Subió las escaleras con las manos hundidas en los bolsillos, llevaba el morral en la espalda y la gorrita en la cabeza, ahí fue donde lo vi por primera vez, parecía perdido.
Yo subí tras el pues me tocaba clase en el segundo piso sin embargo el seguía dando vueltas y mirando hacia todos lados. Le hubiese ofrecido mi ayuda pero no soy de ese tipo de personas, así que me fui directo a mi salón.
Al llegar todos los estudiantes estaban haciendo bullicio por lo que supe lo evidente el profesor no vendría el día de hoy, ¿que más podía hacer? Me senté en la ultima fila, en la banca de hasta atrás como era mi bendita costumbre, me recogí el largo cabello en una coleta y empecé a garabatear sobre mi libreta de la materia.
Unos segundos después entro en el salón el chico que había visto anteriormente, al entrar todos le miraron como quien examina un nuevo espécimen extraño, yo apenas y levante la mirada y volví a lo mío ellos se arremolinaron entorno al nuevo <<estupidos>> pensé no hacen mas que entrometerse en la vida de otros. Aunque debo admitir que a mi también me causaba una gran intriga el chico nuevo, lo mire como hipnotizado.
-Hey Jack-una voz me libro del encanto-¿Estas drogado?
-¿Qué?... ah eres tu Peter, no sabes que no vendría en ese estado a la escuela ¿Qué rayos quieres? eres muy molesto sabes
-Pero soy tu único amigo-empezó a jugar con mi negro cabello.
-Lamentablemente
Peter sonrío con esa odiosa mueca suya de triunfo y entrecerró los verdes ojos, puso su trasero sobre la paleta de mi silla obligándome a quitar mis cosas repentinamente.
-Pfff.....-bufe-Entonces ¿Que quieres?
-Oh es cierto, pensé que como el profesor había faltado y bueno es la ultima clase que tenemos y adema son dos horas, podríamos ir a fumar un porro
Lo mire seriamente, alguna vez su melodiosa voz y delgado cuerpo me habían parecido hermosos todo eso combinado con sus delgados y rubios cabellos que se mecían fácilmente eran algo casi obsceno
-Vamos, realmente me vendría bien un viaje
Me levante rápidamente y Salí del salón acompañado de Peter que se me colgó del brazo como una estupida colegiala.
Aquello estuvo bien unas niñas nos acompañaron y nos dieron un buen rato, si sabes a lo que me refiero. Creo que fumamos hasta ver ángeles bailando, no estoy muy seguro pero cuando me distraje Peter empezó a chuparmela, tan asquerosamente bueno, nos besamos varias veces pero yo me negué a hacer ese tipo de cosas para maricas.
Terminamos hasta que el sol murió y de una manera que desconozco amanecí en mi departamento, me dolía la cabeza y apesta a marihuana y alcohol, pero no me importaba hoy era sábado y me quedaría a dormir hasta tarde esperando que así se me curara la resaca.
“Ding Doug, Ding Doug”
-Lárguese no quiero comprar nada y tampoco me importa si es Jesús.
Me puse la almohada sobre la cabeza pero el infernal sonido no paro.
“Ding Doug, Ding Doug, Ding Doug, Ding Doug”
Al fin resignado me levante echo una furia y abrí la puerta
-¡¿Que carajos quieres?!- grite sin mirar.
-lo siento- una débil vocecita salio de la persona frente a mi, lo mire con indiferencia, era el chico de ayer el que estaba perdido ahora pude contemplarlo mejor sus manos eran delgadas, tenia la piel muy blanca y unos ojos grises que adsorbían fácilmente el color de lo que le rodeaba. Traía puesta una gorra peruana blanca un abrigo gris, pantalones cafés y bufanda del mismo color. – ¿Tu eres Jack? Verdad
-A quien le importa.
Sonrío gentilmente- Que bien, ayer olvidaste tu cuaderno en el salón y decidí traértelo, pregunte sobre tu dirección a algunos chicos del salón jeje… creo que dibujas muy bien
-¡Que! Abriste mi libreta?!!
-bueno yo… por favor no me golpees.
Lo tome de la ropa, el puso sus manos sobre mi pecho para separarse de mi, entonces note que no traía playera. <<Maldita resaca>> Sus delgadas y suaves manos contrastaban con mi piel morena y pude ver mis castaños ojos reflejados en los suyos, el tenia miedo, lo solté y me recargue en el marco de la puerta.
-Gracias- dijo como llorando y con una mueca que me mato de la risa así que tuve que cubrirme la boca para que no viera mi sonrisa burlona, sonrío de nuevo – Por cierto mi nombre es Conor… Connor Hill, mucho gusto- me tendió la mano
-Hmmm.-bufe sin corresponder su cordialidad
-Bueno… creo que es mejor que me retire
Mire como me volvía a sonreír, eso me cuso una gran confusión ¿porque lo hacia? ni siquiera le agradaba ¿Por qué? Pero me encanto su sonrisa con sus delgados labios rosas y esos grises ojos coloreados de su entorno con delgadas pestañas y casi sin rastro de cejas. El se dio la vuelta yo le detuve asiéndolo con fuerza del brazo y jalándolo de vuelta hacia mi, aquello ocasiona que se le cayera la gorra y puede mirar su cabeza sin un solo cabello, el se volteo avergonzado <<Mierda Jack eres un imbecil>> pensé <<ahora jamás volveré a ver su sonrisa>>
-lo siento- escuche su voz y lo solté de inmediato-fui un tonto-sonrió recogiendo la gorra la sacudió y se la puso de nuevo-debo tener más cuidado con estos detalles je.
-Oye… ¿estás bien?
-¿Quee?-pregunto con inocencia- ¡ah esto!- señalo su cabeza – es solo por la quimio
-¿tienes cáncer?
-si… ¿estás bien? Porque te vez mas enfermo que yo
-yo… es solo que
-tranquilo-me dio un golpecito en el brazo -creo que eres un gran tipo y me gustaría conocerte mejor, además me gustan tus dibujos son muy buenos, después hablamos enserió debo irme.
-si claro…
Lo mire marcharse.
Aquella noche no pude dejar de pensar en el “Connor” su nombre daba vueltas en mi cabeza cuando al fin me venció el cansancio tuve un sueño donde le veía el estaba junto a mi y yo le abrazaba tocaba su delgado cuerpo y besaba sus frágiles mejillas, maldición, desperté totalmente excitado y rojo <<Que mierda me pasaba ¡estaba teniendo fantasías con un hombre que acababa de conocer!… ¡¡¡UN HOMBRE!!!>>
Cuanto más tengo que esperar jamás había durado tanto un fin de semana.