imposible ocultar, fluyó de su garganta, provocando que el propio cantante de NG se excitara ante ello.

 

Sakuma sintió en su interior una gran satisfacción solo de saber que aquel muchacho le estaba dejando llegar hasta un punto donde solo una persona había llegado. En ese momento, se prometió a si mismo que haría que esa noche fuera inolvidable para Shuichi, colmándole de atenciones y haciendo que se sintiera la persona más especial del mundo.

 

Una mano temblorosa intentando desabrochar su pijama, hizo que el experimentado vocalista volviera a la realidad y mirara de nuevo los ojos amatista del otro, los cuales habían borrado ya todo el miedo.

 

-Sssssht...- Dijo mientras le cogía las manos para besarlas y continuar hablándole.- No te preocupes... Déjame eso a mí... Tú relájate... Esta noche quiero que te limites a sentir lo que te haga...- Le regañó dulcemente.

 

El joven vocalista le sonrió sinceramente, fue la primera expresión en toda la noche que le demostró que realmente quería hacerlo, no reflejó miedo ni confusión, solo confianza, y no en si mismo, sino en Ryuichi.

 

Después de comprender que podía abandonarse en brazos del cantante de NG sin ningún temor, enredó los dedos en su pelo, atrayéndolo hacia su propio rostro y volviendo a besarlo esta vez más confiado.

 

- Te amo, Shuichi.- Susurró el mayor cuando rompió el beso.- Y esta noche te lo voy a demostrar. Vas a ver lo importante que eres para mí, y también que eres la persona que más quiero en este mundo y que haría lo que fuese por ti.

 

El muchacho respondió con un tierno abrazo, estremeciéndose ante el contacto de sus torsos desnudos mientras sentía los latidos de ambos como si libraran una fiera batalla por ver cual era más fuerte.

 

Sakuma se relajó oliendo el afrutado aroma del cabello rosado del pequeño, para después retomar su tarea de recorrer la tersa piel de la cual ya tenía dependencia.

 

El vocalista de NG hundió la lengua en el ombligo del otro, mientras sentía unas manos que acariciaban levemente su espalda, casi sin tocarla. Cuando el mayor empezó a juguetear con el elástico del pantalón, sintió como las caricias se volvían más nerviosas, haciéndole sentir como si estuviera a punto de arrebatarle la inocencia a una frágil muñeca de porcelana.

 

Ante éste pensamiento, hizo que el cantante de BL se relajara un poco al ver que no bajó la fina tela como esperaba, sino que siguió jugando en la zona de la cintura acariciando y besando cada milímetro de su piel.

 

Poco a poco, casi sin que Shuichi se diera cuenta fue despojado de los pantalones por el cantante de ojos azules, que a su paso iba colmando de caricias y atenciones las zonas que, con paciencia, iba descubriendo.

 

Ya solo la fina tela de los boxers le separaban de su objetivo, y ante el evidente bochorno del pequeño por verse semidesnudo ante su ídolo, este también se quitó los pantalones para que no se cohibiera.

 

Ryuichi se recostó al lado del pelirrosado vocalista y le miró tiernamente mientras con una mano acariciaba su torso. Ante las leves caricias, todo el vello del pequeño cuerpo, se erizó como respuesta a la vez que éste se giraba y enredaba sus piernas con las del que le observaba.

 

Shuichi era como un niñito asustadizo que buscaba calor y afecto: mirándolo fríamente, él nunca se podía haber sentido especial con Yuki, tan especial como lo era en esos momentos para Ryuichi.

 

La mano que acariciaba el sensible torso lo cogió por la cintura aferrándolo más contra su cuerpo y abrazándolo posesivamente, consiguiendo quedar situado encima del pequeño cargando todo el peso en sus piernas abiertas y volviendo a recorrer la dulce piel que siempre le dejaba con ganas de más.

 

El propio pelirrosa levantó las caderas indicando que le despojara de la última prenda que le quedaba, siendo obedecido por el otro, mientras dejaba a la vista la semierección que empezaba a hacerse notar.

 

Sakuma acarició el miembro de su amante, provocando que este gimiera ante el placentero contacto y divirtiéndose al ver su expresión acalorada.

 

- ¿Quieres que lo haga con la boca, Shu?- Preguntó a la vez que pasaba la punta de la lengua por su pelvis.

 

- Hmmm... s... sí...- Consiguió mascullar entre gemidos.

 

- ¿Y por qué no me lo pides? Ya te dije antes que esta noche quería que te sintieras especial, solo tienes que pedirme lo que quieras...- Dijo dulcemente mientras seguía bajando más y más.

 

Pasó solo la punta de la lengua por toda la longitud de la erección, mientras veía como el pequeño cuerpo que tenía debajo temblaba placenteramente. Aquello le estaba gustando, nunca pensó que Shuichi pudiera ser tan adictivo y delicioso y la idea de causarle aquellas reacciones le estaba entusiasmando más todavía.

 

Cuando tragó por completo el miembro del cantante, éste jadeó extasiado sin darse cuenta de que con eso estaba provocando que el otro de excitara, llegando a obtener una dolorosa erección como respuesta.

 

- Hmmm... Ryu..... ichi....- Aquel gemido llamándole entre sollozos, hizo que, inconscientemente, aumentara el ritmo convirtiendo un suave movimiento, en un sube y baja frenético y necesitado por ambos.

 

- ¡Ahh! No... No voy a aguantar más...- Mascullaba el pelirrosa sintiéndose al limite y agarrando la cabeza del mayor intentando pararlo sin conseguir nada.

 

Por fin el pequeño se vació dejando su sabor en la boca del experimentado cantante, el cual se relamió disfrutando de ése dulce néctar que tanto había ansiado probar.

 

Sakuma besó al vocalista de BL, aún portando su sabor, en un acto salvaje y desesperado que rompió el más joven mientras intentaba regularizar su respiración.

 

- Haz... Hazme tuyo... Ryuichi... Por favor...- Suplicó susurrándole a escasos milímetros del oído.- Quiero sentirte dentro... Saber que soy tuyo aunque solo sea por esta vez.

 

El de ojos azules se sentó con las piernas cruzadas, indicándole al otro que se sentara encima mirando hacia él, quedando así en una posición íntima y estrecha, donde tanto uno como el otro podían verse directamente a los ojos.

 

Un nuevo beso, esta vez más calmado, recogió los gemidos del pelirrosa, al notar como una mano se deslizaba por su espalda hasta llegar a rozar su entrada, para después volver a subir por su cuerpo.

 

Ryuichi fue a introducirse un par de dedos en la boca, pero el pequeño se lo impidió, cogiendo su mano y llevándola hasta rozar sus labios para después introducirla y lamerlos sensualmente.

 

Esa visión de Shuichi mirándole a los ojos mientras jugaba con su lengua recorriendo toda la longitud de sus dedos con movimientos insinuantes, hizo que el mayor se excitara hasta tal punto que se le hacía casi imposible concentrarse.

 

Los sacó lentamente de la húmeda cavidad, para llevarlos hasta la entrada del pelirrosa e introducirlos lentamente mientras éste le abrazaba hundiendo la cabeza en el hueco de su cuello.

 

Una vez dentro, empezó a moverlos lentamente notando como los músculos de su alrededor se iban relajando y destensando, preparándose para acoger su erección que ya hacía rato que clamaba atención.

 

- Hmmm... Hazlo... Hazlo ya...- Pidió entre sollozos el pequeño.

 

- Está bien... ¿Cómo quieres que lo hagamos, Shuichi?- Preguntó viendo como el otro empezaba a moverse para indicarle como lo quería.

 

El vocalista de BL se tumbó boca arriba y cogió unos cojines colocándoselos debajo de las caderas, elevándolas hasta conseguir que su amante tuviera fácil acceso hasta su entrada.

 

Sin pensarlo dos veces, el de ojos azules empezó a penetrar lentamente al pelirrosado cantante, viendo como se arqueaba ante la sensación. Entró totalmente dentro de él sin ninguna dificultad, parándose unos minutos para disfrutar de la sensación de calor y estrechez que ese cuerpo le brindaba.

 

La vista era exquisita, un Shuichi sollozando, con los ojos cristalinos y bañados en lagrimas, labios carnosos, entreabiertos, sensualmente humedecidos y una fina capa de sudor perlando todo el pequeño cuerpo que ahora le pertenecía.

 

Sakuma empezó a moverse lentamente en su interior, acelerando poco a poco, hasta alcanzar un ritmo cómodo para los dos. Después acercó al rostro del otro y lo besó fervientemente, olvidando por un momento toda la ternura que estaba siendo la base de esa noche.

 

Cuando se sintió al límite, aumentó de golpe las embestidas, haciendo que el pelirrosa se contrajera adelantándole el clímax y provocando que se derramara en el interior del adictivo cuerpo.

 

Salió lentamente de su interior y se dejó caer a su lado, viendo como respiraba irregularmente y cerraba fuertemente los ojos.

 

Una mano acariciando su pecho, hizo que abriera sus ojos amatista, viendo la expresión satisfecha del mayor que lo miraba fijamente.

 

- ¿Estás bien?- Preguntó el vocalista de NG.

 

- Claro...- Respondió con una sonrisa mientras miraba sus orbes azules.

 

- Shuichi...

 

- ¿Sí?

 

- ¿Qué miras tan atento?- Preguntó al ver tan hipnotizado al muchacho mientras le miraba.

 

- Tus ojos.

 

- ¿Qué les pasa a mis ojos?- Dijo divertido.

 

- No sé... Son de un azul... Roto.

 

 

*****************************************

 

 

Unos cabellos haciéndole cosquillas en el cuello hicieron que el vocalista de NG despertara. Abrió los ojos pesadamente para ver un ovillito rosado que le pareció de lo más angelical y adorable, durmiendo relajado a su lado.

 

- Hmmm...- Se quejó al notar el movimiento del mayor y empezó a despertarse él también.

 

- Buenos días.- Susurró Ryuichi dulcemente.

 

- Buenos...- Abrió los ojos exageradamente y se apartó del otro que lo miraba divertido.- ¡Sakuma-san!

 

- Sí, al menos ayer ese era mi nombre...

 

- Yo no... Lo de... Esto... Vaya panorama...

 

- ¿Panorama? ¿Te refieres a lo de anoche?- Preguntó divertido mientras veía como el pequeño se levantaba e intentaba tapar su cuerpo aún desnudo mientras buscaba su pijama.

 

- ¡¿A ti que te parece?!- Respondió nervioso.

 

- ¿Te arrepientes de lo que pasó?- Dijo tristemente mientras giraba la cabeza al lado contrario para mirar por la ventana.

 

Shuichi dejó su tarea de intentar vestirse para subir a la cama abrazando a su Dios por la espalda y pillándolo desprevenido.

 

- No estoy arrepentido sino… asustado. Y es precisamente por eso, porqué no me arrepiento de nada.- Susurró dulcemente para después besar el cuello del mayor.

 

El pelirrosa hizo un intento de salir de la cama para seguir buscando, pero una mano cogiéndole del brazo lo retuvo.

 

- Shuichi...- Dijo Sakuma con los ojos empañados.- entiendo que tengas miedo y que estés confuso por todo lo que estás sintiendo pero... Por favor, no me hagas daño tú también.

 

Esa visión de un Ryuichi tan frágil y vulnerable, hizo que el pequeño cantante también se desmoronara. Hasta ahora, siempre había visto en él un hombre seguro de si mismo y confiado, pero aquello le acababa de descubrir que también tenía un lado humano, ya de paso recordando que había un detalle de su pasado que todavía no conocía, pero que no tardaría mucho en descubrir.

 

El cantante abrazó a su ídolo intentando reconfortarlo mientras los dos se sumergían en un desconsolado llanto.

 

- ¿Qué es lo que pasó? ¿Quién te hizo tanto daño, Ryuichi?

 

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CONTINUARÁ


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